FANDERÍA DE ERRENTERIA
La ferrería Renteriola, que era de propiedad municipal, pasó a manos
privadas en 1769, y fue transformada en una fandería, que se mantuvo
en activo hasta su destrucción en 1873 durante la III Guerra
Carlista. Las fanderías eran establecimientos
industriales en los que se laminaban y cortan por medios mecánicos
las barras de hierro.
Las instalaciones hidráulicas de la fandería estuvieron en servicio
hasta la década de 1960 integradas en una fábrica de harina.
Otros molinos renterrianos fueron el de Bengoerrota y el de Pekin
-que funcionó en el barrio de Pontika durante el siglo XVIII-.
Recientemente el entorno de la Fandería ha sido urbanizado,
quedando el edificio y el canal de alimentación en el centro de la
nueva barriada que es conocida precisamente con esta denominación.
Se ha preservado la maquinaria del molino y se ha montado con otros
materiales una pequeña exposición.
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