Lurralde :inv. espac. N. 18 (1995) p. 7-20 ISSN 1697-3070

Javier GOMEZ PIÑEIRO

Universidad de Deusto. Campus de San Sebastián

Camino de Mundaiz, 50

San Sebastián

INTRODUCCIÓN

La explotación incorrecta de los recursos naturales y la contaminación ambiental, por parte de una población en continuo crecimiento, con gran capacidad tecnológica, y con un fuerte desarrollo urbano, han ocasionado una serie de problemas cuya consecuencia más evidente es la alteración de los ciclos de energía y materiales con la degradación de los ecosistemas y la puesta en peligro de la existencia de especies animales y vegetales y del propio ser humano.

De la toma de conciencia de la situación anterior, surge la necesidad de considerar a los recursos naturales como aspectos cualitativos del medio ambiente y de tratar de administrar a este último de forma adecuada. Existe preocupación, al menos en la teoría, por el valor de los recursos naturales, por los cambios producidos en los ecosistemas y entornos ambientales, por los condicionantes del medio físico, por los estudios de impacto, aptitud y capacidad, por la contaminación, por las políticas ambientales, por la planificación integral y la Ordenación del Territorio, y por la educación Ambiental de la sociedad en su conjunto, en suma, por una gestión adecuala del Medio Ambiente.

LAS TRADICIONES GEOGRÁFICAS

La Geografía desde sus diferentes tradiciones: física, corológica, paisajística, espacial, ecológica y social, apor1a impor1antes reflexiones teóricas y aplicaciones prácticas, a las preocupaciones a las que nos hemos referido anteriormente y a la gestión del Medio Ambiente.

La aplicación de los principios de localización, distribución, generalización, actividad, causalidad y conexión, desde las diferentes perspectivas de las tradiciones, junto con la consideración del espacio geográfico con sus caracteres, relaciones, densidades, flujos, percepciones, formas, tipologías, organizaciones y paisajes, nos permi3 desarrollar un análisis geográfico que tiene en cuenta los lugares, paisajes, localizaciones, diferenciaciones, estructuras, escalas, temporizaciones y sistemas existentes, utilizando planteamientos diversos como el análisis ecológico, el espacial, el regional, el paisajístico y el sistémico, que se convierten en necesarios para el enfoque multidisciplinar e interdisciplinar del Medio Ambiente en todas sus diferentes áreas y problemáticas.

Recordamos brevemente que la tendencia física se aplica en el estudio de la superficie terrestre; La corológica o regional estudia las diferentes áreas en que se divide la superficie terrestre; la espacial, la localización y distribución de los fenómenos geográficos en la superficie terrestre; la paisajística, la fisonomía de la superficie terrestre con las diferentes clasificaciones de unidades; la ecológica, las relaciones de los seres humanos y el medio geográfico con las interrelaciones, interdependencias, interconexiones e interacciones; y la social considera a las sociedades humanas en su distribución espacial, como grupos espaciales con sus manifestaciones culturales en el conjunto de las relaciones de los mismos con la naturaleza.

De lo anterior deducimos la aportación geográfica a la gestión Ambiental en áreas de localización, distribución, diferenciación, estudio de relaciones de los seres humanos con el medio geográfico, así como de la organización del espacio geográfico, atados desde las diferentes perspectivas del análisis geográfico.

3. EL ANÁLISIS GEOGRÁFICO

El Análisis Espacial trata de comprender las variaciones de la localización y distribución de los fenómenos geográficos, con las diversificaciones introducidas por el análisis de Paisajes en sus aspectos físicos e implicaciones sociales.

El espacio geográfico puede ser concebido como algo abstracto; como algo concreto y real; como algo subjetivo; en su sentido global; en sí mismo con sus leyes explicativas; organizaciones, distribuciones, asociaciones, relaciones, cambios y transformaciones, etc; y como un producto social. Todos estos enfoques han sido trabajados por la geografía a lo largo del tiempo y según las corrientes epistemológicas dominantes.

Los Paisajes, porciones de la superficie terrestre, con límites, donde los componentes naturales y los humanos forman un conjunto de interrelación e interdependencia, también han dado lugar a una fecunda línea de análisis geográfico. En ella se analiza el potencial ecológico (ámbito abiótico), La actividad biológica (comunidades de seres vivos) y la utilización antrópica (actividad socioeconómica y ordenación del espacio), con sus componentes, fuerzas actuantes, materiales, agentes, escalas, cambios y transformaciones.

El Análisis Ecológico estudia las relaciones entre los grupos humanos, con sus características, y el medio geográfico, con las que le son propias. Las relaciones se interpretan desde la consideración de todas las posibles interrelaciones, interdependencias, interconexiones e interacciones resultantes y presentes en cada circunstancia.

El Análisis Regional combina las aportaciones del ecológico y del espacial, permitiendo diferenciar áreas geográficas, unidades territoriales o espaciales, aplicándose una metodología sistémica.

Esta metodología supone el reconocimiento de los flujos, redes, nudos, jerarquías, superficies y procesos de difusión espaciales que se materializan en el territorio para la configuración de un Sistema Territorial, en el que quedan incluidos el de Asentamientos (con el Sistema Urbano, el de lugares centrales o áreas funcionales diferentes de los del sistema urbano, y los pequeños núcleos rurales y unidades aisladas), el Productivo, el de Conexiones, el del Medio Físico, la Población, y el marco jurídico-político.

Se tiene en cuenta la variable temporal, los factores de la organización espacial (internos, externos, naturales, históricos, económicos, sociológicos, culturales, políticos y jurídicos), los agentes sociales que intervienen en los diferentes procesos, las estructuras espaciales que van produciéndose, para llegar a un diagnóstico territorial, en el que conoceremos los procesos y estructuras dominantes, las tendencias posibles y la problemática planteada, con la correspondiente valoración y propuestas de actuación. Como vemos se tiene en cuenta la funcionalidad, la estructura, el proceso y la forma del Sistema Territorial.

El conocimiento de las Estructuras Territoriales nos permite conocer la de asentamientos con sus interrelaciones y jerarquías, establecer potencialidades y deficiencias existentes con sus consecuencias económicas y sociales, comarcalizar y determinar posibles áreas funcionales y establecer criterios para el desarrollo y aplicación de las correspondientes políticas territoriales.

En todos estos análisis es frecuente el uso de Modelos, entre los que destacamos, por su relación con la temática de este artículo, los referentes a la estructura locacional, el desarrollo urbano y regional, el planeamiento urbano y regional, el análisis territorial, y los que se enfocan a la Ordenación del Territorio y políticas de gestión de espacios concretos.

En los modelos de la estructura locacional tenemos los dedicados al movimiento (localizaciones, densidades, desarrollo, variaciones); a los nudos (puntos de poblamiento, distribuciones, relaciones entre rango y tamaño, dispersión, concentración); a las jerarquías (tamaño y función, lugares centrales, localización de recursos, distorsiones, especializaciones, aglomeraciones); a las superficies (superficies y gradientes, modelos de movimiento, distorsiones debidos a la localización de recursos, a la concentración, a la evolución en el tiempo, y al comportamiento).

Entre los modelos de desarrollo urbano y regional, destacamos los referentes a la accesibilidad para la distribución del crecimiento, desarrollo residencial, programas de renovación, análisis de mercado, ventas al por menor, y los de transporte.

En el planeamiento urbano y regional tenemos los de población, economía urbana y regional, transporte, distribución espacial de actividades (localización, interacción espacial, utilización de los servicios), de inversiones y nuevas realizaciones, de predicciones y del uso de los llamados modelos generales o de conjunto (econométricos, de interacción espacial) que nos llevan a un planeamiento general urbano y regional.

En el análisis territorial relacionamos los modelos de usos del suelo, conversión de suelo, diferentes actividades económicas, ciudades nuevas, transporte, sistemas comarcales y funcionales, y los de planificación regional.

4. LA GESTIÓN AMBIENTAL

Se define como un conjunto de disposiciones imprescindibles para corregir un Medio ambiente en el que la calidad de vida y el patrimonio natural y cultural sean lo máximo posible teniendo en cuenta el complejo sistema de relaciones existentes en la sociedad que condicionan su consecución y mantenimiento.

La primera tarea de la gestión ambiental es la de conseguir el mejor y más completo conocimiento del Medio Ambiente para el uso de recursos disponibles y para la ejecución de determinadas producciones y actuaciones.

Hay que desarrollar una serie de actividades, medios, técnicas, etc, que permitan conservar los ecosistemas y minimizar las alteraciones provocadas por las acciones humanas.

Al objeto de conseguir la eficacia en la gestión ambiental y evitar interferencias en las áreas de otros especialistas, autores como Ramón Ortega e Ignacio Rodriguez (v. bibliografía) proponen distribuir la gestión en áreas ambientales: Política ambiental, Ordenación del Territorio, Evaluación de impacto ambiental, Contaminación, Vida silvestre, y Educación Ambiental, lo que nos parece totalmente correcto.

La Política ambiental se refiere a la dirección de las temáticas ambientales. La Ordenación del Territorio pretende, a partir del conocimiento del medio, distribuir los diferentes usos del suelo marcando prioridades, diferencias, limitaciones, etc. La evaluación del impacto ambiental nos permitirá conocer los efectos de un determinado proyecto, plan, etc, sobre el medio ambiente, indicándose las correspondientes medidas protectoras y correctoras. El estudio de las diferentes contaminaciones parece esencial para la calidad de vida, así como el de la Vida Silvestre para la conservación de los diferentes ecosistemas. Finalmente, la Educación Ambiental permitirá no sólo tener unos conocimientos ambientales, sino cambiar las actitudes de los seres humanos frente a su medio ya los otros seres vivos, inculcando la idea del desarrollo sostenible y la búsqueda de soluciones a los graves problemas que nos afectan en este fin de siglo, poniendo en peligro la supervivencia de futuras generaciones.

Desde nuestro punto de vista geográfico debemos añadir a lo expuesto la necesidad de completar estos planteamientos con los estudios del Paisaje que ya han alcanzado una importante madurez en nuestra disciplina y que aparecen de forma significativa en los trabajos sobre el medio físico, las evaluaciones de impacto ambiental, la planificación, la ordenación del territorio, la determinación de unidades espaciales, y la educación ambiental, por lo que necesariamente haremos una referencia al mismo como un apartado de nuestra reflexión sobre las diferentes cuestiones analíticas, teóricas y prácticas, que se nos plantean en este modesto trabajo que trata de conectar nuestro quehacer con la Gestión Ambiental, al menos en algunas cuestiones como las referentes al medio físico, a las estructuras territoriales ya la ordenación del territorio.

 5 EL MEDIO FISICO

Teniendo en cuenta que los efectos de las actividades humanas sobre el medio físico son cada vez más trascendentes, y que en los trabajos de planificación territorial se incide en los enfoques sistémicos de los asentamientos humanos, y considerando que las relaciones con los demás sistemas que forman, junto con ellos, el sistema territorial, se comprenderá la importancia de los estudios sobre el medio físico para todas las cuestiones que planteamos en este artículo.

El medio físico nos interesa en sí mismo, como objeto de investigación y como un recurso en las políticas de ordenación del territorio. A los recursos del medio físico pueden aplicárseles cuatro tipos de valores: valor naturalístico (grado de conservación, especificidad de sus ecosistemas, etc); valor para la localización de ciertas actividades humanas (microclima, vulnerabilidad a la contaminación, recursos acuíferos, etc); valor perceptual (cultura y paisaje); y el valor relacionado con la productividad (especialmente la agraria).

En los estudios del medio físico podemos proponernos la recuperación de los valores que tenga, o bien reducir los impactos negativos y si es posible evitarlos totalmente. Siempre es preferible atender los dos planteamientos.

La metodología de estos trabajos nos lleva al análisis de los elementos del medio físico (materiales, relieve, aguas, atmósfera, vegetación, fauna, suelos, espacios naturales), de los elementos socioeconómicos que le afectan (usos del suelo, recursos, urbanización, actividades económicas, infraestructuras, etc), así como de los diferentes impactos con sus factores y agentes, para poder emitir un primer diagnóstico.

Estos trabajos se completan con el análisis espacial, la posible sectorización del territorio, el análisis de sus elementos y los impactos, para determinar cuáles son los espacios que deben ser conservados y protegidos. Con esta fase terminada, y recogiendo el análisis del diagnóstico anterior, podemos establecer unas directrices para el uso y gestión de ese espacio al contar con un conocimiento profundo de su medio físico y de su integración en la Planificación Territorial.

En la metodología general del trabajo habrá que definir claramente los objetivos; recopilar la información existente; recoger datos; inventariar, verificar y corregir los datos; interpretar los datos y proceder a su tratamiento (gráficos, esquemas, tablas, fichas, cartografía, etc); elaborar documentos analíticos y sintéticos específicos, así como el correspondiente material gráfico y auxiliar; y proceder a la clasificación del medio físico, para redactar el correspondiente documento, en base al establecimiento de unidades homogéneas respecto a ciertos factores.

Se tendrán en cuenta los elementos del medio físico, sus características, sus cualidades, sus tipos, los procesos que les afecten, y las posibles clasificaciones que se puedan realizar. En los elementos debemos diferenciar los físicos, los biológicos, y los relacionados con el paisaje, además de las posibles influencias humanas en los mismos.

La clasificación puede ser descriptiva o predictiva. La primera refleja los rasgos físicos existentes. La segunda, permite recomendar localizaciones, usos, niveles de protección, etc. Normalmente, ambas estarán presentes en los trabajos de Planificación y Ordenación del Territorio, siendo esencial las aportaciones que nosotros podemos hacer desde el análisis geográfico.

6 IMPACTO AMBIENTAL, APTITUD, CAPACIDAD y EVALUACIONES AMBIENTALES

Se considera Impacto Ambiental a la alteración producida sobre el medio y los seres vivos para la realización de un proyecto, teniendo en cuenta las modificaciones de las características y condiciones existentes antes del proyecto, la modificación de los valores, y la repercusión sobre el bienestar humano. La alteración producida puede ser positiva o negativa.

Una vez realizada la identificación de los impactos se procede a su valoración teniendo en cuenta el carácter genérico del impacto, el tipo de acción, la sinergia del impacto, las características del impacto en el tiempo, las características espaciales del impacto, la reversibilidad, la recuperación y la probabilidad de ocurrencia.

La valoración resultante nos permite fijar una escala de impactos: Impacto compatible (no necesita medidas correctoras); Moderado (tarda un cierto tiempo en recuperarse y apenas necesita correctores); Severo (requiere un largo periodo de tiempo para la recuperación e importantes medidas correctoras); y Crítico (supera el umbral admisible y no es posible recuperar las condiciones originales).

Es conveniente la realización de las llamadas matrices de impactos, que permiten definir de modo previo los impactos, y que se realizan de forma gráfica para permitir identificar de forma rápida las diferentes alteraciones producidas por el proyecto sobre las variables analizadas y la magnitud de los impactos.

En la elaboración de los Planes Territoriales, a diferentes niveles de escala, se piden trabajos detallados del medio físico, que permiten luego elaborar los correspondientes Proyectos, sus impactos y las medidas correctoras.

En este sentido dos son los conceptos que se utilizan: la aptitud del territorio y el alcance del impacto que produce sobre el Territorio un determinado cambio. Los objetivos se concretarán en la maximización de la aptitud del territorio y la minimización de los impactos. Conociendo la aptitud y los impactos estableceremos la potencialidad del mismo para una serie de usos. Aquí podemos hablar de la capacidad de un territorio, según sus características, para determinadas actividades; de una calidad para que determinadas estructuras se conserven; y de su fragilidad para el deterioro en un proceso de tiempo determinado. De todo lo anterior dependerán los cambios en la valoración global del territorio cada vez que se desarrolle una nueva actividad.

Además de los Informes Ambientales (estudios sencillos de la incidencia de un Proyecto) contamos con las Evaluaciones de Impacto Ambiental para trabajar en toda la temática anterior. Estas tratan de identificar, interpretar, comunicar y predecir los impactos de un proyecto o actuación sobre el medio ambiente. Pueden ser preliminares, simplificadas y detalladas.

En toda Evaluación se define el medio físico y socioeconómico, se diagnostica la situación sin la presencia del proyecto o actuación, se analiza el proyecto con diferentes alternativas, se identifican los elementos y acciones capaces de producir impactos y aquellas que los reciben, se identifican y evalúan los impactos con una predicción cuantitativa de su importancia y efectos, se elabora la matriz con identificación de unidades resultantes, se recogen otras opiniones de expertos y grupos sociales, se procede a la evaluación de los impactos, y se proponen medidas de seguimiento y control. Además están los estudios de impacto ambiental, las consultas a las Instituciones, la participación pública y la Declaración de Impacto Ambiental.

Ante el confusionismo existente a la hora de manejar estos y otros conceptos, me parece operativo presentar un breve listado de los más significativos:

- Dispositivo de protección del medio ambiente: Conjunto articulado de medidas de carácter diverso dirigidas a la protección del medio ambiente.

- Medio Ambiente: Conjunto de elementos y factores naturales, sociales, econÓmicos, culturales y estéticos, que están interrelacionados e interconectados entre sí y con los seres vivos, con interdependencias e interacciones, determinando sus características y su existencia.

- Impacto Ambiental: Alteración, positiva o negativa, producida sobre el medio y los seres vivos, por una determinada situación.

- Indicador Ambiental: Elemento o factor del medio que puede ser medido y es representativo de la magnitud de un impacto ambiental.

- Evaluación de Impacto Ambiental: Conjunto de estudios y sistemas técnicos que permiten la estimación de los efectos que la ejecución de un proyecto, obra o actividad determinada causa sobre el Medio Ambiente.

- Estudio de Impacto Ambiental: En este estudio técnico se identifican y valoran los impactos.

- Valoracion de Impacto Ambiental: Va incluida en el anterior con la aportación de la sociedad, etc.

- Declaración de Impacto Ambiental: Informe que emite el organismo competente en base al Estudio de Impacto Ambiental ya las alegaciones formuladas en el proceso de participación pública, consultas institucionales y estudios propios.

- Organo Ambiental: Organismo de la Administración responsable de dictaminar sobre el impacto ambiental de un proyecto o actividad.

- SCOPING: Conjunto de actuaciones que permiten definir el contenido del estudio de impacto ambiental. Es la definición previa del contenido del estudio de impacto ambiental.

7 LAS INFRAESTRUCTURAS

En este artículo nos referimos a infraestructuras artificiales de carácter técnico que al actuar sobre el medio físico permiten la adecuación del Territorio a las necesidades sociales.

El tratamiento de las infraestructuras en las cuestiones medioambientales y de ordenación del territorio nos llevan a tener en cuenta la pervivencia en el tiempo de las mismas con sus correspondientes efectos, así como los llamados impactos marginales decrecientes, por los que a medida que vamos llenando un territorio de infraestructuras las posibilidades de actuación sobre el mismo van decreciendo, si bien no puede decirse lo mismo de los impactos ambientales, que probablemente van aumentando.

Podemos diferenciar, teniendo en cuenta la función, las infraestructuras de asentamiento, las de producción y las de conexión. Todos actúan y modifican las condiciones naturales del territorio, debiendo dar lugar a una configuración territorial que posibilite y potencie el desarrollo socioeconómico.

En los planteamientos medioambientales de las infraestructuras es muy importante el análisis de sus efectos teniendo en cuenta las cuestiones de escala (impacto a nivel estatal, comarcal y local) y la variable temporal. También se analizan los efectos directos e indirectos, los impactos sobre el sistema territorial y sobre los agentes sociales.

En los actuales planteamientos de la Ordenación del Territorio se trata de superar el efecto de la infraestructura sobre el sistema global, en función de los sistemas de objetivos y de las valoraciones explícitas de los distintos efectos esperados de la infraestructura.

8. LA ESTRUCTURA TERRITORIAL

Su estudio permite conocer la estructura espacial de asentamientos y sus interrelaciones, señalando la jerarquía y las conexiones entre los distintos elementos del sistema territorial.

Con su conocimiento estableceremos las potencialidades y deficiencias existentes, con sus repercusiones económicas, y fijaremos los elementos necesarios para definir las líneas básicas de la política territorial.

Realizado el trabajo anterior podemos definir el sistema con el que debemos contar, estudiando sus elementos, características, relaciones, estado, formas, procesos y funcionamiento, que nos permitan llegar a la planificación del sistema con los correspondientes mecanismos de seguimiento y control.

9. LA PLANIFICACION

Con ella pretendemos regular o controlar las actividades de los individuos y grupos, de modo que los efectos negativos que puedan surgir se reduzcan al mínimo con un Plan permanentemente dinámico.

En esta planificación se ha ido pasando de los enfoques sectoriales a los integrales, se ha reducido la dimensión temporal, se ha aumentado la participación y se introducen diversos criterios y enfoques sociológicos, siendo los análisis coste-beneficio y los científico-técnicos unos factores a considerar pero no los únicos.

Los fines que se establecen son: análisis del medio; formulación de objetivos: generación de alternativas; evaluación de alternativas; ejecución del Plan; seguimiento, control y posible revisión del Plan elegido.

En cada uno de estos fines habrá que ir introduciendo un acercamiento entre planteamientos económicos y ecológicos, de manera que se incorporen los costes ecológicos a los procesos económicos, se adecúen los sistemas de producción y consumo al marco del desarrollo sostenible, con su gestión integrada del desarrollo socioeconómico y del medio ambiente, que garantice un modelo de desarrollo ambiental mente sano, viable económicamente, perdurable y socialmente justo. En el punto siguiente tenemos alguna referencia complementaria.

10. ORDENACION DEL TERRITORIO y GESTION AMBIENTAL

La Ordenación del Territorio pretende el conocimiento de las características del medio físico y valorar los recursos naturales para determinar sus posibles usos, fijando prioridades, limitaciones, etc. Se trata por lo tanto de controlar la actividad económica que se produce en el territorio.

Según D. Gómez Orea, "Es la proyección en el espacio de las políticas social, cultural, ambiental y económica de una sociedad". Se trata de integrar la planificación del medio físico con la socioeconómica, tanto en los procesos como en la organización resultante.

Se busca la organización de las actividades económicas, entre sí y con el medio físico; la calidad de vida de los distintos ámbitos territoriales y su integración en un sistema jerarquizado, para evitar problemas y desequilibrios, a través de una serie de planes, de una planificación territorial, o de actuaciones sectoriales.

Aquí recordamos la importancia de nuestro análisis geográfico para el conocimiento del Sistema Territorial, formado por el del Medio Físico, el de Asentamientos, el socioeconómico, el de conexiones, el productivo, y el marco jurídico-institucional, con todos sus elementos, características y relaciones.

Dada la actual sensibilización de la sociedad en las cuestiones ambientales, el medio físico es percibido de diferente manera a otras épocas, habiendo pasado de considerarlo como algo transformado, pero en lo que primaba la Naturaleza, a algo dominado y controlado por la acción humana, a finalmente destacar su deterioro, de tal

manera que cuando hablamos de medio ambiente, generalmente, es para referirnos al deterioro del medio físico. La Ordenación del Territorio queda subordinada, al menos formalmente, a estas consideraciones ambientales, ya que se trata de que nuestras actuaciones encajen dentro de las medidas que eviten o corrijan el posible deterioro, pero no debemos olvidar que, en muchas ocasiones, la solución a un problema planteado origina otro problema que algo más tarde otra generación tendrá que resolver con sus planteamientos propios, lo mismo que nosotros hacemos con las cuestiones heredadas y aquellas que a veces nos provocamos directamente.

En los desequilibrios territoriales podemos diferenciar, según V. Bielza de Ory, las horizontales y las verticales. Los primer0s causan desigualdades en las distintas partes del territorio. Los segundos provocan desorden en la organización del espacio, en el uso del suelo y son la causa próxima de los problemas ambientales. Para corregirlos se elaboran las correspondientes estrategias, con una importante participación de análisis y enfoques geográficos.

Antes de llegar a planteamientos integrados en la Ordenación del Territorio, se han desarrollado numerosos enfoques territoriales, como son todos los Planes y figuras de la Planificación Urbanística: Plan Nacional de Ordenación; Planes Directrices Territoriales de Coordinación; Planes Generales Municipales de Ordenación (Parciales, Estudios de detalle) y Planes Especiales; Normas Subsidiarias de Planeamiento; Normas Complementarias de planeamiento; y Programas de Actuación Urbanística.

En todos ellos pueden incorporarse las cuestiones medioambientales, si bien la prioridad de estas figuras, dentro de la ordenación del territorio, se centraba en resolver problemas de localización urbana e industrial desde el punto de vista socioeconómico, siendo muy importantes los estudios del medio físico en el suelo no urbanizable.

Si queremos conseguir una gestión ambiental correcta del territorio, tendremos que tener en cuenta las siguientes temáticas: impactos ambientales de las diferentes actividades; las condicionantes del medio físico con una capacidad para determinados usos; considerar los espacios naturales como recursos y gestión de los diferentes paisajes; y el establecimiento de una zonificación adecuada para cada actividad o uso.

Los planes de ordenación del Territorio, imponen un avance para superar el plano sectorial y lograr una planificación integrada que tenga en cuenta las cuestiones anteriormente planteadas.

Esta Planificación, a la que debe responder la Ordenación del Territorio, tiene las siguientes características: Se estudia el territorio afectado como un sistema dinámico; Planificación y gestión se alternan en un proceso continuo con objetivos a largo plazo; Estudios interdisciplinarios; el ser humano es un elemento del sistema que se relaciona con los demás elementos del mismo; Contempla un uso múltiple del Territorio; y establece la información pública en todo el proceso.

Toda Ordenación del Territorio se apoya en la consideración de la capacidad del territorio y los impactos de los diferentes usos o actividades, tratando de maximizar la capacidad o aptitud y de minimizar los impactos.

Se suele trabajar con tres grupos de Modelos: los basados en unidades ambientales homogéneas (Hills; Gonzalez Bernaldez; GEM); los basados en la determinación de áreas según usos potenciales (Lewis; Mc Harg; Johns; Steinitz; de capacidad a partir del concepto de impacto o de aptitud o considerando los dos conceptos; de usos del suelo en áreas rurales); y los Mixtos.

Los primeros establecen una serie de unidades ambientales definidos por una serie de características que garantizan una cierta homogeneidad al sistema existente. Los segundos consideran la respuesta a las actividades previstas de cada uno de los elementos significativos del medio. Los mixtos tienen en cuenta los dos enfoques anteriores. Siempre deberán sentar presentes los trabajos de inventario, correlación de datos, e identificación de la problemática planteada con la correspondiente valoración y generación de alternativas, con su evaluación, y dedicando una atención especial a las áreas de problemática específica.

11. EL PAISAJE

Los estudios referentes a esta temática siempre han estado presentes en una ciencia que cuenta con la tradición paisajística y que ha sido definida como ciencia del paisaje, como estudio de la fisonomía de la superficie terrestre, como estudio de los paisajes como complejos naturales, y como estudio de los paisajes culturales y humanos.

Es muy importante la aplicación de estos trabajos en la Gestión Ambiental, la protección de Espacios Naturales, la Planificación y gestión de espacios rurales y urbanos, la Ordenación del Territorio, la Educación Ambiental, y su integración en las políticas de gestión de recursos culturales.

El Paisaje es la parte visible del espacio geográfico, está formado por elementos abióticos, bióticos y antrópicos que lo estructuran y están interrelacionados ajustándose, como dicen los expertos, al modelo de geosistemas, que es el nivel más alto de organización de la epigeosfera, y que se transforma y evoluciona con el paso del tiempo, respondiendo a los cambios en materia y energía.

Al Paisaje podemos estudiarlo desde un punto de vista puramente estético, haciendo alusión a las formas y colores, en cuanto a su armonía y combinaciones. Podemos estudiar los sistemas naturales que lo forman, y también lo podemos considerar como un estado cultural resultado de la acción de los seres humanos.

El profesor González Bernaldez, trató de conjuntar estos tres planteamientos indicando que los paisajes estaban constituidos por unos sistemas perceptibles que formaban el fenosistema, y por otros de difícil observación que formaban el criptosistema.

Los elementos básicos de la percepción del paisaje son: la composición de formas naturales y antrópicas, la visibilidad (zona de visión física entre el observador y el paisaje), el observador y su entorno inmediato que le permite visual izar el mismo paisaje desde diferentes perspectivas, y la interpretación del contenido y significado del paisaje.

Además de estos elementos de la percepción sensible, hay que tener en cuenta la imagen, ya que es ésta, y no el medio, la que influye directamente sobre el comportamiento humano. Así podemos diferenciar el medio geográfico, real y objetivo, del medio operacional, en el que se realizan las acciones humanas, del medio perceptivo, parte del anterior de la que los seres humanos somos conscientes, y el medio del comportamiento, que es la parte del anterior que motiva la acción humana. La imagen del medio dependerá de la edad, la clase social, la formación, la actividad, etc, de cada persona. La realidad es una, pero habrá tantos paisajes como imágenes tengamos y percepciones se produzcan, tanto a nivel individual como colectivo.

También es importante destacar el cambio que se ha producido en la concepción social del paisaje, al dejar de ser éste considerado como un mero escenario para las actividades humanas, y pasar a ser contemplado como recurso y patrimonio cultural' formando parte de los valores ambientales que demanda la sociedad.

Los paisajes pueden clasificarse por sus características en relación con el espacio, en relación con el tiempo, por su funcionalidad y por su estado. En unos destacará el predominio de los elementos abióticos, en otros de los bióticos y en un tercer grupo será significativa la presencia humana.

En el análisis de los elementos naturales, tendremos en cuenta la situación, el sustrato litológico, el relieve, el clima, las aguas, el suelo, la vegetación y la fauna. En los elementos antrópicos consideraremos los usos del suelo, las infraestructuras, la explotación de recursos, la población, el poblamiento, la actividad socioeconómica y diversos datos culturales. .

Como elementos visuales tenemos sus cualidades estéticas {Unidad, Fuerza o Intensidad y Variedad); Las Formas; Las Líneas; Los Colores; La Textura {agregación de formas que se perciben como variaciones o irregularidades en su superficie) que se caracteriza por su Grano {tamaño relativo de las variaciones), por su Densidad, por su Regularidad y por su contraste interno {diversidad de colorido y luminosidad de la superficie); la Escala {relación existente entre el tamaño de un objeto y el entorno donde se sitúa); el Espacio {Panorámicos, Cerrados, Focalizados, o dominado por la presencia de un componente singular). Habrá que tener en cuenta la distancia para identificar los sucesivos planos del análisis, la posición del observador, las condiciones atmosféricas, la iluminación, el movimiento del observador a través del paisaje, y el tiempo que dure la observación.

La calidad visual del paisaje tiene gran importancia a la hora de adoptar alternativas de uso en un territorio en el que estemos desarrollando una planificación integral. Es importante delimitar la cuenca visual, es decir la zona visible desde un punto de observación.

En la calidad visual de un paisaje, se considera la calidad visual intrínseca (Geomorfología, Vegetación, Agua), la del entorno {vegetación, rocas, aguas) y la del fondo escénico o fondo visual de cada punto del territorio (intervisibilidad o existencia de panorámicas amplias en el horizonte visual de cada punto del territorio, altitud del horizonte, vegetación, agua, afloramientos rocosos).

Otro aspecto importante es el de la fragilidad visual, es decir la susceptibilidad de un paisaje al cambio cuando se desarrolla un determinado uso. La vulnerabilidad visual, es un término similar que indica el potencial de un paisaje para ser visualmente perturbado o alterado por las acciones humanas. La capacidad de observación visual es la aptitud de un paisaje para absorber visual mente alteraciones sin detrimento de una calidad visual.

En los estudios de la fragilidad se tienen en cuenta factores biofísicos, de visualización y los histórico-culturales.

En los biofísicos destacamos el suelo y la vegetación, la pendiente y la orientación. En los de visualización tenemos el tamaño de cuenca visual, la capacidad de la cuenca, la forma de la cuenca visual y la altura relativa del punto que estamos considerando respecto a su cuenca visual. En los histórico-culturales tendremos en cuenta la existencia de puntos y áreas singulares con monumentos, paisajes singulares, interés

popular e histórico, etc. También hay que tener en consideración la accesibilidad visual desde pueblos y carreteras, así como la distancia a los mismos, que nos dará, junto con la anterior fragilidad intrínseca, la fragilidad visual adquirida.

Las etapas metodológicas en el estudio de los Paisajes, son los siguientes: análisis, diagnosis, corrección de impactos, prognosis (prognóstico referente a futuros estados), y sintéresis (prevención de impactos). Habrá que precisar con claridad los objetivos, delimitar las escalas espacial y temporal, obtener los datos necesarios y elaborar unas conclusiones respecto a sus características y potencial, evolución, percepción, consideración como recurso, espacios a proteger, fragilidad y valoración, sensibilización social, gestión y planificación y unidades resultantes del paisaje.

12. CONCLUSION

A lo largo del presente artículo hemos recogido alguna de las posibilidades del análisis geográfico en áreas relacionadas con el Medio Ambiente, el estudio de las estructuras territoriales, la Planificación Integral y el conjunto de actuaciones que se enumeran en lo que se denomina la Ordenación del Territorio, al objeto de poner de manifiesto las posibilidades del mismo en todas estas cuestiones, pero no sólo de manera conceptual, teórica o metodológica, sino con una aplicación práctica en los equipos multidisciplinares que se organizan para el tratamiento de estas temáticas.

Es imprescindible seguir insistiendo en lo necesario de nuestra aportación, ante Instituciones y otros sectores profesionales, para que se vea reconocida la misma, y se haga algo habitual nuestra presencia en el tratamiento de estas cuestiones de fuerte actualidad y de gran trascendencia social.

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