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ASTIGARRETA
Ya hemos dicho en el
curso de las páginas descriptivas que preceden á ésta,
que hay una carretera que partiendo de Salvatore {Beasain) une á la general de
Irún á Madrid con la villa de Azpeitia. En esa carretera, á seis kilómetros de
Salvatore, está la N. y L. villa de Astigarreta, á 1º 28' de longitud oriental y
43º 5' 25'' de latitud septentrional; es población rural, de casas diseminadas y
jurisdicción limitada por términos de Beasain, Ichasó y
Azpeitia. Dista 53 kilómetros de San Sebastián.
Predomina el terreno de calizas jurásicas. Los montes principales, desde
cuyas alturas se ve el mar, son Choritegui y Egurza, y hay algunos hayedos particulares de importancia relativa.
/823/ A juzgar por el nombre de la villa, debía su jurisdicción ser, en
tiempos pasadas, abundante en arces, puesto que, etimológicamente, la voz
Astigarreta quiere decir «arcedo», lugar de arces. Es lugar exclusivamente
agrícola; las de trigo y maíz son las cosechas principales, y en casi todos los
caseríos se cría ganado vacuno, cerdal y lanar.
Solo un arroyo de alguna importancia, Latsarte, cruza términos de Astigarreta.

Astigarreta. Vista
general.
Tiene 255 habitantes; 10 casas en el recinto urbano y 27 fuera de él. Como
hemos dicho, la carretera de Salvatore á Azpeitia cruza términos de Astigarreta;
no pasa por el casco, sino por la venta de Mainduria, y para unir esta carretera
al casco se construyó, en 1907, un ramal: la Diputación contribuyó al gasto de
apertura con la mitad del importe, y don Julián Peñagaricano, hijo de la villa, con 5.000 pesetas. La estación más cercana es la
del ferrocarril del Norte, en Beasain, á 10 kilómetros de Astigarreta, y por
ella se hace el servicio de correspondencia. Tiene 67. electores, entre los cuales
se designan seis concejales. La Casa Consistorial y el archivo se quemaron en
1893, y al año siguiente se reedificó el edificio.
La única escuela que existe es incompleta. Pertenece al arciprestazgo de
Segura. Su parroquia, bajo la advocación de San Martín, es de categoría de
entrada; tiene armonium, y el párroco es el único sacerdote que está al servicio
de la feligresía. Hay una ermita, la de San Gregorio, cerca del casco, y á ella
se acude en romería el segundo día de Pentecostés.
Un alguacil hay al servicio del Ayuntamiento; no hay alumbrado público ni
particular eléctrico. Algunas casas tienen agua á domicilio, y en la plaza hay
un hermoso lavadero público cubierto, debido, como otras mejoras, á la
munificencia de hijos de la villa que han obtenido buenas fortunas en países
/824/ de ultramar. El tanto por ciento de habitantes de Astigarreta que han
marchado á esos países, es realmente extraordinario: el año 1914 ascendían á 129, y á ellos debe la villa no pocos servicios, algunos de los cuales aparecen
especificados en un cuadro de honor que figura en la Casa Consistorial, á fin
de que la villa guarde siempre gratitud á los señores don Juan José lnsausti,
quien regaló á la iglesia un armonium de catorce registros, que vale 900
pesetas; á don José María lnsausti y Ganzarain, que envió un incensario de
plata, de 550 pesetas, y dió 500 más para las obras del cementerio; á don Julián
Peñagaricano y á don José Joaquín García, que dieron 1.000 y 250 pesetas,
respectivamente, para las obras del Camposanto; y á don Benito Urquia y Tellería, que, en
1906, gastó 12.000 pesetas en hacer la traída de aguas Y'
construir fuentes y abrevaderos'. Este cuadro lleva fecha 1907; posteriormente
en 1909, don Tomás Otaegui regaló á la iglesia un hermoso mantel para el
altar mayor, una araña, tres candelabros y una butaca.
No tiene médico, y un practicante de lchaso hace sus veces; no hay farmacia
tampoco.
El juego de pelota del pórtico de la iglesia y el de bolos que hay en la
plaza, son los únicos elementos de diversión que existen.
Dos posadas y un molino son las únicas industrias de Astigarreta.
Notas históricas.
Era una mera colación ó parroquia cuando se unió á la
vecindad de Segura, en virtud de escritura de concordia otorgada el 23 de Marzo
de 1384. Esto no obstante, conservó sus términos, el disfrute de sus montes y la
administración de sus rentas; es decir, que tuvo su gobierno municipal
independiente. En esta situación continuó hasta 1615, en que se eximió de dicha
villa, en virtud de privilegio que obtuvo del rey Don Felipe III, mediante el
pago de 4.584 pesetas, que, en unión de Gudugarreta, tuvo que hacer á la real
hacienda. A partir de esta fecha un alcalde ordinario conocía de las causas
civiles y criminales de Astigarreta y Gudugarreta, y su nombramiento se hacía
por turnos anuales, entre las dos villas, el día de San Miguel de Septiembre.
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