Una vez visitada la batería auxiliar de Txoritokieta, vuelva a la carretera y baje hasta la carretera principal que le llevará directamente a San Marcos (siempre cuesta arriba).
Al llegar a las inmediaciones del fuerte verá un pequeño aparcamiento para automóviles; siga la fila de coches (o las rayas donde deben aparcar) y siguiendo por el camino llegará a la entrada del fuerte.
El camino hace un recodo y entrará ud. en un túnel. Si se da cuenta, la curva sirve para que no puedan entrar al fuerte posible disparos dirigios hacia él.
Fuerte de San Marcos (Fotografía aérea: Diputación Foral de Gipuzkoa). En primer término, la caponera de cabeza
El fuerte está normalmente abierto al público y dispone de servicio de bar-restaurante. No obstante, gran parte de sus instalaciones no están accesibles y sólo es posible acceder a ellas mediante visitas guiadas que suelen realizarse los fines de semana de verano (conviene confirmar que tales visitas estén operativas).
Aún cuando el acceso es parcial, es posible ver a cierta distancia algunos elementos a los que no está permitida la entrada.
El túnel desemboca en un puente sobre el foso. Este puente es una réplica aproximada del original, pero, a diferencia de aquel, no es móvil. Un dispositivo permitía levantar el puente.
Todavía quedan algunos restos del sistema original: orificios para el paso de las cadenas, los soportes metálicos para el mecanisco y unos huecos en el suelo (tapados con una puerta de madera,) que es donde se alojaban los contrapesos. Puede verlos detras de la puerta de acceso.Tras atravesar el puente se entra por la puerta principal en un vestíbulo defendido lateralmente por ocho aspilleras.
Dentro de él, a la izquierda, se encontraban las dos bóvedas del cuerpo de guardia (una para oficiales y otra para la tropa), que hoy en día alberga un espacio de información sobre la comarca de Oarsoaldea
A a la derecha se encontraba la entrada al pabellón del gobernador (Hoy bar-restaurante).
El citado vestíbulo comunica con el patio de armas, bajo el que se encuentra el aljibe, formado por dos depósitos con una capacidad conjunta de 100 m3 (lo que dotaría al fuerte de una autonomía de cinco meses sin lluvia) al mismo vierten las aguas pluviales que caen al patio, a los blindajes, etc.
Suba por la rampa, llegando al parapeto de fusilería sobre el cuartel de gola y después suba por una escaleras que le llevarán al parapeto de fusilería superior, desde donde podrá ver la batería a barbeta de la obra baja y un espléndido paisaje. También puede ver el patio.
Acceso al fuerte. Sobre la puerta tuvo una placa alusiva a su inauguración por parte de la Reina Regente y, sobre ella, el escudo de España.
Almacén de Pólvora
(presenta una intervención queha respeotado su estructura, pero no los
materiales (principalmente el suelo).
En los últimos años se están realizando diversas obras de rehabilitación del fuerte. El resultado es desigual, con tentencia a desvirtuar el carácter que tuvieron las dependencias del fuerte. Principalmente: elección inadecuada de suelos, supresión de rebajes en las explanadas de las casamatas, tratamiento defectuoso del camino cubierto y de los glacis, uso inadecuado de dependencias, etc. La incorporación de un ascensor exterior rompe totalmente la estética de la gola del fuerte.
Se ha realizado el acondicionamiento de la obra baja para permitir las visitas de una forma estable.
EL FUERTE DE SAN MARCOS
El fuerte de San Marcos toma nombre del monte en cuya cima (280 m) se encuentra establecido. Su construcción sufrió diversos contratiempos. Tanto es así que el proyecto definitivo, firmado por el capitán de Ingenieros Luis Nieva, fue aprobado en 1888, varios días después de su inauguración. Por esta causa tuvieron importancia los anteproyectos .firmados por Pedro Lorente (1878), Juan Roca (1879), Francisco Echagüe (1880) y José Brandis (1882), descartados por diversas deficiencias o cambio de plan estratégico. Además es preciso señalar el anteproyecto definitivo (en el que se basó Nieva), obra de Antonio Rogí y Francisco Roldán (1884).
De magnitud inferior al de Guadalupe, pero más poderoso que el de Txoritokieta, formó parte del "Campo Atrincherado de Oyarzun", que nunca llegó a terminarse. San Marcos consta de una obra baja y de otra alta.
Patio de armas. Las ventanas corresponden a la parte trasera de las casamatas y el césped al parapeto de fusilería existente sobre el
cuartel
La Obra Baja está dotada de dos baterías: una para cañones y otra para obuses. La primera es a barbeta (es decir, al aire libre y sin cañoneras); tiene capacidad para seis cañones (aunque sólo fueron emplazados cinco) de 15 cm. montados sobre marco alto y desenfilados por cuatro traveses-repuesto.
Batería a barbeta vista desde el parapeto de fusilería instalado sobre la batería acasamatada. Los
cañones son réplicas instaladas en el año 2009.
La batería de obuses está formada por tres casamatas abiertas por su frente con capacidad para otros tantos obuses de 21 cm y por un repuesto de munición. Su cota es 7 m inferior a la de la batería a barbeta, desde la que se accede por medio de una rampa de trayectoria curva.
Batería de obuses.
La Obra Alta está constituida por un edificio de hormigón no armado dotado de planta en forma aproximada de U que delimita un patio central cerrado por el cuartel de gola (expresión que designa la parte menos expuesta de la fortificación). Tiene dos pisos. El superior está formado por quince casamatas abovedadas de 14x5 m que se comunican entre sí por medio de pasos entre los estribos de 4 m de luz. En los muros de máscara (o cierre lateral de la bóveda) se abren 19 cañoneras, si bien es cierto que ocho de ellas están cegadas por el blindaje exterior de tierra, admitiendo un total de siete cañones de 15 cm montados sobre marco bajo. Cuatro cañoneras abiertas en las dos casamatas de gola permitían la instalación de otros cuatro cañones. En lo alto de la Obra se formó un parapeto para fusilería que permitía defender las proximidades del fuerte.
La planta inferior dispone de ocho estancias. Las dos primeras (según se entra en el fuerte) se destinaban a cuerpos de guardia, una para mandos y otra para tropa. La tercera alberga el acceso a la obra baja (en escalera-rampa) y a ella siguen los almacenes de pólvora, proyectiles (ambos con sus respectivos ascensores), efectos de artillería y víveres. La octava estaba ocupada por un pabellón de oficiales.
Puede accederse a: cuerpo de guardia (información), patio de armas, habitaciones del gobernador (bar-restaurante), parapeto de fusilería sobre el cuartel y parapeto de fusilería sobre la batería acasamatada. No puede accederse a: almacenes y batería acasamatada, batería de fuegos curvos y batería a barbeta. Tampoco a las baterías de flanqueo del foso ni a éste.
Antes de dar comienzo a las obras fue preciso realizar un camino militar, el abastecimiento de agua para las obras y el campamento provisional.
Escalera-rampa de acceso desde el patio de armas a la batería de
obuses.
Foso de Gola. Los vanos inferiores corresponden al alojamiento de oficiales
(actual restaurante) y un almacén. Los superiores a dos cañoneras
Caponera de Gola, dotada de aspilleras convencionales y matacanes
El fuerte sirvió esporádicamente como prisión para civiles. También fue durante varios años fue prisión para militares. Acuarteló tropas cuando éstas disponían de poco espacio en otros cuarteles, fue, incluso, depósito de alambradas,
Sólo intervino en la guerra Civil (1936), aunque se tuvo que utilizar la batería de los barracones y el camino cubierto para disparar, pues sus instalaciones no eran adecuadas ya ni para la obsoleta artillería asignada.
Foso: Cañoneras, aspilleras y puerta de guerra de la semicaponera.
El camino cubierto ha sido transformado en un paseo, dándosele un tratamiento inadecuado, aislándolo de la fortificación. La vegetación no permite ver el foso, ni los
espléndidos paisajes, y mucho menos permite comprender su función en el fuerte, que era la de acoger a varios
centenares de tiradores impidiendo en un primer momento del ataque que el enemigo pudiera acercarse al fuerte. Igualmente se hace caso omiso de la pertenencia del glacis a la fortificación, así como su función,
que era la de constituir un espacio despejado de obstáculos, con el diseño adecuado para favorecer el tiro de la infantería
establecida en el camino cubierto.
Poterna de comunicación entre la
batería de fuegos curvos y la semicaponera.
Caponera de cabeza, a la derecha
matacanes; al fondo, una de las cañoneras de flanqueo del foso.
El cuartel de gola tiene una sola planta y en él tomaban acomodo el pabellón del Gobernador y distintas dependencias para alojamiento y uso de la oficialidad. Sobre el blindaje del cuartel se estableció un parapeto para fusilería.
Los fosos tienen una anchura de 8 metros (6 m en las inmediaciones de las caponeras), oscilando la altura de las escarpas entre 7 y 2 m de altura. Tres baterías de flanqueo los defienden: la caponera de cabeza flanquea los fosos NE y SE; la caponera de gola los dos sectores del foso de gola, mientras que la media caponera lo hace sobre el foso N, estando rodeada por un refosete de 2 m de anchura y 2 m de profundidad que impide el acceso del enemigo a cañoneras y aspilleras, a la vez que sirve de receptáculo para evitar que la caída de materiales derivados del combate pudiera suponer la anulación por enterramiento de aquellas.
Rodeando el fuerte por el exterior de la contraescarpa se encuentra un camino cubierto de 530 m de longitud que forma redientes, comunicándose con el interior del fuerte mediante una escalera de contraescarpa que permite el acceso a la puerta de guerra de la semicaponera.
La guarnición teórica del fuerte era de 200 soldados de Infantería y 50 de Artillería, que se alojarían principalmente en el piso superior de casamatas, estando previsto en caso de necesidad su aumento hasta 350.
El armamento aprobado en 1887 estaba formado por 16 cañones de hierro sunchado (CHS) de 15 cm, de ellos 11 sobre marco bajo (para las casamatas) y 5 en marco alto (para la batería a barbeta); tres obuses de hierro sunchado de 21 cm y ocho ametralladoras. Dos años más tarde el armamento fue modernizado por el mismo número de Cañones de Hierro Entubado (CHE) de 15 cm (Ordóñez) y Obuses de Bronce de 21 cm. En marzo de 1896 la mayor parte de las piezas fueron trasladadas a otros lugares como consecuencia de las hostilidades de Cuba. El artillado posterior se basó mayoritariamente en material sobre montajes móviles, excepto las cuatro piezas que batían el puerto de Pasajes que conservaron los CHE de 15 cm en montajes fijos de costa, aunque hacia 1905 ya no poseía artillería fija, sino sobre ruedas y siempre obsoleta.
En 2009 se realizó la restauración de la obra baja del fuerte, que permite la visita de parte del foso y de la obra baja completa. Se han instalado réplicas de 5 cañones , 3 obuses y 6 ametralladoras, así como 10 figuras que representan los artilleros que las manejaban.