/132/
AGUAS MINERALES
La provincia de Guipúzcoa es indudablemente una de las mas ricas en aguas
minerales, Son éstas tantas y tan variadas, que sería difícil enumerarlas,
porque apenas hay pueblo que no cuente en su jurisdicción con alguna fuente de
esta clase. Por dicha razón, nos concretaremos á hablar de aquellas que han
sido declaradas de utilidad pública y adquirido renombre por su explotación de una ú otra forma.
Entre éstas las hay clorurado-sódicas, sulfurosas, bicarbonatadas y ferruginosas.
/133/ Manantiales salinos de Salinas de Léniz. Son
varios los manantiales de esta clase en que entra como componente el
cloruro-sódico, pero los que contienen esta sal, en bastante cantidad para
obtenerla industrialmente, son dos: el de Salinas y el de Cegama.
El de más importancia está situado en el valle de Léniz, y ha dado nombre á
uno de sus pueblos: al de Salinas. Tan antigua parece ser la elaboración de la
sal en la citada villa, que bien puede decirse que ge remonta á fecha anterior
al año 947, puesto que en esta época se la conocía ya con el nombre actual de
Salinas, lo cual parece indicar la existencia del expregado producto en época
tan lejana.
Salinas de Léniz.-Las
Dorlas, fábrica de sal (vista exterior)
Muy cerca del pueblo citado, en el barrio llamado de Dorlas, brota entre
psamitas del cretáceo inferior, un manantial de agua salada, que se distribuía
por conductos en ocho casas ó Duerlas, y, cada una de éstas, conforme á las
ordenanzas adoptadas por los dueños y arrendatarios de las mismas, trabajaba 24
medias semanas por lo general, y las ocho Duerlas, cada media semana, elaboraban
350 fanegas, á razón de 44 fanegas en cada una de dichas fábricas, que hacían un
total durante el año de 8.400 fanegas. Si resultaba: escasa esta producción para
el abastecimiento del país, cada Duerla trabajaba dos semanas más al año. Cada
Duerla tenía dos calderas de hierro, y en ellas, con fuego muy vivo, empleando
como combustible la leña, muy abundante en aquellos contornos, se obtenía la sal
por evaporación, y para solidificarla empleaban /134/ la linaza.
Antes se hallaba á cargo de las mujeres la elaboración de este producto, pero
ahora trabajan los hombres.
Salinas de Léniz.
Las Dorlas, fábrica de sal (vista interior).
Hoy la fabricación está limitada á un edificio; pero el capital social está
representado por ocho acciones que se llaman Dorlas, algunas de las cuales están
subdivididas en mitades y cuartos de Dorlas. Cuenta la fábrica con dos grandes
calderas, á las cuales se eleva el agua salada por medio de una bomba. En esas
calderas se somete á la evaporación, con mucho fuego de leña, durante unas doce
horas próximamente, y la sal obtenida se recoge en grandes cestos, que se
cuelgan en el techo sobre las mismas calderas, a fin de que caiga á ellas la
poca agua que les queda. Cuando ya la han destilado toda y se halla la sal seca,
se recoge de los cestos para su expedición. El año 1882 se obtuvieron 1870
toneladas y 700 en 1907, habiéndose ocupado cinco obreros.
Manantiales salinos de Cegama. - «Clorurado-sódicas-sulfhídricas,
variedad latinicas» Según nos dice Iztueta (41),
de quien son las noticias más antiguas que tenemos de la fabricación de la sal
en esta villa, en el año 1812 se elaboraba en gran cantidad este producto. En
épocas posteriores se h proseguido elaborando más o menos, y consta que en el
año 1882, se obtuvieron 132 toneladas.
/135/ Los manantiales de Alzi, que son los que se hallan actualmente
en vías de explotación, emergen en mitad de una pendiente, en un estribo
inmediato á la cumbre de Aitzgorri, á la altura de unos 600 metros sobre el
nivel del mar, entre areniscas del cretáceo inferior, con un caudal que asciende
á 12 litros por minuto.
De la memoria escrita por el Dr. D. Camilo Castells
(42) en 1910 acerca de estas aguas, entresacamos el siguiente
RESUMEN
DE DATOS ANALÍTICOS
/136/ Radioactividad: Resultado del examen radio-activo
practicado por el Dr. D. José Muñoz del Castillo, Director del Laboratorio de
Radioactividad de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central:
Agua vista á los cinco días de captada: 4,6-4 voltios hora litro
Inicial calculada: 11,6 voltios hora litro.
Barros vistos á los cinco días de captada: 9,6 voltios hora litro.
Inicial calculada: 24,4.
Teniendo en cuenta los elementos que mineralizan estas aguas, y según las
reglas establecidas para la clasificación oficial de las mismas, deben denominarse
«clorurado-sódicas-sulfhídricas, variedad litinicas»,
En vista del éxito alcanzado con el uso de dichas aguas de Alzi en diversas
enfermedades, ha ido en aumento de tal modo, el reconocimiento de sus virtudes
terapéuticas, que se considera llegado el momento de poner los medios necesarios
para proceder á su explotación en gran escala, á cuyo fin se están practicando
las gestiones que son del caso.
Salinas de mar en Fuenterrabía. Aunque no se trata de un
manantial, nos parece adecuado este lugar para dar una ligera idea de los
ensayos que se hicieron en los juncales de Fuenterrabía para obtener la sal
marina en el siglo XVII. Aparece, en efecto, que el-año 1605,el correo mayor del
rey D. Juan de Arbelaiz, vecino de Irún, pide autorización al Rey para utilizar
los juncales 'que bañaban las mareas entre los puentes de Amute y Mendelo y
otros, hasta la boca del mar, para obtener sal marina, que, por no haberla en
la, provincia, se hacía necesario traerla de, Francia para los buques que iban á
Terranova á la pesca del bacalao. El Rey mandó la petición á informe del
Corregidor, y aunque. éste fué favorable al solicitante, no pasó por entonces de
proyecto la aspiración de Arbelaiz.
En 1680 el Ayuntamiento de Fuenterrabía resucitó de nuevo el proyecto, y
reconocido el terreno por un mercader irlandés llamado Pedro Morgan y
otras personas peritas, se ofrecieron éstos á fabricar la sal á su costa, si se
les dejaban los beneficios por algunos años. Fué el mismo Municipio, sin
embargo, el que se animó á hacer el ensayo, y habiendo obtenido la autorización
correspondiente por R. O. dada en San Lorenzo el 1º de Noviembre de 1685, se
abrió una suscripción en el vecindario para hacer frente á los gastos que
ocasionasen las pruebas, y se trajo de la Rochela al maestro salinero Mr. Jacobo
Grifón.
Se hicieron los experimentos consiguientes durante !os veranos de 1686, 1687
y 1688, invirtiendo eh ellos más de 1.500 escudos de plata, sin que se
consiguiera que solidificara la sal, y se atribuyó el fracaso á las malas
condiciones del clima y á la mucha humedad y frialdad del terreno, á causa de
las continuas lluvias.
Manantiales de Cestona.-«Termales, clorurado-sódicas-sulfatadas,
v.iriedad litinicas». El nombre de Guesalaga, que lleva desde tiempos muy
remotos /137/ el punto donde nacen dichos manantiales; y que en lengua
vascongada significa «lugar de agua salada), nos da á indicar que de fecha muy
remota era conocida la cualidad salobre de estas aguas. El conocimiento de la
virtud medicinal de ellas, está escrito que data del año 1760, en que unos
perros del Marqués de San Millán, que padecían sarna, se revolcaban en el pozo,
consiguiendo curarse en muy poco tiempo. Al ver los vecinos el efecto causado en
estos animales por las aguas de Guesalaga, principiaron á hacer uso de ellas en
baños y bebidas, con resultados favorables á las dolencias que sufrían, y de
esta manera se fué extendiendo Su fama, hasta que por el mes de Septiembre de
1774, uno de los encargados de la «Real Sociedad Vascongada de Amigos del País»,
comunicó á la Junta la existencia de aguas termales en la villa de Cestona, de
las cuales se había empezado á hacer uso con felices efectos, viniendo en apoyo
de la buena nueva la disertación que presentó á la indicada Sociedad en la misma
época, acerca de dicha fuente termal, el médico de Azcoitia D. Juan Antonio de
Carasa.
Balneario de
Cestona
A consecuencia de una orden del Consejo y auto dictado por el Corregidor, se
hizo en el año 1786 un nuevo análisis de estas aguas en la misma fuente y en el
laboratorio químico de Vergara, y el año de 1789, por encargo de la Diputación
foral de Guipúzcoa, se repitió el examen y análisis de las mismas por D. Manuel
Bernardino de Aranguren, médico de Tolosa, y D. Ignacio Antonio de Izeta, que lo
era de Cestona, creando un ambiente favorable á la bondad de estas aguas, así
por el resultado fetiz; de los análisis facultativos, como por el éxito
beneficioso que alcanzaron los enfermos que usaban de ellas, todo lo cual. hizo
que el Marqués de San Millán se aventurase á comprar al mayorazgo de Lilí el
terreno donde brotaban los manantiales, y habilitado por Real Facultad de 26 de
Enero de 1804, recogiese las aguas y levantase el balneario en la orilla
izquierda del río Urola.
El renombre adquirido por el balneario iba en aumento, alcanzando en Julio de
1830 el honor de que se alojase en dicho establecimiento el lnfante D. Francisco
de Paula Antonio y su Augusta esposa é hijos con su servidumbre, compuesta de 23
personas. Esta visita de individuos de la familia real y la mayor concurrencia
de bañistas extendió más y más la fama de que venían disfrutando las aguas de
Cestona, viéndose obligado su propietario, por el año dé 1845, á ampliar las
obras del balneario, uniendo la nueva obra á la anterior, con una hermosa
galería cubierta, y haciéndole capaz para instalar en junto 210 personas,
Nuevo análisis de estas aguas, efectuado por el Sr. Chavaneau, catedrático de
Física del Seminario de Vergara, entre los años 1817 y 1820; la Memoria y
análisis publicado en Bilbao el año 18?2 por el profesor de medicina D. Patricio
Cearrote; los apuntes impresos en la Gaceta de Madrid, tomados de la
Memoria que el Director interino del balneario p. José Salgado presentó en 1843
á la Junta Suprema de Sanidad del Reino; la Memoria y el análisis llevado á cabo
en 1849 por el Director del establecimiento D. Justo María Zavala y otro trabajo
idéntico presentado en 1883 por los químicos D. Luis María Utor y D. Laureano
Calderón, han contribuido con mucha eficacia á que estas aguas sean
ventajosamente conocidas por las virtudes medicinales que atesoran. y
recientemente, en 1904, ha hecho un trabajo analítico de estas aguas el Dr. D.
Eugenio Muñoz Ramos, Director del Laboratorio Químico Municipal de Valladolid,
del cual tomamos los siguientes datos:
Análisis químico y micrográfico cualitativo y cuantitativo de las aguas
minerales de Cestona. Caracteres físicos y termalidad.- El agua de los dos
manantiales es transparente, incolora, inodora, de sabor salado ligeramente
amargo, apreciándose éste con más intensidad en el manantial fuerte,
designado por el de «San Ignacio», y menos en el débil, conocido por el
de «Natividad de Nuestra Señora».
Llevan estas aguas en suspensión algunos corpúsculos de color pardo rojizo,
que se depositan .por el reposo en el fondo de las vasijas, constituyendo,
cuando la cantidad de agua es grande, un escasísimo sedimento de color ocráceo.
/139/
Resúmen
de la composición química y análisis microscópico del agua mineral de los
manantiales de Cestona.
Radioactividad: Del reconocimiento practicado por el Dr. D. José Muñoz
del Castillo, las aguas de Cestona acusan el siguiente resultado:
Manantial fuerte: 295,5 voltios hora litro.
Manantial débil: 369,9 voltios hora litro
Estas aguas por su calificación se consideran análogas á las de Carlsbad,
Kissingen, Marienbad y Saint Nectaire.
En época reciente se ha construido de nueva planta un espacioso hotel con
todos los adelantos modernos, en la orilla derecha del río Urola, capaz de
alojar 250 personas, con una galería cubierta sobre el río que le pone en
comunicación con el balneario. .
Dista de San Sebastián 44 kilómetros: 6 de la estación de Arróna-Cestona, en
el ferrocarril de la costa San Sebastián-Bilbao, y 26 kilómetros de la de
Zumarraga en la línea del Norte, y en ambas estaciones tiene establecida la ,
Sociedad propietaria un servicio. esmerado de automóviles, que en poco tiempo
hacen el recorrido al balneario. ~
Manantial de Alzola.-«Termo-alcalinas-bicarbonatadas-azoadas,
variedad litinica». El balneario de Urberoaga de Atzola, llamado así en
lengua /140/ vascongada por ser termales las aguas que allí brotan, de
Ur beroa, «agua caliente», se levantó por el año 1846, costeado por una
Sociedad de particulares del país, con aspiraciones tan modestas, que sólo
contaba al comenzar con cuatro pilas de mármol y, una piscina. Nuevas obras
ejecutadas posteriormente, le han puesto en condiciones dé poder albergar con
comodidad unas 150 personas en las 80 habitaciones con que cuenta, aparte de los
hoteles particulares que se han construido á su contacto,
Emerge este manantial, á 15 metros de altura sobre él nivel del mar, á la
orilla izquierda del río Deva, en el Jugar de Alzola, que pertenece al término
municipal de Elgoibar.
Las aguas son claras, transparentes, inodoras, desprenden muchas burbujas,
que se adhieren á las paredes del vaso en donde se reciben; son untuosas al
tacto, no cortan el jabón y su peso específico es un poco mayor que el del agua
destilada. Su temperatura constante es de 300 centígrados.
Según análisis practicado por el Dr. Sáenz Díez, en 1877, cada litro contiene
los gases y cuerpos sólidos siguientes:
[Análisis]
Clasificación: Por su análisis y genio terapéutico, estas aguas minerales
están incluidas entre las «termo-alcalinas, bicarbonatadas-nitrogenadas,
variedad litinica».
Según se dice en la Memoria publicada por la administración del balneario en
Mayo de 1870, Napoleón m envió un químico para que analizara y estudiara estas
aguas, con objeto de que las usara el Emperador, habiéndolas hallado superiores
á sus similares de España y del extranjero; pero la Guerra franco-alemana, que
dió comienzo en dicho año, fué la causa de que S. M. no realizara á Alzola el
viaje ya acordado.
A muy pocos metros del balneario se halla la estación de Alzola, en la línea férrea de Bilbao á San Sebastián.
/141/
Vista general del
lugar de Alzola y su balneario.
Balneario de
Insalus, en Lizarza.
/142/ Manantiales de Insalus, en Lizarza. -«Bicarbonatado-alcalinas». Desde el año 1862 viene funcionando el balneario de lnsalus,
construido en la orilla ,
. izquierda del renombrado río de Araxes, en jurisdicción de la villa de Lizarza,
para la explotación de las aguas que emergen en dicho punto, por una sociedad de vecinos á una con el propietario del terreno, en vista del
análisis practicado el año 1859 por el Dr. D. Juan de Mata Uriarte; pero cuando se ha
extendido su fama y se ha generalizado su uso en grandes proporciones, ha
sido después de la R. O. de 17de Marzo de 1888, en que fueron declaradas de
utilidad pública. Desde aquella fecha, la Sociedad explotadora ha procurado que
el consumo de estas aguas minerales se generalice en las mesas, relegando á
segundo término la concurrencia de los bañistas al balneario; y no puede
negarse que ha conseguido de este modo el que las aguas de lnsalus sean
favorablemente conocidas por el público.
A continuación copiamos el análisis químico practicado por el Doctor D.
Fausto Garagarza, catedrático decano que fué de la Facultad de Farmacia de
Madrid y Director del Laboratorio Químico Municipal.
.El agua de lnsalus, sobresaturada de ácido carbónico, es acídula y contiene
2 litros ó volúmenes de ácido carbónico disuelto por litro de agua mineral.
Excita el paladar agradablemente y abre el apetito auxiliando la digestión,
sin que su uso constante estrague ni debilite, como ocurre con las aguas
fuertemente alcalinas.
Un túnel natural de un metro de diámetro y cien de longitud, da acceso al
manantial que brota, como se ha dicho, en la orilla del río citado.
Dista 9 Kilómetros de la villa de Tolosa.
Manantiales de Ormaiztegui.
- «Sulfurosas- sulfhídricas- ferro-manganíferas- nitrogenadas». En la orilla
izquierda del río Eztanda, que baja de Gaviria á Ormaiztegui, brotaba un
manantial de agua sulfurosa, de color muy oscuro y de olor muy marcado á huevos
podridos, que era conocido en el vecindario con el nombre de Ur beltza
(agua negra). Del pozo que se abrió en dicho lugar, se surtían los pacientes
de ciertas enfermedades, y hasta se zambullían en él para bañarse.
Viendo prácticamente que se obtenían diversas curaciones con el uso de aquellas aguas, constituyéronse
en sociedad, el año 1853, el Presbítero del
Concejo de lchaso, Do Francisco María Guridl, los hermanos D. Francisco y D.
José Joaquín de Otaño, D. Pedro Zanguitu, facultativo, /143/ D. José Venancio Sarriegui y D. Diego Arcelus, vecinos de la villa
de
Ormaiztegui, para utilizar este manantial, explotándolo como agua medicinal.
Solicitaron el mismo año, y obtuvieron del Ayuntamiento de Orrnaiztegui, la conveniente
autorización para dicho efecto, en cambio del derecho gratuito del uso de estas aguas
en bebida para todos los habitantes de esta
villa, y el propietario del colindante caserío de Sagastiberría les vendió upa
faja de terreno inmediato al manantial para la construcción de edificios, por la cantidad de 5.117 reales y el uso
gratuito de aguas y baños a los inquilinos del citado caserío
Balneario de Ormaiztegui.
En 1854 la Sociedad hizo excavaciones profundas en la roca caliza viva en
que emergía el manantial, construyendo un depósito de mampostería y cal
hidráulica de 4 metros de longitud, 2,72 de latitud y 3,60 de altura, que
representa un volumen de 39.168 litros de agua, la cual procede del fondo . del
depósito.
Encima de este depósito, y á lo largo de la margen izquierda del río Eztanda, se
construyó un edificio tejavana en forma de .paralelogramo, con un
pasillo ó galería de 26 metros de largo, 3 de ancho y 2,80 de alto, que daba
acceso á ocho cuartos de baños con pilas de mármol, y al local instalado sobre el
mismo manantial, donde se hallaban la fuente del agua, un pequeño depósito
á conveniente altura para distribuir el agua á las pilas, alimentado por medio
de una bomba, y la caldera de calentar el agua.
/144/ En estas condiciones continuó la explotación de estas aguas, hasta el año
1861, durante el cual, el socio D. Pedro Zanguitu obtuvo de sus consocios la
cesión de sus derechos, entregando 5.000 pesetas á cada uno.
En el año 1864,el citado propietario levantó dos pisos sobre el
balneario anterior, y una casa adosada al mismo, dedicando los nuevos locales
á habitaciones de huéspedes y dependencias de la servidumbre.
En 1869, se declararon estas aguas de utilidad pública por el Poder
ejecutivo, de acuerdo con el parecer emitido por la Junta superior consultiva de Sanidad el
10 de Abril del mismo año, y en 1871 adquirió el indicado
propietario otro manantial en terrenos pertenecientes al caserío Gabiri-zar,
de Gaviria, que más tarde sé condujo al balneario en tubería de barro.
Por último, en el año 1872 se levantó de nueva planta otro cuerpo de edificio,
que responde perfectamente á las necesidades modernas, por la amplitud, ventilación
y número de sus habitaciones, adosándole al antiguo y dejando entre uno y otro
un espacio en forma de plaza, que sirve de vestíbulo 'ó entrada principal al
establecimiento.
El Dr. D. Manuel Sáenz Díez, catedrático de química de la Universidad
Central, practicó el año 1872 el análisis químico de; los dos mantiales á que, dejamos hecha, referencia, al primero de los
cuales han dado en llamarle,
el de los Baños, y al segundo el del Castañar. Dicho químico es
de parecer que el color negro que adquiere á veces el manantial de los Baños,
y, que dio lugar á que fuera conocido con la denominación de Ur beltza
por los naturales, es debido á que periódicamente se mezcla con agua de otro
manantial fertuginoso, procedente de alguna fuente intermitente.
Del escrupuloso análisis del Sr. Sáenz Díez, resulta que la composición del
agua de estos dos manantiales, puede expresarse como sigue:
/145/
Análisis
/146/ Obsérvase que el agua de los Baños tiene más ácido
carbónico y más sulfhídrico que la del Castañar, como se ha visto también en la parte
cuantitativa, si bien se advierte que entre estas dos aguas, el volumen del
sulfhídrico es mayor que el encontrado por la sulfhidrometría, debido probablemente á que durante el tiempo que la mezcla está en presencia del agua, se
disuelve también parte de este gas.
Gases expontáneos. En el manantial del Castañar, al brotar el agua
de la roca caliza, salen burbujas gaseosas que, recogidas y analizadas
varias veces, han dado por resultado ser una mezcla de gases, en las siguientes proporciones:
96,77 de nitrógeno
2,77 de ácido carbónico
0,46 de ácido sulfhídrico
____________________
100,00 centímetros cúbicos
Como se vé, esta mezcla carece por completo de oxígeno, lo que se " explica
muy bien por la presencia del gas sulfhídrico, que obra como reductor. De todo lo expuesto anteriormente se deduce, así por la composición
de los principios fijos que contienen estas aguas, como de la naturaleza de los
gases, y de su temperatura, que pueden clasificarse como aguas sulfurosas
frías ferro-manganíferas nitrogenadas, y que siendo más débiles las del
Castañar, pueden tener distintas aplicaciones terapéuticas que las de los
Baños.
La formación general de esta comarca, pertenece al terreno cretáceo
inferior, compuesto en su mayor parte de calizas compactas, que, buzando
generalmente al S. , se colocan bajo las calizas compactas de la sierra de
Aitzgorri. Estas rocas son psamitas y margas pizarrosas muy deleznables, que se
alteran fácilmente al aire, perdiendo su consistencia, y á veces carbonosas,
alternando con lechos de arenisca más consistentes y algún isleo de calizas
compactas. En la parte del Castañar, sobre la caliza, se encuentra una
capa arcillosa de poco espesor, apareciendo en algunos puntos la caliza al
descubierto.
En vista de los resultados analíticos que anteceden y sus observaciones
clínicas, el licenciado en medicina y cirugía D. Miguel Albisu, primer
Médico Director del Balneario, formuló en un extenso informe que se publicó en
1873, las indicaciones terapéuticas de dichas aguas, con la competencia que
tenía bien acreditada en el ejercicio de su carrera en la villa de lrún.
Después de la Memoria y análisis publicados por los Sres. Sáenz Díez y
Albisu acerca de estas aguas, se imprimió en 1893 nueva Memoria del Médico Director D. Fortunato Escribano, con noticias muy apreciables del balneario, que no hemos dejado de utilizar al escribir estas líneas. De dicha Memoria
copiamos la siguiente
/147/
Estadística clínico-terapéutica
El establecimiento se halla situado en la misma villa de Ormaiztegui, al pie del grandioso viaducto del
ferrocarril del Norte, que lleva el nombre del pueblo. Le separa de San
Sebastián una distancia de 50 kilómetros, que se salvan en menos de dos horas
por ferrocarril, pudiendo los viajeros utilizar la estación que se halla muy
próxima al balneario.
Manantial de Gaviria. «Sulfhídricas-ferruginosas». Por
su nacimiento y la composición de sus aguas, tiene analogía este manantial con los de Ormaiztegui, de los cuales dista muy poco. Brota, así como éstos, en la orilla
izquierda del río Eztanda, aguas arriba, en jurisdicción de la villa de
Gaviria, en una roca caliza con pirita de hierro. El lugar donde emerge el
agua, correspondía al molino de Bidaurreta, propiedad del convento de monjas de
Bidaurreta de la villa de Oñate, cuyo arrendatario empezó por el año 1832 á
utilizarla, estableciendo cuatro bañeras y algunos cuartos dormitorios para los
bañistas. A consecuencia de las leyes de desamortización eclesiástica, esta
finca fué vendida por el Estado, y habiéndola adquirido D. Esteban Leste,
construyó por el año 1865, al contacto del anterior, un nuevo edificio con una
galería en el piso llano, que daba acceso á 12 cuartos de baño, y tres pisos con
33 dormitorios, además de las otras dependencias que son indispensables en
establecimientos de esta índole. Frente al nuevo edificio, se trazó un hermoso
paseo con arboleda abundante, y se abrió el ramal que une al balneario con la
carretera que de Oñate venia á Ormaiztegui.
El año 1878, cambió de propietario el establecimiento, pasando á manos del
acreditado farmacéutico de Madrid, D. Pablo Fernández Izquierdo, y después de
realizar algunas reparaciones de poca monta, lo abrió al público en 1879,
emprendiendo seguidamente nuevas obras en gran escala, que duraron de 1880 á
1885.
Con los nuevos é importantes edificios que se levantaron en el citado
quinquenio, al contacto de las. obras primitivas, amueblándolos con el lujo que
exigía la importancia de los mismos; con el magnífico servicio hidroterápico que
llegó á montar á la altura de los mejores balnearios de España y con la activa y
eficaz propaganda que supo hacer entre médicos y farmacéuticos, invirtiendo en
su magna empresa un capital que no bajaría de 350.000 pesetas, llegó á conseguir
la asistencia á su balneario de un número de bañistas superior al de 500. Animado
por el éxito alcanzado por su desprendimiento y energía, compró los terrenos
existentes entre el establecimiento y la carretera antes citada, para
convertirlos en jardines y paseo, con acceso á dicho camino, y no contento con
eso, consiguió que la Diputación Provincial abriera, en 1888, el ramal de
carretera que del balneario sube al casco de Gaviria, aprontando al efecto et
capital necesario para sufragar su coste, conforme exige el reglamento de la
Provincia.
La inmensa labor realizada por el Sr. Fernández Izquierdo y tos considerables dispendios que llevó á cabo para construir aquel monumento que se
/149/ levanta enhiesto todavía en el barranco de Aztiria, no fueron, sin embargo,
secundados por el público, que de año en año fué abandonando aquellos lugares,
hasta el extremo de que en 1904 hubo que cerrarlo y venderlo á cualquier precio.
Tres años más tarde, en 1907 lo compraron los Pasionistas Corazonistas que vinieron de Deusto, y estos religiosos lo habitan, retrotrayendo á su primitivo
estado de soledad y retiro, aquellas apartadas orillas del río Eztanda, que por
un momento fueron lugares de alegría y animación, que hicieron concebir grandes
esperanzas á hombres animosos y de instinto generoso.
Estas aguas fueron objeto de las observaciones sulfhidrométricas del Dr. D.
Melchor Sánchez Toca, y más tarde fueron analizadas por el doctor D. José Ramón
de Sagastume.
A continuación publicamos el análisis químico, practicado por el doctor en
farmacia D. José Soler y Sánchez, el año 1869, que es el último trabajo
analítico realizado con estas aguas.
" c
Estas aguas distan 4 kilómetros próximamente del balneario de Ormaiztegui, y la carretera que pasa por esta villa, es el paso obligado para
dirigirse al establecimiento de Gaviria.
Además del manantial de agua sulfurosa á que nos hemos referido, contaba este
balneario con uno de aguas salinas y otro de ferruginosas, Estas últimas fueron
conducidas en tubería de hierro por el Sr,. Fernández Izquierdo
del manantial llamado lturri-gorri, que en vascuence significa «Fuente
encarnada».
Según el Sr. Garagarza, un litro de agua contiene:
Manantiales de «Los Remedios» en Ataun, «Sulfurosas-cálcicas-arsenicales». Hállase situado el balneario en la vertiente S. del monte Beamburu, perteneciente á la villa de Ataun, distante de
esta población 6 kilómetros próximamente. La villa de Ataun, dista á su vez, otros tantos kilómetros de
la estación del ferrocarril de Beasain, que es la más cercana, con la cual se
comunica por medio de la carretera que une á las dos villas citadas. La
comunicación entre «Los Remedios» y Ataun se establece por medio de caminos
vecinales.
Consta por documentos que obran en el archivo parroquial de la villa, que el
año 1604, existía en este lugar, que entonces se conocía con la denominación de
«término de Sonolaza», una ermita bajo la advocación de Nuestra Señora de los
Remedios, lo cual parece indicar, que ya en fecha tan lejana, era conocida la
virtud medicinal de estas aguas, que la piedad de los naturales puso al amparo y
protección de la Madre de Dios.
Balneario de los
Remedios, en Ataun.
Brota el agua del fondo de un arca de piedra, constituyendo la base de ésta
una placa de caliza, rojo violada, que deja salir el agua por una grieta; la
piedra que forma la pared anterior, está taladrada por tres orificios, uno de
los cuales comunica con las bañeras. Además de este manantial principal, existen
otros dos, cuyas aguas no se utilizan, pero que podrían recogerse á poca costa.
Al mismo tiempo que el agua, se desprenden espontáneamente del manantial
gruesas burbujas gaseosas, de un modo irregular y con intermitencias, pero en
cantidad notable. El agua deja en el conducto de salida /151/
[Análisis de las aguas]
/152/ En los sedimentos que el agua deja se .han encontrado los cuerpos
siguientes: azufre, sulfuro ferroso, sulfuro de arsénico, carbonato de cal,
sílice, sulfato de cal y materia orgánica.
Resulta, en resumen, que estas aguas son: «sulfurosas, frías, 14°
temperatura, de la variedad sulfhídricas, sulfatado-cálcicas arsenicales»; y
aún por la cantidad de nitrógeno que contienen en disolución, se pueden
considerar como nitrogenadas ó azoadas. La presencia en ellas de notable
proporción de sulfato cálcico, material orgánico y ácido carbónico libre, así
como el contener el azufre hepático al estado de gas sulfhídrico, sin nada de
sulfuro alcalino ó alcalino térreo y su poca temperatura, indican que la
mineralización de estas aguas tiene lugar á poca distancia del punto donde emergen y
pueden considerarse como aguas sulfhídricas accidentales.
Por estas condiciones de mineralización, es lícito suponer que su riqueza
medicinal ó sea la proporción de gas sulfhídrico, varíe en las distintas
estaciones del año, aumentando en en verano; hecho este análisis durante el mes de Febrero en la parte
correspondiente á los trabajos al pié del manantial y
recogida el agua en la misma fecha para los trabajos en el laboratorio, es
probable que la cantidad obtenida para el ácido sulfhídrico se hallará mayor,
repetida la determinación durante los meses de verano.
El actual balneario se construyó. el año 1884, y el verano del siguiente se hizo su apertura oficial aunque consta que antes de 1846 se hacía uso de
estas aguas para la curación de la sarna y enfermedades similares.
Manantial de Arechavaleta (Baños viejos). -«Sulfurado-sulfhídricas
y nitrogenadas». En el valle de Léniz y término jurisdiccional de la villa de
Arechavaleta, en dirección Sur y en una cañada transversal que desagua en la
margen derecha del río Deva, se halla situado el balneario designado con el
nombre de «Baños viejos», para distinguirlo del de Otálora, que tiene asiento en
la misma villa y es más moderno.
Se levantó el balneario á que nos referimos, los años 1842 y 1843 por D.
Ricardo Tejada, con arreglo á los planos y bajo la dirección de D. Martín
Sarasíbar. Componíase de dos suntuosos edificios de tanto gusto y comodidad, que
se le equiparaba á los mejores de su clase que había en el extranjero. Contaba
con 16 cuartos de baño con pilas de mármol bruñido, de una pieza, y de zinc.
Separada del balneario por un hermoso jardín, se hallaba la hospedería, que
constaba de tres pisos con 88 cuartos, además de los locales necesarios á
esta clase de establecimientos.
Las reformas que se han ido realizando en el edificio, á partir de la fecha
de su construcción, conforme á las. exigencias y adelantos modernos, así como
el esmero con que se ha cuidado de adoptar los aparatos hidroterápicos y balneoterápicos más en armonía con los últimos
progresos de la hidrología moderna, hacen que este hermoso balneario se halle á gran altura y goce
justamente del renombre que ha alcanzado.
/153/ El manantial, conocido de antiguo con el nombre de Fuente de Ibarra,
que quiere decir «Fuente del valle», surge en el jardín del establecimiento
entre capas de psamitas y areniscas correspondientes al cretáceo inferior, que
en aquel valle se hallan muy trastornadas, según el Sr. Adán de Yarza.
Estas aguas fueron analizadas con el sulfhidrómetro de Du Pasquier por el Dr.
Sánchez de Toca, y posteriormente han sido objeto de nuevo y minucioso análisis
cualitativo y cuantitativo por los distinguidos químicos, doctores en Farmacia,
D. Diego Genaro Lletget y D. Vicente Santiago Masarnau, siendo el resultado
de sus investigaciones idéntico al que en 1873 obtuvo el respetable Catedrático
de la Facultad de Farmacia de la Universidad central D. Fausto Garagarza, que á
continuación se copia:
Según dicho distinguido químico, estas aguas son las más sulfhídricas de las
Provincias Vascongadas, y pertenecen á las sulfurado-sulfhídricas nitrogenadas,
con bastante materia orgánica.
Las estaciones del ferrocarril más próximas al balneario son: la de Vergara
en la línea de Malzaga a Zumarraga, desde donde salen coches que en tres cuartos
de hora llegan al establecimiento, y la de Vitoria en la línea del Norte, donde
los viajeros pueden tomar el ferrocarril Vasco-Navarro en su
sección de Vitoria á Salinas de Léniz, desde cuyo último punto ó sea Salinas,
hacen el recorrido los coches del establecimiento en menos de una hora.
Manantial de Arechavaleta( Baños nuevos ó de Otálora).
«Sulfuro-clorurado-sódicas, frías». El otro establecimiento balneario de
Arechavaleta, conocido con el nombre de Otálora por haberse levantado en
propiedad de D. Bernabé Mª de Otálora, está situado a la orilla derecha del río
Deva, en el extremo Norte de la citada villa, á unos 246 metros aproximadamente
sobre el nivel del mar.
Se construyó este edificio entre los años 1866 y 1867, con todas las condiciones
necesarias para alojar cómodamente 60 personas. Contaba con 10 cuartos de baño
con hermosas bañeras de mármol.
/154/ El manantial brota en lo que era jardín del Sr. Otálora, y el terreno
esta
constituido por rocas análogas á las en que nace el manantial de los «Baños
Viejos».
El agua de Otálora es transparente, de olor sulfhídrico; su temperatura es de
13° C. y su densidad equivale á 1,0074824. El aforo del manantial da
24.720 litros en las 24 horas.
Balneario de Arechavaleta. Baños nuevos de Otálora.
A continuación insertamos el resultado del análisis de estas aguas, hecho por
p. Fausto Garagarza en 1864
El balneario de Otálora se cerró en 1896, siendo médico director D. Arturo
Daza de Campos, y hoy se halla convertido en convento de monjas profesas de la
Orden de San Agustín, que se trasladaron de la villa de Mondragón, donde tenían
un antiquísimo convento.
Manantiales de Escoriaza :«Sulfuradas-cálcicas, variedad sulfhídricas »)
. Se halla situado este balneario en el camino que vá de Escoriaza á Arechavaleta, á la orilla derecha del río Deva, en una de las llanuras más bellas del
valle de Léniz, en terreno constituido por las areniscas y psamitas pizarrosas
del cretáceo superior.
Balneario de
Escoriaza.
Los edificios que se levantaron en el año 1866 por los propietarios del
terreno, constaban de dos partes principales, destinada la una á fonda y la otra
á hospedería, aparte de los paseos, bosques y jardines con que contaba para
recreo de los bañistas. La fonda tenía tres cuerpos con planta baja, piso principal y segundo, unidos por medio de una galería descubierta
que les ponía en comunicación al nivel del piso principal. El edificio de los
baños, situado al Este del edificio principal, se comunicaba con éste' por medio
de una galería cubierta y tenía 14 cuartos de baño con hermosas pilas de
mármol.
Las aguas de que disponía el balneario procedían de cuatro.
manantiales. El primitivo, llamado de Torrebaso, se halla
próximo al edificio y brota entre las rocas indicadas; sus aguas son transparentes, con olor y sabor
sulfhídricos no muy pronunciados y temperatura. constante, de 15ºC. Del análisis
Análisis (Torrrebaso,
Esteibar y Bolivar
Hay además de los cuatro manantiales explotados, uno
ferruginoso-bicarbonatado, que solo se usa en bebida, y otra fuente
clorurada-magnesiana sin analizar.
En el establecimiento á que vamos haciendo referencia; murió la infanta D..
Pilar, hermana de S. M, el Rey D. Alfonso XII, el 5 de Agosto de 1879.
Se cerró este balneario el año 1894, siendo médico-director D. Mariano
Rodríguez. Hoy se halla convertido en convento de Religiosos Marianistas, bajo
la advocación de Nuestra Señora del Pilar .
Manantiales de Santa Águeda en Mondragón. «Sulfurosas». La feligresía
de Santa Agueda, corresponde al término municipal de Mondragón y se halla á unos
233 metros de altura sobre el nivel del mar. Esta localidad se designaba desde
muy antiguo con el nombre de Guezalibar, que en lengua euskara significa «valle
de aguas saladas», lo cual prueba que sus manantiales eran conocidos desde
épocas muy remotas. El historiador Garibay, natural de Mondragón y descendiente
por línea materna de una de las casas solariegas de Guezalibar, en su
Compendio Historial de España, escrita en 1567, menciona estas aguas como
muy acreditadas para la curación de algunas dolencias. Parece que en lo antiguo
hubo al contacto de la iglesia un hospital destinado á recibir los pobres que
acudían á curarse, y la gente acomodada se hospedaba como podía en los caseríos
inmediatos.
Son varios los manantiales sulfurosos que brotan en las inmediaciones , de
Santa Águeda; pero sólo tres han sido captados y puestos en explotación. El
primero, llamado del Cura por haber sido recogido á expensas del párroco
D. Ignacio de Gurrea en 1706, brotaba á unos 20 metros al S. del balneario, en
una caliza blanca cristalina. El segundo, que nacía por bajo de los depósitos
del balneario y se recogía perfectamente en la misma roca caliza. El tercero,
que se iluminó posteriormente á los otros, emergía en el interior de la
casa-fonda y se condujo en cañería de barro hasta la fuente del jardín del
balneario.
/158/ El renombre que alcanzaron estas aguas hizo que aumentara la
concurrencia de bañistas, de tal. suerte, que se establecieron diferentes
bañeras de madera en las casas del lugar en que se alojaban los. D. Ramón de
Mendia, vecino de Mondragón, construyó una casa de baños con hospedería el año
1825 y siguientes, y ahondó y perfeccionó el depósito de Los Baños ó
número 2.
Los primeros análisis de estas aguas fueron practicados en J826 por el
licenciado en farmacia D. Pedro Sánchez Toca, y los resultados obtenidos constan
en un folleto impreso en Orense el año 1836. Los progresos realizados en la
química desde aquella época, imponían un nuevo análisis más completo y
detallado, encargo que fué encomendado al Dr. D. Manuel Sáenz Díez, quien en
1871 obtuvo los resultados que á continuación se expresan.
Análisis
Además de estas aguas sulfurosas, hay otras ferruginosas, que fueron
analizadas también por el Sr Sáenz Díez.
El asesinato de D. Antonio Cánovas del Castillo, ocurrido en el balneario de
Santa Águeda el 8 de Agosto de 1897, motivó el que los propietarios de aquel
establecimiento !o pusiesen en venta, adquiriéndolo, en Enero del año inmediato,
las sociedades mercantiles «El Iris» y «La Rosa», para transformarlo en casa de
salud.
Efectuadas las necesarias reformas, se inauguró como tal casa de salud en
junio del año 1898, como se dirá más por extenso al hablar de Mondragón.
Balneario de Santa
Águeda, en Mondragón.
Manantial de San Juan de Azcoitia. -«(Sulfurosas)). El balneario de
San Juan de Azcoitia, se halla situado en la llanura de Larramendi, á la orilla
izquierda del río Urola, á un kilómetro río abajo de la villa de Azcoitia y como
180 metros de altura sobre el nivel del mar. Las aguas de su manantial fueron
descubiertas á mediados del siglo XIX y recogidas en regla por Ia villa á
principios del presente, instalando una fuente.
En 1846, el Ayuntamiento cedió estas aguas á su casa de Misericordia, á cuyas
expensas se construyó el mismo año un edificio, que fué luego ampliado y
contenía cuatro cuartos de baño y ocho cuartos dormitorios, con otras
dependencias que eran de rigor .
Estas aguas han sido analizadas por el Dr. D. Bonifacio Gil y Rojas, médico
asaliado de la msma villa, y el licenciado en farmacia D. Juan López de Heredia.
Más tarde se ocupó de ellas, estudiándolas sulfhidrométricamente, el Dr.
D. Ramón de Sagastume.
A continuación copiamos el análisis químico, que inserta el Sr. Adán de Yarza
en su libro citado varias veces, tomado á su vez del Tratado de hidrología
médica del Dr. García López, sin expresar el nombre del químico que lo
practicara
Balneario de San
Juan de Azcoitia.
El manantial brota entre margas cenomanenses. El agua es clara, transparente,
de olor y sabor sulfhídricos y su temperatura de 16° C.
* * *
Ya se vé, por los once balnearios levantados en esta provincia para la
explotación de las aguas minerales, la riqueza que existe en Guipúzcoa de estos
veneros de salud, y huelga el manifestar que, aparte de los manantiales
expresados'; hay otros muchos que no han sido analizados y declarados de
utilidad pública, especialmente en la clase de ferruginosos y sulfurosos. El Sr.
Adán de Yarza (46), se hace cargo de las
teorías que se han emitido para explicar la mineralización de los manantiales,
una de las cuales nos enseña que las aguas han ido cargándose de las materias
que encontraron á su paso por las rocas que han atravesado, según el aforismo de
Plinio, tales sunt aquae qua lis terra per quam fluunt .
En cambio, el reputado químico Sr. Sáenz Díez, refiriéndose á las aguas de
Santa Agueda, dice que son sulfurosas desde su origen y no por accidente ni
degeneración; á lo que agrega el autor citado, que la generalidad de los
manantiales de Guipúzcoa brotan en el terreno cretáceo en roca viva, y la
circunstancia de que no atraviesen ninguna capa turbosa ó substancias orgánicas
á que pueda atribuirse la descomposición de los sulfatos, hace sospechar la
verosimilitud de la teoría expuesta por el Sr. Sáenz Díez,
NOTAS
(41) Guipuzcoaco Provinciaren Condaita.
(42) Inspector provincial de sanidad y director en
propiedad, excedente, de establecimientos balnearios
(45) Tomado del libro del Sr. Adán de Yarza: Descripción Física
Geológica de la provincia de Guipúzcoa.
(46) Descripción Física
y Geológica de la provincia de Guipúzcoa.
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