Lurralde :inv. espac. N. 18 (1995) p. 197-228 ISSN 1697-3070

ESTUDIO FITOGEOGRAFICO Y BOTANICO DE LAS ISLAS DEL BIDASOA

Pedro José LOZANO VALENCIA

Ismael ALAGON CARDOSO

LABURPENA: BIDASOAKO IRLEN FITOGEOGRAFI ETA BOTANIKO IKASKETA

Padurako zonaldea geomorfologi eta biologi ikus puntutik hartuta; ekosistemarik interesgarrienetako bat da. Bidasoako Padurak Gipuzkoako mota honetako azken tokietako batekin kontatzen du. Eragingarri batzuen arabera; hain zuzen ere: Gazitasuna, itsasoko itsasaldiak, erosiotasuna, gizonen ekintzak eta demborarekin ematen diren aldaketen arabera; landare desberdinek estrategi bana aukeratzen dute eta horrela, bandetan esertzen dira.

Gako hitzak: Halofitak, sublitoral,eulitoral,supralitoral, padurak, Bidasoa

 

SUMMARY: FITOGEOGRAPHICAL AND BOTANICAL STUDY OF BIDASOA ISLANDS

From the biological and geomorfological point of view, marshy zones are one of the most interesting ecosystems. Bidasoa stuary is one of the last redoubts of marshy zones in the province of Guipuzcoa. Depending on several factors i.e. : salinity, flooding, erosion, humane activity and temporal evolution plants are arranged in stratified bands depending on their adaptability to these factors.

KEY WORD: Halophites, sublittoral, eulittoral, supralittoral, marshes, Bidasoa.

 

RESUMEN: ESTUDIO FITOGEOGRAFICO Y BOTANICO DE LAS ISLAS DEL BIDASOA

Las zonas palustres son uno de los ecosistemas más interesantes desde el punto de vista biologico y geomorfologico. El estuario de Bidasoa cuenta con uno de los ultimos reductos palustres en la provincia de Guipúzcoa. Dependiendo de factores como la salinidad, grado de inundacion mareal, erosionabilidad, actuacion antropica y evolucion temporal, las plantas se disponen en bandas estratificadas; en funcion de la adaptacion a estos factores.

PALABRAS CLAVE: Halófitas, sublitoral, eulitoral,supralitoral, marismas, Bidasoa.

0.- INTRODUCCION

0.1- Interés del estudio

Son las islas de la desembocadura del río Bidasoa un claro ejemplo de lo que constituyo la ribera marismeña del río antes de que el hombre las colonizara y explotara.

En concreto estas islas sufrieron una completa ocupación de su superficie por actividades agrarias , que cambiaron completamente su fisionomía y eliminaron casi por completo todo vestigio de vegetación natural de estas zonas. Hoy en día esta situación ha revertido sufriendo ésta, en un periodo muy corto de tiempo, un desarrollo muy rápido hacia la formación de comunidades vegetales naturales de estas zonas de marismas, que junto a la evolución separada en el tiempo de las dos islas , debido al intervalo de tiempo que hubo entre el abandono de una y otra como tierras de cultivo ( 10 años de diferencia ), suponen una zona ideal para estudiar estos medios y observar su evolución en el tiempo, así como sus diferentes etapas de evolución hacia el establecimiento de la comunidad vegetal permanente de la zona.

Junto a esto, es de especial interés de estudio la estratificación de las comunidades vegetales segregadas en función de la influencia a la que son sometidas por las mareas y a la salinización e inundación que estas producen en la zona.

Así pues diremos que el interés de estas islas como zonas de estudio son tanto espaciales por su estratificación mareal, como temporales; por la evolución tan rápida de la vegetación hacia comunidades naturales permanentes.

0.2.- La marisma como ecosistema : generalidades.

Desde el punto de vista botánico se puede definir la marisma como áreas de deposito aluvial colonizadas por plantas terrestres, ya sean herbáceas o pequeños arbustos, casi permanentemente húmeda y frecuentemente inundadas por las aguas salinas. Constituyen sistemas de transición con características especiales que se ven reflejadas en el tipo de vegetación.

Desde el punto de vista bioquímico las marismas son sistemas deficitarios en elementos como el nitrógeno y el fósforo cuyo único aporte proviene, de forma escasa, a través de las mareas.

0.3.- Características generales de la marisma de Txingudi.

Las marismas de Txingudi se engloban dentro del marco de las marismas de Costa Atlántica europea por lo que responde al mismo esquema mareal:

Comunidades del sublitoral: ocupan hasta el nivel de las mareas muertas.

Comunidades del eulitoral: ocupan la zona por debajo del nivel de las pleamares vivas.

Comunidades de supralitoral: ocupan la zona por encima de las plemares vivas . Es donde se da la mayor diversidad especifica , donde las plantas halófitas estrictas entran en contacto con zonas de halófitas facultativas y dondela salinidad se encuentra muy disminuida.

De esta manera la distribución de las comunidades responderá a un gradiente topográfico, tomando el aspecto de bandas diferenciadas correspondientes con las diferentes alturas de la marea, cuyos limites alcanzaran los 4,5 ó 5 metros de altura sobre el nivel medio de mareas. Aunque es habitual variaciones de estas bandas en respuesta a otros factores secundarios (alteraciones topográficas, variaciones en la salinidad, anegamientos, etc...). Todo esto determina una gran variedad de hábitats con distintas condiciones ecológicas dentro de la propia marisma.

En particular la marisma de Txingudi se encuentra dentro de las marismas estuáricas ( estuarine marshes ). Es el tipo más abundante y se constituye en franjas que bordean las desembocaduras de los ríos mas o menos protegidos; tienen en común las intensas corrientes maréales y la salinidad muy fluctuante de las aguas de inundación.

En razón al grado de intervención histórica, que llego en su momento a colonizar la practica totalidad de la zona supralitoral, incluidas las islas, y a la composición actual de las comunidades halófitas, esta marisma tiene un notable porcentaje de artificialidad, por lo que se puede considerar en parte como una marisma seminatural; al igual que otras de la costa vasca.

0.4.- Otros aspectos que determinan la composición de la vegetación.

En cuanto a los suelos brutos de la marisma , sódico-salínos y fuertemente anaerobios, son de tipo marsh ( islas del Bidasoa ) y son los que soportan la vegetación característica; pueden sufrir cierta gleyficación en las zonas ocupadas por el carrizo, y en las vegas intensamente explotadas como tierras de labor sufren una fuerte terrestrificación.

0.5.- Interés de la marisma de Txingudi.

El mayor interés reside en la singularidad de estos medios. En concreto la zona de las islas constituye el ejemplo mas interesante del medio marismeño dentro el territorio histórico de Gipuzkoa.

Aunque las especies encontradas en esta zona y otras de gran interés que no aparecen en Txingudi pueden encontrarse en otras marismas de Gipuzkoa, es aquí donde las posibilidades de desarrollo de comunidades halófitas son mayores; debido a su mayor extensión y a lo inaccesible de algunas zonas que aun conservan vegetación halófita, en comparación con otras marismas. Sin mencionar la importancia de esta zonas como punto de paso de aves migratorias debido a su situación geográfica respecto a los Pirineos.

0.6.- El área de estudio.

Aunque históricamente la zona de marismas ocupase una zona muy amplia, como puede observarse en el grabado de la conferencia de 1.659 entre Francia y España que tuvo lugar en la Isla de los Faisanes, hoy en día, se puede observar la extensión de éstas y la limitación a la que ha sido sometida en la actualidad, situación que queda refleja en la fotografía aérea correspondiente al último vuelo del año 1.991. Las comunidades de vegetación permanente de marisma han quedado reducidas a la zona que comprende las islas del Bidasoa y una banda de anchura variable a lo largo de la ribera de este río que esta sometida a la influencia de las mareas.

En el caso de las islas la eliminación de la vegetación de halófitas fue total por la ocupación de sus terrenos con fines agrícolas. Sin embargo la progresiva atracción de mano de obra por los núcleos urbanos propicia que, a partir de los años sesenta, las actividades de mantenimiento de estos terrenos se hayan abandonando cada vez más con el progresivo deterioro de las estructuras que mantenían a éstos aislados de las influencias de las mareas y crecidas de el río.

Como consecuencia de esto, en las áreas más expuestas a la marea y a las riadas, se ha dado un proceso de recuperación, por parte de los complejos de vegetación halófita, de las zonas que antes eran tierras cultivadas.

Así pues, solo los terrenos mas elevados han seguido siendo cultivados, ocupando toda la isla de Hirukanale y una pequeña franja en la isla de Santiago Aurrera. Ésta situación queda reflejada en el mapa de vegetación del año 1.991 realizado a partir de un trabajo de campo y del vuelo realizado en el citado año.

1.- ESTUDIO DEL MEDIO FISICO

En esta parte del estudio describiremos todos aquellos parámetros que van a caracterizar las extensiones objeto de estudio, que en este caso serán, concretamente las denominadas como Islas del Bidasoa, las cuales vendrán caracterizadas por formaciones de vegetación halófita, tras lo cual integraremos a estos parámetros un estudio particularizado de la composición florística que caracteriza a dicha extensión y como responde ante estas circunstancias.

1.1.- Localización de la zona de estudio.

El área de estudio se sitúa en desembocadura del río Bidasoa a su paso por la Localidad de Irún. Su enclave mas preciso seria la Isla Galera, la isla Hiru-Kanale y la isla Santiago-Aurrea. Dichas islas lindan con el puente internacional de Santiago entre España y Francia (Coordenadas U.T.M. 4800740.4-4799709.3 N y 598253.24-599714.8 W). Véase la ubicación de la parcela en el mapa de vegetación del año 1.991.

1.2.- Relieve.

son las marismas zonas de deposito aluvial y turboso, cuyas causas naturales son la topografía, clima y deposición de materiales procedentes del los cauces fluviales, así como de los materiales depositados por las mareas y la acción modeladora que realiza el viento.

Se organizan estas zonas en función de su gradiente topográfico, que va a determinar el grado de influencia en la vegetación del agua de las mareas.

Como ya hemos definido en la introducción de este estudio se definen de forma general tres bandas en la zonificación de la vegetación, tal como se describe en la figura 1.

Figura 1. Cliserie tipo de vegetacion marismal.

1.3.- Climatología.

La principal característica que define el clima de la zona es la abundante precipitación y la distribución de esta de una forma homogénea a lo largo del año con la ausencia de meses secos, con máximos de precipitación en los meses de otoño-invierno, así como unas temperaturas muy suaves, homogeneizadas y sin cambios bruscos por la influencia de la proximidad del Mar Cantábrico.

Según los datos del observatorio del Aeropuerto de Hondarribia que recogen una colección de datos meteorológicos completos desde el año 1.961, y que se sitúa a unos 800 metros de la zona de estudio, tendremos una media de precipitaciones anuales de 1728,5 mm por metro cuadrado y una temperatura media anual de 13,92ºC.

Utilizando estos datos se han elaborado el diagrama bioclimático que se observa a continuación y que representa de una manera gráfica las características del clima de la zona. Además con estos datos elaboramos los índices de termicidad y el de mediterraneidad de Rivas-Martínez que junto con el índice de continentalidad de Gorzynski nos caracterizan la zona dentro de la región Eurosiberiana y mas concretamente en la provincia Cantabro-Atlantica (- It = 313,2;- Im3 = 1,12;- K= 9,1).

Con estos datos hemos de decir que la zona se sitúa entre los limites del piso climático colino y su inferior o más suave, en lo que a temperaturas se refiere, el piso climático termocolino ( > 310 < ), así como en el ombrotipo hiperhúmedo de la región Eurosiberiana. En cuanto a la continentalidad de la zona hemos de decir que si bien nos encontramos con valores inferiores a 10, para el índice utilizado nos encontraremos con zonas oceánicas, hemos de aclarar que este resultado no es el que cabria esperar, debido al entorno geográfico que rodea la zona y cuya influencia, por la situación de esta con respecto del continente, le da un carácter leve de continentalidad.

En cuanto a la repercusión que todo esto causa en la vegetación, se comprueba que, por las características tanto de termicidad como de pluviosidad, la actividad de estas es plena a lo largo de todo el año.

AEROPUERTO DE HONDARRIBIA W= 0% CR=100 ALT. 8m

MESES ENERO FEBR. MAR. ABR. MAY. JUN. JUL. AG. SEPT. OCT. NOV. DIC.
T 8,7 9,1 10,1 11,9 14,8 17,7 20,4 20,3 18,5 15,5 11,5 8,6
P 170,5 138,8 147,7 161,1 134,4 91,9 83,7 116,6 143,1 164,6 188,5 186,6
ETP 22,9 25,6 35,7 62,8 78,9 98,1 119,7 111,4 85,2 60 33,1 21,5
e 4,58 5,12 7,14 12,5 15,7 19,6 23,9 22,3 17 12 6,6 4,3
D 270,5 238,8 247,7 261,1 234,4 191,9 177,5 174,4 206,1 264,6 288,5 286,6
S 100 100 100 100 100 93,8 57,8 63 100 100 100 100
AP AP AP AP AP AP AP AP AP AP AP AP

Diagrama Bioclimático

1.4.- Edafología.

Debido a la gran dinámica que presentan estos medios, los materiales que los componen son sustituidos o renovados constantemente por la acción del agua.

Refiriéndonos al área analizada, diremos que, realizando un estudio de su estructura vertical, comprobamos que, en general, se trata de un suelo con gran cantidad de material aluvial y orgánico, escasamente drenado por lo que su porcentaje de humedad es alto en todo su perfil.

La capa freática en marea baja alcanza una profundidad de 75 cm, en la mayoría de las zonas, aunque hay que decir que en esta zona y en general en toda la marisma, excepto en puntos muy concretos por su mayor altitud, este parámetro de humedad no se ve afectado sobre manera por la pluviometría. En cuanto a la textura del suelo diremos que en su perfil no se observan piedras y esta constituido, en general, por materiales finos excepto en la parte inferior del perfil, en el que se observa cantos rodados.

Otro parámetro a tener en cuenta es la gran afección que sufre el suelo por la presencia de sales, con valores de conductividad de 6,5 dS/m, cuando, se suele considerar que valores de 0,2 dS/m y superiores, indican la presencia de un suelo salinizado. Hay que señalar también que el suelo de la zona ha sido modificado por la acción del hombre que hasta hace veinte años cultivaba las islas y para mejorar el mismo le añadía arena y estiércol, con lo que se produjo un efecto de terrestrificacion bastante acusado.

Así pues, se definen tres zonas dentro del perfil del suelo ( Onaindia & Albizu 1.993 ).

- Una primera y mas superficial, hasta unos 13 cm de profundidad, de color pardonegruzco, franco arcilloso, ligeramente plástico con poca grava y cantos rodados, raíces muy finas y abundantes y un PH de 6,95.

- Un segundo nivel mas profundo ( 13-30 cm), de color pardo oscuro, franco arenoso con algo mas de grava que capa anterior, menos raíces y un PH de 7.05.

- Y un tercer y ultimo nivel a una profundidad comprendida entre los 30 y lo 90 cm. de color pardo grisáceo, franco arenoso y menos adherente que los dos anteriores, muy poca grava y raíces y un PH de 6,4.

1.5.- Acción antrópica en la zona.

En cuanto a las circunstancias antrópicas que determinan esta situación reflejadas en las fotografías, cabe citar que la totalidad de la isla estuvo ocupada por zonas de cultivo hasta los años sesenta, situación que se fue invirtiendo paulatinamente, por la demanda de mano de obra de la zona, hasta el año 1.979, en el cual los lezones de aislamiento del terreno se vinieron abajo e irrumpió en la isla el agua procedente de las mareas.

Por otra parte hay que citar que por su situación geográfica y estratégica, dado que se sitúa en la zona de frontera entre España y Francia, estas islas no han sufrido una urbanización como otras partes de la marisma dada su importancia como enclave estratégico entre los dos países. La realidad ha sido que el resto de las zonas palustres que, hasta el siglo pasado, se han comportado como verdadera marisma, sufriendo inundaciones, con diferentes ciclos y ritmos, han sido consolidadas y ocupadas por usos industriales, urbanos, agrarios, etc. De esta manera los únicos reductos verdaderamente marismales que aparecen en la bahia de Txingudi no son otros sino las Islas del Bidasoa. Éstas, sin embargo, fueron en un principio utilizadas como suelo dedicado a labores agrarias, pero, la dificultad de luchar contra crecidas fluviales y potentes mareas, devolvio a las islas a la situación natural que anteriormente disfrutaban.

2.-INTERACCION MEDIO-VEGETACION

2.1.- Interacción del régimen salino-vegetación

En estudios realizados de la composición del agua en los canales y en la capa freática en un punto de la isla Galera , a 75 cm de profundidad y en marea baja ( Onaindia & Albizu 1.993 ), se observo una gran diferencia en los valores de conductividad de las dos muestras, obteniéndose valores de 4,99mS/cm a 25ºC para la muestra del canal y de 34,00mS/cm a 25ºC para la muestra de la capa freática, así como una mayor dureza en esta muestra, con un valor de 376 frente a 58 en el canal.

Así pues observamos mayores valores de los parámetros que nos definen la salinidad en la muestra de la capa freática de la isla. Probablemente esto sea debido a que, por su alta densidad, el agua llegue por la columna de agua inferior del estuario hasta el interior de la isla, constituyendo la capa freática y, en menor medida, por la infiltración superior, aunque estos valores son puntuales y, para afirmarse en estas conclusiones, habría que realizar un seguimiento de muestras en un plazo mas largo de tiempo.

La mayoría de los stresses salinos en la naturaleza son debidos a sales de sodio, particularmente a sales de ClNa. El termino halófito significa literalmente planta salina, pero es usada específicamente para plantas que pueden vivir en presencia de altas concentraciones salinas. Las halófitas están divididas en :

- Extremas o euhalófitas .

- moderadas o oligohalófitas.

Muchas halófitas son capaces de crecer normalmente en medios de baja salinidad e incluso no salinos y son, entonces, halófitas facultativas. Otras no pueden y son entonces halófitas obligadas.

EFECTOS DE LA SALINIDAD.

Los efectos de la salinidad se clasifican en osmóticos, nutricionales y tóxicos ( Bernstein 1964 ). Los dos primeros son daños producidos por estresses salinos secundarios, mientras que el primero es un daño producido por stress primario.

- Daños producidos por stress secundario.

Cuando una planta se ve expuesta a un stress salino, la concentración de sal es más alta que los valores normales en el medio. Si la sal sigue su gradiente de difusión y penetra en las células de la planta, dos cambios acompañan a este aumento de concentración interna :

- un cambio en el balance iónico

- una disminución del potencial hídrico

Si la sal no entra en la célula solo se producirá una disminución del potencial hídrico.

- Daño osmótico: si la sal hace descender el potencial hídrico externo por debajo del celular, la expone a un stress secundario de déficit de agua. Para distinguirlo del stress por aridez, y por que conduce a un balance osmótico que produce deshidratación, lo llamaremos stress osmótico.

-Deficiencia nutricional: cuando ponemos un corte de hoja de una halófita (Atriplex sp.) en una solución de ClNa esta tiende a coger Na en grandes cantidades intercambiándolo por K de sus vacuolas para mantener un balance iónico favorable. Esto produce una deficiencia nutricional de K.

El K no es el único elemento del que se puede sufrir una deficiencia como un resultado de un stress salino, Así también; puede producirse un déficit en cloruros, sulfatos y fósforo.

- Daños por stress primario:

Antes que nada, es importante hacer una clara distinción entre los daños primarios y los daños osmóticos por stress secundario. En estos últimos las plantas son capaces de protegerse de la deshidratación por acumulación de sal y a veces de productos metabólicos solubles hasta que la concentración osmótica sea mayor que la del medio de la raíz. En el caso de los daños primarios, cuanto mayor es la cantidad de sal acumulada, mayor es el daño.

En un medio con ClNa las plantas acumulan el anión cloruro mas rápidamente que el catión sodio, además los daños por el cloruro ocurren antes y son mas severos que los daños por el sodio. El efecto tóxico, es aparentemente debido al Cl antes que al Na ( Strogonov 1964 ) .

Para distinguir entre los daños secundarios osmóticos y los daños salinos primarios se compararon plantas desarrolladas en soluciones isotónicas salinas con otras desarrolladas en medios isotónicos de sustancias orgánicas. Así se vio que el crecimiento y desarrollo era menor en las soluciones salinas con ClNa y especialmente con SO4Na2 , que con solutos orgánicos . Esto indica un efecto inhibitorio especifico de las sales antes que cualquier efecto osmótico.

- daños indirectos por stress primario salino :

Como en otros stresses, el daño por stress primario puede ser directo o indirecto. El daño salino esta precedido generalmente por una inhibición del crecimiento. Posteriormente se comprobó que esta inhibición del crecimiento esta acompañada por una o más alteraciones metabólicas.

Ha sido demostrada la influencia de la salinidad como inhibidóra de varios procesos metabólicos tales como la respiración, fotosíntesis, síntesis de proteínas y ácidos nucleicos.

También se ha visto como la actividad enzimática, aumenta en algunos casos, y disminuye en otros. También se han detectado interferencias en el metabolismo de carbohidratos ( Bhardwaj 1959 ) y en la síntesis de clorofila y carotenos ( Kim 1958 ).

Actualmente esta asumido que los daños salinos no son debidos a un efecto directo, sino a efectos indirectos de una o más de estas alteraciones metabólicas. Dichas alteraciones son debidas, sobre todo, a la acumulación de algunos productos metabólicos que no son utilizados ( aminoácidos entre otros ) cuando la planta esta bajo condiciones de salinidad.

Hay que aclarar que; tanto el stress por déficit hídrico como por déficit de nutrientes son conocidos por inducir daños metabólicos indirectos. Puede objetarse que los daños indirectos parecen ser debidos tanto al stress secundario ( daño osmótico ) como al stress primario. Es por esto que las alteraciones metabólicas pueden ser adscritas al stress primario solo cuando difieren de las conocidas que induce el stress secundario.

- Daños directos primarios:

La existencia de un daño primario esta todavía en cuestión. En el caso de otros stresses, tales efectos son identificados por su rapidez de acción. También puede producirse un daño rápido por salinidad: "el shock salino".

Muchas plantas halófitas son sensibles al shock salino. En hábitats como el tratado aquí ( stuarine marshes ), con marcadas fluctuaciones en la concentración salina del medio de la raíz, solo las especies con alta resistencia al shock ( como Salicornia ramosissima) pueden sobrevivir y, dentro de estas, las plantas jóvenes debido a su todavía bajo contenido en sal, están en desventaja respecto a las más viejas.

El shock salino requiere tan altas concentraciones de sal, que el efecto osmótico secundario no puede ser excluido como la causa del daño. Todavía no ha sido probada la existencia de un daño primario directo, pero en el caso de sales monovalentes, el stress produce un hinchamiento del protoplasma, el cual puede producir la muerte en pocas horas. La naturaleza de este daño no ha sido demostrada pero parece ser debida a un incremento de la permeabilidad de la membrana, inducido por la sal, que implica cambios en los lípidos o proteínas de la misma.

MECANISMOS DE RESISTENCIA

Ante un stress salino, las plantas adoptan dos tipos de estrategias. Una primera, consistente en evitar el stress mediante mecanismos que excluyan la sal pasivamente, secretarla activamente o diluir la sal incorporada ( este ultimo caso en halófitas moderadamente resistentes a la salinidad). La segunda estrategia seria la de tolerar la salinidad. Esto seria un importante componente de la resistencia a la sal por parte de las halófitas, las cuales incrementan marcadamente su concentración intracelular por almacenar sales.

- mecanismo de exclusión.

El primer mecanismo consistente en evitar las sales puede llevarse a cabo por parte de las plantas de dos maneras diferentes: Por excreción o por dilución.

- Excreción. Dicho mecanismo requiere la existencia de una bomba de extrusión de Na que continúe operando en presencia de altas concentraciones externas de sal. Aunque generalmente no es fácil dilucidar si se trata de un mecanismo de exclusión ( debido a impermeabilidad pasiva), o un mecanismo de excreción activa.

- Dilución. Este mecanismo depende del fenómeno de suculencia. Se supone que depende de las delgadas y plásticamente extensibles paredes celulares, las cuales permiten una expansión celular continua, con una toma de agua suficiente para equilibrar cada incremento de sal en la célula.

- mecanismos de tolerancia

Si una planta es tolerante a la salinidad, los problemas que se le van a plantear van a ser dos; uno osmótico y otro de desajuste iónico. Para ambos problemas existen mecanismos específicos de tolerancia.

-mecanismos de tolerancia osmótica.

Puesto que el stress osmótico es un tipo de déficit hídrico, la tolerancia osmótica puede ser de dos tipos: " evitar la deshidratación " y " tolerar la deshidratación".

Evidencias de la deshidratación se observan en las hojas de muchas plantas que, en medios con alta concentración salina, presentan altas tensiones hídricas produciendo fuertes deshidrataciones.

Pero para seguir creciendo, sin embargo, las células vegetales deben contar con cierta turgencia o volumen y esto solo es posible si se tienen mecanismos que eviten la deshidratación. Cuando la planta se desarrolla en medios altamente salinos hay dos mecanismos por medio de los cuales puede mantener su turgencia celular: " absorción de sal" o " incrementación de su concentración de solutos orgánicos".

Arnold ( 1995 ), concluye que la resistencia salina depende primero de la absorción de sal. Horovitz y Waisel ( 1970), encontraron que el ClNa estimula la actividad de una ATPasa en una glicofita ( planta no salina) pero por el contrario la inutilizaba en una halófita.

El mecanismo osmótico podría requerir una alta especialización del sistema tonoplástico, responsable de la rápida excreción del exceso de sal del protoplasma en vacuolas por un proceso activo.

El tonoplasto tendría que ser impermeable a la sal, incluso en presencia de altas concentraciones de esta, para prevenir la nueva difusión de la misma hacia el protoplasma.

En el caso de las halófitas, la absorción y translocación de Na es más pronunciada que en las plantas glicófitas. Los valores osmóticos de las hojas vivas de una serie de halófitas herbáceas ( Atriplex subcordata, Swaeda maritima, Salicornia herbacea y Aster tripolium) rondan desde las 25 hasta las 75 atm. cuando crecen en las marismas.

El ajuste osmótico es principalmente debido a una absorción de Na ; aunque la mayoría de las plantas absorben aproximadamente la misma cantidad de K del medio de la raíz. Las halófitas absorben mayor proporción de K que de Na de las soluciones del suelo. Esto puede, quizás, ser explicado por el sistema descrito anteriormente sobre el efecto inhibidor del Na sobre la ATPasa de las plantas halófitas. Este enzima es parte de una bomba de iones que excreta Na y absorbe K en las células tanto glicófitas como halófitas. La inhibición de esta bomba puede, por lo tanto, inhibir la actividad de absorción de K. Por lo tanto, las halófitas presumiblemente deben ser capaces de utilizar la absorción pasiva en Na reemplazando la deficiencia de K. Kessler ( 1964 ), opina que la alta presión osmótica podría inducir a una formación defectuosa de proteínas implícitas, por una intervención en la conformación de bases nitrogenadas de DNA.

Así pues, el mecanismo osmótico necesitaría, por supuesto, una habilidad, por parte de las plantas resistentes a la salinidad, en la absorción de sales de Na más rápidamente que en las no resistentes.

-mecanismo de tolerancia primaria.

Hay dos posibles mecanismos de tolerancia primaria; uno en el que las plantas pueden evitar la tensión del balance iónico excretando las sales absorbidas y, un segundo; en el que las plantas pueden ser capaces de tolerar la tensión del balance iónico.

Esto requeriría sustancias y orgánulos capaces de mantener sus propiedades normalmente en presencia de este cambio inducido del balance iónico. El primer mecanismo es idéntico al mecanismo de tolerancia osmótica. El segundo mecanismo es, por supuesto, el único posible o positivo en organismos con células que contengan vacuolas muy pequeñas o que carezcan de ellas.

La tolerancia primaria indirecta ha sido explicada por un rápido cambio en el metabolismo de las plantas. Aun así, la diferencia en la resistencia no es solamente debido a la tolerancia, hasta la mayor parte de las variedades de plantas resistentes también excretan ClNa mas rápidamente, y además, poseen una alta capacidad de evitar la salinidad.

Strogonov (1964), sugirió que las plantas se adaptaban a la alta salinidad por medio de una vinculación con elementos minerales. La cantidad de Cl combinado en las hojas se incrementa con la salinidad, debido supuestamente a un aumento en contenido de proteínas solubles capaces de relacionarse con Cl. Esta presumible estabilidad de proteínas en presencia de sal puede prevenir la desnaturalización de estas.

-síntesis de estrategias.

A continuación presentamos un sumario de las posibilidades teóricas de las estrategias contra el stress salino:

1.- Evitar la salinidad por una exclusión de la sal y, por tanto, por una baja permeabilidad a la sal .

2.- Evitar la salinidad por una excreción activa de sal mediante una bomba de iones. Esto debe conferir resistencia tanto para el stress primario como para el stress inducido secundario por deficiencia de nutrientes.

3.- Evitar la salinidad por una dilución, quizás dependiendo de una extensibilidad plástica alta de las paredes celulares.

4.- Tolerancia salina al stress primario evitando la tensión del balance iónico. Debe ir acompañado por una secreción del exceso de iones absorbidos desde el protoplasma hasta la vacuola. Este stress osmótico secundario inducido por la sal, ayudando a mantener la turgencia celular.

5.- Tolerancia salina al stress primario gracias a una tolerancia a la tensión del balance iónico. Los orgánulos celulares y sus componentes deben tener propiedades especiales, que permitan un funcionamiento normal, incluso sometido a un incremento de la concentración de iones y un cambio del balance iónico.

6.- Tolerancia salina a la tensión osmótica inducida ( Stress secundario ) gracias a la acumulación de solutos orgánicos.

7.- Tolerancia salina a la deficiencia secundaria de nutrientes solucionada por un remplazamiento de los nutrientes deficitarios por una excesiva absorción de elementos compatibles con ellos , como por ejemplo : ion Na en vez de ion K.

No podemos dejar de mencionar la ventaja que supone un metabolismo de tipo C4 en las condiciones de estos medios. Esto es gracias a la alta afinidad de las enzimas implicadas en la asimilación de CO2 por este, lo cual implica una menor necesidad de concentración de CO2 en el citoplasma de las células del mesófilo. Esto permite la posibilidad de una menor apertura estomática con lo que se reduce notablemente la evapotranspiración, y a su vez, influye directamente en una menor absorción de agua por las raíces, con lo que se reducirá notablemente la entrada de sales que es, en definitiva , lo que se trata de evitar.

Según esto, las plantas C4 se adaptan mejor a los excesos de salinidad, teniendo además una mayor resistencia a a los climas áridos o a situaciones que produzcan stress hídrico debido a su menor transpiración. Otra ventaja derivada de este tipo de metabolismo es que ante un cierre estomático brusco que puede ser debido, por ejemplo, a un shock salino, la planta posee un pequeño reservorio de CO2 en forma de malato y aspartato, que le permite mantener su metabolismo fotosintético.

ESTRATEGIAS EN LOS COMPLEJOS DE VEGETACION DE LA ZONA DE ESTUDIO.

Una vez vistas las distintas estrategias, intentaremos mostrar las utilizadas por las especies más representativas en los complejos de vegetación descritos en siguientes apartados.

Hemos podido observar dentro de estos complejos de vegetación que la mayoría de las especies que las componen recurren a la suculencia como estrategia ante el stress salino. Dentro de estas citaremos:

- La Quenopodiacea: Salicornia ramossisima, pionera en las haloséries y que desaparece si existe aporte de agua dulce. Esta especie está incluida en los complejos de vegetación halófita debido, sobre todo, a dos causas: En primer lugar, por su situación más próxima al agua salada y alejada de los aportes de agua dulce. Y, en segundo lugar, por su situación en una cota más baja que el resto de la superficie estudiada y, por tanto, expuesta a un mayor grado de anegamiento por la marea.

- La Compuesta: Aster tripolium, que tiene la peculiaridad de que en medios no salinos el K puede sustituir al Na y ser absorbido en grandes cantidades. Esta especie está más ampliamente distribuida en la marisma, pudiéndose encontrar, además, dentro de los complejos de vegetación ligados al carrizo. Se trata pues de una especie que permanece a lo largo de la haloserie, tolerando las condiciones ecológicas de la marisma joven , como las de la marisma madura.

- La Juncaginacea: Triglochin maritima. Hemicriptófito de lugares con ligero estancamiento y, por esto, en las zonas menos expuestas a la inundación dentro del área de los complejos de vegetación halófita.

- La Crucífera: Cochlearia pyrenaica, se puede encontrar dentro de las formaciones de Baccaris halimifolia como especie acompañante y, por tanto; en zonas donde las condiciones edáficas han sido modificadas por intervención humana (suelos con una fuerte terrestrificación por actividades agrícolas).

También podemos hallar especies que recurren al mecanismo de excreción como es el caso de la Graminea: Spartina alterniflora (euhalina y polihalina). Esta especie, al igual que Aster tripolium, está ampliamente distribuida en la marisma, permaneciendo también a lo largo de la haloserie.

Incluso podemos encontrar especies que convinen ambas estrategias como la Quenopodiacea: Atriplex hastata. Este hecho, posiblemente, sea lo que le confiere una gran resistencia a la salinidad. A pesar de esto; se encuentra distribuida en las partes más altas de las zonas ocupadas por los complejos de vegetación halófita debido a su menor resistencia a las inundaciones frecuentes.

Otras especies presentes en la zona poseen una estrategia singular que consiste en la acumulación de sal en vacuolas especiales que se hallan en las células de los tejidos foliares. Dichas vacuolas, a lo largo de la vida celular van acumulando la sal que la planta no puede evitar absorber, eliminándola del medio celular. De esta forma, las hojas más viejas, con un contenido mayor de sal, se secarán prematuramente y caerán, eliminando así el exceso de sal. Mientras tanto, las hojas jóvenes, capaces también de absorber la sal, están creciendo para reemplazarlas. Esta estrategia es utilizada por las subhalófilas: Juncus maritimus y Juncus gerardii, pertenecientes a la familia de las Gramineas.

2.2.- Dinámica interactiva vegetación-geomorfología

Como anteriormente se ha explicado, nos encontramos ante una tipología de marismas denominadas como " ESTUARINE MARSHES" ( Long y Mason, 1983), caracterizadas por las fuertes corrientes maréales y un nivel de salinidad muy variable que depende del ratio establecido por la aportación de agua salada, por parte de las mareas y los aportes de agua dulce como consecuencia del cauce fluvial.

Una vez que se da la deposición acelerada de las partículas como consecuencia de los aportes fluviales, litorales y la inexistencia prácticamente de oleaje, se da lugar a una serie de superficies que son fácilmente inundables, pero, parte del tiempo, la influencia mareal desaparece quedando emergidas. Todo esto da lugar a la colonización del suelo por parte de una serie de plantas vasculares, las cuales incidirán directamente en la morfologia de estas zonas.

En las zonas marismeñas la existencia de vegetación es, si cabe, más importante, de cara a la conservación del suelo o el regolito, que en otras zonas. La influencia de las corrientes, el agua de escorrentía canalizada, en nuestro caso; en el cauce fluvial del Bidasoa, la existencia de fuertes vientos, la importante cantidad de precipitaciones que se recogen en el lugar y la acción del hombre fundamentalmente, hacen que la erosión pueda ser mucho más importante que en otras zonas. Si a esto le añadimos la poca compactación que presenta el regolito, como consecuencia de estar mayoritariamente formado por materiales de grano fino arrancados de otros substratos rocosos y no estar sometidos, estos materiales a ningún tipo de proceso litogenético, entonces nos podemos hacer una idea del riesgo de perdida del suelo.

Con todo lo anterior se puede afirmar que; en general, la vegetación a través de sus raíces y rizomas no sólo ejerce una acción de fijación del suelo, sino que tiende a compactarlo protegerlo e incluso enriquecerlo en materia orgánica, dando lugar a un verdadero proceso de edafogénesis. Concretamente hablamos de un crecimiento hacia arriba de la marisma.

En lo que a morfologías que aparecen dentro de las islas respecta, estas no son más que microformas derivadas ya de la reducida superficie. Por otro lado, hay que destacar la transformación de las islas por el hombre. Concretamente se realizaron labores de polderización, consolidación de los perímetros, transformación, regularización de los suelos y apertura de canales de drenaje, los cuales, hoy en día, se siguen manteniendo. Estos propios canales son los conductos por los cuales se dan los flujos y reflujos de la marea. En los escarpes de erosión de los mismos aparece una especie, perfectamente adaptada a la alta salinidad, al hecho de que su estructura tenga que estar mucho tiempo totalmente inundado y a lo inestable del suelo. Concretamente, la Spartina maritima aparece protegiendo el suelo de la erosión a través de sus potentes rizomas, los cuales se extienden por el subsuelo creando una retícula capaz de aminorar o suprimir la erosión. Además el simple hecho de la existencia de esta especie hace que la energía mareal disminuya existiendo una lógica decantación de los materiales como consecuencia de la perdida de energía del flujo.

Otra de las morfologías que aparecen son las cubetas centimétricas y, como mucho métricas, en las cuales se instala una especie muy característica. En efecto; las cubetas registran un encharcamiento mayor que el resto de la planicie, como consecuencia del problemático drenaje, posiblemente por un mayor afloramiento de materiales arcillosos, y esto hace que; dentro de estas morfologías, los niveles de salinidad sean superiores, con lo que aparece una especie considerada como halófila extrema: la Salicornia ramossisima.

El resto de la superficie isleña podría considerarse geomorfológicamente como una planicie de marisma y allí se encuentran los complejos halófilos ya descritos.

Para concluir hay que reseñar una cuestión importante en esta relación Geomorfologia-vegetación-suelos. La vegetación no sólo es capaz de crear, conservar, defender y proteger el suelo, sino que también puede transformarlo. Un caso patente dentro del área, se constata con la especie Baccharis halimifolia que tiende a transformar los suelos en cuanto a su textura. Concretamente se constata que aquellas zonas colonizadas masivamente por la especie, el % de arena en el suelo se eleva. De esta forma; los suelos más arenosos dentro de las islas corresponderán a las zonas donde esta especie sea predominante.

3.- ESTUDIO DE LA VEGETACION

Incluiremos en este punto a la vegetación con un mayor o menor grado de independencia de las condiciones hidrológicas y del régimen salino de la marisma.

3.1.- Complejos de vegetación halófita.

En este grupo contamos con las comunidades de especies vasculares especialmente ligadas a unas condiciones de salinidad e inundación que las diferencia del resto.

Están constituidas como formaciones herbáceas de porte pequeño pertenecientes sobre todo a las familias de las Gramineas, Juncaceas y Cyperaceas.

En primer lugar y siguiendo un gradiente de mayor a menor inundación por las mareas hay que citar los plantones de Zostera marina que se pueden considerar como halófitas estrictas sumergidas por la pleamar gran parte del año.

Por encima de éstas, con un grado menor de inundación se pueden detectar formaciones de Spartina alterniflora , graminea procedente de la costa americana que ocupa el hábitat de la especie autóctona S. marítima .

En el mismo nivel podemos encontrar pequeñas formaciones de Salicornia ramosissima ligadas a pequeñas cubetas salinas. Ambas formaciones se localizan sobre suelo de tipo marsh con un marcado carácter salino y con acumulación de sulfuros que impiden la proliferación de especies menos tolerantes a la salinidad como Spergularia maritima, Aster tripolium y Puccinellia maritima.

En las zonas de marisma alta se dan diferentes formaciones de gramineas que se pueden incluir dentro de este complejo de vegetación halófita.

Otras especies que aparecen ya en la zona de la marisma alta, inundable sólo por las mareas vivas, son los halófitos Juncus gerardii, Juncus maritimus y Atriplex hastata.

Junto a estas es común la presencia en las islas de la especie Scirpus maritimus, una ciperacea vivaz, característica de las marismas con una salinidad moderada. Se presenta formando densos núcleos monoespecíficos o también en contacto con Phragmites australis.

3.2.- Carrizales de Phragmites australis.

P. australis, el carrizo, es una de las especies vasculares más difundidas por el planeta. Habita tanto los lugares encharcados salinos como dulces y se asienta generalmente sobre suelos de tipo marsch o gley ,dentro de la marisma.

Los carrizales de las islas están caracterizados por la presencia en algunos casos de Scirpus maritimus, siempre que la densidad del carrizo no sea muy elevada, lo que les diferencia de los carrizales de medios dulcícolas, además de otras especies halófitas acompañantes como Aster tripolium.

El Phragmites australis domina gran parte de las islas, presentándose como formaciones monoespecíficas o en presencia de especies halófitas como Scirpus maritimus, Juncus maritimus, Juncus gerardii, Puccinellia maritima, y Aster tripolium, que verán condicionada su presencia en función de las condiciones salinas de las zonas que ocupen los carrizales.

También podemos encontrar zonas en las que la influencia de las aguas de escorrentìa o proximidad de cauces de agua dulce, rebajan considerablemente la salinidad del suelo, apareciendo junto al carrizo especies acompañantes de un carácter menos halófito como Juncus effusus y Scirpus holoschoenus

3.3.- Formaciones de Baccharis halimifolia.

Esta formación se establece dentro de la zona de influencia salina , pero con un alto grado de manejo antrópico. Se trata de una compuesta de porte arbustivo, de origen americano y altamente asentado en los medios subhalófitos de las marismas del País Vasco y de otras zonas de Cantabria.

En Txingudi la encontramos en las zonas altas de los diques y lezones, en relación con las zonas antiguamente cultivadas que fueron desalinizadas, drenadas y abonadas constituyendo el sustrato idóneo para esta especie. Las comunidades mas importantes se pueden encontrar en las franjas externas de las islas, formando densas franjas casi monoespecificas que restan hábitats de desarrollo a las especies autóctonas y eminentemente herbáceas, y en formaciones interiores. Esta especie, además, realiza una función de estabilización de suelos, pero a su vez transforma el sustrato en un proceso de modificación del mismo, produciendo una gran cantidad de humus que al mineralizarse modifica su composición. Este efecto, por un lado limita el desarrollo de especies ligadas a la marisma, y por otro el desarrollo de estas formaciones restan zonas de ocupación para las especies halófitas.

Otras especies que suelen acompañar a Baccharis halimifolia son Elymus sp, Festuca rubra, Cochlearia officinalis, e incluso plantas no halófitas como Sinapis arvensis, Rumex glomeratus, etc...

4.- ESTUDIO FLORISTICO DE LA ZONA

4.1.- Características generales de los pisos de vegetación

Circunscrita el área de estudio a lo que genéricamente se denominan como: Islas de Txingudi, habría que reseñar que sólo van a ser dos de las tres islas, las que cuenten con una morfología de comunidades halófilas a destacar, puesto que la tercera; (Iru- kanale), se encuentra totalmente afectada por usos hortofrutícolas.

Haciendo esta primera aclaración podemos comenzar el estudio florístico del complejo marismal, comprendido fundamentalmente por las Islas Galera y Santiago-aurrea, así como diferentes isletas, de pequeño tamaño, que aparecen en la misma zona, resultado de la dinámica geomorfológica que estas zonas registran.

El estudio florístico y la disposición de las diferentes comunidades sobre el espacio colonizado, se ha desarrollado a través de una herramienta fundamental como es el inventario florístico. Para ello; una vez recorridas, bajo diversas épocas del año, las islas, se eligieron parcelas que considerábamos representativas y clarificadoras de la disposición y composición de la flora que aparece en dicho lugar.

Antes de desarrollar pormenorizadamente este estudio, debemos dejar constancia de la existencia de 4 factores básicos para explicar la disposición y composición florística de la zona. Sin profundizar en cual es el que ofrece mayor influencia sobre la vegetación marismeña, se puede decir que:

Un 1º factor viene dado como consecuencia del tiempo que los diferentes complejos halófilos se ven afectados, de forma directa, por la irrupción de la marea, es decir; por tener parte o todo su porte inundado.

El 2º de los factores fundamentales es la existencia en la zona de dos influencias hídricas bien diferenciadas. En este sentido hay que destacar que este tipo de zonas se caracteriza por el encuentro de las aguas salinas, procedentes del mar, a través de las mareas, y las aguas dulces procedentes del régimen fluvial, concretamente, de la red hidrográfica que recoge las aguas de la cuenca del Bidasoa. La mayor o menor influencia de un régimen más salino o un régimen más dulceacuicola, van a provocar que nos encontremos con unos complejos u otros.

Un 3º factor fundamental para este área y, en general, en la comarca del Bajo Bidasoa, es el factor antrópico. No hay que olvidar que en esta zona contamos con núcleos como Irún, Fuenterrabía y Hendaia, siendo el primero, el de mayor población de Gipuzkoa, después de la ciudad de San Sebastián. Este importante contingente demográfico (cercano a las 95.000 personas), ha infringido una influencia notable sobre estas zonas. No hace falta sino recordar la ocupación agrícola que soportaban las islas hasta que, en la mitad de los años sesenta, una serie de grandes crecidas del río Bidasoa, el paulatino abandono de cultivos y el desmantelamiento de las estructuras de defensa contra las mareas y el agua salada, provocan la ruptura de los lezones y sistemas de polderización de la Isla Santiago-aurrea, lo cual se repetirá en el año 1979 con la Isla Galera. El factor antrópico se hace decisivo por la transformación del suelo y el notable trastoque que realiza sobre la disposición natural o potencial de los complejos halófilos, cuestión ya estudiada en anteriores puntos.

Como 4º factor destacaríamos el suelo. En todos los estudios florísticos ocupa un papel fundamental y en nuestro caso no va a ser menos, no tanto por la posible diferencia de suelos que aparecerían en la zona de estudio, lo cual no ocurre (estamos ante unos suelos bastante homogéneos), sino que destaca la mayor o menor cantidad de sal, fundamentalmente ClNa, que aparece dentro del complejo edáfico. Lógicamente, esto vendrá determinado por la influencia que los regímenes hídricos, salados o dulces, ejerzan sobre la zona, cuestión que viene controlada por la topografía de las islas. Es decir; la microtopografía va a determinar, no sólo la inundavilidad mayor o menor de las diferentes zonas, sino que determinará la mayor o menor presencia de agua salada y por tanto; la mayor o menor salinización de los suelos. En este sentido nos encontramos con unas cotas que estarían comprendidas entre los niveles medios de bajamar (0,96 cm.) y los niveles medios de pleamar (3,75), garantizando un 50% de inundación diaria a lo largo del mes. Por encima y debajo de estas cotas, encontramos las franjas que sufrirán una variación de las mareas cuando estas sean más o menos vivas o astronómicas, en cuyo caso, sufrirán su influencia varias veces al mes siguiendo las pautas de las mareas vivas mensuales, que oscilan por término medio entre los 0,30 mts. y los 4,20 mts., siendo influenciadas sólo unas cuantas veces a lo largo del año entre valores de 0,19 mts. y 4,60 mts. sólo en el caso de la existencia de mareas vivas astronómicas.

Tomando en cuenta lo anteriormente reseñado y, en general, los diversos complejos u asociaciones halófilas que se presentan, y en particular; una serie de fitoindicadores que posteriormente detallaremos más extensamente, hemos podido constatar la presencia de tres niveles bien diferenciados como son: EL SUBLITORAL: Este nivel iría comprendido entre el nivel medio de bajamar, dependiendo si el nivel corresponde a una marea normal, viva o astronómica, y 0,96 mts.(nivel medio de pleamar normal, es decir: se cumple el 50% de los días de un año)

EL EULITORAL: que corresponde con una franja topográfica que discurre entre los 0,96 mts. hasta los 3,75 mts. aproximadamente, y que al abarcar la mayor parte de nuestro área y viendo la riqueza florística y de pisos, dentro del propio nivel, hemos decidido dividirlo en tres subpisos o niveles bien diferenciados. Estos son: EL EULITORAL BAJO; comprendido entre los 0,96 mts. y 2 mts. EL EULITORAL MEDIO; comprendido entre 2 mts. y 3 mts. y para finalizar EL EULITORAL ALTO; que va desde los 3 mts. hasta los 3,75 mts.

Y por último contaríamos con EL SUPRALITORAL, es decir, el nivel más alto de las islas, con una cota que va desde los 3,75 mts. hasta los 4-5 mts. Este piso sólo queda influenciado, en parte, por pleamares muy vivas o pleamares astronómicas.

En la figura 1 puede verse la distribución de los pisos en función de la zonificación mareal, pudiéndose observar la variación a la que están sometidos según las diferentes alturas de marea.

Para realizar el comentario de los diferentes inventarios florísticos, seguiremos el mismo orden y esquema que se apuntaba en el punto anterior, es decir, se realizará por el mismo orden en que se han descrito los diferentes pisos o niveles. Habría que empezar aclarando que al encontrarnos en un ecotono entre el mundo terrestre y el mundo oceánico, la riqueza florística se multiplica.

En lo que al piso sublitoral respecta; hay que reseñar que la vegetación que allí aparece es ciertamente escasa así como simple. Pocas halófilas pueden resistir estas condiciones de una casi continua inundación y un régimen salino fuerte. Por todo ello, sólo aparecerán en este nivel algunas manchas de Zostera marina, desde luego de forma muy puntual y no siendo algo representativo, de tal forma que no se adjunta un inventario detallado, simplemente informamos sobre la presencia en algunos puntos, sobre todo los más septentrionales, de esta especie principalmente.

En lo referente al nivel eulitoral, ya se ha comentado anteriormente que es el piso que más extensión ocupa en nuestro área de estudio y que aparece subdividido atendiendo fundamentalmente a los diferentes complejos halófilos y las diferencias microtopográficas que aparecen sobre el terreno. Para el Eulitoral bajo contamos con dos inventarios realizados, los cuales pueden darnos un poco de luz sobre la disposición florística y que, a continuación agregamos.

4.2.- Vegetación del piso Eulitoral bajo

INVENTARIO DE UNA PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL BAJO

ISLA GALERA 0,60 mts.

ESTRATOS HERBACEO ALGAS

ESPECIES

Spartina maritima 4

Aster tripolium 2

Scirpus maritimus 1

Phragmites australis 1

Juncus maritimus 1

Fucus spiralis +

Restos antrópicos por marea

Antiguos canales de drenaje

-

INVENTARIO DE UNA PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL BAJO

ISLA SANTIAGO-AURREA 1,10 mts.

ESTRATOS HERBACEO ALGAS

ESPECIES

Phragmites australis 4

Aster tripolium +

Fucus spiralis 1

Restos antrópicos

En el primer inventario que corresponde a una zona próxima a la ruptura principal del lezón de la Isla Galera, se puede observar el fuerte predominio que ejerce la Spartina maritima sobre las demás especies. Estamos ante una planta que coloniza rápidamente el suelo y es una de las mejor adaptadas a este hábitat. El papel geomorfológico de la espartina, como anteriormente ya se ha comentado, es muy importante, ejerciendo una sujeción y creación de suelo bastante considerable. Tampoco debe extrañarnos la presencia de Aster tripolium pues estamos ante otra especie que coloniza rápidamente estas zonas que aparecen inundadas una cantidad de tiempo considerable. Quizás lo que más llama la atención es la presencia a esta cota tan baja de las especies: Phragmites australis, Scirpus maritimus y Juncus maritimus. En teoría estas tres especies deberían aparecer en una zona más elevada, donde el tiempo de ocupación del sustrato por parte de la marea fuera menor. En la práctica lo que ocurre, y va a ser una constante en todo el área, es que el aporte de agua dulce es tan importante que la influencia salina queda matizada. Por lo tanto, las tres especies nos estan dando una diáfana información sobre la importante influencia que allí ejerce el agua dulce. Otro aspecto importante a tener en cuenta es la cercanía a la superficie del nivel freático, lo cual beneficia claramente a las anteriormente mencionadas tres especies.

En esta misma zona es también muy representativa la presencia de diferentes restos antrópicos que son aportados por la subida de la marea, cosa que ocurre dos veces al día. Así mismo constatamos la influencia mareal por la existencia de una especie de alga bastante común en estos ambientes como es: Fucus spiralis. Otra cuestión a destacar es la presencia de los antiguos canales de drenaje que, hoy en día, se conservan y sirven de canalización para la salida y entrada de las mareas.

El segundo inventario viene a reforzar la importancia de la influencia dulceacuicola. Este inventario se sitúa en una pequeña isleta, a caballo entre Galera y Santiago-aurrea estando muy influenciada por el descenso de las aguas fluviales a través del canal más importante que existe entre las islas. La espartina cede paso, así pues, a la presencia del carrizal al existir una influencia mareal muy mediatizada por el importante y regular caudal fluvial.

A continuación contaríamos con otro subpiso dentro del Eulitoral, estaríamos dentro del denominado Eulitoral medio.

4.3.- Vegetación del piso Eulitoral medio

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL MEDIO

ISLA GALERA 1,75 mts.

ESTRATOS HERBACEO ALGAS

ESPECIES

Aster tripolium 4

Spergularia media 2

Spartina maritima 2

Zostera nolti 1

Scirpus maritimus +

Juncus maritimus +

Salicornia ramossisima +

Phragmites australis +

Ulva lactuca 1

Fucus spiralis +

Antiguos canales de drenaje

-

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL MEDIO

ISLA SANTIAGO-AURREA 1,80 mts.

ESTRATOS HERBACEO

ESPECIES

Phragmites australis 4

Aster tripolium 2

Zostera nolti 1

Limonium vulgare 1

Antiguos canales de drenaje

El primer inventario se sitúa en la Isla Galera, concretamente dentro de una zona que es afectada diariamente por la marea. Otro dato importante a destacar es que fue cultivada por el hombre hasta la rotura de los lezones. Lo fundamental es que nos encontramos con extensas praderas de Aster tripolium, especie que cuenta con un alto grado de asociación con otras dos especies; la Spergularia media y la Spatina maritima. Lo curioso de estas praderas, que dentro del Eulitoral medio van a ocupar el nivel más bajo, es que dependiendo de la época del año en la que nos encontremos, dominará el Aster tripolium o dominará la Spartina maritima. Es decir; se establece una codominancia anual del territorio por parte de las dos especies. A través de la presencia de las tres especies se hace patente la influencia que la marea y el régimen salino ejercen sobre la zona, mucho más patente que en el anterior subpiso, donde la influencia de los aportes fluviales matizan la presencia de la vegetación impropia, en cierta manera de ese nivel. Esta presencia de halófitas más extremas se debe, sin duda, a que estamos situados en el interior de la Isla Galera donde la influencia mareal es superior a la escorrentia de las aguas dulces del Bidasoa.

Por lo tanto; estaríamos ante una disposición florística bastante ajustada a lo que, en teoría debería aparecer dentro del Eulitoral medio. Dentro de este mismo nivel se dan importantes diferencias microtopográficas derivadas de la presencia de pozas y antiguos canales de drenaje a diferentes niveles. Así pues; dentro del nivel medio aparecerá esta pradera de Spartina maritima, Aster tripolium y Spergularia media. En las zonas topográficamente más elevadas se daría paso a otra asociación donde dominarían, en mayor medida, otras especies como la Zostera noltii, Scirpus maritimus, Juncus maritimus y Phragmites australis, que nos están informando sobre una influencia mareal y salina cada vez más matizada. Sin embargo dentro de las zonas más deprimidas, pozas y canales, aparecerían diversos manchones de salicornia Salicornia ramossisima, cuestión, por otra parte lógica. Estas microcuvetas registran una ocupación por agua salina más importante, teniendo en cuenta además la escasa porosidad de los suelos allí donde los materiales son más limoso-arcillosos. Por otra parte, la influencia mareal viene atestiguada por la presencia de dos especies de algas en la zona, estas especies son: Ulva lactuca y Fucus spiralis.

El subnivel que ahora nos ocupa no se aprecia de una forma tan clara dentro de la Isla Santiago-aurrea, estando el interior de esta a un nivel topográfico más elevado, quizás una treintena de centímetros, por termino medio, cuestión más que suficiente para que aparezca una colonización, en algunas zonas ya consolidada y en otras incipiente, del carrizal Phragmites australis, especie cosmopolita, la cual cuenta con un poder de adaptación a diferentes medios y un nivel de colonización que la hacen ser preponderante en estos ambientes. Este fenómeno queda recogido a través del segundo inventario dentro de este subnivel. Se recoge una asociación característica de estas islas, se trata del carrizal mixto, es decir; un carrizal no muy cerrado, como consecuencia de cierta influencia mareal y por tanto; condicionamiento salino, lo cual hace que comparta el espacio con otras herbáceas entre las que destacan: Aster tripolium, Zostera noltii y Limonium vulgare. Esta importancia del carrizal y la progresiva desaparición de las halófilas más extremas nos está informando sobre el paso del Eulitoral medio hacia el Eulitoral alto.

4.4.- Vegetación del piso Eulitoral alto

Quizás el piso que más riqueza florística recoja dentro de las islas; sea este, precisamente debido a una pequeña influencia mareal, pero todavía existente, sobre todo en mareas vivas, y la introducción por parte del hombre de ciertas especies. Todo esto va a dar lugar a que coexistan especies claramente halófilas, con otras que son halófilas facultativas, otras claramente no halófilas pero propias de estos ambientes litorales, así como especies autóctonas y especies alóctonas. Para comenzar, contamos con una clara diferenciación entre zonas más o menos deprimidas, las primeras registran la ausencia de la especie introducida por el hombre; Baccharis halimifolia, y las segundas contarán no sólo con su presencia, sino con su invasión o con la presencia de un carrizal abierto o mixto.

INVENTARIO DE UNA PARCELA DE EULITORAL ALTO

ISLA GALERA 2 mts.

ESTRATOS HERBACEO ALGAS

ESPECIES

Spartina alterniflora 4

Spergularia maritima 2

Aster tripolium 2

Triglochim maritima 1

Spartina maritima 1

Juncus maritimus 1

Phragmites australis +

Cackile maritima +

Ulva lactuca +

Antiguos canales de drenaje

Tocones de mimbreras

-

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL ALTO

ISLA GALERA 2,2 mts.

ESTRATOS ARBUSTIVO HERBACEO

ESPECIES

Baccharis halimifolia 4

Phragmites australis 1

Spartina alterniflora 4

Juncus maritimus 3

Inula crithmoides 1

Lychnis flos-cuculi 1

Restos antrópicos por marea

-

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL EULITORAL ALTO

ISLA SANTIAGO-AURREA 2 mts.

ESTRATOS ARBUSTIVO HERBACEO

ESPECIES

Phragmites australis 4

Aster tripolium 3

Spartina maritima 2

Juncus maritimus 1

Juncus gerardi 1

Scirpus maritimus +

Restos antrópicos por marea

Dentro del primer tipo, es decir; el que recoge en primer inventario del Eulitoral alto, podemos observar todavía la presencia de una gran cantidad de especies halófilas claras, las que corresponden a los géneros: Spartina, Aster, así como la especie Triglochim maritima e incluso el Cackile maritima, y especies de niveles topográficamente más elevados ; donde el aporte salino no es tan acentuado, como son: Phragmites australis y Juncus maritimus. De todas formas, observamos un claro dominio de las halófilas más extremas lo cual nos informa de una influencia mareal todavía considerable.

El siguiente inventario se encuentra a un nivel topográfico más elevado y aparece ya la invasión de una especie como es el Baccharis halimifolia que alcanza portes hasta subarboreos pero que aquí sólo aparecen con morfológicas y portes arbustivos. Acompañando al Baccharis halimifolia, se encuentra el Phragmites australis. Entre ambas especies se da una fuerte competencia. Aunque posteriormente se analizará la dinámica de la vegetación, se puede adelantar que; aunque el Baccharis halimifolia se expandió abundantemente por las islas hace 5 ó 6 años, ahora parece que no cuenta con una dinámica tan acentuada como al principio, dando lugar a la gran colonización que está realizando el carrizal. Dentro del propio inventario contamos con una gradación desde la espartina en las partes más bajas pasando por otro nivel donde aparece el carrizal y los juncales, los dos juntos, otro nivel con la Inula crihtmoides, terminando con el Baccharis halimifolia y especies acompañantes, ya claramente no halófilas como puede ser Lychnis flos-cuculi, lo cual nos indica el paso que se está dando hacia un piso supralitoral, muy bien captado en esta parcela

Otra cuestión importante a recoger es la variedad de especies que se da dentro del género Spartina. La especie Spartina maritima, ocupa los lugares más bajos que oscilan entre el Eulitoral bajo y el alto. Esta especie es perfectamente autóctona, al contrario que la Spatina alterniflora, especie introducida por la mano del hombre y que ocupa los niveles más altos, es decir; fundamentalmente el tránsito entre el Eulitoral alto y el Supralitoral. Por su parte, la especie Spartina towsendii, no es ni más ni menos que la hibridación entre las anteriores y ocupa los lugares donde no aparecen las otras dos, generalmente se sitúa entre medias de las dos especies. Todo esto en teoria. Lo que ocurre en la realidad es que la Spartina alterniflora puede, perfectamente, aparecer en las partes más bajas como consecuencia del lavado que ejercen sobre las sales, las aguas del Rio Bidasoa, ocupando así el nicho lógico de la Spartina marina, mejor adaptada a una mayor influencia salina

El tercer inventario pertenece otra vez a un nivel topográfico más bajo dominado por el carrizal y un estrato herbáceo en el que domina el Aster tripolium y la Spartina maritima, que como anteriormente se ha comentando, van alternándose en la preponderancia por el estrato herbáceo dependiendo de la época en la que nos encontremos. También aparecen familias muy típicas ya de este nivel como son las juncaceas y las cyperaceas, lo cual nos informa de una menor presencia de sales en el suelo y, como no, de la dificultad de drenaje.

4.5.- Vegetación del piso Supralitoral

En lo que respecta al Supralitoral, se puede decir que seguimos insertos en la misma dinámica que en los anteriores niveles, es decir; sigue existiendo una gradación progresiva conforme ascendemos unos centímetros, en este caso desde especies todavía halófilas, hasta especies que ya no pertenecen a este grupo.

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL SUPRALITORAL

ISLA GALERA 2,5 mts

ESTRATO HERBACEO

ESPECIES

Atriplex hastata 3

Zostera nolti 2

Inula crithmoides 2

Spartina alterniflora 2

Phragmites australis 2

Aster tripolium 1

Elymus pycnanthus +

Triglochim maritima +

Cochlearia pyrenaica +

Baccharis halimifolia +

-

INVENTARIO DE PARCELA PERTENECIENTE AL SUPRALITORAL

ISLA SANTIAGO-AURREA 3 mts.

ESTRATOS ARBUSTIVO HERBACEO

ESPECIES

Baccharis halimifolia 4

Spartina towesendii 3

Festuca rubra 1

Cochlearia officinalis 1

Atriplex hastata 1

Juncus gerardi 1

Carex extensa +

Rumex conglomeratus +

Diversos restos antrópicos

Este primer inventario del supralitoral refleja una facies de pradera dominada por la especie Atriplex hastata formando un herbazal de gran riqueza en especies. Aparece una mezcla ciertamente rica con halófilas de diferentes grados, están coexistiendo en pocos centímetros de diferencia halófilas extremas, halófilas facultativas, especies que se pueden adaptar a cierta presencia de sales y especies no halófilas. Eso sí; todas las especies que se recogen en este inventario son peculiares y especificas de este tipo de ambientes litorales, salvo el Rumex conglomeratus, especie nitrófila y más cosmopolita.

El último inventario recoge la asociación característica de los puntos más elevados de las islas. En principio, estos puntos corresponden, generalmente, con los lezones y muros, realizados por la mano del hombre para evitar las inundaciones de carácter mareal y la salinización de los suelos. Estamos en un piso donde domina ya claramente el Baccharis halimifolia, que como anteriormente se ha comentado, es introducida por el hombre, precisamente para defender y asegurar las defensas y lezones. Esta especie ejerce un predominio prácticamente absoluto, dejando ocupar el espacio a otras especies sólo en los bordes de la formación. Concretamente en este borde se da la presencia de la Spartina towsendii, que dentro de las espartinas ocupa el nivel más elevado, topográficamente hablando, así como especies mucho más mayoritariamente representadas sino existiera el predominio del B. halimifolia, como son: Atriplex hastata, Cochlearia officinalis, gramineas como: Festuca rubra, Carex extensa y poligonaceas como el Rumex conglomeratus.

Para concluir, hay que destacar las ausencias significativas que se dan dentro de la vegetación que ocupan las islas con respecto a otras zonas parecidas a la nuestra como pueda ser la Ría de Urdaibai. En nuestros estudios y visitas por la zona no hemos logrado encontrar tres especies que aparecen con profusión dentro de los complejos halófilos como son: Suaeda maritima, Halimione portulacoides y Tamarix sp. Estas especies son abundantes en la Ría de Urdaibai mientras que no aparecen en esta zona. Por otra parte hay que destacar la inexistencia en las islas de una especie introducida por el hombre y que está colonizando rápidamente otros espacios marismales como es la Hierba de la Pampa o Cortaderia selloana.

5.- DINÁMICA Y VALORACIÓN DEL AREA DE ESTUDIO.

5.1- Evolución de la vegetación ( Fotos aéreas )

En este capítulo se trata de realizar un análisis, de forma sucinta, conforme a la evolución de la vegetación dentro de las islas, correspondiendo a la serie histórica recogida entre la primera foto aérea que aparece sobre la zona y la última. Concretamente se han tomado las fotos aéreas de los años: 1954, 1967, 1970, 1985 y 1991. A través de fotointerpretación se ha determinado la estructura y composición de los diferentes complejos de vegetación, todo ello acompañado del trabajo de campo sobre el área de estudio y toda una serie de entrevistas realizadas a personas vinculadas, de una u otra forma, con las islas de Txingudi.

Partiendo de la foto aérea del año 1954, mapa Nº1, observamos una total ocupación de la superficie de las islas por usos agrícolas. En este sentido; sólo se encuentran complejos de vegetación halófila y carrizales en los perímetros exteriores donde la influencia mareal determina la presencia de los mismos.

En años posteriores y, como consecuencia del paulatino abandono de las actividades agrarias sobre las islas Galera y Santiago-Aurrea, nos encontramos con una etapa de incipiente colonización de los complejos halófitos, así como una rápida ocupación por parte de los carrizales de parte de las antiguas tierras de labor tal y como se muestra en los mapas Nº2 y Nº3, correspondientes a las fotografías aéreas de los vuelos realizados en los años 1967 y 1970 respectivamente.

La dinámica anunciada para las situaciones cartografiadas en los mapas Nº2 y Nº3, se ve perfectamente confirmada en el correspondiente a la fotografía aérea del vuelo del año 1985 (mapa Nº4). En dicho mapa se observa una colonización, con un periodo de referencia de tan sólo 15 años, de las formaciones halófilas, así como de las formaciones de carrizo. Otro aspecto a resaltar es la acentuada dinámica en la ocupación del espacio por parte del Baccaris halimifolia. Todo ello refiriéndonos a la situación observada para las islas: Santiago-Aurrea e Isla Galera. En lo que se refiere a la tercera, es decir; Hiru-Kanale, dicho espacio se encuentra totalmente colonizado por una ocupación agrícola, lo cual hace que no se produzca una dinámica parecida a lo que se esta dando en los otros espacios marisméños.

El análisis temporal se completa con el estudio de la fotografía aérea correspondiente al vuelo de 1991 (mapa Nº5). En él podemos observar como la situación de evolución de los complejos de vegetación se ha ido confirmando progresivamente, ocupando nuevas superficies y estabilizándose en donde anteriormente se localizaban.

En el mapa Nº5 se puede comprobar como, aunque muy reducidas, se mantienen extensiones de suelo dedicadas a usos agrícolas. Esto, en efecto, queda constatado en una zona interior de la Isla Santiago-Aurrea.

Como conclusión de la evolución temporal analizada, podemos deducir la rápida evolución que experimentan las superficies marismales en cuanto a su colonización por diferentes complejos vegetales. Sobre todo formaciones de halófitas, formaciones de carrizal y formaciones de Baccaris halimifolia. De esta manera, observamos como en una serie temporal bastante corta, existe, sin embargo, una colonización y evolución de la vegetación, relativamente rápida, lo cual nos lleva a reflexionar sobre el gran poder de regeneración que poseen este tipo de ambientes. Otra de las reflexiones pasa por la preocupación de la dinámica rapidísima que presenta el carrizal y el B. halimifolia, estas especies hacen que los complejos halófilos potenciales, sean substituidos perdiendo en biodiversidad y, por tanto, riqueza de especies.

Cartografía

Evolución islas 1956-1967

Evolución islas 1970-1985

Islas. Situación 1991

5.2.- Situación actual, tendencia y valoración de la vegetación

En este apartado se realizará un pequeño estudio de la etapa en la que se encuentran hoy en día las islas, así como su dinámica. Por otra parte, siguiendo un método de valoración ecogeográfico, nos acercaremos al grado de naturalidad y el grado de protección que requeriría la zona.

En lo que respecta a la dinámica que en estos últimos años han seguido las islas, ya fue analizada en anteriores apartados, viéndose la realidad en la que nos encontramos hoy por hoy. En lo que respecta a la dinámica actual, se puede afirmar que la zona se encuentra en una generalizada y rápida DINÁMICA PROGRESIVA.

Una de las características básicas de este hábitat es la rapidez de recuperación, de crecimiento y rápida sustitución de unas asociaciones por otras. Lo que si se constata claramente es la rápida creación de suelo con lo cual; las zonas inundables van progresivamente colmatándose. En este sentido se explica el rápido avance de especies como el Baccharis halimifolia y Phragmites australis. Lógicamente, siempre existirán zonas inundadas o con regímenes de inundación, de tal forma que existirán diferentes complejos halófilos.

Fuera de la dinámica progresiva generalizada para las dos islas: (Galera y Santiago-aurrea), existiría otra dinámica, completamente diferente dentro de la isla Iru-kanale. Concretamente al sufrir un cultivo continuo de su superficie esta se hallaría dentro de una dinámica, en general; ESTABILIZADA.

Hoy en día los mayores peligros como hemos visto vienen de mano del hombre , a través de usos no respetuosos con dicho hábitat, así como a través de la introducción de especies alóctonas. Cabe destacar la no existencia en esta zona de la denominada Hierba de la Pampa (Cortaderia selloana), herbácea de gran porte que en otras zonas ha invadido totalmente el espacio pero que aquí de momento no ha hecho acto de presencia, salvo en las zonas de huertas que enmarcan a las islas, por lo que la previsión es que invada las islas en un corto periodo de tiempo, sobre todo, teniendo en cuenta que su forma de propagación es, relativamente facil y exitosa. Se trata de una especie anemócora.

En lo que respecta a la valoración de la vegetación de las islas, se realiza a través del método realizado por MEAZA et alli. ( Tabla 1). Se ha utilizado en otras zonas con gran validez en los resultados, siendo una herramienta muy biogeográfico, cuestión de suma importancia en nuestro estudio. Dicho método recoge una serie de criterios a los que se va valorando, posteriormente se multiplican por unos índices que vienen dados dependiendo de la importancia dada al criterio. Concretamente otorgaremos un índice de 1,5 puntos para los 6 primeros criterios y 1 punto para el criterio restante.

VALORACIÓN NATURALÍSTICA DE LAS ISLAS DE TXINGUDI

CRITERIOS

VALORACION

INDICE

TOTAL

RAREZA / SINGULARIDAD

 

5

1,5

7,5

RAREZA / SINGULARIDAD

9

1,5

13,5

FLORISTICO / BIOCENOTICO

9

1,5

13,5

REEMPLAZABILIDAD

5

1,5

7,5

AMENAZA / PELIGRO

7

1,5

10,5

MESOLOGICO

8

1,5

12

PERCEPCIONAL

7

1

7

TOTAL

 

71,5

Tabla 1. Valoración de las Islas del Estuario del Bidasoa

Según nuestras estimaciones contaríamos con una valoración de 70 puntos lo cual viene a corresponder con UN ALTO INTERES NATURALÍSTICO, y por tanto; UN ALTO INTERES DE PROTECCIÓN, niveles que quedan englobados bajo una figura jurídica de planificación del territorio como es el PARQUE NATURAL. De hecho la Diputación de Gipuzkoa recoge estas islas dentro de su inventario de zonas de alto valor naturalístico y, por lo tanto, con ciertos niveles de protección. Concretamente en esta zona, según el mismo listado; la propuesta de usos se inclinaría hacia una conservación así como un uso científico y didáctico dentro del propio área, eso si; sin dotación de infraestructuras.

Por otra parte, y siempre según el inventario de la Diputación, quedarían prohibidos los siguientes usos: Usos que dañen el suelo o subsuelo de las islas, apertura de pistas, explotaciones agrícolas o ganaderas, actividades de caza, comercialización con las especies, etc., introducción de especies no autóctonas de flora y fauna, cualquier tipo de quema, labores constructivas, vallas publicitarias, tendidos eléctricos o telefónicos, practica de deportes agresivos con el medio, vertidos, acampada y, por último, queda también prohibida la circulación, dentro de las islas o dentro de los canales que las circundan, de vehículos con motor.

Para concluir hay que afirmar que el interés de conservación de las islas es ciertamente grande, puesto que aunque es una zona claramente impactada por la mano del hombre, es el ejemplo más extenso y mejor conservado de zonas marismales dentro del territorio guipuzcoano.

6.- CONCLUSIONES Y DIAGNOSTICO

Entre las representaciones del medio marismeño en Guipúzcoa, son las islas del estuario de Txingudi las que presentan un grado mayor de conservación y potencialidad.

La presión histórica condiciono estas islas hasta la casi practica desaparición de la vegetación halófita que se presentaba en ellas. A pesar de ello y gracias al continuo abandono de las explotaciones agrícolas que se ubicaban en las islas ( excepto Hiru-Kanale ), unido al inaccesibilidad de la zona, se ha permitido de nuevo la colonización de la zona por parte de la vegetación halófita hasta la situación que presenta en la actualidad.

Aunque denoten cierto grado de artificialidad, el estudio realizado y observaciones a lo largo del tiempo, permiten afirmar que la formaciones vegetales de la zona presentan una sucesión progresiva muy rápida hacia lo que sería su situación mas estable o comunidad de vegetación permanente.

Podemos concluir que a pesar de la intervención histórica en la zona, estas islas presentan unos valores ecológicos muy elevados, sobre todo en lo concerniente a su composición florística y a su singularidad como biotopo de especies animales, así como su importante papel como sistema de producción de energía. Esto unido a la rápida recuperación del ecosistema junto a la relativa inaccesibilidad de este y la escasez de estos medios en nuestra geografía, confieren a las islas de Txingudi un alto valor naturalístico, por lo que se requiere desarrollar medios que permitan su mantenimiento y recuperación, así como realizar programas que ayuden a disminuir la presión que se ejerce sobre las islas, sobre todo en forma de contaminación.

AGRADECIMIENTOS:

Departamento de Cartografia de la Exma. Diputación Foral de Guipúzcoa y muy especialmente al Señor D. Julián Peña.

Dr. D. Guillermo Meaza Rodriguez ( Departamento de Geografia y Prehistoria de la Facultad de Filosofia y Letras de la U.P.V.).

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