Lurralde :inv. espac.

N. 5 (1982)

p. 315-341

ISSN 1697-3070

LA EDIFICACIÓN Y LOS USOS ECONÓMICOS DEL SUELO URBANO EN LA PERIFERIA OCCIDENTAL DEL GRAN BILBAO

 

Enrique CLEMENTE CUBILLAS

Departamento de Geografía Universidad de Salamanca.

Antes de entrar en materia, conviene advertir que tanto la temática del presente trabajo como la documentación estadística que se ha utilizado para elaborarlo, se refieren con exclusividad al municipio de Santurce, por considerar que dicho núcleo de población, debido, al espectacular despegue demográfico y espacial que ha registrado en los últimos veinte años, constituye un exponente modélico de los graves problemas de orden geográfico que padece, en conjunto, el urbanismo periférico de la aglomeración bilbaína.

Este planteamiento monográfico del tema se justifica, además, por el hecho de que las publicaciones geográficas más recientes han abordado ya de forma general las características del crecimiento urbano del Gran Bilbao, lo que parece indicar a una mayor concreción analítica basada en una zonificación más precisa de las áreas más conflictivas del conjunto y en una individualización metodológica de aquellos indicadores estadísticos de mayor interés espacial. De esta forma, la complementariedad de distintas aportaciones monográficas al tema puede permitir una mejor comprobación de la validez científica de los estudios generales ya realizados y puede ayudar a comprender con más detalle la complejidad urbanística de la ciudad de Bilbao y de su área inmediata de influencia. (1).

La intensa urbanización que ha experimentado Santurce, por su creciente integración física y funcional en al afea metropolitana de la capital vizcaína, ha determinado una especifica utilización del suelo en su término municipal que materializa sobre el plano la funcionalidad geográfica de este núcleo urbano al intentar responder con su crecimiento espacial, al incremento de las necesidades residenciales y productivas que genera el rápido proceso de concentración demográfica dentro de sus límites (2). Precisamente la intención de estas páginas es la de cuantificar este fenómeno y medir su distribución en el espacio como demostración de la especificidad urbana de Santurce y como procedimiento metodológico para poder juzgar científicamente el grado de racionalidad proyectado sobre la ocupación del suelo.

En función de este planteamiento, el primer apartado se ocupará de contabilizar la superficie construida en el término municipal por distritos y secciones administrativas en comparación con su propio tamaño demográfico, puesto que la relación con su superficie espacial no tendría mucho sentido dada la gran heterogeneidad de la extensión territorial y de sus formas del relieve de cara a la urbanización en las distintas demarcaciones censales. Estos datos y el cálculo del índice de edificabilidad permitirán comprobar la intensidad del desarrollo urbano del municipio y las contradicciones que presenta sobre el plano, descubriendo una de las razones de fondo de la actual conflictividad ciudadana-en la tensión entre centro y periferia, que se deriva de una estructura espacial dislocada que dificulta la integración social. La consideración, además, del volumen y del valor monetario de los solares ayudará a interpretar las actuales tendencias de la expansión urbana y a prever la evolución inmediata de la situación actual como orientación de los criterios de planificación que traten de ordenarla.

A partir de estos resultados generales, en el segundo apartado, se pretende concretar el análisis con el recuento separado y comparativo de los distintos usos no residenciales del suelo, distinguiendo en ellos los que se dedican a servicios burocráticos o actividades de gestión, a almacenamiento y abastecimiento comercial, y a producciones industriales. (3).

La cuantificación de estos tipos de usos, a través del número de locales, de sus metros cuadrados de superficie y de su valor económico en las distintas unidades administrativas del municipio, es el método más adecuado para conocer la actual capacidad de respuesta urbana de Santurce a las necesidades de la colectividad y la zonificación resultante de la localización espacial de las funciones en la estructura del plano.

La base estadística para el desarrollo de este análisis se encuentra en la detallada información que contienen los datos de la Delegación Provincial de Hacienda de Vizcaya, obtenidos con el fin de revisar y actualizar la contribución urbana del municipio santurzano en 1971. (4). Aunque esta fecha es ya un tanto lejana, no carece por ello, sin embargo de interés para nuestro propósito Se trata de una documentación puntual y muy rica en contenidos que, por su proximidad cronológica al censo de 1970, permite establecer una serie de comparaciones muy expresivas con los resultados demográficos de dicho recuento de población. Al mismo tiempo, esta fecha tiene una importancia histórica y geográfica en sí misma y en relación con el crecimiento periférico de la urbanización en el área occidental del Gran Bilbao, localizado espacialmente en Santurce; ya que sitúa el conflicto urbanístico en su momento más álgido y marca el final de un período caracterizado por una fuerte presión demográfica de origen inmigratorio y por un crecimiento urbano desbordante e incontrolado que, si bien ha permitido lucrarse con negocios especulativos de carácter inmobiliario a algunos de sus agentes, ha generado también, y sobre todo, unos elevadísimos costes sociales que todavía sigue pagando la colectividad residente y cuya liquidación progresiva va a constituir el mejor test para medir el grado de eficacia de la nueva gestión urbanística emprendida por los Ayuntamientos democráticos después del cambio político.

Por último, también hay que dejar constancia de que la finalidad que anima el presente trabajo no es sólo la de contribuir a un mejor conocimiento geográfico de los problemas urbanos del Gran Bilbao en sus zonas de expansión periférica; sino que, al mismo tiempo, se pretende testimoniar la oportunidad y la validez de esa documentación estadística de origen fiscal, ya citada, sobre los usos y valores del suelo que hasta la fecha, sigue siendo insuficientemente utilizada por los geógrafos que se dedican al estudio de las ciudades.

I. VOLUMEN Y DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA SUPERFICIE EDIFICADA (5).

El cuadro estadístico 1.1 recoge los datos de la distribución espacial de la superficie edificada en Santurce por distritos y secciones administrativas que en total, asciende a 2.240.184 m2. En esta primera aproximación numérica a la cuantificación del fenómeno se hace necesario, por otra parte, la comparación con el tamaño demográfico en 1970, de cada una de las 34 unidades censales (m2 por habitante) no sólo para buscar una mayor expresividad en las cifras, sino porque las grandes diferencias de superficie entre las secciones desfigura el valor matemático de los datos absolutos.

 

Cuadro 1.1: Superficie edificada en Santurce por distritos y secciones censales en 1971

 

Utilizando como punto de referencia general la relación media de edificación por habitantes para todo el conjunto municipal, que es de 48,04 m2, se advierte, en un primer golpe de vista, que las diferencias espaciales en el plano en cuanto a superficie construida son muy sensibles, tanto por encima como por debajo de esta cifra, en correspondencia con al carácter reciente y repentino de la urbanización, basada además, en criterios selectivos de origen socioeconómico, que marcan niveles distintos de densificación entre centro y periferia a favor también de una accidentada morfología local que complica todavía más la distribución de los edificios, condicionando la ocupación del suelo en las áreas más externas y en las alturas centrales.

Sin embargo, este primer indicador general demuestra al mismo tiempo cómo se pueden dar niveles equivalentes de urbanización, en lo que se refiere a la relación matemática entre superficie edificada y número de habitantes, en espacios de caracterización geográfica muy diferente como ocurre con los índices más bajos, inferiores a 10, que se distribuyen por secciones de distritos, y alejados entre sí en el plano municipal y que coinciden en al máximo aprovechamiento del suelo con fines exclusivamente residenciales. Estas características afectan tanto a espacios de gran centralidad en la sección 6ª del distrito 1 (calles Esteban Bilbao y Capitán Mendizábal), como al ensanche de Las Viñas de construcción muy abigarrada (sección 10ª del distrito I), a algunos grupos de viviendas protegidas en barrios periféricos (grupo José María Larrea, en la sección 4ª del distrito II y grupo Doctor Ferranz en la sección 4ª del distrito IV) y a lugares marginales como el barrio de San Juan (sección 1ª del distrito V).

El caso contrario lo representan aquellas unidades administrativas con índices superiores a 100 y que, por tanto, duplican sobradamente la media municipal y, en algunos casos, la multiplican por más de cuatro. La mayoría de estas áreas se ven afectadas por abundantes usos no residenciales del suelo en función de la atracción industrial y comercial del puerto exterior que en sus proximidades dedica amplios espacios a estas actividades. Tanto las secciones 1ª y 8ª del distrito I, como las del distrito II, se extienden por vías urbanas próximas a la costa y a los terrenos ganados artificialmente al mar desde Peñota hasta Madariaga y el Rompeolas, mientras que el carácter aparentemente excepcional de la sección 3ª del distrito IV, que es interior y en altura, puede explicarse por la ubicación en ella de algunos servicios públicos, como el campo de fútbol, las escuelas de Los Cuetos y el depósito de agua de Pajares. El resto de las áreas con índices superiores a la media de Santurce, entre 50 y 100, se localizan en zonas preferentemente residenciales donde se levantan los bloques de viviendas próximas al centro, en al ensanche de Las Viñas y en los espacios más densamente edificados de los antiguos núcleos de extrarradio como Mamariga y Cabieces, cuyo grado de ocupación del suelo indica un alto nivel de concentración urbana en relación con el conjunto municipal que dispone de muchos terrenos interiores sin posibilidades de edificación compacta.

Como complemento estadístico de esta distribución espacial de las construcciones, el cuadro 1.2 recoge datos sobre la utilización del suelo, pero ahora referidos al volumen de edificación, expresado en metros cúbicos por habitante, que confirman las mismas tendencias analizadas de una forma todavía más exagerada.

Las secciones de más volumen por habitante vuelven a coincidir con las áreas industriales que se interfieren con los edificios residenciales en las zonas más costeras del primer desarrollo longitudinal de Santurce, paralelo al relleno de las marismas y a través de la calle Capitán Mendizábal y Esteban Bilbao por la carretera del rompeolas y Ciérvana; mientras que ahora la sección 3ª del distrito IV, de situación interior sobre la vertiente meridional de Serantes, presenta un índice sensiblemente inferior a la media municipal, que es de 95,80, por el débil desarrollo vertical de las construcciones que albergan los servicios antes citados. De esta forma, solamente tres secciones que concentran espacialmente el suelo industrial que requiere el puerto exterior (1ª y 8ª sección del distrito I y 5ª del distrito II) y que además, han experimentado un fuerte desarrollo urbano, suponen un 24,86% del volumen edificado en Santurce, que asciende en total 4.467.044 m2, lo que demuestra que la industrialización que genera en el municipio el tráfico marítimo establece una zonificación del uso doméstico del suelo en el área más costera que, sin embargo no evita las interferencias con el empleo residencial y con la expansión urbana del plano.

Por otra parte, también se produce una coincidencia exacta entre las secciones censales de menor superficie y las de menor volumen edificado en las áreas de más densa ocupación habitacional, que afectan indistintamente a lugares centrales altamente congestionados cerca del parque municipal y en el viejo ensanche de Las Viñas, como a viviendas protegidas de la periferia y a la urbanización marginal de la parte más pequeña, más antigua y más baja del barrio de San Juan, puesto que el otro bloque próximo a Regales está incluido en una unidad administrativa que localiza factorías industriales, lo que disimula la escasez de su capacidad de alojamiento familiar .

 

Cuadro 1.2. Volumen de edificación en Santurce por distritos y secciones censales en 1971. (Valores absolutos en metros cúbicos y por habitante).

 

Entre estos dos extremos en cuanto al volumen de construcción y más próximos, por tanto a la media municipal, se sitúan los espacios especializados en la oferta de viviendas, muy abundantes en un núcleo exportador de empleo con una funcionalidad urbana eminentemente residencial. registrando índices más altos, en proporción, las áreas de edificación más densa en las expansiones periféricas del plano por los núcleos de extrarradio, cuya primaria y elemental infraestructura urbanística los convierte progresivamente en polos de atracción, frente a otras áreas dispersas más alejadas del centro y con inconvenientes topográficos graves que impiden la continuidad de la edificación y determinan unos niveles menos agobiantes de ocupación del suelo perdiendo en muchos casos las características típicas de la especificidad urbana.

La relación matemática entre superficies y volúmenes expresa estadísticamente la distribución en el plano de los índices de edificabilidad que establecen la proporción de m3 por m2 tal como aparece en los datos del cuadro 1.3 y que pueden servir para medir los niveles de urbanización a través del distinto grado de congestión en la implantación humana sobre el suelo disponible.

Cuadro 1.3: Índice de edificabilidad (m3/m2l en Santurce por distritos y secciones censales en 1971.

Secciones DISTRITO I DISTRITO II DISTRITO III DISTRITO IV DISTRITO V DISTRITO VI
1 2,667 1,380 1,979 2,474 2,699 2,700
2 2,085 2,286 2,641 2,235 2,699  
3 2,467 2,407 1,809 0,407    
4 2,670 2,699 1,748 2,699    
5 2,636 2,294 2,208 2,478    
6 2,699 2,699        
7 1,682 2,617        
8 2,234          
9 2,088          
10 2,639          
11 0,908          
12 2,579          
13 2,415          
14 0,941          

 

En general, el índice medio de Santurce, que supone un 1,944, indica ya la intensidad del desarrollo urbano que ha experimentado el municipio y que se traduce espacialmente en un auge creciente de las actividades constructivas ante el incremento de la demanda provocado por el acelerado crecimiento demográfico de origen migratorio; pero la proyección geográfica de este índice en el término municipal a través de sus 34 secciones censales demuestra que las diferencias de edificabilidad son muy apreciables en las distintas áreas de asentamiento urbano, como consecuencia de un crecimiento del plano repentino y desequilibrado donde las improvisaciones de urgencia han permitido un juego de intereses muy confuso en el momento de la transformación del suelo rústico en superficie edificable, que no ha sido capaz de producir una estructura armónica del medio geográfico ni evitar algunos de los más graves obstáculos físicos del relieve.

Lo primero que llama la atención en este sentido es que siete estaciones, con índices equivalentes de 2,699, suponen la mayor edificabilidad del municipio (sección 6ª del distrito I, 4ª y 6ª del II, 4ª del IV y las tres de los distritos V y VI) con un máximo aprovechamiento del suelo construido para usos habitacionales sobre una superficie muy reducida en relación con su respectivo tamaño demográfico.

Estos espacios se refieren, sin embargo, a niveles distintos de urbanización y su congestión residencial es el resultado de diferentes fases cronológicas y de diversos planteamientos urbanísticos en la configuración actual del plano. En primer lugar, algunas unidades administrativas reúnen espacios de gran centralidad y de urbanización relativamente antigua en los primeros momentos de la avalancha inmigratoria y se localiza en las proximidades del parque municipal, en la Avda. de Murrieta, en las calles abiertas en la zona de la Chicharra y en su expansión occidental por Esteban Bilbao y Capitán Mendizabal (secciones 6ª del distrito I y 6ª del II), que son un testimonio actual de la abigarrada edificación del centro tradicional en los años inmediatamente anteriores a la expansión "en mancha de aceite" por los núcleos de extrarradio y que justifican la necesidad actual de un remodelado del "casco viejo" que establezca unos niveles menos intensivos de concentración urbana.

Otras secciones (4ª del distrito II y 4ª del IV) con elevada edificabilidad, afectan sobre todo a viviendas protegidas que forman bloques compactos en áreas periféricas de Buena Vista o de Cabieces (grupos José María Larrea, Doctor Ferranz, etc.) cuya escasez de inversiones, con el fin de ofrecer alojamiento barato a los inmigrantes sin demanda solvente que se veían abocados al chabolismo, determinó una excesiva utilización del espacio disponible en cada unidad habitacional, que es característica de todas las edificaciones de este tipo por esos años en el territorio nacional y que expresan, con su reducido tamaño, el comienzo de la crisis de la familia numerosa y la introducción de los componentes malthusianos en la nueva sociedad española, cada vez más urbana a impulsos del creciente volumen demográfico de los desplazamientos del éxodo rural.

El tope de edificabilidad, en tercer lugar, también se alcanza en todos los espacios de urbanización marginal donde se acentúan los motivos expuestos para las "casas baratas" de los grupos de protección oficial y que están representados por las tres secciones de los distritos V y VI, que incluyen las áreas de mayor degradación periférica y manchas aisladas de chabolismo de localización periurbana en el "suburbio planificado" de San Juan y en los poblados de la vertiente meridional del Serantes.

Una segunda clasificación de los índices del cuadro 1.3 puede establecerse, en contraste con la anterior, a través de las áreas cuyo nivel de edificabilidad es inferior a la unidad. En esta situación se encuentran las secciones 11ª y 14ª del distrito I y la 3ª del IV , de caracterización rururbana con construcciones de escaso desarrollo vertical y amplias superficies acotadas en zonas periféricas o con accidentes morfológicos en altura que no posibilitan la ocupación del suelo con técnicas específicamente urbanas y se localizan en la prolongación occidental de Las Viñas hacia Bullón y Ovancas, donde desaparece la continuidad de la edificación del ensanche ortogonal de este barrio, o en el final de la urbanización de Mamariga, por Vallejo, Vista Alegre y Regales y en Los Cuetos donde las elevaciones y las irregularidades morfológicas de las estribaciones menores del Serantes defienden estos espacios, todavía rurales, de una colonización del terreno con las densidades de asentamiento típicas de la concentración ciudadana.

Los niveles intermedios de edificabilidad entre estas dos situaciones opuestas, que constituyen una prueba evidente de desequilibrio en el desarrollo espacial, pueden subdividirse en dos grupos de unidades según que su índice supere o no la media municipal. En el primer caso se encuentran las secciones con más de 2 m2 por m2 y sobre todo, las que superan el 2,5, sin llegar a la cota máxima de 2,699 ya analizada, que corresponden a las zonas del plano urbano de mayor centralidad funcional y residencial en la Avda. de Murrieta, en La Chicharra, en Las Viñas y en las primeras prolongaciones occidentales por Capitán Mendizabal, junto a la línea de costa, y por General Mola hacia Mamariga por el interior (secciones 1ª, 4ª, 5ª, 10ª, 12ª, del distrito I, del II, y 2ª del III). En cambio, las cifras menores a la media de 1,994, pero superiores a la unidad, se localizan en las edificaciones más recientes y de mayor calidad en la parte alta de Mamariga, en Esteban Bilbao y algunas calles de La Chicharra próximas al centro (sección 7ª del distrito I y 1ª del III), en la zona más oriental de Cabieces en contacto con el municipio vecino de Portugalete, donde una cierta planificación de la vivienda proletaria evitó en parte la tacañería general en la oferta de espacio habitacional (secciones 3ª y 4ª del distrito III), o en El Burgo, cuya provisionalidad como alojamiento prefabricado indica una relativa dispersión superficial de los barracones con implantación característica de "ciudad jardín" en pendiente, pero sin calidad urbana por su misma edificación y por la falta absoluta de equipamientos (sección 1ª del distrito II).

Cuadro 1.4: Valor económico en pesetas por metro cuadrado de edificación en los distritos y secciones censales de Santurce en 1971.

 

Secciones DISTRITO I DISTRITO II DISTRITO III DISTRITO IV DISTRITO V DISTRITO VI
1 14.434 5.037 8.805 5.601 2.830 3.066
2 5.517 7.244 7.370 5.065 5.737
3 6.041 5.160 7.167 4.561
4 6.372 5.336 4.669 4.188
5 10.404 11.894 5.097 4.576
6 7.202 7.691
7 7.031 9.707
8 7.109
9 7.043
10 5.605
11 4.840
12 5.360
13 5.222
14 4.914

En conjunto, en la distribución especial sobre el plano de las densidades de edificación se interfieren tendencias de distinto signo que son síntoma de la complejidad que se produce en los niveles de ocupación del suelo como consecuencia de un crecimiento urbano espontáneo sometido a influencias de diverso signo que, en algunos casos, se contradicen, alterando la lógica general del incontrolado proceso constructivo,

La coincidencia de los índices de edificabilidad más elevados en algunos espacios de máxima centralidad y en las áreas exteriores más marginadas que representan, a su vez, el común aprovechamiento del espacio útil en las viviendas más antiguas y deterioradas del "casco viejo", y en los "suburbios planificados" en lugares del centro, para evitar o sustituir el chabolismo con el menor gasto económico posible; se corresponde, al mismo tiempo, con una progresión espacial de las tasas, que se incrementan en dirección periférica desde las zonas más recientes o renovadas del centro hasta los núcleos de extrarradio, como consecuencia de la estructura centrífuga del crecimiento urbano que, sin embargo, presenta algunas inflexiones en su tendencia general como en el caso de la parte alta de Mamariga, en Virgen del Mar, donde la atracción de la primitiva infraestructura de la urbanización, inicialmente marginada, ha estimulado los mecanismos de especulación con su progresiva integración al centro a través de las calles de Esteban Bilbao y Capitán Mendizábal, determinando una oferta de vivienda de relativa categoría en el contexto del barrio por su generosidad de espacio útil respecto a la superficie edificada,

La contabilización de los valores actuales de la construcción confirma también, en relación con todo el análisis anterior, la diferente calidad urbana en los edificios de las distintas subunidades administrativas, demostrando la graduación material y social del crecimiento horizontal del plano en los últimos años. Los datos económicos del cuadro 1.4, señalan como áreas de principal categoría en su edificación las correspondientes a las secciones 1ª y 5ª del distrito 1 y 5ª del distrito 11, con precios del suelo por metro cuadrado construido superiores a 10.000 pesetas. La sección 1ª del distrito I representa el espacio de mayor centralidad con el máximo precio por unidad de superficie (14.434 pesetas), compuesto por las nuevas residencias más próximas al parque municipal de Santurce en los primeros números de la Avda. de Murrieta, Capitán Mendizábal, Francisco Calles y los números bajos de General Mola y Primo de Rivera; es decir, en el mismo núcleo central de la "city" sobre el emplazamiento del primitivo poblado pesquero y de los rellenos artificiales más inmediatos, cuyo caserío ha sido totalmente renovado hace muy poco tiempo con modernas torres de pisos de gran desarrollo en altura y donde habita la minoría de caracterización social más elevada y se han ubicado los servicios más cualificados de gestión y las consultas y despachos de los profesionales de la medicina o del derecho. La expansión geográfica de esta área en el término municipal se continúa con precios altos por la dirección occidental de Capitán Mendizabal y Juan XXIII (sección 5ª del distrito I); pero, sobre todo, se prolonga en sentido contrario, y en dirección a Portugalete, por la Avda. de Murrieta hacia Peñota (sección 5ª del distrito II), con precios de 11.894 pesetas, huyendo de las instalaciones portuarias a favor de los abundantes y amplios solares que proporcionan las antiguas fincas veraniegas de los años finales del siglo pasado y primeros del actual, que han esperado pacientemente el incremento de las plusvalías que determinan los procesos especulativos del suelo. En toda esta zona, y en relación con las urbanizaciones limítrofes de Portugalete, la edificación de viviendas con todo el confort material impuesto por la sociedad de consumo está actualizando su tradicional condición residencial selectiva pero con un carácter menos elitista y más permanente que en la época del turismo aristocrático del cambio de siglo, reproduciendo a pequeña escala un proceso generalizado en el municipio de Guecho, al otro lado de la ría, que está sirviendo de modelo a las intenciones de la administración local y a las pretensiones lucrativas de inmobiliarias y constructores con el fin de atraer al municipio familias de cierta solvencia económica y de cualificación social intermedia frente a la proletarización dominante.

El caso diametralmente contrario se produce precisamente en el área de localización geográfica opuesta, en la zona más occidental del plano, cerca ya de los límites con el municipio rural de Abanto y Ciérvana con los precios de 2.830 pesetas de los bloques de «casas de papel" de San Juan del Rompeolas, cuyo valor por unidad de superficie no representa más que el 19,60% del que registran los espacios renovados de mayor centralidad. La extensión espacial de estas zonas depreciadas afecta también, cada vez con menor intensidad, a todos los poblados dispersos, de aspecto suburbial, del distrito VI que se han superpuesto a los núcleos rurales residuales de Villar, Mello, Balparda, etc., o que se localizan en las alturas de Los Cuetos y Bullón y, también, a los espacios edificados en situación más periférica respecto a la centralidad interna de los antiguos extrarradios como Cabieces y Mamariga que no llegan a valer 5.000 pesetas por m2 por su misma calificación rururbana con grandes distancias al centro y sobre terrenos de morfología muy accidentada (secciones 11ª y 14ª del distrito I, 4ª del III, 3ª, 4ª y 5ª del IV). La peculiar configuración espacial de la sección 2ª del distrito V, que corresponde al bloque de viviendas protegidas y muy degradadas del barrio de San Juan, en la parte más alta de Regales, presenta un carácter excepcional, con sus precios de 5.737 pesetas, que están aumentados por el valor generado en sus proximidades por las factorías industriales, que tienden a definir en esta área una zonificación de actividades productivas en contacto con el puerto exterior, y que desfiguran, en la totalización estadística de la unidad censal, el escaso valor de los usos residenciales que son impropios de este espacio y cuyo acelerado deterioro les impide cualquier incremento económico que no venga derivado de la especulación de la miseria que se produce con el constante trasiego humano de ese nomadismo habitacional y periurbano que practican las familias del subproletario inmigrante menos integrado en la sociología de la ciudad.

Entre los valores económicos extremos que se han analizado y con límites que oscilan entre las 5.000 y 10.000 pesetas por unidad de superficie aproximadamente, los precios marcan una progresión intermedia en sentido decreciente entre el centro y la periferia y donde son menos observables las inflexiones apuntadas en la distribución espacial de la edificabilidad. Los espacios de más valor dentro de este amplio grupo corresponden a las calles mejor urbanizadas de La Chicharra (sección 7ª del distrito II y 1ª del III), en sus números más bajos y próximos al centro significado por la Avda. de Murrieta, y sus precios van descendiendo progresivamente a medida que se asciende la pendiente en dirección meridional, opuesta a la costa, por las mismas calles y sus transversales (secciones 2ª y 3ª del distrito III). En cuanto a los antiguos núcleos de extrarradio, que se sitúan también en estos niveles medios de valoración de la escala municipal, el barrio de Mamariga (secciones 7ª, 8ª y 9ª del distrito I) registra unos precios más elevados que el ensanche de Las Viñas con un gran deterioro por su antigüedad y abandono, a pesar de su localización central (secciones 10ª y 11ª del distrito IV). Las diferencias entre estos dos principales grupos de extrarradio dependen, sin duda, de las peculiaridades de su propio crecimiento y de la distinta configuración de su estructura urbana como «barrios dormitorio» puesto que la edificación de Mamariga, más reciente, se ha basado, sobre todo, en «viviendas acogidas» de mayor calidad material que, además, mejoran en los últimos años y elevan, por tanto, sus precios gracias a la integración física de este barrio en la misma expansión central del municipio a través de las construcciones de calidad del triángulo formado por las calles de Esteban Bilbao y Capitán Mendizábal (sección 6ª del distrito I). En cambio, en Cabieces, la promoción oficial y de entidades privadas con fines sociales de la vivienda, si bien ha proporcionado un mejor equipamiento urbano de la zona que palia muchos los contrastes de calidad material que son muy fuertes en Mamariga, ha determinado una proliferación de casas baratas que contribuyen, junto con las mayores distancias al centro, a una depreciación relativa de las edificaciones.

En el conjunto municipal, cuyo precios medio de la superficie edificada por m2 se establece en 6.407 pesetas, indicando su poca calidad material como «ciudad secundaria de predominio residencial para las clases proletarias, las diferencias interiores que se observan en el espacio, sin embargo, son muy marcadas, tanto por encima como por debajo de esa cifra, y señalan unos niveles de promoción urbana muy diferenciados que no facilitan la integración armónica de la colectividad en la estructura del plano ni evitan la excesiva hegemonía funcional de la centralidad a pesar del mayor peso demográfico de la periferia. La escala de valores en las áreas centrales de más reciente promoción se eleva en un 225,28% sobre la media municipal en la «city. y desciende a un 44, 17% en las «casas de papel. del barrio periférico de San Juan, demostrando que las desigualdades son amplias, pero que se acentúan, sobre todo hacia arriba, a favor de la minoría de mayor categoría social.

En cuanto a la distribución espacial en el plano de estos contrastes económicos de la superficie construida, la tradicional tensión periferia-centro se materializa especialmente en este punto en la localización opuesta de los valores más dispares en el ángulo nordeste de la zona más baja de la costa con la renovación del caserío del centro y su prolongación oriental hacia Peñota, por un lado, y en el extremo noroccidental donde se sitúa el barrio de San Juan, en posición excéntrica, por otro. Entre estos dos polos, la depreciación de las edificaciones se acentúa en dirección norte -sur y en altura desde el límite marítimo hacia el interior .

Las tendencias de evolución o de cambio a partir de esta situación estudiada pueden analizarse a través de la consideración del tamaño superficial y del valor económico de los solares vacantes, que van a protagonizar el crecimiento interior del suelo urbano dentro del municipio y cuyos datos (cuadro 1.5.) son testimonio de las expectativas que se producen en el actual proceso de edificación y que van a condicionar la futura ocupación humana de los espacios disponibles.

 

Cuadro 1.5. Número de locales, superficie en metros cuadrados y valor económico en pesetas de los solares de Santurce por distritos y secciones en 1971.

 

Quizás el dato más significativo sea la ausencia total de suelo edificable en las siete secciones que registraban un índice máximo y equivalente de edificabilidad de 2,699, como es normal, tanto para los espacios centrales más abigarrados y que están reclamando una urgente renovación que facilite su descongestión, como para los espacios marginales de carácter suburbial edificados además como islotes en zonas de calificación rústica y cuyo único futuro está en su demolición y traslado (secciones 6ª del distrito I, 4ª y 6ª del II, 4ª del  IV y las tres de los distritos V y VI).

La máxima oferta de solares, en cambio, y con un precio bajo por metro cuadrado, se localiza en la sección 3ª del distrito IV, que supone un área natural de expansión del barrio de Cabieces, continuando una dirección noroccidental desde su plaza central, sobre la pendiente de las estribaciones menores del Serantes en su lado meridional, pero donde los obstáculos topográficos suponen un freno para la progresión del plano y para el establecimiento de una red de comunicaciones y de servicios de equipamiento suficientes.

Otras ofertas de menor tamaño, aunque todavía amplias, entre 40.000 y 90.000 m2 aproximadamente, se centran en las secciones 11ª y 14ª del distrito I, que corresponden a las áreas suburbanas de la periferia más elevada del ensanche de Las Viñas hacia el oeste y del cerro de Mamariga hacia Regales y Vista Alegre, donde también la accidentalidad y las pendientes topográficas obstaculizan la edificación compacta y retraen a los constructores a pesar de la baja cotización de los terrenos. Dentro de los solares de esta extensión superficial están también las áreas de Mira-Bueno (sección 1ª del distrito !I), en el límite con Portugalete, y donde se ubica el poblado provisional de El Burgo, con precios asequibles que han atraído a las inmobiliarias y que actualmente experimentan un auge constructivo, bastante desordenado, que va a determinar el porvenir residencial de dicha urbanización de urgencia. El mismo caso de apetencia para los constructores privados se ha producido en la sección 8ª del distrito I, a pesar de que los precios del metro superan las 5.000 pesetas, que se refiere espacial mente a la parte alta de Mamariga y su prolongación occidental por la calle Esteban Bilbao, donde los factores de especulación y la penetración de la centralidad se han unido para incrementar el valor del suelo y estimular unas edificaciones de calidad.

En cuanto a los valores económicos, los precios sensiblemente más elevados se dan en los espacios de mayor centralidad de la «city» (secciones 1ª y 5ª del distrito 1), que superan las 10.000 pesetas, pero donde la cantidad de oferta es ya muy limitada, por su edificación tan compacta y continua, y el proceso constructivo sólo puede basarse en un remodelado del caserío a base de demoler las viviendas antiguas más deterioradas para levantar nuevos bloques en altura. Estos precios, que evolucionan en sentido descendente hacia los extrarradios y la periferia, se mantienen relativamente altos todavía en las secciones 5ª y 7ª del distrito II, en relación con los solares más próximos al centro de la zona de La Chicharra y del futuro ensanche residencial de calidad hacia Peñota, donde la oferta del suelo es aún abundante y su valor no es prohibitivo para los intereses de las empresas privadas.

De todas formas, salvo estas penetraciones de la edificación que siguen siendo posibles en Mamariga hacia occidente por la carretera paralela a la costa que lleva a Ciérvana (calle Esteban Bilbao) y en la zona baja del límite con Portugalete, en el este, (prolongación de la Avda. de Murrieta y calles adyacentes), el resto de la oferta de solares presenta dificultades graves, a pesar de su bajo precio, por su situación excesivamente periférica y, sobre todo, por los inconvenientes graves del relieve que reduce la superficie útil, con pendientes menores al 15% , a dimensiones no aptas para la construcción continua de suficiente tamaño.

El total del espacio vacante, subdividido en múltiples solares que seguramente indican un reparto amplio de la propiedad del suelo en espera del incremento de sus plusvalías, supone en Santurce en términos absolutos 534.098 m2 , que equivale solamente al 23,84% del total de la superficie edificada, indicando que la disponibilidad del espacio de Santurce es ya muy limitada por el proceso acelerado de urbanización anterior, que ha ocupado los espacios más adecuados físicamente y sólo deja los de situación y morfología más impropias que, además, en muchos casos, junto con el remoldeo de la estructura actual y con los pocos terrenos válidos que permanecen en reserva, tendrán que servir para liberar la congestión demográfica existente y para dar acogida residencial a los habitantes de varias subunidades urbanas, cuyo alto grado de deterioro les obligará a desaparecer en un plazo próximo si se quiere realmente mejorar las condiciones materiales de posibilidad de una integración social más armónica y una convivencia ciudadana más adecuada a las necesidades de socialización humana.

La contradicción que se manifiesta de nuevo al respecto radica en que, dentro de la poca abundancia de suelo urbanizable en la actualidad, los solares de precios bajos equivalentes o por debajo del valor medio del conjunto municipal, que es de 1870 pesetas por unidad de superficie, no reúnen condiciones materiales rentables para su edificación por la incomunicación de sus espacios y por la irregularidad topográfica en pendiente del terreno y, por otra parte, los reducidos locales de emplazamiento conveniente para su empleo urbano cuentan con unos precios que encarecen considerablemente el coste final de la vivienda para el nivel económico de la demanda solvente más común en un municipio proletario. Como consecuencia de este hecho, las nuevas edificaciones de Santurce pueden suponer una atracción residencial para una minoría de familias de clase social intermedia; pero es muy difícil que logren la reestructuración espacial que reclama la colectividad, que ha padecido hasta ahora la segregación que implican todos los procesos acelerados de crecimiento anárquico de las superficies urbanas.

2. EL EMPLEO ECONÓMICO DEL SUELO URBANO Y SU ZONIFICACIÓN.

A partir de los datos generales del apartado anterior, se puede intentar una contabilización más completa del empleo económico del suelo urbano, subdividiendo sus usos por sectores productivos y analizando su distribución espacial en el término municipal con el fin de valorar el grado de racionalidad que demuestra Santurce en el cumplimiento de sus funciones geográficas.

En base a la misma información utilizada hasta ahora, en el cuadro estadístico 2.1, se ha ensayado una clasificación de usos en la que se individual izan los correspondientes a las actividades terciarias de gestión burocrática y de servicios, al almacenamiento y comercio, y a la producción industrial, que pueden ser comparados, al mismo tiempo con los usos destinados a alojamiento y los solares vacantes.

El resumen estadístico de dicho cuadro para todo el conjunto municipal, y que puede centrar el comentario posterior, señala en porcentaje las diferencias cuantitativas de los distintos usos, empleando los tres mismos indicadores de: número de locales. superficie en metros cuadrados y valor monetario en pesetas, que utilizan los servicios de Hacienda:

Cuadro 2.1

  LOCALES % METROS % VALORES %
Servicios y oficinas 1,17 12,13 21,36
Almacenes y comercio 12,04 10,59 17,50
Industrias 0,46 2,89 3,15
Total usos no residenciales 13,68 25,61 42,01
Vivienda 82,91 49,98 50,44
Solares 3,41 24,41 7,55
TOTAL 100 100 100

En Santurce. su calificación funcional como «municipio-dormitorio» y exportador de mano de obra a todo su entorno urbano se advierte con claridad en las cifras correspondientes a los usos residenciales en comparación con el empleo productivo del espacio.

El porcentaje de locales. metros y valor referido a la vivienda es con mucha diferencia el más elevado superando. en todos los casos. al total de usos no residenciales. Esta especialización geográfica del municipio como núcleo de acogida de inmigrantes. facilitándoles alojamiento familiar. explica, al mismo tiempo, el reducido porcentaje que registran los tres sectores productivos diferenciados en el análisis, particularmente la actividad industrial, que tiene una participación minoritaria en la ocupación del espacio a pesar de la proximidad del puerto exterior que podía haber ejercido un mayor poder de atracción. lo que prueba que el proceso de exteriorización del tráfico marítimo, aunque ha estimulado la implantación de algunas factorías importantes en el término municipal durante los últimos años, no ha sido capaz de provocar un desplazamiento más general de las industrias emplazadas en el anterior puerto fluvial de la ría,

La influencia económica del puerto comercial de Bilbao se advierte mejor en los porcentajes de espacio utilizado por las oficinas y servicios, que son un buen exponente de las actividades de gestión, que generan la entrada y salida de mercancías, y también del mismo progreso en el desarrollo urbano de Santurce, que ve incrementar su equipamiento terciario a medida que evoluciona en el interior de la aglomeración desde sus características típicamente suburbanas hasta su actual consideración como «ciudad-secundaria» del Gran Bilbao, En cambio, el desarrollo comercial, si bien puede también estar potenciado por una mayor autonomía respecto a los espacios centrales de la ciudad principal, arroja todavía unas cifras muy bajas que denuncian la dependencia de Santurce en muchos aspectos de su abastecimiento interno, sobre todo, en lo referente a artículos un tanto especializados y que no son de primera necesidad,

Si se prescinde a partir de este momento de los usos residenciales y de los solares, el análisis de los empleos directamente económicos del suelo puede concretarse valorando su distribución geográfica en el término municipal en función de establecer una zonificación de las funciones urbanas, que intentan medir cómo responde la estructura espacial de la ocupación del suelo a las necesidades de una ciudad con distinto grado de exigencia en sus diferentes áreas de poblamiento,

Respecto al uso comercial del suelo, en primer lugar, el cuadro 2,2 trata de diferenciar en las distintas secciones censales de Santurce 105 niveles de equipamiento en esta actividad económica del sector terciario, relacionando de forma complementaria la superficie dedicada al comercio con la total construida y con el tamaño demográfico de cada subunidad administrativa,

 

Cuadro 2.2.: Superficie comercial por distritos y secciones de Santurce en 1971. Porcentaje (%) sobre la superficie edificada y metros cuadrados de comercio por habitante.

 

Tanto el indicador de extensión superficial como el de población señalan a la sección 8ª del distrito I como el área urbana de mejor dotación comercial, con notable diferencia sobre las demás, a pesar de no corresponder a los lugares de máxima centralidad del municipio puesto que la delimitación administrativa de dicha sección abarca el ensanche occidental del «casco-viejo. hacia Mamariga por la calle del mismo nombre, por Esteban Bilbao y Virgen del Mar y por la transversal de Julián Gayarre incluyendo, además, algunas viviendas muy deterioradas, de protección oficial y de construcción antigua (1951), del «grupo de pescadores.. Sin embargo, esta zona, en su estricta consideración censal, resulta ser la de menos agobio residencial con 194,91 m2 por habitante (ver cuadro 1.1), lo que demuestra un tipo de edificación más desahogado que en el mismo centro, donde todavía no se ha producido una suficiente renovación del caserío que facilite la descongestión, y también que en los núcleos de extrarradio, donde la presión demográfica y la improvisación urbanística han elevado excesivamente las densidades de ocupación. Naturalmente, esta mayor disponibilidad del espacio, unida a su proximidad al centro y a su reciente edificación, es la que proporciona a esta zona una situación relativa de privilegio en el conjunto municipal.

Un segundo grupo estaría formado estadísticamente por aquellas secciones que superan el 15% de superficie destinada a comercio, en las que se incluyen todas las áreas próximas al parque central y a las primeras expansiones longitudinales por la Avda. de Murrieta, o radiales por La Chicharra y Las Viñas. Entre ellas, el equipamiento comercial es más completo en las que, además, registran una mayor cantidad de metros cuadrados ocupados para actividades de intercambio por habitante como es el caso de la sección 7ª del distrito II, y de la tercera y quinta del distrito I. Al mismo tiempo, la sección 1ª del distrito I, de máxima centralidad, aunque sólo dedica al comercio el 9, 7% de su superficie edificada, sin embargo, ocupa el segundo lugar en el municipio en la relación matemática de metros cuadrados por habitante, con un índice de 15, que es revelador de la importancia de esta función que debe compaginar con una mayor proporción de locales de gestión burocrática que reducen la densidad habitacional en relación con los «barrios. periféricos más especializados en la acogida residencial, puesto que dispone de 160,23 m2 de edificación por habitante (Ver cuadro 1.1).

El polo opuesto a estos lugares lo representan todas las secciones cuyo índice de superficie comercial no llega a 1 m2 por habitante (secciones 6ª y 10ª del distrito 1, 3ª y 4ª del IV y los distritos V y VI), que se corresponden con algunos espacios centrales de fuerte concentración demográfica y con extensión superficial muy reducida, que debilita la proporción de otros usos productivos, y con los núcleos más marginales de poblamiento periférico en la zona de San Juan o en las afueras de Cabieces, donde los niveles de equipamiento son extremadamente bajos por los pocos estímulos que crea el consumo del grupo social menos integrado en las formas de comportamiento urbano.

Las situaciones intermedias entre estas dos realidades analizadas se dan en los núcleos de extrarradio y en las vías de penetración a ellos desde el centro, donde se produce una progresiva diversificación comercial en función de su propio nivel de autonomía como subunidades urbanas con personalidad geográfica definida como núcleos residenciales con necesidades específicas de abastecimiento que tienden a hacerse cada vez más complejas. De todas las funciones que concentra el casco urbano más próximo al primitivo emplazamiento portuario, junto a la iglesia- matriz San Jorge, y que determinan su centralidad, la actividad comercial es la que está experimentando un mayor proceso de descentralización mediante la creación de pequeños núcleos comerciales de carácter más secundario en los conjuntos habitacionales externos.

Siguiendo la misma clave significativa utilizada por la Delegación de Hacienda en su revisión catastral, se pueden desglosar estadísticamente los usos del suelo, en propiedad o en arrendamiento, diferenciando los locales, las superficies y los valores referidos a almacenamiento y a comercio directo, en todas las secciones y distritos censales de Santurce, lo que supone un mayor nivel de concreción.

En Santurce, de los 1.912 locales y 231.710 m2 dedicados a comercio solamente 82 de aquellos y 67.856 de éstos corresponden a almacenes, es decir e14,29 % y el 29,28% respectivamente, lo que está indicando, en primer lugar, la menor importancia espacial de estas actividades de almacenamiento y el mayor tamaño proporcional de sus unidades como es normal en un núcleo portuario con necesidad de amplias instalaciones en función del tráfico de mercancías. Efectivamente, la distribución geográfica en el plano municipal de los almacenes demuestra cómo éstos, en su gran mayoría, están relacionados con los tinglados de los muelles del puerto exterior al servicio del transporte marítimo, puesto que su ubicación se concentra en el distrito I y particularmente en la sección 8ª que abarca todos los muelles del área de servicio del puerto sobre los terrenos ganados artificialmente al mar con ocasión de la construcción del rompeolas y los posteriores rellenos de las marismas a comienzos de siglo, de tal manera que, en el citado distrito I, se localizan un 79,26% de los locales y un 97,73% de la superficie de almacenamiento de todo el conjunto municipal.

En contraste con esta concentración de los almacenes, que establece una zonificación impuesta por las mismas necesidades de la carga y descarga de mercancías en los muelles de atraque, el comercio de Santurce manifiesta una gran dispersión espacial en pequeños locales y a que esta actividad económica tiene una fundamental proyección hacia el abastecimiento interno de las subunidades urbanas del municipio, con unas características de consumo típicamente suburbanas en la periferia. Los 1830 locales comerciales, que ocupan una superficie total de 163.854 m2, tienen un tamaño medio de 89,53 m por unidad frente a los 827,51 m. de los almacenes y, sobre todo, su dispersión geográfica por el término municipal es mucho mayor para poder atender a la creciente demanda de artículos que generan los salarios de origen urbano en los distintos «barrios-dormitorio», que conforman la desordenada y dislocada estructura del plano con una serie de factores de aislamiento y de incomunicación interna que estimulan el desarrollo de una mayor autonomía en la oferta de una amplia gama de bienes de consumo. Los datos siguientes, expresados en porcentaje por distritos, son expresivos del distinto nivel de equipamiento comercial de los conjuntos habitacionales que componen el municipio con un diferente grado de promoción urbanística:

DISTRITOS LOCALES % METROS % VALORES %
I 49,94 54,62 62,65
II 19,89 21,32 19,36
III 16,34 13,25 11,47
IV 11,20 9,51 5,70
V 2,56 1,24 0,45
VI 0,05 0,05 0,01

 

Desde el distrito I hasta el VI la evolución numérica de los porcentajes es decreciente sin que se advierta ninguna inflexión, indicando cómo el nivel de consumo del municipio desciende espacialmente desde el centro a la periferia, a pesar de su dispersión por todos los núcleos más suburbanos de las áreas exteriores del plano. El distrito I, en el que los múltiples indicadores estadísticos utilizados confirman la idea de su máxima centralidad funcional y que incluye en su delimitación administrativa la «city.. sobre el espacio de emplazamiento del núcleo primitivo y los primeros ensanches más urbanizados, absorbe prácticamente la mitad de las dotaciones comerciales, con un valor superior al 60 % , que es indicativo de la presencia de los establecimientos de más categoría y de oferta más cualificada de productos. A partir de él, tanto la densidad como la superficie y los valores disminuyen, diferenciándose dos niveles progresivos representados por los distritos II, III y IV de un lado, y por el V y VI, de otro, que corresponden, respectivamente, a los antiguos núcleos de extrarradio más distantes del centro y a las áreas marginales de localización más periférica y de caracterización rururbana, cuyo equipamiento comercial es fuertemente deficitario y carece prácticamente de valor económico.

El tamaño medio de los locales por distritos confirma también esta evolución descendente de la oferta de artículos de consumo y con ella la intensificación de las condiciones suburbanas en la ocupación del suelo:

DISTRITOS

M2 POR LOCAL

I 97,92
II 95,96
III 72,60
IV 76,00
V 43,21
VI 96 (en un solo local)

 

A través de este indicador. se observa con más claridad cómo el distrito II. que representa el ensanche actual de más calidad urbana hacia Portugalete. presenta un nivel comercial más parecido al centro del municipio y notablemente superior al de los distritos III.  IV. que se refieren a los congestionados núcleos habitacionales más periféricos y de condición proletaria que. a su vez. no son comparables con el reducido tamaño de los locales del distrito V. en el barrio de San Juan. que sólo son capaces de atender al consumo más inmediato de artículos de primera necesidad. En cambio. el dato del distrito VI no tiene valor estadístico comparativo puesto que la cifra de 96 m. corresponde al único local comercial de esta zona agraria con implantaciones recientes de inmigrantes. lo que supone la existencia residual de un tipo de oferta comercial no especializada y típicamente rural.

En cuanto a la distribución de estas actividades de intercambio y de almacenamiento según formas de propiedad. la proporción de unidades en uso propio es sensiblemente superior en ambos casos a los sistemas de arrendamiento que no tienen un gran desarrollo en el municipio. presentando porcentajes muy reducidos y prácticamente nulos en lo que se refiere a los almacenes:

 

DISTRITOS.(%) de superficie comercial en arrendamiento ALMACENES COMERCIO
I 0,09 11,61
II - 13,01
III - 12,32
IV - 11,13
V - 13,73
VI - -

En conjunto, la estructura comercial de Santurce, en su proyección sobre la ocupación del suelo, es consecuencia directa de algunas características urbanas generales de las que mejor definen su geografía en el momento de la transición desde un núcleo suburbano hasta convertirse en una «ciudad -secundaria» del Gran Bilbao .

Por un lado, las repercusiones económicas de la expansión horizontal del plano señalan una sensible diferencia entre el mejor equipamiento central y las deficiencias de la periferia, que se acentúan con la mayor distancia al centro y expresan el descenso de la calidad urbana de los conjuntos residenciales externos. Pero, además, el comercio del centro es significativo también de la dependencia funcional de Santurce en este sector respecto a los grandes centros de consumo de la «city» de la ciudad principal de la aglomeración, que impiden una mayor especialización de la oferta en los espacios urbanos de más calidad en el centro del municipio. Si la primera característica supone una descentralización creciente de la actividad comercial por los barrios periféricos con un menor nivel de cualificación en función de la capacidad de demanda proletaria, el tipo de consumo que facilita el centro del municipio representa una grado intermedio entre la caracterización suburbana de los antiguos núcleos de extrarradio y la atracción que para los habitantes de Santurce suponen las nuevas formas de venta de artículos muy diversos en los «grandes almacenes» de Bilbao de influencia metropolitana y bien comunicados con todo el entorno urbano. En la actual ocupación del suelo para usos comerciales la tensión que manifiesta la estructura urbana, con sus múltiples factores de desequilibrio interno, se produce por la necesidad de defender este elemento de centralidad ante una doble competencia de distinto signo, tratando de que la creciente diversificación y cualificación de la oferta de bienes en la «city» secundaria de Santurce sea capaz de retener a los consumidores del municipio frente a la atracción de Bilbao, como compensación del irreversible proceso de descentralización de los intercambios en los barrios periféricos. De esta forma, la creciente autonomía de cada unidad urbana residencial respecto a su abastecimiento estaría acompañada por una mayor independencia del conjunto municipal en relación con otros espacios más centrales de la aglomeración, lo que significaría una prueba clara de promoción urbana al superar los niveles suburbanos de equipamiento comercial e integrarse en unos modelos de consumo típicamente ciudadanos.

La misma fuente informativa, tantas veces citada, aporta también los datos básicos para valorar los usos industriales del suelo en Santurce, cuyos porcentajes generales muy reducidos, como ya se señaló en páginas anteriores (0,46% de los locales, 2,89% de la superficie construida y 3,15 % del valor económico), son expresivos de la escasa importancia de este sector económico en la estructura espacial del municipio.

La atracción demográfica de este núcleo no se explica tanto por el proceso de industrialización generado por el puerto comercial, cuyas necesidades crecientes de espacio determinaron la exteriorización de su primitivo emplazamiento fluvial y fueron el primer motor del despegue urbano de Santurce; como por la disponibilidad de espacio edificable en el término municipal, ubicado en la «banlieue» más periférica por occidente, frente a la congestión de todo el entorno urbano próximo de la margen izquierda de la ría. Esta circunstancia, derivada de la espontánea tendencia longitudinal del crecimiento del plano de Bilbao, es precisamente la que especializa al municipio en su principal función residencial y de acogida de inmigrantes laborales, sin necesidad de concentrar factorías industriales dentro de sus límites administrativos, definiéndolo como un conjunto urbano exportador de empleo a toda la comarca circundante.

En relación con esto, la distribución geográfica interior del empleo industrial del suelo no sólo representa una ocupación poco extensa de espacio, sino que determina una zonificación concreta que, sin embargo, no es compatible con los usos residenciales por el exhaustivo aprovechamiento de los terrenos más adecuados topográficamente para la construcción de bloques compactos y continuos de viviendas y por algunos elementos de irracionalidad manifiesta que se han desarrollado por falta del mínimo criterio planificador en la transformación urbana del suelo rústico.

Resumiendo las cifras por distritos y elaborándolas en porcentajes se comprueba la Distribución espacial de los usos industriales y de sus valores:

DISTRITOS % de cada distrito sobre el total del municipio LOCALES METROS VALORES
I 44,59 22,91 22,32
II 12,16 19,23 16,80
III 6,75 5,07 2,87
IV 10,81 5,39 2,92
V 18,92 38,45 50,17
VI 6,75 8,93 4,91

El indicador estadístico de superficie ocupada señala cómo los tres distritos con fachada marítima (I, II, V) son los que concentran mayor actividad industrial sumando, en total, una proporción de 80,59% , que expresa una localización preferente de las factorías de Santurce en las proximidades del puerto exterior, que, además, totaliza el 89,28% del valor económico de todo el sector secundario del municipio. Dentro de estos tres distritos, sin embargo, se observan algunas diferencias concretas que son importantes en relación con la evolución espacial del puerto y su mayor o menor interferencia con la progresión horizontal del urbanismo predominantemente residencial. El distrito I, por ejemplo, registra un porcentaje de locales que prácticamente duplica a los de superficie y valor monetario lo que demuestra que sus usos comerciales están muy repartidos en locales de pequeño tamaño que no sólo responden a las empresas de instalación más antiguas. con menos espacios disponibles cerca del casco urbano y en la misma desembocadura del Nervión: sino también a la dispersión de muchos pequeños talleres en el interior del término municipal y en los primeros ensanches hacia Las Viñas, Mamariga y La Chicharra. En el distrito II, la relación de esas proporciones se invierte a favor de la cantidad de metros cuadrados edificados y del valor económico v, sobre todo, en el distrito V, de localización más marginal respecto al urbanismo y con más abundancia de superficie útil en la zona del rompeolas, donde se ubica la actual área de servicios del puerto exterior y donde se han instalado recientemente las factorías de más valor económico y que utilizan más espacio en grandes locales.

En comparación con el conjunto, los porcentajes del distrito VI, cuya situación es la más periférica del plano en un área en su mayor parte no urbanizada y que conserva muchos usos rurales de su suelo, son expresivos de una penetración de las industrias menos directamente relacionadas con el trasporte marítimo y que requieren amplias superficies para sus instalaciones y buscan terrenos marginales de poco interés residencial, de calificación rústica y de precio bajo. Los índices de superficie y de valor son superiores, en efecto, en este distrito a los correspondientes al lll y IV y no así el índice de locales, lo que demuestra que la inicial industrialización de la vertiente sur del Serantes en la zona meridional del término municipal se realiza a través de factorías de mayor tamaño en comparación con la dispersión de pequeños talleres en los barrios residenciales periféricos y en sus espacios más exteriores y de menos densidad demográfica.

Estas mismas tendencias de la geografía industrial de Santurce se confirman con la contabilización de los datos de cada distrito sobre el tamaño medio de cada local y sobre el valor económico por m2 de superficie edificada destinada al sector secundario .

DISTRITOS

M2 POR LOCAL

 

VALOR EN Ptas. DEL M 2
I 432,12 6519,50
II 1.351,44 5755,07
III 641,40 3730,27
IV 426,75 3560,92
V 1.737,07 8.593,85
VI 1.129,80 3.625,24

La mayor cuantía de los valores monetarios de los tres distritos marítimos (I, II y V), particularmente del V, demuestra cómo la colonización industrial del espacio municipal se desplaza hacia el oeste siguiendo la misma dirección del proceso creciente de exteriorización del puerto que ahora se intensifica con la construcción del dique de poniente del nuevo superpuerto, lo que supone una zonificación de los usos productivos del suelo, más separada de las áreas residenciales y con una localización definitiva e irreversible en función del tráfico marítimo. Al mismo tiempo, el tamaño medio de las factorías de situación portuaria crece en los distritos II y V respecto al I, a medida que aumenta la distancia al casco urbano y la densificación de otros usos es menos intensa y permite mayor capacidad de expansión superficial a las industrias de más reciente implantación.

Estas cifras también señalan cómo esa zonificación inicial y de carácter más secundario que se está iniciando en el interior meridional de Santurce (distrito VI) se estructura a base de fábricas de dimensiones intermedias entre las de gran tamaño del litoral (distrito II y V) y los pequeños talleres dispersos por el .casco viejo», por los primeros ensanches y por los barrios más periféricos (distritos I, III, VI); aunque siempre con un índice superior al conjunto municipal, que es de 854,63 m2 por local, y que indica cómo las unidades productivas del municipio se compensan respecto a su tamaño espacial, puesto que la amplitud de las más modernas instalaciones del puerto exterior se reduce estadísticamente en su expresión media por la influencia cuantitativa de los pequeños talleres, que se mezclan, en su distribución, con las viviendas, abundando, sobre todo, en las áreas exteriores de los barrios de menor densidad residencial.

Por otra parte, la elección de esta zona de emplazamiento está estimulada por la oferta de suelo rural sin muchos atractivos para su ocupación residencial, por la proximidad de la carretera de Portugalete a Nocedal, que comunica con la general de Bilbao a Santander, y por el bajo precios de los terrenos que determina un valor de espacio industrial sensiblemente inferior a la media del municipio, que es de 6.587 pesetas por metro cuadrado construido, y lo hace comparable al de los talleres repartidos por todo el plano urbano.

En cuanto a las proporciones de superficie industrial en uso propio o en arriendo, la diferencia a favor del sistema de propiedad es todavía más acusada que en el sector de comercio, ya que solamente el 9,46% de los locales, el 4,07% de los metros cuadrados edificados y el 7,29% de los valores económicos están en régimen de arrendamiento.

De forma complementaria, los datos del cuadro 2.3. miden el porcentaje de superficie industrial sobre el total de espacio construido en cada sección administrativa de Santurce, señalando en qué subunidades urbanas tienen un mayor peso relativo el sector secundario en el conjunto de la utilización humana del suelo disponible.

La primera característica que se observa, en relación con la débil industrialización del municipio y con la zonificación específica de las actividades de producción secundaria, es que un buen número de secciones, tanto del urbanismo central como de los barrios, carecen en absoluto de usos industriales y su suelo tiene un empleo exclusivamente residencial más algunos espacios dedicados al equipamiento comercial interno ya algunos servicios de gestión administrativa localizados principalmente en los lugares de mayor centralidad.

En contraste con este vacío, las unidades censales cuyo empleo industrial del suelo alcanza unas proporciones relativamente elevadas, son, únicamente, por este orden: la sección 1.a del distrito VI, la 2. a del V, la primera y tercera del II y la S. a del III. Este indicador estadístico resulta particularmente expresivo para comprender la importancia local de la penetración industrial en el distrito VI, puesto que dedica a estos usos casi la mitad de su superficie construida en una zona marginal del proceso urbano y con un espacio predominantemente rural y de hábitat disperso con pequeño tamaño demográfico que, por tanto, eleva las proporciones de la ocupación productiva del suelo.

En los lugares siguientes se sitúan las secciones más representativas de la principal área industrial de Santurce, en los terrenos litorales más próximos al puerto exterior, destacando, sobre todo, aquellas más alejadas del casco urbano y que padecen menos intensamente la Competencia de otros usos, como la sección 2.a del distrito Ven relación con la 1.a y 3.a del II y la 5ª del III, que, a través de la carretera de Santurce a Ciérvana (calle Esteban Bilbao),'se acercan al puerto más interior ya los espacios de más densa urbanización.

El resto de las secciones participan de forma muy minoritaria en la ocupación industrial del suelo y sus débiles porcentajes son testimonio de la localización dispersa en los bajos de las viviendas y en algunos locales propios de los pequeños talleres que predominan en las zonas de más caracterización rururbana.

CUADRO 2.3. Superficie dedicada a usos industriales en Santurce por Secciones censales en 1971 sobre el total construido. Datos absolutos y porcentajes.

En cualquier caso. los datos anteriores demuestran que la industria de Santurce. a pesar de su tardío y moderado desarrollo en relación con la comarca circundante del bajo valle del Nervión ya pesar también de la zonificación que establecen las factorías más importantes con su implantación en el área de servicio del puerto exterior. no logr a sin embargo. evitar las incómodas y peligrosas vecindades que suponen los centros de producción del sector secundario para los núcleos residenciales y se producen frecuentes interferencias entre usos económicos y habitacionales del espacio. que manifiestan una falta elemental de planificación urbana capaz de establecer unas separaciones físicas suficientes entre fábricas y viviendas. El caso del barrio de San Juan, materialmente pegado a la Térmica de Iberduero. S.A. y a los depósitos de combustible de Campsa y Butano S.A. del puerto, no es el único caso de irracionalidad en el uso del suelo; sino que la espontaneidad del crecimiento. que anula la posible eficacia de cualquier intento de zonificación espacial defensora de la calidad de vida es patente en otras muchas áreas. incluso próximas al centro. donde la densidad elevada de la ocupación residencial del suelo convive con usos industriales inmediatos en las proximidades de los muelles de atraque.

La tercera subdivisión de empleos no residenciales del espacio urbano hace referencia a las oficinas y servicios que incluyen el sector terciario no comercial Y. por tanto, las actividades burocráticas de gestión que cada vez son las funciones más específicas para definir la estructura económica de la ciudad y particularmente. de los lugares de mayor centralidad dentro de ellas.

El cuadro 2.4. recoge los datos que miden las diferencias de equipamiento terciario de las distintas subunidades urbanas de Santurce a través del porcentaje de superficie dedicada a oficinas y servicios sobre el total construido en cada sección y a través de la cantidad de metros cuadrados edificados para estos usos por habitante .

Este empleo económico del suelo es. sin duda el que mejor define las desigualdades espaciales en el desarrollo urbano de Santurce al marcar mucho más la centralidad funcional de ciertos lugares frente a la carencia absoluta de dotaciones terciarias en algunos núcleos periféricos con un alto grado de dependencia en ciertos servicios. que es típica de las áreas suburbanas.

Cuadro 2.4. Superficie dedicada a oficinas y servicios en Santurce por Secciones censales en 1971. Datos absolutos, porcentajes sobre el total edificado y metros cuadrados por habitante.

Los índices más elevados, tanto en el indicador de superficie como en el demográfico, afectan a los espacios de más centralidad en el municipio que, a su vez, coinciden con los de mejor dotación comercial y de viviendas de más calidad material. Entre ellos destacan las secciones 1ª y 8ª del distrito I, que corresponden a la "city"  interior de Santurce en las áreas urbanas más próximas al parque central, donde, en conjunto, casi la mitad de la superficie edificada está dedicada a servicios, concentrando la mayor parte de la infraestructura terciaria del término municipal. Junto a ellas se sitúa también la sección 4ª del distrito III, próxima al barrio de Cabieces, y de situación, por tanto, más periférica; pero en la que la especialización funcional de la calle General Sanjurjo, que es la arteria urbana que une dicho barrio con el centro, en actividades docentes determina una amplia ocupación de espacio por parte de los centros de enseñanza tradicionales, como el Patronato de Santa Eulalia, y modernos, como el Instituto Nacional de Enseñanza Media o el Colegio de San Francisco Javier .

En segundo lugar, las secciones que dedican a usos terciarios alrededor del 20% de su superficie edificada, que supone todavía una proporción alta a nivel municipal, se localizan en espacios de edificación reciente como ensanches del centro urbano donde, junto con servicios existentes desde antiguo, se ubican oficinas nuevas como en la prolongación de la Avda. de Murrieta hacia Peñota y Portugalete (distrito II, sección 5ª) y en áreas industriales y portuarias que requieren un suficiente equipamiento administrativo (distrito V, sección 2ª).

El resto de las subunidades censales, en contraste con las anteriores, registran índices muy bajos de dotación terciaria, que, incluso en algunos núcleos residenciales más marginados, es absolutamente inexistente. En los barrios periféricos, salvo en sus propios espacios más centrales donde algunos bajos están ocupados por sucursales bancarias o donde se sitúan la parroquia y las escuelas, el resto de su extensión superficial está absolutamente dedicada a alojamientos familiares que aprovechan al máximo el suelo disponible con una mínima superficie destinada al abastecimiento comercial más inmediato de la población. Esta ausencia de otros servicios más diversificados es precisamente la que proporciona a estos lugares, junto con el bajo nivel de urbanización general que salta a la vista en la impresión más externa del paisaje, su aspecto suburbano en comparación con los espacios de mayor centralidad funcional que, por su misma complejidad de usos del suelo, representan un mayor grado de promoción típicamente ciudadana, Esto demuestra que el proceso de descentralización, que se observaba en la distribución en el plano del comercio municipal, no se produce en las actividades de gestión y en el resto de los servicios, salvo en la localización reciente de algunos centros de enseñanza en la periferia, manteniéndose el nivel de dependencia de las áreas más exteriores del urbanismo de Santurce respecto al centro tradicional a pesar de su creciente peso demográfico y de su evidente protagonismo en el crecimiento espacial del municipio.

El detalle de la clave catastral de Hacienda permite también conocer la especificación de los principales usos terciarios no comerciales y su distribución espacial.

El resumen en porcentajes de la distribución de estos usos en los seis distritos censales de Santurce en lo que se refiere a los locales, a su superficie y a su valor económico, es muy expresivo de los fuertes contrastes existentes en las distintas subunidades urbanas y demuestra claramente cómo el conjunto municipal no se autoabastece de servicios urbanos más que a un nivel muy elemental, que le caracteriza geográficamente como «ciudad-secundaria» con importantes lazos de dependencia respecto a Bilbao, que es la cabeza de la aglomeración con una influencia terciaria que se extiende directamente a toda su área metropolitana :

PORCENTAJES DE USOS TERCIARIOS NO COMERCIALES DE CADA DISTRITO SOBRE EL TOTAL DEL MUNICIPIO.

DISTRITOS LOCALES % METROS % VALORES %
I 44,07 70,98 76,24
II 11,30 6,70 10,11
III 22,60 15,90 9,13
IV 9,04 0,73 0,63
V 12,99 5,67 3,87
VI - - -

La progresión descendente que se observaba en el equipamiento comercial desde los distritos primeros de más centralidad hasta los últimos de situación periférica, no es tan regular en este sector económico puesto que se observan algunas inflexiones en la serie estadística que indican una mayor complejidad en el reparto espacial de estos usos del suelo. En primer lugar, la mayor proporción de locales y de superficie construida en el distrito III respecto al II, a pesar de su menor centralidad, está en relación con una característica, ya apuntada con anterioridad, sobre la concentración de centros de enseñanza en la zona de acceso a Cabieces desde el centro, a la izquierda de la calle General Sanjurjo; en cambio, la mayor centralidad del distrito II en relación con el III determina que su proporción de valor económico sea mayor en una superficie edificada de mayor tamaño, lo que indica un nivel más alto de calidad en la oferta de servicios. En segundo lugar, el distrito V, de localización urbana muy marginal en un área de zonificación industrial junto al puerto exterior, registra unos porcentajes sensiblemente más elevados que los del distrito IV, en el núcleo habitacional de Cabieces, por las mismas necesidades de servicios de gestión que reclama el tráfico marítimo y las factorías que eligen su emplazamiento junto al puerto para evitar los gastos de transporte en su abastecimiento o en la salida de su producción.

Aparte de estas excepciones espaciales que tienen su explicación en la geografía local de Santurce, el resto de los datos demuestra que en el urbanismo del municipio la tensión periferia- centro se manifiesta con mucha claridad en lo que se refiere a la dotación de servicios. El distrito I, que abarca la «city» interior, concentra una elevadísima proporción de los usos terciarios del suelo en grandes locales destinados a actividades burocráticas puesto que su porcentaje de superficie edificada y de valor económico es sensiblemente superior al de las unidades materiales en que se ubican, señalando, al mismo tiempo, que esta especialización funcional del «casco urbano» reúne los servicios más cualificados. En efecto, utilizando el indicador de superficie ocupada se comprueba que, a diferencia de lo que ocurre en otros conjuntos administrativos más periféricos, el porcentaje de enseñanza no es mayoritario pues sólo representa e18,64 % del total de estos usos mientras que los servicios públicos ocupan el 74,52% , repartiéndose el empleo restante del espacio terciario en actividades muy diversas que son inexistentes prácticamente en los «barrios. de caracterización suburbana; pero en proporciones muy reducidas que son indicativas de la dependencia funcional de Bilbao en la oferta de servicios más especializados. Un ejemplo sintomático en este sentido, es el que se refiere a la infraestructura hotelera en Santurce que no ha alcanzado más que un desarrollo muy modesto, a pesar de su situación portuaria, por la competencia que establecen las buenas comunicaciones con la «ciudad principal. de la aglomeración que centraliza este tipo de servicios. Las superficies que ocupan los hoteles en el conjunto de usos terciarios del suelo sólo supone el 0,23% y, de ellos, el 84,6% se concentran en los espacios centrales del distrito I.

En el resto de las secciones, las únicas representaciones espaciales de la economía de servicios se refieren a la localización de los centros de enseñanza, única actividad terciaria que ha experimentado en los últimos años un cierto proceso de descentralización en función de la fuerte carga infantil de los núcleos residenciales periféricos de población inmigrante, a la localización también de los locales de culto religioso ya la presencia de algunas oficinas, pero en proporción no comparable con el centro ni con las áreas industriales del puerto. La función docente representa, por ejemplo, en el distrito III el 44,77% de la superficie de servicios determinando una especialización funcional de este espacio, mientras que en el resto de los núcleos, con una ocupación del suelo preferentemente habitacional por la caracterización general de todo el municipio, las dotaciones terciarias son muy elementales y no permiten ninguna individualización de usos siendo, en algún caso, absolutamente inexistentes como en el distrito VI donde el débil poblamiento más marginal del municipio, en un espacio de características rurales, no ha sido capaz de implantar ningún servicio típicamente urbano.

La proyección espacial del sector terciario no comercial en el plano de Santurce testimonia, por tanto, la importancia de dos características esenciales de su geografía urbana, al señalar la fuerte dependencia de los núcleos periféricos respecto a los espacios centrales en cuanto a la utilización de los servicios de necesidad no continua, que justifica su consideración suburbana, y al demostrar la elementalidad de las dotaciones terciarias de todo el conjunto municipal, que lo definen como una ciudad-secundaria dentro de la aglomeración en la que se integra y con un grado de autonomía muy limitado respecto a la influencia metropolitana de la «ciudad-central.;

Las desigualdades evidentes que se observan entre las distintas subunidades urbanas, en lo que se refiere a la utilización económica del espacio, demuestran una fuerte desproporción en los equipamientos de los núcleos residenciales del término municipal respecto al centro, con lo que la estructura espacial de Santurce se muestra incapaz de responder de forma suficiente y equilibrada al cúmulo de necesidades de la colectividad. El nivel de desarrollo suburbano no está todavía superado en los espacios periféricos por la carencia de muchas dotaciones elementales, que deben acompañar a la promoción de alojamientos en los «barrios-dormitorios., para proporcionarles una mínima infraestructura de servicios que les posibilite su desarrollo interno con un cierto grado de autonomía, que es característico del hábitat específicamente urbano.

Por otra parte, el desorden en la distribución de usos económicos sobre el plano determina la convivencia de actividades que son incompatibles en un mismo espacio porque deterioran la calidad de vida. La espontaneidad del crecimiento urbano y la falta de zonificación racional del empleo productivo y residencial del suelo son la causa principal de las incómodas y peligrosas vecindades industriales del municipio cuya población, que se ve perjudicada, reclama, con justicia, una mayor participación en las decisiones de la gestión urbanística que evite las arbitrariedades interesadas mediante una fiscalización democrática de la administración local.

Plano general de Santurce antiguo

NOTAS

(1) Para enmarcar este trabajo en su verdadero contexto temático y analítico pueden consultarse los siguientes estudios

PRECEDO A "Bilbao y el Nervión, un espacio metropolitano", Publicaciones de la Junta de Cultura de Vizcaya Bilbao, 1977

FERRER M, PRECEDO  "Las ciudades, de Guipúzcoa y Vizcaya" Ed Leopoldo Zugaza Durango (Vizcaya), 1977 (pp 40, 56, 73, 92, 108, 115 y 176-181)

GARCÍA  MERINO V "Aproximación al estudio de Gran Bilbao", Asociación Católica de Maestros de Vizcaya Bilbao 1976 "los problemas de un espacio industrial saturado, El caso de la ría de Bilbao" en Ciudad e Industria" IV Coloquio sobre Geografía Oviedo 1977 (pp 378-396) "Ría, puerto exterior, superpuerto, Tres etapas en la proyección de Bilbao hacia el mar" en LURRALDE nº 4 San Sebastián 1981 (pp 129-165)

CLEMENTE CUBILLAS, E "El crecimiento urbano de la margen izquierda del bajo Nervión", en LURRALDE nº 4 San Sebastián 1l981 (pp 167-196)

(2) El rápido cambio geográfico que ha protagonizado Santurce, durante los últimos años, hasta convertirse en una abigarrada "ciudad secundaria" de la aglomeración de Bilbao, con un censo que supera con creces los 50.000 habitantes, ha sido estudiado con detenimiento por el autor en su tesis doctoral realizada en el Departamento de Geografía de la Universidad de Salamanca y defendida públicamente en octubre de 1976, Un resumen muy breve de dicha tesis fue publicado por esta Universidad bajo el título de "La gran expansión occidental de la aglomeración urbana del Gran Bilbao. estudio geográfico del municipio de Santurce- Antiguo".

(3) El estudio de los usos residenciales del suelo y el problema de la vivienda son dos temas que sólo se tocarán tangencialmente y que, en realidad, superan las pretensiones de este artículo, debido a la complejidad que presentan en un "municipio-dormitorio" de sociología mayoritariamente proletaria como es Santurce,

(4) El acceso personal y directo a dicha documentación numérica que constituye el apoyo estadístico fundamental de este artículo, ha sido posible gracias a la colaboración del autor en la redacción del informe urbanístico para el Plan Parcial "Santurce Dos". Un amplio resumen del contenido de dicho Plan fue publicado en su día por MARTÍN MATEO, R. y Colaboradores. "Urbanismo interdisciplinar, Santurce-Dos". Instituto de Estudios de Administración Local. Madrid, 1977.

(5) El plano del municipio que se incluye como apéndice gráfico puede servir para localizar en el espacio de Santurce las posiciones que ocupan, en el conjunto de la estructura urbana, los distintos distritos administrativos que se citan en los cuadros estadísticos y cuyas características geográficas se comentan en el texto,

(6) La información primaria del presente cuadro y de todos los restantes procede de la revisión de la contribución urbana hecha por la Delegación de Hacienda de Vizcaya para Santurce en 1971.