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DEVA
Deva pertenece á la serie de pintorescas villas costaneras de Guipúzcoa, de vida
sosegada y casi ignorada en invierno, y que adquieren relieve y animación
cuando, en la época estival, las gentes forasteras vienen á llenar las casitas
de campo y los hoteles. La Noble y Leal villa de Deva, está en buenas
condiciones para formar en torno á la playa un poderoso elemento de vida. A
la orilla del mar, en la desembocadura misma del río Deva, con amplia playa,
hermosos paseos y preciosos alrededores, tiene los atractivos más ansiados por
quienes llegan á esta costa huyendo de tráfagos y poblaciones. Hacia el N.
limita su jurisdicción el mar, en las mareas vivas sube hasta la misma
población; al S. linda con terrenos de Elgóibar, Azpeitia y Cestona; los
términos de Zumaya y Cestona le tocan por el E., y al O. Motrico cierra el paso
á los avances del territorio de Deva. Su situación geográfica le coloca á 1ºo
22' de longitud oriental y 43° 17' 32" de latitud septentrional.
Las margas cretáceas y areniscas predominan en el casco de la villa y sus
cercanías, pero al S. tiene mucho terreno incluido en la gran mancha de calizas
infracretáceas que se extiende al NO. de Guipúzcoa. Los montes principales son
Anduz, Aguirao, Lizaneta, Arbill y Elorriaga. Hay bosques de relativa
importancia, tales como Izengabe, de 50 hectáreas; Beliosoro, de 20; Retilluan,
de 30; Aguirao-barrena, de 10, y Mastrarán, de 10; todos ellos se aprovechan
para obtención de maderas y carbón. El estado dé la agricultura es
satisfactorio. Es curioso el hecho de que en algunas fincas particulares existen
naranjos y limoneros que dan fruta que no se ve en otros lugares de Guipúzcoa.
Como hemos dicho, el río Deva pasa por la población: antes era navegable
hasta Alzola, á 10 kilómetros de Deva, pero hoy no lo es más que hasta Mendaro,
á causa de una presa levantada en este punto. Desemboca en el mar por Deva, pero
antes de hacerlo recoge, en jurisdicción de la villa, las aguas de los afluentes
Sasiola, lrurokein, Ondarcho, Pochucho, Ausondo, Errekacho y Lasurregui, por la
derecha, y de Astigarribia, Kobachu, Lasao y Urasandi, por la izquierda. ,

Deva. Vista general
Tiene 3.161 habitantes. En el recinto urbano se hallan agrupadas 162 casas, y
fuera de él otras 286, algunas de las cuales forman los barrios lziar; á 7
kilómetros de Deva por la carretera de Zumaya, y Lastur, al otro lado del monte
Anduz, al S. de Deva.
/847/ Pasa por Deva la carretera general que después de recorrer los
pueblos de la costa guipuzcoana entra en Vizcaya por Eibar y Ermua; dista 16
kilómetros de Zumaya, 13,80 de Elgóibar, 27 de Azpeitia y 52 de San Sebastián.
El barrio de Iziar está en la misma carretera, como ya hemos dicho; al de Lastur
no hay carretera, y Mendaro está sobre la misma que pasa por la población de
Deva hacia EIgóibar, á mitad de camino entre las dos villas. Hay otra carretera
que va de Deva á Motrico, abierta en 1866; otra que nace en Deva y se une á la
general entre Sasiola y Garagarza, y uaa tercera que arrancando de este mismo
punto va á Motrico.
El ferrocarril de la Costa tiene estación en Deva, en Iziar y también en
Mendaro, pero en la parte que corresponde a Elgoibar . La de Deba se utiliza
para el servicio de correspondencia. Durante el verano se establece servicio de
automóviles á Lequeitio (Vizcaya), y suele haber también servicio de coches en
combinación con los trenes. Hay telégrafo y teléfono.

Deva. Claustro de la iglesia
parroquial, labor del siglo xv
Tiene buena casa consistorial de piedra sillar, con balcón corrido y buenos
escudos labrados en la fachada; nombra 11 concejales entre 694 electores.
Los niños tienen, para adquirir los conocimientos de la instrucción primaria,
cuatro escuelas públicas completas, y dos de párvulos en la villa y otras tres
en la parte rural, de carácter privado.
Pertenece al arciprestazgo de Azpeitia. La iglesia matriz está dedicada á la
Asunción de Nuestra Señora, es de categoría de ascenso y se halla servida por un
párroco y dos coadjutores. Es magnífico templo, de tres naves, de hermosísima
portada y de un claustro de arcos ojivales muy notables; data del siglo XIV la
iglesia primitiva, pero se reedificó en los comienzos del siglo XVII, conforme á
la traza del maese Juan de Arostegui, dándole fin en 1629 el maese Juan Ortiz de
Olaeta. Se conserva de la iglesia antigua un magnífico vestíbulo con su portada
del género gótico, decorada con multitud, de efigies de Santos, á la manera de
las que servían de entradas á los grandes templos de la Edad Media.
En Iziar hay un santuario que sirve de parroquia, y al que profesan mucha
devoción los guipuzcoanos, sobre todo los de los pueblos de la costa de aquellos
contornos, como lo prueban las varias peregrinaciones efectuadas al santuario,
especialmente las celebradas los días 1º al 8 de Septiembre de 1884, donde
resplandeció la fé, especialmente de nuestra gente de mar; es de una nave,
espaciosa; está sostenida por varios arcos góticos. Hace cosa de veinte años se
quemó el retablo del altar mayor, que estaba apolillado y era obra de Araoz,
pero se salvó intacta la imagen de la Virgen de Iziar, que es antiquísima, y de
la cual refiere don Carmelo de Echegaray haber oído á un inteligente y estudioso
arquitecto, que no andará muy lejos de la verdad quien la considere nada menos
que como obra del siglo VIII (297). Este
santuario, que tiene órgano, está servido por un párroco y tres coadjutores.
Siete ermitas existen en jurisdicción de Deva: las de Santa Cruz, San José, San
Roque, Santa Catalina, San Nicolás, San Sebastián y San Francisco, en el antiguo
convento de Sasiola. Se celebran romerías el 13 y 24 de Junio.

Deva. La playa
La vigilancia se halla encomendada a tres alguaciles, dos serenos, un cabo y
cuatro números de la guardia civil, una sección de carabineros con su teniente,
y los miqueletes.
En la villa hay alumbrado eléctrico, buenas aguas potables, con sales de
magnesio sin sustancias orgánicas ni sulfato, y red de alcantarillado.
El servicio benéfico-sanitario está atendido por un médico y un farmacéutico;
los ancianos que la villa hallan acogida en un asilo sostenido de fondos
municipales. Hay un balneario en el que se hace aplicación de las condiciones
terapéuticas del agua de mar.
La banda de música los días festivos da conciertos en el hermoso paseo de la
Alameda, y la de tamborileros ejecuta también clásicas tocatas. Los aficionados
á la pelota juegan en el buen frontón público de la villa, y los amantes del
deporte de los bolos tienen en el barrio de Iziar lugar adecuado para lucir sus
facultades.
La agricultura y la pesca son las faenas á que más se dedican los habitantes
de Deva. La industria es muy escasa: se halla limitada á dos fábricas de
curtidos, una de harinas, cuatro molinos, y á la explotación de canteras para
preparar adoquines destinados á pavimentaciones, que ocupa unos 150 obreros.
Durante los veranos revive la industria hotelera, que en el invierno atraviesa
vida lánguida: hay cinco hoteles, tres fondas y ocho posadas. No hace falta
decir, tratándose de una villa de la índole de Deva, que el alquiler de casas de
campo y pisos á los veraneantes, es un apreciable ramo de la industria. El
comercio es el derivado de las industrias citadas, y de la existencia del
puerto, del que ya hemos hablado en la página 265, así como de la ría en la
página 74. Se celebra feria el primer sábado de cada mes.
En la actualidad, y merced al apoyo que presta á esta villa, de la cual es
hijo adoptivo, el Excmo. Sr. D. Fermín Calbetón, embajador de España en el
Vaticano, se están realizando importantísimas obras de mejora en el puerto, por
valor de un millón de pesetas.
Notas históricas.
Mediante Real Cédula, despachada por Don Sancho IV de Castilla e124 de Junio
de 1294, comenzó á poblarse la nueva villa de Monreal de Deva en el alto de
Iziar, pero advirtiendo los vecinos los muchos inconvenientes que había de
reportarles el establecerse en aquel lugar, solicitaron la traslación del pueblo
á fa ribera del mar, con el goce de los fueros, franquicias y libertades que se
les tenían señalados, á lo que se accedió por privilegio despachado por Don
Alfonso XI el 17 de Junio de 1343, y quedó establecida la villa en la
confluencia del río Deva con el Cantábrico, para que los vecinos pudiesen tener
mayor conveniencia en el uso del puerto, que en aquella edad era de
consecuencias proficuables, como se dice en el índice de los fueros de
Guipúzcoa.
El alto de Iziar, elegido en primer término para fundar la villa, es uno de
los lugares que de más antiguo suena entre las localidades de Guipúzcoa, y
figura con el nombre de Ticiar en la demarcación de la iglesia de Pamplona,
otorgada por el rey Don Sancho el Mayor de Navarra el año 102,/, como
perteneciente á dicha iglesia. Algunos escritores opinan que estuvo aquí el
Tricio Tulidico de la época de los romanos, aunque generalmente se cree que
se halló en donde se asienta la villa de Motrico.
La nueva situación de la villa proporcionó á sus habitantes grandes ventajas,
como lo habían previsto. Una de las vías más directas que existían entre
Castilla y el mar Cantábrico en aquellos tiempos, era la que desde la llanada de
Álava y salvando el alto de Arlabán, seguía las márgenes del río Deva hasta su
desembocadura, y por aquí se conducían las lanas de Vitoria, Burgos, Tudela,
Segovia y Zaragoza, con el fin de cargarlas en este puerto para las regiones
septentrionales de Europa, con las cuales mantenía Guipúzcoa, en los siglos
medios, activas relaciones. Al abrirse la peña de Orduña y construirse el camino
real de Pancorbo á Bilbao, pasó á este puerto el comercio que antes se hacía por
Deva. Además del comercio de lanas, se hacía también el de abadejo, grasas y
otros géneros, pero á partir de la obra indicada, quedó Deva reducida á la
industria de la pesca y labranza de los campos. Más tarde, á fin de impulsar el
comercio, que con motivo de la apertura de la carretera de Vergara á Alzola
comenzó á animarse, trató, en 1786, de establecer una especie de consulado,
poniéndose de acuerdo con los mercaderes de Vitoria, y con la esperanza de que
seguirían el ejemplo de éstos; los de Burgos y Zaragoza, á cuyo efecto otorgó la
correspondiente escritura con los primeros, fechada el 13 de Noviembre del año
indicado, y obtuvo la correspondiente real aprobación en provisión librada por
el Consejo de Castilla el 24 de Marzo de 1787, pero la provincia, atenta á la
guarda de los fueros que se le tenía encomendada y en vista de los contrafueros
que contenía la ejecución del proyecto, como la misma villa lo reconoció, dejó
en suspenso el nuevo ensayo.
Los marinos de Deva, como los demás del litoral, iban por la primavera á la
pesca de la ballena, y al volver en la otoñada, celebraban fiesta con una
novillada en Iziar el día de Santa Engracia, 23 de Octubre, en el cementerio de
la parroquia, hasta que las Juntas de Azpeitia de 1743, la mandaron prohibir, á
petición de las autoridades de Deva, por los escándalos que ocurrían.
La tierra de Arrona, que en un tiempo perteneció á Deva, se agregó á Cestona
en 1852. Así bien, el barrio de Garagarza se segregó en 1882 para unirse á
Elgóibar.
El escudo de armas de esta villa representa un castillo sostenido por los dos
costados por dos leones empinantes.
Biografia.
Aguirre (San Juan de). Almirante de una escuadra de la armada del mar
Océano y después almirante general con don Alonso de Bazán.
Andia é lrarrazabal (Francisco). Siendo príncipe el que luego fue Don
Felipe II, le' sirvió de page y de gentil-hombre de boca. Después fue en su
servicio cuando se marchó á casarse á Inglaterra. En las guerras de Flandes
sirvió á su costa con sus armas, caballos y criados. Su hermano Carlos fué
alférez general en Chile.
Andia Irarrazabal (Francisco). Hijo del otro Francisco; tomó el
hábito de la orden de Santiago en Enero de 1605; comendador de Aguilarejo en la
provincia de León, veedor general, capitán de caballos y del consejo de guerra
de S. M., en los estados de Flandes.
Andonaegui (Juan). Caballero de la orden de San Lázaro, secretario de
Felipe II en la embajada de Roma en once años continuos. Encargado de la
correspondencia cifrada entre el Rey y el Papa, á las órdenes del embajador Juan
Zúñiga. Los papas Pío V y Gregorio XIII le honraron con especiales gracias y
privilegios para la parroquia y para su casa Deva-echea, que estaba destinada
para ser convertida en convento donde iban á entrar sus hijas. En la parroquia
de Deva tenía capilla propia de la advocación de Santo Domingo, donde está
enterrado.
Arancibia (Sebastián). Almirante de una escuadra en la armada del mar
Océano, V después de los galeones de la plata en la carrera de las Indias, á
fines del siglo XVI.
Arriola (Juan Ochoa de). Almirante á fines del siglo XVI.
Arriola y Murguia (Domingo). Capitán de mar que tanto sobresalió con
don Bernardino de Mendoza contra el corsario argelino "Caraman", á quien derrotó
y prendió el año 1540, cuándo volvía triunfante, con gran botín, del saqueo de
Gibraltar.
Balzola (lgnacio). Se distinguió notablemente en la conquista de
Filipinas.
Echea y Amusategui (Juan de). Figura como general de los reales
ejércitos, sin que se exprese la fecha.
Espila (Juan). Arzobispo de Matera en Nápoles;
lrarrazabal (Fernán Ruiz). Preboste de la villa por merced del rey Don
Alfonso XI, perpet\lada en él y sus descendientes por Don Juan II el año 1421,
en premio ae los servicios que le prestó con 50 hombres que llevó á su costa, en
la guerra de Bayona en 1419. .
Lastur (Juan). Tesorero y pagador general del subsidio y excusado del
ejército de Flandes en 1595.
Lecoya (lñigo de). Almirante que se halló en el memorable combate de
1582 contra Strozzi.
Leizaola (Pedro). Obispo de Trípoli, de quien habla Garibay en sus
Memorias.
Lersundi (Fancisco Alexandro de). Nació el 19 de Enero de 1815 en la
mar y fué bautizado el día siguiente en La Coruña. Su padre, el brigadier don
Benito de Lersundi, era de San Sebastián, y su madre, doña Josefa Ignacia de
Ormaechea, de la villa de Deva. Este ilustre militar fué, además de un eminente
hombre de Estado, presidente del Consejo de Ministros á los 38 años, cuatro
veces ministro de la Guerra, una de Marina y otra de Estado, jefe del partido
moderado, primer diputado general de Guipúzcoa en 1867, padre de provincia de
Vizcaya y Álava desde 1864. Era teniente general y se hallaba al frente de los
trabajos de conspiración para la restauración monárquica, cuando murió en Bayona
en el hotel de Embajadores, calle del Obispado núm. 41 el día 17 de Noviembre de
1874. En 1891 el Ayuntamiento de San Sebastián puso el nombre del general á una
de las calles de la ciudad, y el Ayuntamiento de Deva tiene acordado elevarle
una estatua, cerca de la casa en que vivió, considerándolo, con razón, hijo de
la villa, á pesar de haber nacido, accidentalmente, en la travesía indicada, y
pronto será un hecho la realización de tan importante proyecto. Fue un ardiente
defensor de los fueros vascongados.
Olaso (Pedro de). -Secretario del Consejo de Estado en el reinado de
Felipe III.
Osoro y Landaberde (Domingo de). Este esforzado militar combatió
denodadamente en la plaza de Fuenterrabía, durante el sitio de 1938, con el
empleo de sargento mayor. Era maestre de campo y gobernador de la plaza de San
Sebastián en 1651 y 1660. Su hijo Daniel fué arcediano de Palenzuela,
tercera dignidad de la iglesia de Burgos. En varias cartas, escritas por Domingo
á la ciudad de Fuenterrabía, se llama hijo de la misma, lo cual ha dado lugar á
equivocaciones acerca de su naturaleza.
Sasiola. De esta importante casa descienden el tesorero Martín
Ochoa de Sasiola, secretario del condestable de Castilla y uno de los
personajes que, el 25 de Noviembre de 1539, recibieron al emperador Carlos V al
entrar en Guipúzcoa. Tía de éste fué Maria lbáñez ,le Sasiola, que, en
unión de su marido Juan Pérez de Licona, fundó el convento de San Francisco de
Sasiola en 1517.
Suso (Mateo y Miguel). Hermanos ambos, de los que el primero sirvió á
S. M. de capitán de la capitana real de la armada del Océano, y Miguel de
capitán de un galeón y piloto en las armadas reales.
Bibliografía;
Breve historia de la aparición... de Maria Santisima de lziar'..., por Pedro
Josef de Aldazabal (imprenta de Pedro Martín Joseph de Rada, en Pamplona, 1767).
NOTAS
(297) Carmelo de Echegaray: Las Provincias
Vascongadas á fines de la Edad Media. Ensayo histórico. tomo I, pág. 85.
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