Lurralde :inv. espac. N. 17 (1994) p. 153-191 ISSN 1697-3070

LA NUPCIALIDAD DEL PAís VASCO EN LOS AÑOS OCHENTA

Recibido: 1994-03-05

 

Rosario GALDOS URRUTIA

Departamento de Geografía

Facultad de Filología, Geografía e Historia

Universidad del País Vasco

 

LABURPENA: Euskal Herriko ezkontze tasa larogeiko hamarkadan

Mende honetako hirurogeita hamarreko hamarkadaz geroztik, Euskal Herriko ezkontze tasak, jaiotzekoak bezelaxe, oso beherakada nabaria jasan du. Gainera, ezkontze tasa honen gainberarekin batera, bataz besteko ezkontza-adinaren atzerapena eman da. Intentsitate beheraldia eta ezkontze berantkorrak, bata zein bestea da larogeiko hamarkadaren Euskal Herriko ezkontze eredu berria osatzen duten oinarrizko ezaugarriak.

Gako hitzak: eskontze tasa, bataz besteko ezkonte-adina, ezkongetasuna, Euskal Herria.

 

RESUMEN: La nupcialidad del País Vasco en los años ochenta

La nupcialidad del País Vasco, al igual que la natalidad, ha experimentado una fuerte disminución a partir de mediados de los años setenta. El descenso de la nupcialidad se ha visto acompañado además por un retraso en la edad media de contraer matrimonio. Ambos hechos, pérdida de intensidad y matrimonios tardíos, son las características esenciales que definen el nuevo modelo de nupcialidad del País Vasco en la década de los ochenta.

Palabras Clave: nupcialidad, edad media de contraer matrimonio, celibato, País Vasco.

 

ABSTRACT. Marriage Rate In The Basque Country In The 80'5

The marriage rate in !he Basque Country has sulfered a remarkable decrease since !he second half of the 70's, as i! has happened with !he birth rate tOO. What is more, this severe fall has been accompanied by a significan! slowness in !he age of getting married. Both these facts, !he before said decrease and !he slowness, establish !he basic and esential characteristics of !he new model of marriage in !he Basque Country in !he 80's.

Key Words. Marriage rate, age average of marriages, celibacy, Basque Country.

Con ocasión del Seminario sobre Demografía y Políticas Públicas organizado en otoño de 1992 por el Instituto Vasco de la Mujer-EMAKUNDE, el demógrafo flamenco Ron Lesthaeghe, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, desarrolló el concepto por él acuñado de segunda transición demográfica, término en el que se engloban los cambios demográficos habidos en las sociedades occidentales en la segunda mitad del presente siglo. Esta segunda transición demográfica, en la que la mujer ha tenido un papel protagonista, viene definida por una serie de características entre las que destacamos la caída de la natalidad y el aumento en la edad de contraer matrimonio que se producen, al menos en los países que se incorporaron antes al proceso, en los años finales de los sesenta y en los setenta. España y el País Vasco no han sido ajenos a estos cambios si bien con algunas diferencias cronológicas ya que la reducción de la natalidad, por ejemplo, tiene lugar con cierto retraso respecto a los países del norte de Europa. Sin embargo, dada la rapidez con que se están produciendo los cambios demográficos, las tasas actuales de natalidad de España y especialmente del País Vasco se sitúan a niveles muy bajos -en el caso de la población vasca, la de 1991 era del 7, 71 por mil, por lo que no es de extrañar que se diga que esta comunidad posee una de las tasas de natalidad más bajas de Europa-.

No entra dentro de los objetivos de este artículo el analizar en su totalidad los cambios demográficos que han tenido lugar en los últimos años en el País Vasco, algunos de los cuales, por otra parte, han sido repetidamente puestos en evidencia1. Nuestro interés se centra en los comportamientos nupciales de la población vasca en los años ochenta, ya que de ellos depende de forma directa la fecundidad. Sin embargo, ya pesar de la relación compleja pero evidente que existe entre fecundidad y nupcialidad, de las frecuentes similitudes en la evolución de ambos fenómenos, los trabajos dedicados de forma exclusiva o preferente al estudio de la nupcialidad y de su influencia en la natalidad son bastante escasos, al menos por parte de geodemógrafos (2).

Pero conviene insistir en la relación que se establece entre ambos fenómenos máxime cuando la mayor parte de los nacimientos tiene lugar dentro de los matrimonios. En efecto, aunque desde los años setenta el número de parejas cohabitantes haya aumentado, e igualmente el de nacimientos fuera del matrimonio, constituyendo una expresión más de los cambios demográficos ya mencionados, todavía en el País Vasco la proporción de las primeras, es decir de parejas cohabitantes, o uniones consensuadas según la terminología que quiera emplearse, es poco significativa. Por ejemplo, según el censo de 1991 sólo el 2,5 % de las mujeres entre 20-29 años declaraban mantener una unión estable sin estar casadas, porcentaje que descendía al 1,1% si se consideraba a toda la población femenina. En el mismo año, 1991, la proporción de los nacidos fuera del matrimonio era escasamente del 8%.

Aunque este trabajo aborda únicamente aspectos relacionados con la nupcialidad -evolución de las tasas brutas y específicas de la nupcialidad, de la edad media de contraer matrimonio y de la composición de la población según estado civil o más exactamente de la proporción de la población soltera no se debe presuponer que no se valore el papel de otros factores, la fecundidad matrimonial por ejemplo, en la caída de la natalidad.

1. EVOLUCION RECIENTE DE LA NUPCIALIDAD EN EL PAIS VASCO

La tasa de nupcialidad de la población vasca, al igual que la española, ha mostrado, salvo contadas excepciones tales como los años de la Guerra civil o los correspondientes a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, una relativa estabilidad. Sin embargo, desde mediados de la década de los setenta estamos asistiendo a un proceso de disminución de la nupcialidad generalizado a los tres territorios vascos, cuya consecuencia más significativa es la presencia en los últimos años de las tasas más bajas del siglo, una vez descontadas las correspondientes a los de la Guerra civil.

Cuadro nº1. Evolución de la tasas de nupcialidad*

 

C. A. País Vasco

Alava

Vizcaya

Gipuzkoa

 1975

 1981

 1983

 1985

 1987

 1989

 1991

8,37

5,05

4,72

4,24

4,42

4,45

4,62

8,68

6,04

5, 13

4,80

4,69

4,64

4,64

8,36

 5,35

 4,84

 4,35

 4,45

 4,41

 4,62

8,26

 4, 17

 4,37

3,83

4,26

4,44

4,62

Fuente: EUSTAT, Movimiento natural de la Población.

* Únicamente se recogen los matrimonios en los que uno cualquiera de los cónyuges residía en algún municipio vasco antes de casarse y que además fijan su residencia familiar en la Comunidad Autónoma del País vasco.

El retroceso de la nupcialidad viene igualmente confirmado por el descenso en números absolutos de los matrimonios -ver gráfico nº 1-. En efecto, a la vista de las series presentadas se puede afirmar que el País Vasco ha pasado de una coyuntura de alta nupcialidad en 1975, a otra de escasa frecuencia matrimonial que alcanza su nivel más bajo al cabo de los diez años. Aunque en años posteriores se detectan aumentos del número de matrimonios y de la tasa de nupcialidad, las subidas son todavía tan ligeras que resulta arriesgado afirmar que estemos ante un nuevo cambio de coyuntura (3). Por otra parte, la evolución de la nupcialidad es muy similar en las tres provincias vascas; además en los últimos años tienden a equipararse las tasas superándose la situación de mediados de los ochenta cuando las diferencias entre Guipúzcoa y Alava --<::on la tasa más baja y alta respectivamente eran todavía significativas.

Gráfico n. 1. Evolución de los matrimonios. 1980-1991.

La disminución de la tasa de nupcialidad ha sido, en definitiva, tan intensa que cabe preguntarse si nos encontramos ante una situación más o menos prolongada en la que por razones diversas muchas personas se han visto obligadas a diferir el matrimonio o más bien es una consecuencia de cambios radicales de la sociedad vasca ante el matrimonio que puede desembocar en un aumento de la soltería definitiva (PUJADAS y SOLSONA, 1989). Con la exclusiva utilización de datos estadísticos es difícil responder a esta cuestión, pero sí podemos, sin embargo, conocer otros aspectos relacionados con la nupcialidad. Por ejemplo, si el retraimiento nupcial es exclusivo de las edades en las que el matrimonio es más frecuente o es un fenómeno más extenso que ha afectado a todas las edades. Para ello se han calculado las tasas de nupcialidad por grupos de edades de los contrayentes en tres momentos, 1981, 1985 y 1990. Sólo se han recogido los matrimonios entre solteros, cuya proporción sobre el total de los mismos superaba ligeramente el 93% en 1991. El ligero aumento de los matrimonios en los que uno o los dos contrayentes son divorciados no ha modificado sustancia/mente el peso porcentual de las primeras nupcias.

Cuadro nº 2. Tasas de nupcialidad por grupos de edades en el País Vasco.1981 , 1985 y 1990

  1981 1985 1990
  H M H M H M
15-19 3,0 14,2 1,0 5,3 0,8 4,1
20-24 54,7 98,4 18,7 48,9 15,5 39,6
25-29 131,8 131,0 104,0 132,9 77,2 106, 1
30-34 73,4 59,0 96,6 77,7 84,5 66,8
35-39 32,1 28,1 39,7 34,6 36,6 23,6
40-44 13, 1 12,5 15,1 14,8 15,4 10,7
45-49 7,7 8,2 7,8 9,0 7.5 7,0

Fuente: EUSTAT, Movimiento natural de la Población.

En la década de los setenta y en especial en su segunda mitad se produjo un aumento de la nupcialidad entre la población joven, entre los menores de 20 años y los del grupo 20-24. Todavía en 1981 un gran número de las mujeres que contrajeron matrimonio tenían entre 20-24 años. La caída de la nupcialidad de los años ochenta ha incidido especialmente entre los jóvenes de ambos sexos y en especial en el grupo de 20-24. Fruto de esta disminución es la presencia en 1990 de una nupcialidad muy reducida entre los menores de 20 años, -de insignificante se puede calificar en el caso de la población masculina-, y escasa en el grupo siguiente, 20-24 años. Parece lógico relacionar estos cambios con la crisis económica que viene afectando a esta Comunidad y especialmente con una de sus manifestaciones más graves como es el paro. Aún cuando en los años ochenta es posible diferenciar una primera etapa que, prolongada hasta 1986, se caracterizaría por un aumento continuado de la tasa de paro, de una segunda que se extiende entre 1987-1991 durante la cual el proceso se invierte, lo cierto es que el nivel del paro se ha mantenido a lo largo de toda la década en cotas elevadas, siempre por encima del 15 por ciento según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Además el paro lo han sufrido y sufren especialmente las generaciones más jóvenes que se encuentran con graves dificultades para incorporarse a la actividad laboral y alcanzar una cierta estabilidad en la misma. Pero la crisis económica y el paro no son los únicos responsables del descenso de la nupcialidad entre los más jóvenes. Cada vez son más numerosos los jóvenes de ambos sexos que prolongan su permanencia en el sistema educativo. Según datos recogidos en anuarios estadísticos del EUSTAT, el número de alumnos del País Vasco que realizaban estudios de tercer grado, es decir en Facultades, Escuelas Técnicas Superiores y Escuelas Universitarias había pasado de 41.839 en el curso 1980-81 a los 72.518 del curso 1991-92.

Pero el descenso de la nupcialidad no es Sólo responsabilidad del Comportamiento manifestado por loS más jóvenes. También se detecta una fuerte disminución de loS matrimonios entre loS 25-29 años. El descenso de la nupcialidad en estas edades es más tardío entre las mujeres que entre loS hombres. Es también más suave ya que la máxima nupcialidad femenina se sigue alcanzado en este grupo de edad; por el contrario, el intenso retroceso de la nupcialidad masculina a lo largo de la década Conlleva a que en 1990 este grupo de edad ya no ostente la tasa más alta sino que sea el siguiente, el de loS 30-34 años, el que lo alcance.

Gráficos 2 a 5

En los grupos de edades superiores, a partir de los 30 años, se observan nuevamente trayectorias distintas en hombres y mujeres. Si comparamos los valores de las dos fechas extremas, 1981 y 1990, las tasas de nupcialidad de las mujeres se han reducido de forma moderada en todos los grupos. No sucede lo mismo con las tasas masculinas las cuales experimentan incrementos notables con la única excepción del grupo de 45-49 años.

Todos estos cambios quedan expuestos de forma sencilla en el gráfico nQ 2. Otros de igual diseño se han realizado para representar las tasas de nupcialidad de las tres provincias vascas los cuales permiten conocer la trayectoria de este fenómeno en cada territorio y, detectar, por supuesto, las diferencias en los comportamientos provinciales.

Las tres provincias repiten muchos de los hechos denunciados: descenso acusado de las tasas de nupcialidad de hombres y mujeres menores de 30 años y mantenimiento en la población femenina de la máxima nupcialidad relativa en las edades de 25-29 años mientras que en la población masculina es el siguiente grupo, el de 30-34 años, el que detenta el valor más elevado. Tanto en las provincias costeras como en la del interior se observa cómo el descenso de la nupcialidad entre los más jóvenes se compensó en un primer momento con un aumento de las tasas en las personas de más edad, entre 30-39 años; con posterioridad, entre 1985-1990, las tasas a estas edades también se reducen.

Los valores de nupcialidad más altos se registran en la provincia alavesa en el caso de edades jóvenes, menores de 30 años, y en la provincia de Vizcaya en edades superiores. Por su parte, la provincia de Guipúzcoa conserva las tasas más bajas en todos los grupos de edades y en ambos sexos.

2. LA EDAD MEDIA DE CONTRAER MATRIMONIO. EL AUMENTO DEL CELIBATO

El descenso de la tasa de nupcialidad ha venido acompañado, como se puede deducir de los datos anteriormente expuestos, de un retraso en la edad media de contraer matrimonio. Ello significa que en los años que estamos analizando, los ochenta, se quiebra la trayectoria de disminución de la edad de entrada al matrimonio que se había iniciado partir de 1960 y acelerado en los años setenta. En apenas algo más de un decenio la edad media al matrimonio ha aumentado tanto para los hombres como para las mujeres en unos tres años. Por ejemplo, en el quinquenio 1975-1979 la edad media se establecía en algo más de 26 años para los hombres (26,6 en Álava y Guipúzcoa y 26,3 en Vizcaya) y en torno a los 24 para las mujeres (23,9 en la provincia de Vizcaya, 24, 1 en la alavesa y 24,2 en la guipuzcoana). Por otro lado, y los datos más recientes que se ofrecen a continuación lo corroboran, no se atisban ningún cambio puesto que la edad media de contraer matrimonio sigue elevándose, con lo que se está asentando en el País Vasco un modelo de matrimonio tardío, además de poco intenso, al que no escapa ninguna de las provincias. Las pequeñas diferencias provinciales que todavía se detectaban mediada la década han desaparecido.

La edad al casarse, de importancia por sus consecuencias en la duración de la fecundidad matrimonial, depende de una serie de factores tales como pautas culturales, nivel de vida, coyuntura económica, posibilidades de acceso a la vivienda, etc. En los años ochenta estos factores, o al menos algunos de ellos, no han favorecido la constitución de matrimonios jóvenes. Aún reconociendo la existencia de diferencias

motivadas por variables como la profesión, en general las personas más cualificadas contraen matrimonio más tarde -así, por ejemplo, según datos del País Vasco correspondientes al año 1991, la edad media de los contrayentes solteros encuadrados en la categoría profesional de personal directivo era de 31 ,2 y 29,3 para hombres y mujeres respectivamente; estos valores se reducen a 27 ,5 y 25, 7 entre el personal de servicios-, la mayor parte de la población joven se ha encontrado y se encuentra con una serie de obstáculos que le impiden contraer matrimonio a edad más temprana o, simplemente, formar parejas sin vínculos legales. A la dificultad de acceder por primera vez a un puesto de trabajo se le añade con mucha frecuencia la precariedad del mismo, sin olvidar, por supuesto, la carestía de la vivienda.

Cuadro nº 3. Edad media de contraer matrimonio

  1986 1989 1992
P.VASCO  
-esposos 28,0 28,7 29,8
-esposas 25,3 26,2 27,3
ALAVA
-esposos 27,6 28,3 29,5
-esposas 24,7 25,7 27,1
GUIPÚZCOA
-esposos 28,2 28,9 29,9
-esposas 25,5 26,5 27,3
VIZCAYA
-esposos 28,0 28,6 29,9
-esposas 25,3 26,1 27,3

Fuente: EUSTAT, Movimiento natural de la población.

Hasta ahora se ha hecho hincapié en el papel ejercido por ciertos factores, caso de la coyuntura económica, para explicar el modelo de matrimonio que parece imponerse en el País Vasco. Ello no significa que no se tenga en cuenta otras variables como la propia composición según edad y sexo de una población que puede beneficiar o, por el contrario, perjudicar a la nupcialidad. Por ejemplo, un fuerte desequilibrio entre hombres y mujeres en edades de máxima nupcialidad, como sucedió durante la posguerra, en los años cuarenta, puede repercutir en un descenso de los matrimonios y favorecer un aumento del número de solteros definitivos. No ha sido, sin embargo, este el caso de la población vasca en los años ochenta. La estructura por sexo en las edades de máxima nupcialidad no denota ningún desequilibrio que revista importancia, al menos en las escalas utilizadas, ámbito de la Comunidad Autónoma y provincial. En cambio, el descenso de la nupcialidad y la menor precocidad de los matrimonios sí que están modificando la composición de la población según su estado civil al colaborar a un crecimiento de los solteros. Este hecho no se detecta si únicamente se analiza la proporción de los solteros en el conjunto de la población; al contrario, en los años ochenta ha disminuido tanto en números absolutos como relativos la población soltera -los porcentajes de solteros y solteras en el País Vasco que en 1981 eran del 51 ,3% y 45,5% respectivamente habían descendido al 49, 7% y 43, 1% diez años más tarde-. Esta disminución de los solteros, que también se da en cada una de las provincias y

resulta de la pérdida de peso de la población infantil provocada por la caída de la natalidad, es más bien engañosa. Calculados los porcentajes de solteras y solteros sobre el total de cada grupo de edad y sexo, tal como se ha realizado con datos censales de 1981 y 1991, se comprueba que la soltería ha aumentado, con escasas excepciones, en todas las edades.

Cuadro nº 4. Proporción de solteros por sexo y grupos de edad. País Vasco.

Grupos edad

Hombres

Mujeres

 

1981

1990

1981

1990

20-24 85,9 96,0 65,5 88.2
25-29 40,8 72,0 22,6 51.7
30-34 18,8 32.8 10,8 21.3
35-39 13.2 17.6 8.4 11,8
40-44 11.5 13.1 7.4 8,7
45-49 11.2 11,2 8,2 7.9
50-54 11,1 10,5 10,3 7.3
55-59 9,9 10.6 12.1 8,4
60-64 8.9 10.8 14.0 10,7
65ymás 9.1 9.4 16.3 14,7

Fuente: EUSTAT, Censo de población de 1981 y 1991.

En efecto, exceptuados los grupos de edad por encima de los 45 años, la soltería ha crecido en el resto de los grupos, siendo especialmente llamativo el aumento porcentual entre los 25-29 años. Nuevamente hay que manifestar la similitud de comportamientos de las tres provincias lo que no obsta para que sobresalga la población guipuzcoana por una mayor soltería.

3. CONSIDERACIONES FINALES

La nupcialidad es un fenómeno muy influido por la coyuntura económica. La celebración de matrimonios se puede adelantar o retrasar en función de la situación laboral de los contrayentes, de las posibilidades de acceder a una vivienda, etc. En el caso que nos ocupa, en el País Vasco, no cabe duda que su situación de crisis Económica ha colaborado a una menor intensidad y precocidad de los matrimonios. Ahora bien, el suponer que con una mejora de la economía vasca y especialmente de su mercado laboral, se puede volver a alcanzar los valores de nupcialidad previos a la crisis significa no tener presente toda la serie de cambios demográficos recientes que ha conocido, al igual que otras poblaciones, la sociedad vasca. Aparición de nuevas pautas de comportamiento -ligero aumento de la cohabitación, divorciabilidad y de las separaciones matrimoniales entre otras que explica, tal como se indica al principio del artículo, el desarrollo del concepto segunda transición demográfica.

Pero aunque la nupcialidad aumentase de forma notable tampoco se debe esperar un crecimiento parejo en la natalidad. Como ya se ha manifestado, creemos que existe una relación entre natalidad y nupcialidad, pero también pensamos que el

descenso de la natalidad es sobre todo fruto de la disminución de la fecundidad matrimonial. Un aumento de los matrimonios no presupone que crezca el numero de hijos por matrimonio.

BIBLIOGRAFÍA

MATIENZO, I. (1989) "Cambios demográficos recientes en el País Vasco. El descenso de la natalidad" en EKONOMIAZ, nQ 15, Departamento de Economía y Planificación, Gobierno Vasco, pp. 262-277.

OLIVERA POLL, A. (1993) "Cambios demográficos derivados de la evolución socioeconómica española" en Nuevos procesos territoriales. XIII Congreso Nacional de Geografía, Sevilla, Universidad de Sevilla, pp.423-447.

PUJADAS RUBIES, 1.; SOLSONA PAIRO, M. (1989) "Evolución reciente y modelos de nupcialidad en España (1970-1981)" en GRUPO DE POBLACIÓN DE LA A.G.E. Análisis del desarro110 de la población española en el período 1970-1986, Madrid, Síntesis, pp. 236-251.

SERRANO ABAD, S. (1993) "La crisis industrial o el debilitamiento del polo de atracción vasco" en Nuevos procesos territoriales. XIII Congreso Nacional de Geografía, Sevilla, Universidad de Sevilla, pp. 533-539.

NOTAS

1. Uno de los aspectos que más atención ha despertado en la sociedad y en particular entre los estudiosos de la población ha sido la evolución de la natalidad vasca. Puede consultarse, entre otros, el siguiente trabajo: GALDOS URRUTIA, R.; RUIZ URRESTARAZU, E. (1989) "Transformaciones en la dinámica de la población en el País Vasco (1970-86). De una alta natalidad a valores infraeuropeos", en GRUPO DE POBLACIÓN DE LA A.G.E. Análisis del desarrollo de la población española en el período 1970-1986, Madrid, Síntesis, pp. 229-235.

2. Las siguientes recopilaciones bibliográficas permiten comprobar dicha carencia: GARCIA BALLESTEROS , A. (1985) "Trabajos sobre población escritos por geógrafos o publicados en revistas geográficas hasta 31 de diciembre de 1984" en Estudios Geográficos, no178-179, pp. 251-280; GARCÍA BALLESTEROS, A. (1987) "La Geografía española y el estudio de la población" en BOSQUE MAUREL, J. (Coord.) La Geografía española y mundial en los años ochenta. Homenaje a O. Manuel de Terán, Madrid, Universidad Complutense, pp. 355-372; VIDAL BENDITO, T. (1992) "La Geografía de la población en España (entidad actual y desarrollo reciente)", en La Geografía en España (1970-1990). Aportación española al XXVII Congreso de la Unión Geográfica Internacional, Madrid, Real Sociedad Geográfica-Asociación de Geógrafos Españoles, pp. 129-138.

Para el ámbito del País Vasco contamos sin embargo con el estudio realizado por MATIENZO, I. (1989) "Cambios demográficos recientes en el País Vasco. El descenso de la natalidad" en EKONOMIAZ, no 15, Departamento de Economía y Planificación del Gobierno Vasco, pp. 262-277. En este artículo se estudian las causas más importantes, a juicio del autor, del descenso de la natalidad: la disminución de la nupcialidad y de la fecundidad matrimonial.

3. Cuando se están redactando estas líneas, el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT) ha hecho públicas las cifras del movimiento natural de la población correspondientes al año 1992. Según el EUSTAT, el aumento del número de matrimonios y de la tasa de nupcialidad detectado en este año vendría a confirmar ese cambio de tendencia observado desde finales de los ochenta y que es consecuencia de la llegada a edad adulta de las generaciones que nacieron durante la explosión demográfica de los años sesenta.