Lurralde inves. esp.

23 (2000)

p. 115-123

ISSN 1697-3070

ANALISIS COMPARATIVO DE CAUDALES DE FUSION

EN LOS GLACIARES DE INFIERNOS y MALADETA (PIRINEO ARAGONÉS

 

Recibido: 2000-09-06

 

ALFREDO OLLERO OJEDA *

JAVIER DEL VALLE MELENDO **

LUIS CANCER POMAR ***

FERNANDO LAMPRE VITALLER ***

 

* Área de Geografía Física

Universidad del País Vasco,

 Paseo Universidad,

01006 Vitoria-Gasteiz

 

** Área de Análisis Geográfico Regional,

Universidad de Zaragoza,

Facultad de Humanidades,

22071 Huesca

 

*** Área de Geografía Física

Universidad de Jaén

, Campus Lagunillas,

23071 Jaén

 

**** Consejo de Protección de los Glaciares

del Pirineo Aragonés

 Avda. de la Paz, 5,

22071 Huesca

 

Laburpena:

Aragoar Pirineotako Infiernos eta Maladeta glaziaretan emandako urtze emarien analisi konparatiboa. 1999ko irailean Infiernos eta Maladeta glaziareen urtze eremuetan 24 orduz simultaneoki eginiko ur emarien neurketen analisi konparatiboa aurkezten dugu artikulu honetan. Infiernos-en ur emarien egunean zeharreko aldaketa askoz ere nabsriagoa da Maladetan baino. Bigarrena honelan glaziarearen eta azterketa lekuaren artean dagoen morrenak urtze erregimena nabarmenki erregulatu egiten bait du.

Hitz gakoak: urtze emariak, eguneko urtze zikloa, glaziar pirinearrak, Infiernoseko glaziara, Maladetsko glaziara, Aragoar Pirineoa.

 

Resumen:

Se presenta un análisis comparativo de los resultados obtenidos en septiembre de 1999 en la medición simultánea de caudales de fusión durante 24 horas al pie de los glaciares de Infiernos y Maladeta. Se observa una curva mucho más pronunciada en el glaciar de Infiernos, mientras el régimen de fusión es más ponderado en Maladeta, donde la morrena ubicada entre el glaciar y el punto de muestreo ejerce un claro papel regulador. .

Palabras clave: caudales de fusión, ciclo diario, glaciares pirenaicos, glaciar de Infiernos, glaciar de Maladeta, Pirineo Aragonés.

Abstract:

Meltwater flow in Pyrenean glaciers: compsrstive results between Infiernos glacier and Maladets glacier (Aragonese Pyrenees). It is shown a comparative analisize of the resulls gotten in September 1999 in the simultaneous fusion flow taken along 24 hours next lo Infiernos and Maladeta glaciers. It is noticed a much more pronounced curve at Infiernos glacier, while the fusion rule is more steady in Maladets, where the moraine located between the glacier and the measurement point makes a clear regulatory effect.

Key words: meltwaler flow, dsily cycle, Pyrenean glaciers.

 

1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad sobreviven en el Pirineo oscense los últimos glaciares de la Península Ibérica, los más meridionales de Europa occidental. Son masas de hielo que asisten a un rápido retroceso desde finales de la Pequeña Edad del Hielo. Este retroceso ha sido especialmente marcado en las dos últimas décadas, de manera que desde 1980 la mitad de los aparatos glaciares pirenaicos ha evolucionado hacia morfologías de menor entidad (heleros) o bien ha desaparecido. El balance glaciar es claramente negativo y ello se debe, como señalan diferentes estudios, al aumento de las temperaturas, sobre todo las invernales, y al escaso registro de precipitaciones nivosas, que por otra parte funden rápidamente como consecuencia de la ausencia de frío, lo cual incide en la debilidad de los procesos de compactación de las capas de nieve inferiores (Lampre, 1998).

El presente trabajo se integra en una línea de investigación que, ante la carencia de datos de entrada de nieve en las masas glaciares, que serían fundamentales para aplicar el balance, trata de aproximarse al problema estudiando las salidas de agua. Como durante la mayor parte del año el hielo glaciar está recubierto de una lámina más o menos gruesa y densa de nieve, y la fusión supraglaciar afecta realmente a esa cobertura nivosa, pero no al hielo, los trabajos de campo para conocer los volúmenes y los ritmos de fusión glaciar conviene realizarlos cuando los glaciares están más descubiertos. Esta situación en el Pirineo tiene lugar a finales del verano e inicios del otoño, por lo que el mejor mes para el trabajo de campo es septiembre.

La primera campaña de trabajo fue realizada en septiembre de 1998 (Lampre et al., 1999). En el presente artículo se sintetizan los resultados de las mediciones de caudales de fusión glaciar obtenidas en la campaña de septiembre de 1999, correspondientes al proyecto de investigación 247-50 de la Universidad de Zaragoza titulado "Catálogo actualizado, cartografía geomorfológica y bases para el seguimiento comparado de la dinámica de los glaciares altoaragoneses".

A diferencia del año 1998, en el que sólo se pudo trabajar en el glaciar de Infiernos debido a inclemencias meteorológicas, en septiembre de 1999 se establecieron dos equipos de trabajo que midieron, en una misma jornada, los caudales de fusión de dos glaciares alejados casi un centenar de kilómetros entre sí: Infiernos, en el macizo de Panticosa, y Maladeta, en el macizo del mismo nombre.

La jornada de observación fue la del 10-11 de septiembre de 1999, una semana más tarde que la del año anterior, aprovechando una situación de bonanza meteorológica y con ausencia absoluta de nieve, por lo que los caudales medidos correspondían exclusivamente a la fusión procedente de las masas de hielo glaciares. Es significativo el hecho de que el lugar de medición al pie del glaciar de Maladeta se encontraba cubierto de un nevero residual de aceptables dimensiones en la visita fallida que se realizó en 1998, mientras dicho nevero había desaparecido por completo en septiembre de 1999.

2 ÁREAS DE ESTUDIO

Los Pirineos conservan en la actualidad tan sólo unos 8 km2 de superficie glaciar incluyendo sus dos vertientes, atlántica y mediterránea. De ella, algo menos de la mitad pertenece a esta última y se reparte entre trece glaciares ubicados en territorio aragonés (Chueca et al., 1998), en macizos que superan los 3.000 m de altitud y, en su mayoría, en exposiciones favorables (N y NE).

 

Para llevar a cabo el estudio del ritmo diario de los caudales de fusión se han elegido dos aparatos glaciares alejados entre sí para poder observar diferencias regionales dentro de la cordillera. También era importante que contaran con una morfología adecuada para tomar las mediciones. El glaciar de Infiernos sí que responde a esa adecuación, contando con una forma de cuña que conduce la práctica totalidad de la escorrentía hacia un único curso fluvial de fusión. No ocurre lo mismo en el glaciar de Maladeta, que cuenta con varios torrentes de fusión, los cuales carecen de recorrido superficial hasta que han atravesado la morrena de la Pequeña Edad del Hielo.

En la figura 1 se localizan los dos glaciares estudiados y los puntos de medición. El glaciar de Infiernos es uno de los más occidentales del Pirineo, ubicándose en plena zona axial, entre Sallent de Gállego y Panticosa, en la cabecera de la cuenca del Gállego. Cuenta con una extensión de algo menos de 12 ha, entre las cotas 2.670 y 2.900 m y fue descrito con detalle en nuestro trabajo anterior (Lampre et al., 1999). El glaciar de la Maladeta se localiza en el macizo de Maladeta-Aneto, que cuenta con el complejo glaciar mejor conservado y más extenso de los Pirineos. Se sitúa en el alto valle del Ésera, aunque buena parte de sus aguas de fusión drenan hacia la cuenca del Garona a través del sistema de circulación subterránea Forau de Aigualluts-Güell del Joeu.

 

Figura 1. Situación de los glaciares de Infiernos y Maladeta

Este macizo de Aneto-Maladeta es el más elevado de la cordillera y su disposición general NO-SE permite que toda su ladera septentrional disponga de condiciones muy favorables para la acumulación de nieve, su conservación y su posterior transformación en hielo: elevada altitud, escasa insolación durante buena parte del año y exposición a los vientos y masas de aire frío de origen ártico o continental. Actualmente se desarrollan cinco glaciares: Maladeta, Aneto, Barrancs, Tempestades y Coronas, todos ellos en orientación N-NE con la excepción de Coronas, cuya orientación es SO. El glaciar de la Maladeta cuenta con una extensión de casi 69 hectáreas entre las cotas 2.780 y 3.200. En 1895 Schrader cifraba su extensión en 116 ha, por lo que en unos cien años su superficie se ha reducido a poco más de la mitad. Actualmente se encuentra desgajado en dos cuerpos como consecuencia de la deglaciación ocurrida durante el siglo XX: el oriental, más extenso, y el occidental. Las mediciones han sido realizadas al pie del lóbulo occidental, en el torrente de fusión denominado Barranco del Diente.

3 METODOLOGÍA

En el glaciar de Infiernos se eligió para la medición, al igual que en el año anterior, el extremo inferior de la lengua de hielo, del que surge una corriente de fusión sobre un cauce de fuerte pendiente que se encaja entre la roca enmarcante del glaciar (orilla derecha) y el depósito morrénico (orilla izquierda), a 2.670 m de altitud. Allí se efectuaron las medidas, acondicionando con los propios bloques del cauce una pequeña represa que controlaba la mayor parte del caudal.

En el glaciar de Maladeta fue imposible acceder tan cerca de la lengua glaciar debido a que ésta concluye tapada por depósitos morrénicos de notable superficie y espesor. Por ello, nos vimos obligados a instalar el punto de muestreo en un saliente rocoso al pie de la citada morrena, único lugar donde el torrente de fusión, el barranco del Diente, se encaja y circula superficialmente, a unos 2.600 m de altitud. Hay que tener en cuenta que éste no es el único torrente de fusión del glaciar, sino que hay otros dos de mayor caudal situados más al E. Así pues, mientras en el punto de muestreo del glaciar de Infiernos se recoge prácticamente el 100% de la escorrentía de fusión, en el de Maladeta se mide una parte relativamente reducida de dicha escorrentía. Por otro lado, también hay que considerar que hay una distancia de unos 500 m y un desnivel de 200 m entre el glaciar de Maladeta y el punto de muestreo en el torrente, con el depósito morrénico por medio, lo cual evidentemente se reflejará en los datos obtenidos.

El acceso a los puntos de medición y la realización continuada de las observaciones contaron con las dificultades propias de la investigación en alta montaña (Bocquet et Thomas, 1989). Las mediciones de la velocidad de la corriente se realizaron con un molinete o correntímetro, e iban acompañadas de mediciones paralelas del perímetro de mojado del punto de muestreo. En los dos casos se trató de realizar el mayor número posible de medidas a lo largo de 24 horas. También se tomaba la temperatura del aire y se anotaban las condiciones ambientales que más podían influir en el proceso de fusión: cielo cubierto o despejado, presencia de viento o precipitación, y porcentaje de la superficie glaciar con insolación.

Por problemas técnicos y ante la imposibilidad de comunicación entre los dos equipos, no pudieron coordinarse perfectamente las horas de medición. En el glaciar de Infiernos (equipo Cancer-Lampre) las medidas se tomaron entre las 17:15 h del día 10 y las 17 h del día 11. En el glaciar de Maladeta (equipo Ollero-Del Valle) entre las 14 h del día 10 y las 14 h del día 11. En todo el trabajo nos referimos siempre a la hora oficial; la solar corresponde a dos horas menos.

4. RESULTADOS

Las mediciones realizadas se recogen en la tabla 1 y en las figuras 2, 3, 4 y 5. Puede observarse que el caudal es siempre más alto en el glaciar de Infiernos, resultando en su valor medio casi tres veces superior al recogido en Maladeta, donde, como ya se ha indicado, no es ésta la única salida del agua de fusión procedente del glaciar. Por el contrario la temperatura del aire fue en el1 O y 11 de septiembre de 1999 del orden de 3QC más elevada en Maladeta a lo largo de todo el día, con una diferencia máxima de 5QC a las 10 horas del día 11.

Tabla 1. Datos de caudal obtenidos y temperatura ambiente en los glaciares

de Infiernos y Maladeta (10-11 de septiembre de 1999)

 

Hora

GLACIAR DE INFIERNOS

GLACIAR DE MALADETA

 

Caudal (I/s)

Temp. aire (QC)

Caudal (I/s)

Temp. aire (QC)

14:00

 

 

14,42

13,0

15:00

j

 

21,83

: 12,6

16:00

l

,

23,61

13,7

16:30

~

f

21,44

13,8

17:10

 

 

18,54

13,7

17:15

78,22

9,2

 

 

18:05

 

 

18,23

13,1

18:15

76,50

10,6

 

 

19:00

40,94

9,4

17,46

12,3

20:00

35,66

5,5

17,52

9, 1

21:00

34,37

4,6

14,35

7,0

22:00

20,45

3,2

11,49

6, 1

24:00

7,86

3,3

8,94

6,7

2:00

7,11

4,7

7,82

4,9

4:00

6,64

2, 7

2,94

4,4

6:00

 

 

4,43

4,4

8:00

3,96

2,0

6,72

4,5

9:00

4,58

3,2

6,97

5,4

10:00

4,60

3, 1

5,66

8, 1

11:00

7,30

4,7

6,02

9,4

12:00

39, 10

6,9

6,76

11,4

13:00

8,21

t

11

,5

13:30

 

 

75,06

13,0

14:00

 

 

.14,91

11,9

15:00

74,35

12,9

 

 

16:00

68,29

9,5

 

 

17:00

76,55

9,

1

 

media24 h

29,13

5,5

10,83

8,4

Figuras 2 y 3

Figuras 4 y 5

En los datos del glaciar de Infiernos llaman la atención varios hechos en comparación con el año anterior (v. Lampre et al., 1999). En primer lugar, no se registra un pico marcado de máximo caudal como en 1998 sino un periodo prolongado de aguas altas de unas 5 horas, desde las 13:30 hasta las 18:15 (fig. 2). El máximo caudal parece registrarse alrededor de las 17 horas, aproximadamente una hora más tarde que en 1998. El periodo de aguas bajas se prolonga con valores muy similares desde las 24 horas a las 11 horas, registrándose el mínimo a las 8 horas. Teniendo en cuenta la considerable longitud de los periodos de aguas altas yaguas bajas, las curvas de ascenso y descenso de caudal son muy pronunciadas, por lo que son dos procesos rápidos en el tiempo. El cociente entre el caudal máximo y el mínimo da un valor de 19, 74, muy inferior al valor de 84,4 registrado en 1998. Es decir, el régimen de fusión en 1999 es mucho más ponderado que en 1998. La comparación del caudal con el gráfico de temperaturas no resulta tan clara como en el año anterior. Quizás si nos movemos en temperaturas inferiores a 5ºC, como es el caso, la respuesta en fusión a un incremento débil sea inapreciable. Por lo que respecta a los valores totales de fusión en las 24 horas, el caudal medio estimado de 29, 13 l/s supone un caudal específico de 244,8 l/s/km2 y un total de 2.516.953 litros, es decir, 213.446 litros más que en el año anterior, lo que representa un incremento del 9,27%. Este hecho hay que atribuirlo a la temperatura: la media del 4-5 de septiembre de 1998 fue de 3,8ºC, mientras la del 10-11 de septiembre de 1999 ascendió a 5,5ºC.

En los datos del glaciar de Maladeta se observa una destacada ponderación, ya que el valor más alto, 23,61 I/s, registrado a las 16 horas, es tan sólo 8 veces más elevado que el valor más bajo, 2,94 l/s a las 4 horas. En Infiernos, sin embargo, este cociente era de 19,74 en 1999 y de 84,4 en 1998. Esta atenuación del ritmo diario de fusión en Maladeta se debe sin duda a la distancia del punto de medición respecto del glaciar y al papel de la morrena atravesada retardando una parte del flujo hídrico y suavizando el perfil del hidrograma. Que el máximo fuera a las 16 horas era lo esperado. De hecho, se realizó una medición adicional a las 16:30 para ver si el máximo acontecía más tarde de las 16 h, pero no fue así. En suma, el caudal más alto se registra un par de horas después del mediodía solar, de forma similar a lo ocurrido en Infiernos en 1998. Esto implica que la morrena de Maladeta reduce el caudal punta de fusión glaciar, pero no lo retrasa en el tiempo, es decir, la morrena es atravesada con rapidez y facilidad debido a la elevada pendiente, pero queda una parte del agua de fusión retenida en ella, haciendo posible que el caudal nocturno sea mucho más elevado de lo esperado.

Si comparamos los gráficos de caudal (fig. 4) y temperatura (fig. 5) del punto de muestreo en Maladeta se observa con claridad ese lapso temporal de unas dos o tres horas entre las variaciones térmicas y la respuesta hidrológica. Pero en el gráfico de caudal hay una ligera elevación entre las 8 y las 9 de la mañana que no se debe aparentemente a ninguna causa térmica. Podría tratarse de una salida de agua glaciar procedente de un determinado sector de la morrena en el que el almacenamiento es más prolongado. Esta posibilidad habrá de ser analizada con mayor detalle en las observaciones de los próximos años.

Por otro lado, comparando los gráficos de caudal de Maladeta e Infiernos se observa claramente que el primero (fig. 4) presenta un pico de aguas altas y un mínimo ubicado exactamente 12 horas después, y las curvas de descenso y ascenso que unen ambos son suaves, tendidas. Por el contrario, el gráfico de Infiernos no muestra picos pronunciados sino dos periodos muy marcados y prolongados, uno de aguas altas y otro de aguas bajas, separados por curvas de ascenso y descenso muy bruscas. Este hecho revela también el papel regulador de la morrena en el caso de Maladeta.

 

5 CONCLUSIONES

De la comparación de los datos de caudales de fusión tomados paralelamente en los glaciares de Infiernos y Maladeta en septiembre de 1999 pueden extraerse las siguientes conclusiones:

a) Es evidente que existe un régimen diario de fusión del hielo en los dos glaciares, como ya se observara en Infiernos en el año anterior. Los caudales más altos se registran a las 16-17 horas de la tarde y los más bajos durante la noche.

b) El régimen diario observado al pie del glaciar de Maladeta es mucho más ponderado que el de Infiernos, y ello se debe al papel regulador de la morrena que separa el glaciar del punto de muestreo. En Infiernos, sin embargo, las medidas se toman en la misma salida del glaciar, por lo que la respuesta hidrológica es más directa.

c) La morrena de Maladeta no retrasa en el tiempo el pico de caudal, que acontece unas dos horas después del máximo térmico, del mismo modo que en Infiernos, sino que lo que hace es retener 0 ralentizar una parte del caudal de fusión, de manera que el hidrograma es más aplanado que el de Infiernos, lo cual se observa principalmente en la inclinación de las curvas de ascenso y descenso, mucho más bruscas en Infiernos.

d) De cara al avance de estas investigaciones queda claro que no se puede comparar el funcionamiento hidrológico de dos glaciares en los que el punto de muestreo se encuentra ubicado de forma muy diferente en cada uno de los casos. Así pues, si se quiere seguir llevando a cabo la comparación habrá que buscar otro enclave al pie del hielo en el caso de Maladeta. Otra posibilidad de trabajo es mantener la ubicación actual para comprobar precisamente con mayor detalle el papel regulador de un depósito morrénico en los caudales de fusión glaciar .

6 REFERENCIAS

Bocquet, G. et Thomas, A. (1989): Mesures hydrologiques et climatologiques en haute montagne. Les handicaps du milieu. Revue de Géographie Alpine, LXXVI(1-2-3): 95-104.

Chueca, J.; Peña, J.L.; Lampre, F.; García Ruiz, J.M. y Martí Bono, C.E. (1998): Los glaciares del Pirineo Aragonés: estudio de su evolución y extensión actual. Universidad de Zaragoza, 104 p., Zaragoza.

Lampre, F. (1998). Estudio geomorfológico de Ballibierna (Macizo de la Maladeta, Pirineo Aragonés): modelado glacial y periglacial. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, 200 p., Zaragoza.

Lampre, F.; Cancer, L. y Ollero, A. (1999): Ritmo diario de los caudales de fusión en el glaciar de I nfiernos (Pirineo Aragonés) .A vances en el estudio del Cuaternario español, 173-180, AEQUA, Girona.