La emisión de las denominadas “tarjetas del
correo" comenzó en el año 1995. Son enteros postales, en teoría
pensados para competir con las tarjetas turísticas comerciales, puesto que
la parte delantera está ocupada totalmente por una fotografía o
ilustración. El reverso se presenta dividido en dos mitades. La izquierda,
en blanco, está reservada para escribir un texto. La derecha presenta
varias líneas preparadas para incluir la dirección del destinatario y, por
supuesto, un sello impreso que no pose un valor facial determinado, sino
que se incluye en él una letra que indica si el franqueo corresponde a la
tarifa para el interior del Estado (tarifa A) o para el extranjero (tarifa
B). Esto permite que las tarjetas puedan ser utilizadas aunque varíen las
tarifas postales sin tener que añadir sellos complementarios.
No obstante, es preciso advertir varios extremos. En
primer lugar, con excepción de la primera serie, dedicada a publicitar el
turismo balerar y canario y las dedicadas a edificios postales, el resto deben ser consideradas como
tarjetas entero-postales de iniciativa privada, puesto que son
“emitidas” a petición de una entidad, empresa u organización y los gastos
generados por la emisión, el diseño y la impresión corren a cargo de la
entidad peticionaria.
En segundo lugar, las tiradas iniciales son
relativamente cortas, expendiéndose normalmente en el entorno de las
organizaciones que han solicitado su emisión. A ello debe sumarse que una
buena parte de las emisiones caen en manos de filatelistas (o de
comerciantes de filatelia). Este cúmulo de circunstancias hacen que, en
general, circulen muy poco.
Gipuzkoa está presente en cuatro tarjetas, diseñadas
por el filatelista donostiarra José Ángel López. La primera
fue emitida coincidiendo con la exposición filatélica organizada con
ocasión del Campeonato del Mundo de Ciclismo celebrado en San Sebastián en
septiembre de 1997. La segunda (1998) representa un dibujo del Palacio del
Mar (Itsas Jauregia) de San Sebastián con motivo del 70 aniversario de su
inauguración. Ambas tarjetas poseen impreso el sello del mapa autonómico (Edifil
3460) con el valor facial modificado a tarifa A. La tercera tarjeta
incorpora una fotografía de la pequeña imagen de alabastro del Santiago
peregrino (s. XIII) procedente de la ermita situada en el monte
Santiagomendi, de la localidad de Astigarraga, hoy expuesta en el Museo
Diocesano de San Sebastián. Dada su temática, el sello elegido fue una
versión del sello que representa el puente pamplonés de la Magdalena
emitido con ocasión del Xacobeo 99, cuyo valor facial ha sido igualmente
convertido en A.
Reverso de la tarjeta
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Tarjeta e-p. N.
Fecha de emisión: 2007, abril, 26
Ilustración: Fachada del edificio de Correos y Telégrafos de San
Sebastián
Leyenda: 20-3 Arquitectura postal. Edificio de Correos y Telégrafos
de San Sebastián. Fachada principal.
Otra leyenda: La tarjeta del Correo
Pie de imprenta: M RCM-FNMT 2007
Impresión: offset (ambas caras).
Numeración de control: Si
Tirada:
Ilustración del sello impreso: Hidroavión de juguete.
Leyenda del sello:Hidroavión.
Otra leyenda del sello: Fundación Raquel Chaves. Vigo
Pie de imprenta sello: M RCM-FNMT 2007
Valor facial: A.
Elemento de seguridad: Si. Cornamusa tramada en mancha azulada.
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La imagen de la cuarta "tarjeta del correo" reproduce una fotografía
realizada por Miguel Ángel Granados obtenida con anterioridad a la última
remodelación del
edificio de
Correos y Telégrafos de San Sebastián finalizada en el año 2004, como lo demuestra,
entre otros detalles, la presencia de la escalinata exterior de la puerta
principal, que, tras la obras de reforma citadas, fue suprimida
trasladándola con otra configuración al vestíbulo interior. La fotografía
deja mucho que desear, pues no está obtenida en buenas condiciones
lumínicas, poseyendo incluso algunos sectores con exceso de exposición
(nubes).
El sello incorporado (tarifa A) es una reproducción del puesto en
circulación el 2 de enero de 2007 dentro de la serie autoadhesiva dedicada
a juguetes. Representa un hidroavión de juguete.
La tarjeta posee un elemento de seguridad incorporado en la mancha de
color azulado situada en la parte inferior central del reverso. Consiste
en una fina trama de líneas de dos de los colores básicos de la impresión
en offset: magenta y cian. Jugando con las líneas se forma una cornamusa
(poco visible a simple vista), buscándose en su impresión la existencia de
cruces de líneas y aproximaciones entre ellas que son complejas de
reproducir mediante procedimientos baratos, los únicos rentables
en la falsificación de una tarjeta como la que nos ocupa.
Ampliación parcial del elemento de seguridad
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