GEOMORFOLOGIA DEL PIRINEO CATALAN:
ESTUDIOS ACTUALES EN LA UNIVERSIDAD
DE BARCELONA
Dr. DAVID SERRAT
1. ANTECEDENTES
Los Pirineos han sido objeto de estudios geomorfológicos
desde que esta disciplina de la ciencia tuvo carta de identidad, a
mediados del siglo pasado.
Aunque las primeras observaciones escritas corresponden a
los pioneros del alpinismo francés, ya J. de CHARPENTIER en el 1841
publicó un «Essai sur les anciens glaciers» que puede considerarse la
primera cita científica de la geomorfología glacial que retocó los valles
pirenaicos. A esta teoría se contrapuso, de forma a veces violenta, la
teoría de los catastrofistas que paralizó en cierta manera los estudios
sobre geomorfología glacial hasta que ALBRECHT PENCK, después de definir
las glaciaciones alpinas, estudió los Pirineos y realizó un trabajo de
síntesis
que publicó bajo la denominación de «Die Eiszeit in den
Pyrenäen» (Los periodos glaciales en los Pirineos) en el 1883. En ella
definió tres glaciaciones para los Pirineos por correlación con, o
existencia de, tres niveles de terrazas fluvioglaciales.
Los estudios posteriores, ya más localizados y detallados,
van aportando nuevas interpretaciones que varían según la región y según
las relaciones con otros fenómenos geomorfológicos que se estudian
paralelamente, pero siempre partiendo de la base de Penck y sin negar
nunca sus tesis, acaso ampliando el número de glaciaciones a más de tres.
Así encontramos los estudios de investigadores alemanes y franceses, con
nombres tan conocidos como Chevalier, Obermaier, Dalloni, Boissevain,
Panzer, Birot, etc. que a la vez también trataron, generalmente, otros
aspectos de la geología de los Pirineos.
El último gran trabajo de un investigador extranjero sobre
la geomorfología de la vertiente española de los Pirineos lo encontramos
en las publicaciones del geólogo suizo FRITZ NUSSBAUM, «Die Seen der
Pyrenäen» con una síntesis sobreel origen de los lagos pirenaicos y su
localización geológica y geográfica, y la segunda «Orographische und
morphologische Untersuchungen in den östlichen Pyrenäen» (Análisis
orográfico y morfológico del Pirineo Oriental) con un estudio
geomorfológico regional muy difícil de superar.
En cuanto a estudios de geomorfólogos españoles
contemporáneos a los anteriormente
citados, junto al trabajo de SALVADOR LLOBET (1947) sobre
Andorra y en el que sintetiza las aportaciones de los trabajos de
Chevalier en cuanto al número de glaciaciones que se citan para estos
valles, nos encontramos con las múltiples publicaciones de L. García
Sainz, cuya imaginación volaba más alto que lo que le permitían los datos
obtenidos en valiosas y duras jornadas de campo, con
lo que los datos aportados tienen generalmente que ser
revisados antes de usarlos.
Mención aparte merecen los trabajos de síntesis
desarrollados por el Profesor
L. SOLÉ SABARIS en sus obras. «Geografía
Física de la Península Ibérica» y
«Los Pirineos. El medio y el hombre», que animarán, junto
con la organización
del V Congreso Internacional del INQUA (Madrid-Barcelona),
en el año 1957,
el inicio de trabajos geomorfológicos sobre el Cuaternario
de los Pirineos
(Fontboté, Masachs, Monturiol, Virgili, etc.), que a la
postre no tendrán continuidad.
Así llegamos a los años setenta con una laguna cercana a
los veinte años, por
la falta de estudios geomorfológicos de la vertiente
meridional de los Pirineos, al
tiempo que la escuela de Toulouse, de la mano de
investigadores de la talla de Alimen,
Barrere, Taillefer y Viers, lleva a cabo un estudio
exhaustivo de la vertiente
septentrional, llevando con ello una delantera muy notoria
en el conocimiento regional
de la cordillera.
2. ESTUDIOS ACTUALES
Esta desventaja de veinte años se puso de reflejo al
realizar, el autor de estas
líneas, una síntesis bibliográfica sobre los estudios
geomorfológicos del Pirineo catalán
como parte de la tesis de licenciatura. Al pretender
llevar a cabo, posteriormente,
la tesis doctoral ello obligó a un planteamiento realista
que empezó con el
estudio regional de una área determinada, de poca
extensión, en lugar de plantear
problemas genéricos heredados de los estudios antiguos y
que afectan a todo el Pirineo.
Esta línea ha sido seguida de una forma más o menos
seriada a lo largo de
todo el Pirineo catalán, por un grupo de jóvenes
investigadores agrupados en un
equipo de estudio de geomorfología alpina, que funciona a
caballo de dos facultades:
la Facultat de Geologia y la Facultat de Geografia i
Historia, ambas de la
Universitat de Barcelona.
Este equipo de estudio de geomorfología alpina está
compuesto por los siguientes
investigadores, entre los que el autor de esta
comunicación actúa de coordinador: Josepa Bru, profesora ayudante de la Facultat
de Geografia i Historia que
está finalizando su tesis doctoral sobre la geomorfología
de la Ribera de Cardós y
Vall Ferrere (Noguera Pallaresa);
Antonio Gómez profesor de la Facultat de
Geografia i Historia, que llevó a
cabo su tesis doctoral sobre la geomorfología de la
vertiente septentrional de la
Cerdanya (Segre);
Joan Martí, trabajando actualmente para la
empresa privada, realizó su tesis
de licenciatura sobre la geomorfología de la Ribera de
Sant Nicolau-Parque Nacional
de Aigües Tortes (Noguera Ribagorcana) y actualmente
realiza una tesis
doctoral sobre la cabecera del Flamicell hasta Cabdella
(Noguera Pallaresa);
Ferrari Salvador, colaborador del Departament de
Geografia, está finalizando
su tesis de licenciatura sobre la geomorfología de la
Tossa d’Alp-La Molina
(Segre);
David Serrat, profesor adjunto de la Universitat
de Barcelona, llevó a cabo
la tesis doctoral sobre la geomorfología de los macizos de
Puigmal-Costabona
(Ter), y actualmente trabaja sobre el Cuaternario del
Valle de Arán (Garona);
Josep Ventura, becario del Departament de
Geografia, acaba de finalizar su
tesis de licenciatura sobre el valle de Espot-Parque
Nacional de Sant Maurici
(Noguera Pallaresa);
Joan M. Vilaplana, que llevó a cabo la tesis de
licenciatura sobre Andorra y
actualmente está finalizando la tesis doctoral sobre la
geomorfología de la cuenca
alta de la Noguera Ribagorcana hasta Pont de Suert, siendo
profesor ayudante de
la Facultat de Geologia.
Con ello hemos intentado cubrir la casi totalidad de las
exploraciones y estudios
geomorfológicos regionales de la zona axial del Pirineo
catalán, con una finalidad
clara: tener el conocimiento básico para establecer la
problemática local de
las distintas unidades del relieve y cuencas
hidrográficas, antes de pasar a un ensayo
de síntesis en que se intente resolver los problemas más
generales de la cordillera
pirenaica.
3. METODO DE TRABAJO
La información básica a la que nos hemos referido en el
apartado anterior la
estamos obteniendo estableciendo una cartografía
geomorfológica de las zonas estudiadas,
a escala de detalle (normalmente a 1/25.000) siguiendo a
grandes rasgos
la leyenda del mapa geomorfológico de Francia (Tricart-Joly),
lo que supone
la interpretación geomorfológica de toda el área
cartografiada, de una manera exhaustiva.
Los problemas que se plantean para la elaboración de esta
cartografía geomorfológica
van desde el origen de las formas y formaciones
superficiales, estableciendo
su cronología relativa hasta el de la morfodinámica
actual. Toda esta información,
que el método cartográfico citado anteriormente sitúa en
un solo mapa,
creemos que es más oportuno darla en diferentes mapas
temáticos referidos a cada
uno de los procesos principales. Así separamos la
cartografía de las formas y formaciones
de origen glacial, de las de origen periglacial y también
separamos en
mapa aparte la morfodinámica actual en los casos en que se estudia dicha
dinámica. Con ello logramos una mayor claridad y la posibilidad de
realizar los mapas a una sola tinta.
Las conclusiones obtenidas a nivel local, generalmente
poco espectaculares
pero bien fundamentadas, permiten posteriores
correlaciones entre las distintas
unidades de estudio y la elaboración de hipótesis más
globales, para cuya resolución
necesitamos ya de técnicas más específicas que
analizaremos a continuación. Si bien todo lo apuntado hasta aquí corresponde a la
realización, con minuciosidad
y rigor, el método de la escuela francesa de geomorfología
climática, los
puntos en los que hemos profundizado desde el punto de
vista sedimentológico,
nos ha permitido progresar en la interpretación
paleoambiental del glaciarismo
cuaternario pirenaico.
Para ello establecimos contacto con la comisión del I.N.Q.U.A. (Asociación
Internacional para el Estudio del Cuaternario) que trata
de la «Génesis y Litología
de los Depósitos Cuaternarios» y que está elaborando,
desde el congreso del
INQUA de Birmingham (1977) la clasificación genética de
los depósitos glaciales,
glaciofluviales y glaciolacustres. Estos contactos, con
asistencia a las reuniones
y jornadas de campo de dicha comisión en distintos puntos
de la Tierra con problemáticas
parecidas, nos ha permitido valorar los escasos
afloramientos de este
tipo que, debido al predominio de la erosión en los
periodos postglaciales, nos
quedan en nuestros valles pirenaicos. Los únicos puntos en que el registro sedimentológico nos
permite un estudio
profundo y representativo de largos periodos de tiempo, se
hallan situados en las
zonas donde se produjeron obturaciones lacustres durante
los periodos blaciales, y
en los que los depósitos de origen glacial están
relacionados lateralmente con los
depósitos lacustres, a veces varvados de la obturación.
En el Pirineo estas obturaciones se encuentran
generalmente donde el glaciar
de valle obturaba valles o barrancos laterales que se
encontraban por debajo del
nivel de nieves permanentes, como en el caso más claro de
la obturación de Llestui,
en la cuenca alta de la Noguera Ribagorcana, o bien donde
confluían dos valles
con glaciares de distinta importancia y cuenca de
alimentación, en los que el
retroceso de uno de ellos, antes de que desapareciera el
otro, permitía la presencia
de una obturación lacustre, como en los casos de Boí
(Noguera Ribagorcana) o de
La Massana (Andorra).
La colmatación más o menos lenta de estas cubetas
lacustres yuxtaglaciales,
ha registrado las distintas pulsaciones de la glaciación,
y al estar relacionadas con
depósitos lacustres nos ha permitido la utilización de
técnicas que en un futuro
muy próximo nos permitirán la datación absoluta de algunas
de ellas, después de
haber permitido ya la correlación de las distintas fácies en los distintos
valles.
Se está llevando a cabo actualmente el análisis
palinológico de alguna de estas
cubetas lacustres, como es el caso de los depósitos de
Llestui a cargo de Agustí
Esteban, que permitirá dentro del marco de una estrecha
colaboración establecida
con el equipo de la Universidad de Toulouse (Jalut,
Hubshman, Herail, Mardones,
etc.) a través de una Acción Concertada entre los dos
gobiernos, al intentar
establecer correlaciones con la vertiente septentrional
pirenaica en la que se han estudiado
afloramientos y sondeos correspondientes a una misma
secuencia geomorfológica.
Al mismo tiempo se están realizando una serie de
dataciones absolutas, hasta
ahora muy limitadas por falta de muestras fiables y que
ahora continuarán limitadas
por dificultades económicas.
Los resultados obtenidos hasta el presente fueron
presentados, en el verano
de 1981, en Wyoming en una reunión de la Comisión del
INQUA antes citada,
saliendo de ello la propuesta de organización de la
próxima reunión y excursión de
campo de la Comisión en los Pirineos; propuesta que fue
corroborada en el
congreso del INQUA de Moscú (1982), y en la preparación de
dicha reunión estamos
trabajando en el presente, para poderla llevar a cabo
durante el final del verano
del 1983.
Grafico
4. CONCLUSIONES
Por todo lo apuntado anteriormente no estamos en el
momento de poder
aventurar grandes conclusiones, aunque si podemos dar un
esquema de como se
sucedieron los acontecimientos durante el último periodo
glacial en la que los glaciares
de valle ocuparon gran parte de nuestro Pirineo:
— un máximo glacial, con depósitos muy elevados sobre el
fondo del valle, y
que por otro lado podemos aventurar que fue corto;
— un pequeño retroceso de los glaciares produciéndose una
fase de estabilización
en la que se pudieron colmatar algunos lagos de
obturación;
— un retroceso total sucedido de una pequeña pulsación
glacial con glaciares
rocosos o pequeños glaciares de circo.
Al estudiar los sedimentos cuaternarios desde el punto de
vista más geológico,
nos ha permitido obtener una vía de subvención de dichos
estudios, ya que
son de enorme interés para la elaboración del mapa
geológico. El Servei Geològic
de la Generalitat así lo ha entendido y con él tenemos un convenio firmado
para darles dicha información, mejorando de esta manera los mapas
geológicos clásicos.
¡Las recientes inundaciones en el Pirineo catalán han
puesto tristemente de actualidad dicha cartografía del Cuaternario, ya que
gran parte de los efectos catastróficos derivan de la inestabilidad de
dichas formaciones cuaternarias. Es evidente que habrá que añadir un mapa
de riesgo potencial de dichas formaciones! |