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Soldados sublevados en San Sebastián (1936) Un viejo camión transporta un grupo de soldados en el cruce de las calles Garibay y Andía, en San Sebastián. El edificio del fondo es la antigua Escuela de Artes y Oficios que ya había sido transformada en la sede central de Correos de la capital guipuzcoana. Aun cuando no consta la fecha de la fotografía, probablemente se trata del 13 septiembre de 1936, plasmando el momento en el que el Tercio de Lácar y otras tropas sublevadas contra la República entran en San Sebastián. En la acera se observa claramente cómo un transeúnte levanta el brazo haciendo el saludo falangista a un segundo camión que sigue al de la imagen.
Un "tiznao" por las calles de San Sebastián (1936) Del entorno del 13 de septiembre de 1936 data también esta fotografía en la que se aprecia a un grupo de soldados del bando "nacional" (probablemente falangistas) saludando brazo en alto sobre un vehículo blindado que circula por la calle Reina Regente. Este tipo de vehículos de fabricación artesanal (llamados "tiznaos") fueron construidos durante los primeros años de la guerra principalmente por el ejército republicado, revistiendo de chapas metálicas autobuses y otros vehículos convencionales. Lo más probable es que este ejemplar se trate de material incautado por el ejercito sublevado. El resultado, además de antiestético, era militarmente desastroso, puesto que al elevado peso que adquirían los vehículos se sumaba su reducida potencia, determinando su torpe maniobrabilidad y baja velocidad, que se añadía a la escasa protección real que suponía contra las balas (nula contra la artillería) y a que no iban adecuadamente armados, disponiendo en muchos casos únicamente de algunas mirillas para el disparo de armas ligeras. El día 16 de septiembre de 1936, frente al Kursaal, centro de operaciones del Requeté, forma el cortejo fúnebre del teniente de requetés José Manuel Gorospe, muerto en un combate en las inmediaciones del monte Medizorrotz. La prensa local informaba del evento de la siguiente manera: ... Tal era la aglomeración de público frente al Kursaal, que era difícil penetrar en el mismo y menos llegar a la capilla ardiente... Minutos después de las once de la mañana, se ponía en movimiento el fúnebre cortejo. Al aparecer el féretro cubierto por la gloriosa enseña de la Patria y llevado a hombros por compañeros del finado, se hicieron con ametralladoras las salvas de ordenanza, prorrumpiendo el público en gritos y vivas, plenos de febril entusiasmo. Viva España, Vivan los Mártires tradicionalistas, Viva Cristo Rey, y vivas incesantes a la Religión Católica, a los Requetés, a España única e indivisible, a los valientes libertadores de San Sebastián y los bravos Requetés...
Las tropas sublevadas habilitaron en torno al día 19 de septiembre una lancha motora (entonces denominadas "gasolineras") para viligar el entorno marítimo de la población. Contaba como tripulación con una decena de carlistas y un par de falangistas, armados con fusiles y una ametralladora. Según la prensa de la época (no demasiado fiable) consiguieron alcanzar a una embarcación : "... Buena presa hicieron: Siete nacionalistas de izquierda, once mendigoitzales perfectamente armados, e Irujo, con 59.100 pesetas... Partícipes todos en el crimen, cómplices del dolor de España, sin vocación guerrera, buscaron en el mar camino ancho a su doble traición, contra su patria que quisieron hundir y sus amigos que no dudaron abandonar (la Voz de España 20-9-1936). Este Irujo del que habla la prensa, era Pedro María Irujo, hermano del Ministro Manuel Irujo. Para el día 23 de septiembre se formó el Sector Marítimo del Cantábrico Oriental que acogió inicialmente tres lanchas al mando del teniente de navío, el requeté Juan Tornos. Una de estas lanchas era la Stella Maris (la de la fotografía) y el citado teniente es el oficial sentado en el centro con barba.
A las once de la mañana del día 20 de septiembre de 1936 tuvo lugar en la iglesia de Santa María un Te Deun para agradecer al Señor por las victorias de las tropas sublevadas. Fue oficiado por el Arzobispo de Valladolid (Remigio Gandásegui), asistiendo el presidente de la Junta de Defensa Nacional (general Cabanellas). All finalizar el acto desfilaron fuerzas del Ejército, la Falange y Requetés. En la fotografía, se plasma el desfile de las fuerzas falangistas por la Avenida. |
