Salvo que exista una necesidad real de que disminuya el
número de individuos de una especie por razón de la desaparición de sus
depredadores naturales u otras análogas, la caza no tiene sentido, presentando
un riesgo de:
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Esquilmación de ciertas especies animales.
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Daños a personas y animales domésticos por impactos directos
o indirectos de disparos.
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Contaminación del suelo causada por el plomo de los
perdigones.
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Efectos antiestéticos de los puestos de caza.
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Contaminación acústica por disparos.
Las especies potencialmente peligrosas para el ser humano o
los animales domésticos tendrían que tener un tratamiento específico, pudiendo
quedar fuera de las prohibiciones. Ilustraciones::
Arriba: `puesto de caza en Jaizkibel, contiguo a un camino frecuentado por
montañeros. (Agosto 2008).
Abajo: Ejemplo de puesto de caza con alto impacto estético, en Orendain.
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