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MARTIN DE SANTIAGO
"Convento de S. Telmo"
La fundación del convento dominico de San Telmo (1539) fue posible -a pesar
de la oposición del clero local- gracias al patronazgo ejercido por el
secretario del Consejo de Estado de Carlos I, Alonso de Idiaquez y de su esposa
Gracia de Olazábal.
Los primeros planos del edificio se deben a Martín de Santiago (1542). Su estilo puede
calificarse como de transición entre el gótico y el renacentista.
La Desamortización de Mendizábal forzó la salida de los dominicos del
Convento, ocupando las dependencias cuartelarias todo el edificio. En 1924 fue
vendido por el Ministerio de la Guerra al Ayuntamientol,
dejando de ser cuartel en 1928. Ya en manos municipales, el arquitecto Francisco
de Urcola, ayudado por el arquitecto Juan Alday y el Pintor Ignacio Zuloaga,
rehabilitaron el edificio, ejecutándose en estilo neorrenacentista la actual
fachada principal, situada en la plaza de Zuloaga. La mencionada Plaza estuvo
ocupada por dos alas del Convento/cuartel -hoy inexistentes- que se dirigían
hacia el este hasta llegar a la muralla de la Zurriola, dejando un patio
intermedio. Tras las reformas, en 1932 se convierte en Museo y Biblioteca
Municipales. La Biblioteca se trasladó en 1951 al edificio de la antigua Casa
Consistorial. En los últimos años del siglo XX fue sometido a un lento, pero
ambicioso, proceso de restauración y modernización.
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En el edificio es preciso destacar el claustro de dos alturas (situado a los
pies de la iglesia y no a un lado como es habitual), inspirado en el
renacentista de S. Esteban de Salamanca (el tramo meridional es, en parte, una
reconstrucción del siglo XX); el torreón, que alberga la escalera de acceso al
claustro alto y el sobrio acceso meridional (fotografía) a la iglesia.
La citada iglesia dispone de ábside poligonal, nave de 48 m. de longitud y
de capillas laterales separadas por robustas columnas que soportan las bóvedas
de crucería, así como de coro a los pies. Merecen especial reseña las
paredes, cubiertas por once grandes lienzos pintados por la mano de José María
de Sert (1876-1945) realizados mediante la técnica de veladura (barniz con
color sobre un fondo de pan de oro). Representan diversas escenas que resumen la
vida e historia de Guipúzcoa.
Desde el claustro y desde la iglesia se accede a un conjunto de espacios
intercomunicados: la abovedada y renacentista sacristía, la capilla de los
Etxeberri (desaparecida hoy en día como tal) y la Sala Capitular.
Fotografía: JAS, 2005
Lugar: Acceso meridional del
convento de San Telmo. Parte Vieja. San Sebastián.
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