Término
Municipal: Irún
Accesos:
En automóvil, se accede a través de
la carretera que parte de la glorieta situada frente al cementerio de Irún,
en las proximidades de Gazteluzar.
Servicios:.
Área recreativa junto a la Ermita
dotada de mesas, servicios, fuentes, etc. Bar-restaurante San Marcial (tel.
943 622 229); Asador Patrixi (tel. 943 632 245); Asador Irazabal (tel. 943
632 182.
Elementos
notables: Ermita de San Marcial. Vistas sobre el estuario del Bidasoa.
Cartografía: hoja 41,
hoja 65 a escala 1:50.000 del mapa Topográfico Nacional.
Bibliografía:
Txingudi-Bidasoa: itinerarios naturalísticos. -Irún: Ayuntamiento, 1994. -15
itinerarios.
El monte o cerro de San Marcial es una colina
situada sobre la ciudad de Irún, al Norte de la Peña de Aia, que limita con
Francia por el Río Bidasoa, en su flanco Este.
Toma esta denominación de la ermita de San Marcial que se erigió sobre la antigua Peña de
Aldabe, la cual cambió su nombre por el actual a raíz de la nueva
construcción de este edificio de carácter religioso.
Este punto de mira y referencia de los irundarras
se construyó, como muchas otras ermitas, en conmemoración a una batalla
librada el 30 de Junio de 1522 contra la invasión de los franceses, en la que
los pobladores de Irún lograron sorprender, mediante engaños, al ejército
francés, obligándoles a bajar a la plaza del pueblo mientras dejaban la peña
de Aldabe al descubierto, con lo que se pudo llevar a cabo el ataque decisivo
que permitió derrotarles. El capitán general Don Beltrán de la Cueva, según
Garibay, quiso erigir un convento de frailes, pero el pueblo prefirió una
ermita para la adoración al santo que presidió el día de la batalla.
De las cinco ermitas que existieron en Irún en el
s. XVIII: Santo Cristo de Elizacho, Basílica de San Pedro Abad, Santo Cristo
de Artiga, Santa Elena y San Marcial, ya no quedan más que las dos últimas.
Hasta principios del citado siglo no se empezaron a conocer datos sobre esta
última ermita. Se sabe que estuvo siempre guardada por ermitaños o seroras,
que guardaban el recinto y hacían sonar la campana los días de cielo nublado.
A cambio vivían de las limosnas, en forma de alimentos, que recibían de sus
fieles.
La ermita de San Marcial ha sido saqueada y
quemada en diversas ocasiones: guerras carlistas, guerra civil (1936-39); en
1796 llegó a incendiarse quedando reducida a escombros. Pero fue la batalla
librada el 31 de Agosto de 1813 contra las tropas napoleónicas la que mayor
huella ha dejado en la memoria de los lugareños. Cuentan que fue tan cruenta
que la sangre bajaba por el atajo de Aldabe a modo de riachuelo. Cada año y
en el mismo día señalado la campana de la ermita convoca a los vecinos a una
misa en conmemoración de tal evento. A la derecha del altar se guardan las
cenizas de los muertos en la batalla, bajo una inscripción en mármol negro.
En realidad, la batalla que conmemora la construcción de la ermita fue la
librada el 30 de Junio de 1522, y se festeja con las fiestas populares y el
alarde de la ciudad de Irún, en ese mismo día.
Tras la incorporación
del Reino de Navarra a Castilla, en el año 1512, Francia, que había intentado
sin éxito hacerse con el pequeño reino, trató de conquistar diversas plazas
fuertes para desde allí hostigar a las tropas españolas. En este contexto
tuvo lugar la denominada batalla de San Marcial.
La noche del 28 de
junio de 1522, los franceses, en unión de mercenarios alemanes, cruzaron el
Bidasoa y tomaron posiciones en el alto de Aldabe. Su intención era la de
hostigar desde tal posición al castillo de Gazteluzar, situado frente a la
Isla de los Faisanes. Una vez tomado el citado alto, el día 29 los lansquetes
alemanes descendieron de Aldabe, rodearon Gazteluzar y dispararon sobre él.
Ante tal la
situación, los capitanes Juan Pérez de Azkue (Hondarrabia) y Manuel de
Ambulodi (Irún) convocaron, según fuero, a los varones hábiles para la guerra
de Irún. La concentración de la milicia se realizó en tres lugares de la
villa de Irún, donde también acudieron hombres de Fuenterrabía, Rentería y
Oiartzun. El Capital General de Guipúzcoa, D. Beltrán de la Cueva acudió
también con tropas.
En la madrugada del 30 de junio, la milicia
irunesa capitaneada por los citados Perez de Azkue y Ambulodi se dirigieron a
la cima de Aldabe y atacaron por sorpresa a los franceses que, al verse
sorprendidos, se dieron a la fuga. Don Beltrán de la Cueva con su gente subió
a la altura reconquistada, mientras que el capitán Ambulodi atacó a los
lansquetes que sitiaban Gazteluzar. Una vez amanecido, los alemanes, que no
conocían la toma de la cima de Aldabe, persiguieron a las milicias de Irún
hasta allí, donde se encontraron inesperadamente con las tropas de Beltrán de
la Cueva que les derrotó. Dado que la victoria se produjo el día 30,
festividad de San Marcial, el monte Aldabe paso a denominarse con el nombre
del Santo, edificándose en lo alto una ermita dedicada al mismo. En
ella se colocó el escudo que donara Don Beltrán de la Cueva en 1522,
actualmente muy deteriorado. En el exterior llama la atención una curiosa
urna de mármol blanco que guarda los nombres de los que contribuyeron a la
realización de la carretera a la ermita con su trabajo gratuito y con su
dinero.
Son destacables las bellísimas vistas que desde la
ermita se pueden apreciar sobre el estuario
del río Bidasoa.
El itinerario se inicia a partir de la ermita de San
Marcial. Se toma el camino hormigonado que está situado enfrente de ésta que
nos pasea por amplios pastizales hasta llegar a su cota más alta, donde está
situado el campo de tiro. A partir de ahí comienza a descender el camino
pasando por los caseríos de Iturburu e Iturriarte (bar-asador Iturriarte).
Llaman la atención las repoblaciones de coníferas
que se sitúan en las cotas más altas del monte, pertenecientes al
Ayuntamiento de Irún. Colocadas regularmente sobre el terreno cuentan con una
edad similar. La especie utilizado es el pino
de Monterrey (Pinus radiata).
A partir del bar Iturriarte hay una bifurcación:
si se toma el camino de la izquierda se atravesará el caserío Barrileku, y se
tomará un itinerario que discurre por la ladera hasta situarla en la cota más
baja, prácticamente a orillas del Río Bidasoa. Este camino actualmente no es
muy recomendable, ya que la argoma
(Ulex europaeus) ha hecho su
aparición en aquellas zonas de bosque talados ya por el hombre. Así que
tomaremos el camino que queda en frente del asador. Este camino nos llevará a
través de los bosquetes mixtos que todavía subsisten en este monte.
Continuando por este camino volveremos a encontrarnos con otra bifurcación.
Si seguimos por la izquierda llegaremos al caserío Elkaztegi -antigua
ferrería-, hasta llegar al bar-asador Irazabal, desde donde se puede ver el
río Bidasoa y la hormigonera de Lastaola, donde transforman los áridos de
Huici en hormigón.
Tomando el camino que sigue hacia la derecha
llegaremos al caserío Saroia, a partir del cual, de las tres opciones que nos
permite el cruce, tomaremos la del medio. A 50 m encontraremos una fuente, y enfrente, las ruinas del caserío
Iruzulueta. A partir de aquí llegaremos a la carretera. Subiendo la misma se
acabará otra vez en la ermita de San Marcial.
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