GUÍA DE ESPACIOS

DE INTERÉS

LÚDICO-NATURALÍSTICO

 DE GIPUZKOA

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AURKIBIDEA - INDICE

0 AURKEZPENA

1 ADARRA

2 AIAKO HARRIA

3 AIETE PARKEA

4 AIXOLA, PRESA DE

5 ALKIZA

6 ALTZANIA, BEUNDA...

7 ALZO

8 AÑARBE-URDABURU

9 ARALAR

10 ARANTZAZU

11 ARDITURRI

12 ARTIKUTZA

13 ATAUN

14 BEIZAMA-NUARBE

15 BERASTEGI

16 BIDANIA

17 CRISTINA ENEA

18 ERNIO

19 FARO DE LA PLATA

20 GORLA

21 GUADALUPE

22 IZARRAITZ

23 JAIZKIBEL

24 LANDARBASO

25 LARRAITZ

26 LARRAUL

27 LASTUR

28 LAU-HAIZETA

29 LEINTZ GATZAGA

30 LEIZARAN

31 LISTORRETA

32 MALBAZAR

33 MENDIZORROTZ

34 MIRAMAR PARKEA

35 MIRANDAOLA

36 MONTERRON PARKEA

37 OIANGU

38 OIANLEKU

39 OLATZ

40 ORENDAIN

41 PAGOETA

42 SAN ANTON

43 SAN MARCIAL (IRUN)

44 SANTA CLARA (ISLA)

45 SANTA ENGRACIA

46 SANTIAGOMENDI

47 SEGURA

48 TXINGUDI

49 ULÍA

50 URGULL

51 URKULU

52 ZUMAIA-DEBA

 

Babeslea:

Gipuzkoako Foru Aldundia

 

 

35 MIRANDAOLA

Y LA RUTA DEL HIERRO

 

 

Hornos de calcinación de Udana

 

Situación. Término Municipal de Legazpi.

Accesos.

·         Desde la N-1 a su paso por el Término Municipal Olaberria se coge a la altura del Hotel Castillo la GI-6.322 que pasa por Ormaiztegi y continua hasta Zumárraga en donde se toma la comarcal GI-2.630 hasta Legazpi.

·         Después de abandonar la A-8 o la N-634 en las cercanías de Azitain o Málzaga respectivamente, se toma la comarcal GI-6.213 para llegar al cruce de San Prudentzio. En este lugar se coge la carretera GI-2.630 en dirección a Oñati y que pasa por Legazpi.

Transporte público:.

·         Línea de cercanías (RENFE) con estaciones en Legazpi y Brinkola.

·         Línea de autobús, PESA, que comunica esta localidad con Oñati y Zumárraga y tiene parada en la calle Nagusia (Mayor).

Servicios:

En Mirandaola: área recreativa (9 mesas, 6 asadores, juegos infantiles, fuente, frontón, servicios y el Centro de Información (telf. 943 730428 y fax. 943 730676). Este Centro tiene un horario de invierno de martes a viernes de 10 a 13 horas y de 15 a 17,30 horas; el sábado de 10 a 14 horas y de 15 a 18,30 horas por la tarde y el domingo de 10 a 14,30 horas (el lunes está cerrado). En verano el horario experimenta variaciones.

Albergue. En la carretera hacia Brínkola (GI-3511) (telf. 943731634 y fax 943 731650), que acoge un mínimo de diez personas y hasta un máximo de cuarenta CEIDA ), Centro de Educación e Investigación Didáctico-Ambiental (telfs. 943 731697, 943 731614, 943 731617), situado frente al albergue.

Elementos característicos:

Esta zona se caracteriza por estar vinculada al laboreo del hierro desde tiempo inmemorial, conservando testimonios relacionados con las diferentes fases de la metalurgia del hierro, con restos que van desde las haizeolas, ferrerías de aire, vestigios de la primera fase de la elaboración del hierro, a las ferrerías de agua y la actual industria dedicada a la producción y transformación del acero.

Cartografía:

Hojas 88-III y 88-IV a escala 1:25.000, del Instituto Geográfico Nacional. Hojas 88-36, 88-37, 88-44, 88-45, 88-52, 88-53, 88-60 y 88-61 a escala 1:5.000, de la Diputación Foral de Guipúzcoa.

La antigüedad del núcleo de Legazpi, una de las primeras villas del valle del Urola, se remonta a la Edad Media y probablemente unida a la implantación de las ferrerías hidráulicas. Este tipo de establecimientos proliferaron en el territorio guipuzcoano a partir del siglo XIII y se localizaban en aquellas zonas con abundantes recursos mineros, madereros e hídricos. En el caso que se analiza, y debido a los numerosos yacimientos de hierro de este término municipal y de su entorno (zona de Zerain y Mutiloa), puede llegar a hablarse de una explotación minera en época prerromana y ligada a la existencia de los haizeolas (escorias de Basagain y de Otaño).

A lo largo de los siglos XII y XIII, y tras la incorporación del agua como fuerza motriz, se llegan a contabilizar un total de una veintena de ferrerías en el valle de Legazpi, siendo en número de siete las existentes en el siglo XVI. Los enfrentamientos entre ferrones y agricultores fueron frecuentes, unos a favor de roturar las tierras para aumentar la superficie cultivada y otros a favor de conservarlas, llevaron a que en el año 1532 se amojonasen las propiedades de las ferrerías.

En el año 1338 el rey Alfonso XI les otorgó el Fuero de Ferrerías por el que se reguló toda su actividad comercial y productiva y por el que los ferrones debieron de satisfacer al rey el impuesto derivado de la producción del hierro, también conocido por diezmo viejo del fierro. En 1384 Legazpi se incorporó a Segura hasta  que en el año 1608 obtuvo el título de villa, desanexión principalmente motivada por las malas relaciones que existían entre los moradores de ambos núcleos de población . A partir de este hecho se inicia la construcción de la Casa Consistorial, las obras de reforma de la Parroquia y la venta de los terrenos concejiles ante las numerosas deudas contraidas, de tal manera que entre 1794 y 1840 desaparece gran parte del patrimonio municipal.

El paso del Camino Real a Castilla, cuyo trazado fue modificado a mediados del siglo XVIII tras abrirse el paso de Descarga, le alejó de las vías principales de comunicación, hasta que a mediados del siglo XIX se abrió la carretera hasta Oñati, tras la incorporación de este condado al Territorio Histórico de Guipúzcoa.

A finales del siglo XIX hay que mencionar tres aspectos significativos como la práctica desaparición de las ferrerías hidráulicas, al no poder competir ante la producción de los Altos Hornos; la llegada del ferrocarril Madrid-Irún aunque la estación no se crearía hasta 1932; y la implantación del pequeño taller de fabricación de herramienta manual, fundamentalmente de labranza, de Patricio Echeverría en 1907, cerca de la ferrería de Olaetxe y cuyos terrenos acabó por absorber. Con la implantación de este establecimiento fabril se estaba dando el paso al moderno proceso de industrialización y en los años treinta se inicia la fundición de acero y la laminación que permitió la diversificación de la producción de P. Echeverría (a los aperos de labranza se añaden las limas o diferentes piezas para el automóvil).

A partir de principios del siglo XX la historia de esta villa guipuzcoana va a estar ligada al establecimiento fabril de Patricio Echeverría S.A. De los doce obreros que integraban la plantilla inicial se paso en 1930 a más de quinientos y a ser uno de los centros manufactureros de aceros especiales más importantes de Guipúzcoa.

A mediados del siglo XX el 85% de la población activa ocupada en este municipio trabajaba en esta factoría. De 1.274 habitantes censados en el año 1900 se pasó a 10.558 en 1981. Las viviendas de los barrios de San Juan (año 1959) y de San Ignacio (1945) fueron creadas por esta empresa al igual que el conjunto de edificios de los colegios de El Buen Pastor (1942) y Santa Teresa (1969) o el Asilo Hospital, conocido como Hogar de la Santa Cruz (año 1936) y que completan esta colonia industrial. Este conjunto fabril, localizado en el barrio de Elbarrena, cerca de la iglesia y la casa consistorial, será el núcleo más importante de este municipio que hasta este momento se caracterizaba por un poblamiento disperso dividido en dos zonas claramente diferenciadas por la casa y ferrería de Mirandaola: barrio de Abajo o Elbarrena y barrio de Arriba o Ergoene.

La crisis económica de finales de los setenta, crisis principalmente industrial y que afectó seriamente a la industria básica siderometalúrgica, afectó a esta gran fábrica de fundición que se extendía a lo largo de más de dos kilómetros, en una franja paralela a la GI-2.630 y al río Urola. La pérdida de puestos de trabajo en este sector ha sido importante y el municipio está potenciando el desarrollo endógeno como salida a esta situación crítica. Entre las actuaciones llevadas a cabo hay que mencionar el proyecto Lenbur, cuyas características se describirán más adelante, y la implantación de una Escuela Taller de Forja Artesanal, financiado por el Fondo Social Europeo, que se puso en marcha el curso académico 1995-96 en un pabellón de Corporación Patricio Echeverria.

Centrándonos en el itinerario propuesto a realizar cabe indicar que si se llega al T.M. de Legazpi desde la GI-2.630, es decir, por la zona más septentrional, se pueden apreciar diferentes edificaciones de interés, antes de llegar al casco histórico propiamente dicho y principalmente en la margen izquierda del río y de la carretera, la Cruz de Mendiaraz, datada de la segunda mitad del siglo XVI y de estilo plateresco; la Casa Galdos, construcción elegante y cuidada; y los caseríos Agirrebengoa, Lekuona y Kuskurrutxo. A unos cuatrocientos metros de la última edificación, en frente de la factoría de Corporación Patricio Echeverría (PESA), se encuentra el caserío Olaetxe. Este edificio es un casa torre remodelada recientemente pero que conserva de interés, entre otros aspectos, unas ventanas geminadas y una entrada principal con tres arcos. Al mismo tiempo, en el lado izquierdo de la carretera, se ven las diferentes unidades constructivas pertenecientes a Corporación Patricio Echeverría.

Una vez de regresar a la carretera comarcal se continúa hasta llegar a las cercanías del caserío Zaldu, donde se puede hacer otra parada, y a unos 600 metros, en la calle Urola, se coge la carretera a la derecha que termina en la calle Santa Kutz. Desde este vial se accede, a la derecha, a la colonia industrial y tras pasar por los barrios de San Juan y Laubiede se llega al de Urtatza. Aquí merece la pena visitar los caseríos Urtatza Zahar y Beoki y, unos metros más adelante, Urtatza Azpikoa, Eguskitza y Urtatza Garaikoa, este último es una importante casa solar que mantiene todavía el escudo familiar. Si se sigue adelante por la pista de la derecha se alcanza la presa de Urtatza, presa construida y propiedad de P. Echeverria y que se encuentra entre los montes Gorostiaga y Arrolamendi. En esta zona predomina la vegetación de repoblación, principalmente de pino insigne, Pinus radiata, y alerce, Larix kaempferi, llegándose a observar numerosas parcelas con jóvenes especies de coníferas. La vegetación de caducifolias, alisedas, se localizan a lo largo de la regata de Urtatza. Cerca del núcleo de Urtatza y en la vega de esta regata existen abundantes huertas.

Desde esta zona también se puede acceder al conjunto de monumentos megalíticos pertenecientes a la estación megalítica de Satui-Arrolamendi, en el extremo noroeste del T.M. de Legazpi, en el límite con los términos municipales de Antzuola y Oñati, una vez de haber remontado el afluente que pasa por Urtatza y de alcanzar el collado de Arrolamendi. Por una pista que se desvía de la principal a mano derecha se llega al túmulo Arrolamendi II (T.M. de Antzuola). A unos 200 metros al oeste del anterior se encuentra el túmulo de Arrolamendi III (T.M. de Antzuola), cerca de los mojones de la divisoria Legazpi-Antzuola. A aproximadamente 1,3 Km de éste, se halla el túmulo de Arrolamendi I, en el centro del collado y situado al NW del monte del mismo nombre, en mal estado de conservación. A unos 1.800 metros del anterior, tomando la pista más occidental desde Arrolamendi I, en el alto del monte conocido como Jentiletxe, primera cota al noroeste de Satui, se encuentra el túmulo de Jentiletxe.

Para llegar al casco histórico de legazpi se desciende por una pista hasta el barrio de San Martín y, desde aquí, hasta el centro de la villa, donde se puede visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, templo que se conoce desde el siglo XIV ya que fue el lugar donde se reunieron los vecinos del actual municipio para acordar su anexión a Segura en 1384. Durante siglos este templo estuvo sujeto al patronazgo de los señores de Lazcano hasta que, a principios del siglo XVIII, la Diócesis decidió reformar el edificio, dado el mal estado en que se encontraba, de la mano de Lucas de Longo y de Pedro y Martín Carrera. Del anterior edificio se conserva la capilla de Santa Cruz, del año 1653, la torre con campana del siglo XV y varios retablos. El actual edificio tiene tres naves con bóveda de crucería y pórtico perimetral.

Junto al anterior está la Casa Consistorial, construcción del año 1730 que sustituyó al que se había erigido un siglo antes. Unos metros adelante, a lo largo de la calle Aizkorri y en dirección a Oñati, está el Palacio de Bikuña, que es una casa solar de la familia del mismo nombre y ligada a un importante linaje de ferrones y propietarios de ferrerías, que consta de una zona más antigua, la casa-torre, y la parte más moderna, de estilo palacial, del siglo XVI. El restaurado palacio solariego se contempla, en breve plazo de tiempo, como Centro de Interpretación del Hierro acogiendo, según proyecto, la sede de la asociación de amigos del hierro Burdinola, la sala de reuniones de la futura Fundación Lenbur, además de otras dependencias dedicadas a archivo, sala de consulta, catalogación, sala de proyección y charlas, etc. Ligado a esta iniciativa está también el deseo de ubicar el Museo del Hierro en un pabellón de la Corporación Patricio Echeverría.

El recorrido continúa por la GI-2630 y, después de pasar por delante del campo de fútbol y del polideportivo, a unos 750-800 m, y siempre paralelo al trazado del ferrocarril de vía ancha (RENFE) y al río Urola, se llega al barrio de Ergoena, también conocido por barrio de Arriba. Este zona, integrada por los conjuntos de San Miguel y Mirandaola junto a los núcleos de Telleriarte y Brínkola, es una de las más representativas de este municipio por emplazarse el Parque de Mirandaola, el denominado espacio cultural del hierro, eje de la Ruta del Hierro, en torno principalmente a la ferrería y ermita del mismo nombre. La otra posibilidad, para llegar también a la misma zona, es coger un pequeño camino que se coge a la izquierda, al final de la calle Aizkorri y del comienzo Almirante Bikuña, y que pasa por las cercanías de Divas Txikia. Por este camino se puede ver el canal de la ferrería de Bikuña, reconstruido en el siglo XVIII y considerado como un modelo dentro de este tipo de infraestructuras; la presa de arco de Osiñe, que alimentaba a la ferrería de Bikuña; y la ferrería de Olaberri, que funcionó entre los siglos XV y XIX y conserva perfectamente la estructura de la antigua ferrería bajo una edificación totalmente moderna. Después de ver esto se llega a Motxorro y, tras cruzar el puente sobre el río Urola, los conjuntos de San Miguel y Mirandaola.

Después de pasar por las cercanías de Motxorro nos encontramos, a mano derecha, con el grupo de San Miguel cuyas construcciones se distribuyen en torno a un camino empedrado y que, según algunas fuentes, parece corresponder a un antiguo Camino Real. Aquí destacan la ermita de San Miguel, templo sencillo que destaca por el empedrado del suelo que dibuja unas figuras geométricas, y el humilladero que guarda en su interior una talla renacentista de San Miguel. Después de observar estas edificaciones se llega, a escasos metros, a mano izquierda, al conjunto de Mirandaola.

La iniciativa de creación del Parque de Mirandaola se puso en marcha en 1992 con el proyecto Lenbur (Legazpi, Natura eta Burdina). Este proyecto está promovido por el Ayuntamiento, dentro de una política de desarrollo local, y trata de recuperar la cultura histórica y patrimonial del hierro, como alternativa de desarrollo, y convertir a Legazpi en un centro histórico-cultural atractivo para penetrar en los circuitos culturales. La primera fase de este proyecto se ha puesto en marcha en septiembre de 1996, con el Parque Natural-Artesanal de Mirandaola.

El complejo de Mirandaola está constituido por un buen elemento de arqueología industrial como es la ferrería, de la que se tiene noticias desde el año 1400. Según una leyenda referida a esta ferrería el 3 de mayo de 1580, siendo propietario el ferrón mayor Miguel de Plazaola, se emprendió el trabajo sin atender a lo establecido por la costumbre que prohibía trabajar en domingo. De forma casual el fuego consumió mucho carbón y apareció en el fondo un residuo de metal en forma de cruz griega. Desde entonces se le llamó a esta cruz de metal la Esta ferrería, que dejó de funcionar en 1840, fue restaurada en 1952 por encargo de Patricio Echeverría y Teresa Aguirre para conmemorar el suceso descrito anteriormente y guardar la mencionada cruz en la ermita contigua que se construyó en este mismo año, al igual que el pequeño claustro. Este acontecimiento originó que el domingo siguiente al 3 de mayo, festividad patronal de Santa Cruz, se pusiese en marcha la ferrería, con los métodos y medios de siglos precedentes, al tiempo que se traía en procesión la cruz de hierro que estaba en la iglesia parroquial para devolverla a su lugar al finalizar el día. Este acto continúa desarrollándose en la actualidad y la tendencia es a que la puesta en funcionamiento de la ferrería se realice cada vez con mayor frecuencia.

En el Parque se pueden encontrar, además de la ferrería y la ermita, un área recreativa con mesas y bancos, asadores, un estanque con una barandilla hecha por la Escuela de Forja, un área de juegos, un frontón y el Centro de Información en donde se explica la historia del hierro mediante diaporamas. El parque ha integrado los elementos descritos anteriormente con zonas verdes y la regata del Urola con sus correspondientes puentes junto a distintas piezas utilizadas en el trabajo del hierro como son una carretilla, una cuchara de colada, un rodamiento, una machina y un esmeril convertido en fuente con agua potable, todos ellos traídos de Corporación P. Echeverría y tratados especialmente para conseguir el efecto oxidante. El recurso del hierro como materia prima va más allá al utilizarlo también en las mesas, bancos, asadores, puentes (hierro fundido) y frontón (totalmente de hierro realizado en 1996). Cerca de este Parque se hallan otras edificaciones entre las que destaca el Palacio de Mirandaola ,restaurado en 1946, y los caseríos Markastegi y Santurumea.

Después de visitar esta zona se sale de nuevo a la carretera GI-2.630, tras cruzar el río Urola, y a unos 500 m se coge una carretera que hay a mano izquierda, camino tradicional a Brínkola antes de abrirse la carretera hasta Udana, y a escasos 200 metros se llega al núcleo central de Telleriarte. Este recorrido también se podrá hacer en un futuro por una pista peatonal que está prevista por detrás del conjunto de Mirandaola y de los caseríos de Aitzgorri, Bastagingoa, Urbitarte y Elorregi donde se cruza por el puente al otro lado del río

En Telleriarte destacan los caseríos de estilo gótico de Ubitarte y Araiztegi y el Palacio de Elorregi. Esta última construcción, de grandes dimensiones y vinculada a la familia de ferrones de los Lazarraga, es de origen medieval aunque el aspecto que tiene en la actualidad lo adquirió a principios de la Edad Moderna. Tiene tres arcos apuntados con claves decoradas a base de motivos geométricos. En frente de Elorregi, al otro lado del río, se halla la ermita de San Juan y delante de este edificio el molino de Elorregi.

A unos 350-400 m de este lugar, tomando el camino que pasa detrás de la ermita, se llega al Alberge y al CEIDA, aunque si se quiere llegar en coche habría que salir a la GI-2.630 y a unos 900 m y tomar la carretera GI-3511, y al cabo de aproximadamente a un kilómetro estaríamos en estos centros. Desde aquí se tiene una bonita panorámica de esta parte del valle del Urola, del trazado del ferrocarril y del núcleo de Telleriarte. El paisaje se caracteriza por los prados y pastizales, incluso se llegan a ver ovejas pastando, con algunas parcelas dedicadas a huertas. Es una zona en donde predomina el caserío como explotación agropecuaria. De hecho, cerca del Albergue y del CEIDA se encuentra el caserío Erraizabal, edificio anterior al siglo XVI y centro artesanal del queso, que nos acerca al conocimiento en la elaboración del queso de Idiazabal.

Si se continúa el recorrido por la estrecha carretera que lleva a Brínkola, se observa que las edificaciones de este casco se agrupan en torno a las inmediaciones de la estación del ferrocarril. En este espacio conviven los usos ferroviarios con los agropecuarios y residenciales cuando en un pasado eran las labores del campo, la explotación forestal y la fabricación del hierro. En el propio núcleo se hallan, a mano derecha, los bonitos caseríos con porche de Agirreburualde e Igeralde Goikoa y en frente, a la izquierda de la carretera, el molino de Igeralde que es el único de Legazpi que permanece en la actualidad en uso. Esta construcción, de carácter privado, se encuentra dentro dentro del Proyecto Lenbur con el fin de ofrecer a los visitantes la posibilidad de ver moler el trigo y, con posterioridad, ver cómo se hace el pan en el caserío de Igeralde Goikoa.

Cerca de estas construcciones también se encuentran la iglesia de San Agustín de Brínkola, de estilo neoclásico y construida hacia finales del siglo XIX, con una imagen que se trajo de Azpeitia donde se le veneraba como San Nicolás de Bari, y unos metros más adelante el almacén de carbón de Brínkola. A la altura de la confluencia de los ríos Barrendiola y Urola se puede observar las ruinas de la ferrería de Olazar, que estuvo en activo desde el siglo XV hasta el siglo XIX, y que con posterioridad se aprovechó como salto de agua para obtener electricidad. Se sigue derecho, unos 250-300 metros, acercándonos a la cabecera del río Urola y en donde la vega del mismo se amplía. Aquí se encuentra otro pequeño núcleo de caseríos entre los que destaca Guriditegi, casa solar con arco en la entrada y escudo en la fachada, y Etxe Haundi, con testimonios medievales.

Para continuar con la ruta del hierro hay que regresar hasta el caserío Olazar y tomar la carretera que sale a la derecha para visitar, en primer lugar, el caserío Mintegi y, con posterioridad, la presa de Barrendiola, a unos 750-800 metros del cruce. Desde aquí se coge, por la derecha, la pista perimetral de la presa para iniciar el paseo que nos llevará al coto de Katabera, tras pasar por Trikutxeta y Jarondo, unos 2,9 Km desde Barrendiola.

El mineral que se calcinaba en los hornos de Udana se traía del coto de Katabera, en las faldas de Aizkorri (Oñati) y propiedad desde el siglo XIX de la Real Compañía Asturiana de Minas, principalmente calamina y blenda con objeto de beneficiar zinc y, en menor medida, de plomo. Este mineral en bruto se transportaba por cable aéreo hasta los hornos del Alto de Udana y el material calcinado que se obtenía se transportaba en carros hasta la estación de Brínkola para ser embarcado en vagones del ferrocarril del Norte con destino al puerto de Pasaia. 

Después de visitar este coto se toma el mismo camino de ida hasta Jarondo en donde se continúa derecho. En un paseo senderil de unos 3,2 Kms, siguiendo un camino medieval utilizado para evitar el paso de San Adrián y que pasa por Zalduziar, Erdoketa, Otsaima y Jarondo, se llega a la GI-2.630 y al Alto de Udana (574 m.) y, a pocos metros en dirección a Legazpi, se ven los hornos de Udana.

Son dos hornos, rehabilitados en 1996, de perfil troncopiramidal externo y sección ovoidea en el interior. Están realizados en mampuesto con esquinazos de sillería y recerco de cuatro bocas abocinadas de descarga y en la parte superior tienen ladrillo. Forman parte de un complejo en el que se incluían la casa del ingeniero, la casa del capataz, el polvorín, la plataforma de giro y último machón del tranvía aéreo, la rampa de escogido del mineral (que ha perdido su revestimiento) y la plataforma de carga. La zona más alejada, formada por los hornos, la rampa y la plataforma, se cubría con un ligero tejado a una sóla vertiente que alcanzaba la carretera.

Además del itinerario descrito no hay que perder de vista las amplias opciones que ofrece este territorio, emplazado en las estribaciones del macizo del Aizkorri, para efectuar diversos recorridos de senderismo o paseos de montaña como el acceder desde Katabera a Biozkornia y desde aquí realizar el recorrido descrito para la zona de Arántzazu.

 

GUÍA de espacios de interés lúdico-naturalístico de Guipúzcoa  / autores: Juan Antonio Sáez García, Javier Gómez Piñeiro,

 Carmen Segurola Lázaro, Ana Sola Bueno, Lorena Eguizábal, Pedro Lozano, Arantza Martínez, Iñaki Altuna

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