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Estampilla (ATM) Oficina principal de Correos de Donostia - San Sebastian (2002)

 

 

LOS ATM

El signo de franqueo reproducido sobre estas líneas no es un sello propiamente dicho, sino una estampilla de franqueo, también conocida como ATM.

Esta denominación proviene de la palabra alemana AuTomatenMarken, cuyo significado es “sello de máquina automática”.El soporte físico de los ATM es una etiqueta o estampilla autoadhesiva (47x27 mm) cuya ilustración está generalmente impresa en offset. Posee espacios en blanco destinados a recibir la impresión del valor facial y de otras informaciones realizada por máquinas expendedoras o balanzas. Esta característica hace que se denominen también sellos de valor variable.

Los primeros ATM aparecieron en 1969 y fueron plenamente reconocidos como signos de franqueo por la UPU (Unión Postal Universal) en 1984. Correos y Telégrafos emite ATM desde el año 1989. A finales del año 2006 se iniciaron las primeras pruebas para prescindir de las estampillas; de hecho las oficinas de Gipuzkoa fueron de las primeras en sustituir las estampillas por simples impresiones de tinta, similares a un franqueo mecánico.

Es preciso, no obstante, establecer una diferenciación entre los ATM propiamente dichos y los sellos de ventanilla (SFS). Aunque el soporte físico es el mismo, los primeros tienen validez ilimitada hasta su utilización y matasellado, mientras que los SFS sirven únicamente para franquear la correspondencia depositada directamente en las “ventanillas” de las oficinas de Correos, cuyas balanzas imprimen junto al valor facial una fecha que equivale al matasellado.

La impresión del valor facial de las estampillas se realiza por procedimientos térmicos. Es decir, el papel en el que están confeccionadas las estampillas se ennegrece al actuar sobre él un cabezal que le trasmite calor (entre 70 y 100 grados). Éste, precisamente, es uno de los inconvenientes para su conservación, ya que el soporte es un papel relativamente inestable a largo plazo, al igual que las impresiones generadas, pues pueden llegar a desaparecer si no se ha aplicado suficiente calor. El Servicio filatélico de Correos vende con destino a los coleccionistas unas estampillas especiales en las que se han impreso los caracteres mediante procedimientos indelebles.

Los primeros ATM emitidos por Correos se adherían gracias a la goma del reverso, de forma similar al procedimiento empleado en los sellos convencionales; pero pronto pasaron todos a ser autoadhesivos, estructurándose en rollos de 1900 efectos. En general los soportes de los ATM han llevado y llevan diversas medidas de seguridad para evitar su falsificación o reutilización. Entre ellas podemos citar la impresión en papel fosforescente, que ayuda además a la gestión de la cancelación automática; impresión del logotipo de Correos con tinta invisible; troquelado semielíptico central, etc.

Los lados mayores son rectos, pero los menores –salvo en las primeras emisiones-, poseen ondulaciones, que pueden clasificarse en tres tipos: ondulación con puntas, ondulación suave y ondulación pronunciada. Los dos reproducidos poseen ondulación pronunciada.

Los ATM nuevos y usados, al igual que los sellos, son objeto de colección; pero la técnica para su conservación es complicada por la ya citada inestabilidad del papel. En los ATM usados es preciso añadir que por el hecho de ser autoadhesivos no deben ser despegados del papel.

La solución adoptada a partir de junio de 2003 para facilitar la conservación filatélica fue la impresión de tiradas de etiquetas en las que conjuntamente con a la ilustración se imprimen los valores de las tres tarifas postales básicas. En realidad el resultado no es un ATM propiamente dicho, sino un "sello" cuyo papel soporte es común al de los ATM, pues una de las características de los ATM es que son de "valor variable"; al ser impreso su valor, dejan de tener esta característica. A simple vista se diferencian de los ATM convencionales  en que no poseen la numeración de la máquina.

Entre los año 1993 y 1996 algunas oficinas de Correos dispusieron de máquinas expendedoras de ATM tipo Klüssendorf (43 x 25,4 mm). Estas estampillas se caracterizaron por poseer dos perforaciones en cada lado mayor y por utilizar medios mecánicos y no térmicos en la impresión del valor facial.

En el año 2006 algunas oficinas de Correos iniciaron un plan piloto destinado a la supresión de las estampillas en los envíos realizados en ventanilla, que serían sustituidas por una impresión mecánica en la que constaría la frase "Franqueo pagado en oficina". El plan continuó adelante y en el año 2007 ya no se emitió etiqueta alguna, siendo utilizadas únicamente en las escasas expendedoras públicas en servicio, que acabaron desapareciendo.

ATM del año 2016

Primer nuevo ATM de 2016 (sin relación con Gipuzkoa)

Pero las estampillas volvieron a resucitar en el año 2016, si bien en un entorno -en principio- más reducido, basado en la instalación en exposiciones de sellos y otros eventos de una máquina que expendería tales efectos de franqueo con sus correspondientes diseños. En principio la idea se dirige obviamente hacia el mundo del coleccionismo con objeto de dar continuidad a las colecciones de este tipo de efectos tras un paréntesis de 10 años.

 

***

 

Estampilla (ATM) Oficina principal de Correos de Donostia - San Sebastian (2002)

 

ATM 1

Fecha de emisión: 2002 octubre

Imagen: Detalle de la fachada de la oficina central de Correos en San Sebastián

Leyenda alusiva: Posta arkitektura. Donostia-San Sebastián

Diseño y fabricación: RC Moneda. Fabrica Nacional de Moneda y Timbre

Impresión: offset 4 colores

Tirada: 50.281.000 adhesivos

 

 

En la ilustración puede contemplarse la reproducción de la primera estampilla que ofrece una leyenda escrita en euskara. Representa un detalle de la fachada de la oficina principal de Correos de Donostia-San Sebastián, formando parte integrante de una serie dedicada a Arquitectura postal.

Junto con el Centro Cultural "Koldo Mitxelena", el edificio de Correos constituye el cerramiento sur de la Plaza del Buen Pastor. El proyecto original -de estilo ecléctico- fue obra de Domingo Aguirrebengoa, quien finalizó su construcción en 1909. En su fachada de sillería destaca el friso de cerámica incorporado a la altura de la segunda planta, obra del ceramista Daniel Zuloaga (tío del pintor Ignacio Zuloaga), que es el que se aprecia en la imagen junto con el frontón de una de las ventanas. El edificio fue originariamente diseñado como sede de la Escuela de Artes y Oficios, llegando a albergar también la Biblioteca y Museo Municipales, luego trasladados al convento de San Telmo.

Al cesar la actividad de la Escuela de Artes y Oficios fue habilitada como Escuela de Comercio y Trabajo, hasta que en la década de 1960, tras una total reforma interior, se asentaron en él las oficinas centrales de Correos. En el año 2004 se realizó otra importante remodelación del edificio.

 

 

 

Estampilla (ATM) Automovil Donosti (2003)

 

 

ATM 2

Fecha de emisión: 2003 diciembre 15

Imagen: Automóvil Donosti

Leyenda alusiva: Donosti 1928

Otras Leyendas: Museo Historia Automoción – Salamanca

Otras leyendas: Colección J. M. Echevarria

Diseño y fabricación: SIGNE SA

Impresión: offset 4 colores

Seguridad: tinta invisible

La viñeta del ATM de la ilustración reproduce el coche llamado “Donosti”. Su historia es sencilla. Los propietarios del Garaje Internacional de San Sebastián -Mendiburu y Mañero- decidieron en el año 1924 construir íntegramente un automóvil. El resultado fue un vehículo con motor de 6 cilindros en línea y 3962 centímetros cúbicos de cilindrada montado sobre carrocería de aluminio. Fue presentado en sociedad el día 25 de julio del mismo año en el Gran Premio de Lasarte.

Es un espléndido vehículo. A pesar de ello, sus diseñadores no se plantearon la fabricación en serie, de forma que es el único que se construyó. Hoy en día se conserva expuesto en el museo de historia de la automoción de Salamanca, formando parte de la colección J. M. Echevarria. Se conserva el nombre Donosti en grandes letras en la parte exterior del radiador.


Reservados todos los derechos

© Ingeba (Edición) y © Juan Antonio Saez (textos e imagen)