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GUETARIA
La villa de Guetaria, Noble, Leal é Invicta, es pintoresca y original por la
situación que ocupa en la costa guipuzcoana, á la orilla del mar, en la falda
del monte Garate, sobre una lengua de tierra que avanza hacia la isla de San
Antón¡ á la que le une un muelle de construcción atrevida; para salir á él hay
que pasar por un arco corrido abierto bajo la iglesia, y que recibe el nombre de
catrapona. Está rodeada la villa de restos de murallas y baluartes.
Confina al N. con el mar; al S. con Oiquina y Aizarnazábal, al E. con Zarauz y
al O. con Zumaya.
El terreno es arenisco en parte, y en otra, de pizarras areniscas y psamitas
infracretáceas. Garate-mendi, al S. de la villa, es el monte principal; bosques existen varios, pero todos de poca importancia. En el terreno cultivable
se obtienen las cosechas generales del país; aunque no en la gran cantidad de tiempos pasados, se cultiva la vid y fabrica buen vino chacolí, que
tiene renombre desde muy antiguo, pues ya en tiempo de Garibay (1571) se le cita
como á uno de los buenos vinos de España, y hoy está considerado con
justicia como el mejor de Guipúzcoa.
Ningún río ni arroyo de regular importancia cruza términos de Guetaria.
Tiene 1.604 habitantes, que ocupan 119 casas en el recinto urbano y 74 fuera
de él. Las del recinto urbano forman varias calles, bien empedradas, en las
que se ven restos de fachadas suntuosas, y entre las de la zona rural, algunas
se agrupan para formar el barrio de Azkizu, sobre la deliciosa carretera que
va á Zumaya, ó el de San Prudencio. Por el casco de la villa pasa la carretera
que une á los pueblos de la costa guipuzcoana, y, además, tiene otra que va
directamente á Oiquina. Dista 3,80 kilómetros de Zarauz, 5,96 de Zumaya, 22 de
Azpeitia y 55 de San Sebastián. La estación más próxima es la que el ferrocarril
de la Costa tiene en Zarauz, y de ella se vale Guetaria pata el servicio de
correspondencia; durante todo el año hay servicio regular de coches que
acuden á todos los trenes. Disfruta de estación telegráfica y telefónica.
La casa consistorial es hermosa, de piedra sillar, dos arcos y balcón corrido,
de hierro; labrado en piedra ostenta en la fachada el escudo de la villa, que
representa una ballena con el arpón clavado en el lomo. Tiene 316 electores y
nueve concejales.
Los centros de instrucción son: dos escuelas completas, públicas, y un colegio
particular regido por religiosas Ursulinas.

Vista general de
Guetaria.
Corresponde esta villa al arciprestazgo de Azpeitia. La iglesia parroquial,
de la advocación de San Salvador, es de categoría de ascenso, tiene órgano y
está servida por un párroco y dos coadjutores; hay otro sacerdote organista.
Esta iglesia es joya del arte ojival y tiene, además, gran relieve histórico
para los guipuzcoanos: justo es, pues, que le dediquemos unas líneas.
Es muy antigua, y se cree que está levantada sobre los cimientos de otra
mucho más antigua, que, á juzgar por los vestigios que se ven, bien pudiera :ser
anterior al siglo XII. La actual tiene una nave central y dos colaterales, y una
galería de piedra filigranada que la rodea. Las naves colaterales fueron
construidas,
indudablemente, á fines del siglo XIII y principios del XIV, y la central sé
acabó en 1420, según noticias que se conservaban en el archivo antiguo y se
recogen en la obra de Ceán Bermúdez. En 1526, el mismo año en que murió el
renombrado argonauta Juan Sebastián de Elcano, su hermano Domingo, como
mayordomo de la iglesia, contrató con el maestre Domingo de Buztinobiaga la
ejecución de la torre de la iglesia, conforme á /859/ traza de Pedro de Alzaga. En
1529 murió Buztinobiaga, y otros oficiales continuaron, sin terminarlas tampoco,
hasta 1755, las obras que cinco años después destruyó un rayo.
Durante la guerra civil, cuando los carlistas entraron en la villa el 1,0 de
Enero de 1836, hicieron desalojar la iglesia ocupada por los liberales, ardió el
templo y en el incendio desapareció la magnífica sillería de nogal del coro, que
en 1565 trabajó el escultor y arquitecto Andrés de Araoz, y que costó 1.540 ducados; este hecho de que la sillería fuese
tallada por Araoz
desvanece, como dice Ceán Bermúdez, la falsa tradición que corría en aquella
villa, de que los vecinos habían traído la sillería de Inglaterra, en tiempo
del cisma.
Quemose también el retablo mayor, ejecutado por Martín de Basabe entre los
años 1603 y 1606, por la cantidad de 26.411 reales. Tenía tres cuerpos de
arquitectura, y por remate un ático con estatuas y bajo-relieves que
reproducían .escenas de la vida de Cristo. También se debe á él la efigie que
en piedra se hizo para la portada principal de la iglesia, de estilo greco-romano,
con cuatro columnas pareadas de orden jónico, y que la ejecutó Domingo de Cardaveraz en 1605. Domingo de Goroa, escultor, vecino de Asteasu,
ejecutó en 162S los retablos de San Juan, San Esteban y Santo Domingo, con bellas estatuas.
En el ábside hay dos altares mayores. El inferior está al nivel del pavimento de la sacristía, situada sobre la bóveda de la catrapona. A
.derecha é izquierda hay dos amplias escaleras de piedra que permiten llegar á
la plataforma situada sobre la sacristía, que en donde se halla el
verdadero altar mayor del ábside, y en donde se alzaba el retablo ejecutado por
Basabe, que se quemó en 1836, juntamente con el archivo, que se hallaba en una
de los /860/ dos nichos laterales del altar, y el coro labrado por Araoz, que fué reemplazado por otro que no vale gran cosa.
Va unido á la existencia de este templo un hecho de gran interés histórico
para Guipúzcoa: en el coro se reunieron, el 6 de Julio de 1397, bajo la
presidencia del merino mayor doctor Gonzalo Moro, las Juntas Generales de la
Hermandad Guipuzcoana, en las que se aprobó «un cuaderno de sesenta leyes» que
formaban la base de nuestra antigua legislación foral, y se acordó unir varias villas á la Hermandad Guipuzcoana.
En esta iglesia, que se halla orientada según el ritual de la religión católica, fué bautizado Juan Sebastián de Elcano. Por su mérito
artístico, el
templo fué declarado monumento nacional por R. O. de 1º de Junio 1895.
Además de esta iglesia, en el barrio de Azkizu hay otra, ayuda de parroquia,
de la advocación de San Martín, y en el barrio de San Prudencio hay
una ermita de la advocación del mismo santo. En el primer barrio se celebra
romería el 11 de Noviembre; en el segundo el 28 de Abril. Las fiestas en el
casco de la villa son el 6, 7 y 8 de Agosto, día de San Salvador y siguientes.

Guetaria. Monumento á Elcano.
La vigilancia municipal está á cargo de dos alguaciles; no hay guardia civil, pero sí puesto de carabineros.
al mando de un sargento. Tiene alumbrado eléctrico, buenas aguas, red de
alcantarillado, un médico y una farmacia.
El municipio sostiene una banda de tamborileros; hay frontón. A la labranza
se dedica mucha gente, pero la mayor fuente de riqueza es la pesca, sobre todo
la de anchoa, por el sinnúmero de compradores que acuden á adquirirla para
ponerla en salazón, de la que hay varias fábricas. Y esta industria no es
moderna en Guetaria, pues que ya en 1764 se formó una sociedad, La Sardinera,
en la cual tomó parte et rey Carlos III, aunque hubo que liquidarla á los
veinte años, porque no se cogía dicho pescado. El puerto y muelle son, pues, centros de mucha actividad, y si nada
decimos de ellos ahora, es porque en la página 268 y siguientes ya les dedicamos
la atención debida. Sólo sí añadiremos que la pequeña playa de que dispone,
apenas es frecuentada.
/861/ De la última ballena cogida por los pescadores de Guetaria y Zarauz el 9 de
Febrero de 1878, nos ocupamos al hablar de esta última villa.
Notas históricas.
Existía de muy antiguo como población esparramada, y
al volver de Francia Alfonso v m de Castilla, interesado en fortificar la
marina de Guipúzcoa para evitar cualquier golpe .de mano del enemigo, despachó
la correspondiente carta-puebla en San Sebastián á 1º de Septiembre del año 1204
(199), para que se erigiera su villa cercada y murada, concediendo á los
pobladores de Guetaria el fuero de San Sebastián. Guetaria tiene, además, otros
varios privilegios, concedidos por los reyes de Castilla: tales son, entre
otros, el que le dió Don Alonso el Sabio en Vitoria á 2 de Noviembre de 1270,
facultando á sus vecinos para cortar en Guipúzcoa toda la madera y leña que
necesitasen para hacer casas y aderezar sus naves; el de Don Sancho IV, del año
1290, eximiendo á sus vecinos del pago de portazgos, peajes, octuras y
treintazgo en los reinos de León y Castilla; otro de Enrique III, en Valladolid,
á 3 de Agosto de 1402, haciendo libres á los vecinos y concejo del servicio,
pedido y yantar; otro de Don Juan II, en Segovia, á 14 de Julio de 1407, para
que los navíos que arribasen con trigo y otras ceveras á la concha y muelle de
esta villa, descargasen la mitad de la carga para provisión de sus vecinos; otro
del mismo monarca, dado en Segovia á 11 de Octubre de 1421, perdonando al
concejo de Guetaria, por los servicios que hizo á su padre, el pedido de cinco
años que debía; otro del mismo, dado en Valladolid á 14 de Octubre de 1453, para
que el concejo pudiese elegir los alcaldes, regidores y preboste; otro de
Enrique IV, en Madrid, á 20 de Marzo de 1467, en que se le exime del pago anual
de 6.000 maravedises en concepto de pedido; otro de los Reyes Católicos, en
Vitoria, á 18 Diciembre 1483, autorizando á la villa para hacer hornos de cocer
pan para el público, etc.
Guetaria en lo antiguo, por razón de su puerto y de sus fortificaciones, era
uno de los pueblos más importantes de Guipúzcoa. Sus naturales se distinguieron
en la marina, así de guerra como mercante, y eran muy diestros en la pesca de la
ballena, que en lo antiguo abundaba en esta costa, motivo por el cual este
cetáceo arponado constituye su escudo de armas. En la antigua legislación, la
primera ballena que se matase era considerada como propia del
Monarca, y así se explica que Don Enrique II, el 28 de Febrero de 1376, hiciera
merced al concejo de Guetaria de la mitad de la primera ballena que matasen. Así
bien, los vecinos, por ordenanza de 1474, cedieron al concejo la mitad de
todas las ballenas que matasen, para los reparos de los muelles, cercas y guardamares. Para robustecer más estas cercas ó fortificaciones y asegurar mejor
la villa de un golpe de mano, se pensó en artillar el muelle á fines del siglo
XVI, y se practicaron activas gestiones por aquélla y por la Provincia, en años
sucesivos, para que se levantara un baluarte á la entrada del puerto. En
ocasiones de peligro, la Provincia reconcentraba en la villa algunas fuerzas de
sus naturales y se colocaban cañones para su defensa.
Guetaria fué una de las villas marítimas que tomaron parte en la batalla
naval de 1350 contra los ingleses; por cuya razón intervino por medio de sus
procuradores en el tratado de paz celebrado en la iglesia de Fuenterrabía,
tres años después.
Consta que la noche del 5 de Enero de 1597 un terrible incendio destruyó la
mayor parte de la villa, y sabida es la derrota que experimentó en este puerto
la escuadra de don Lope de Hoces el 22 Agosto 1638, con cuyo motivo sufrió mucho
la villa, así como los años 1834 y 1835, á causa del cerco puesto por los
carlistas.
Biografía
Arnao (Prudencio).
Nació el 28 de Abril de 1842. Ingresó en
el cuerpo de miqueletes en 1859, y un año después se alistó para la guerra de
África con los tercios de Guipúzcoa, tomando parte en la batalla de Wad-Ras.
Terminada esta campaña, fué destinado nuevamente al cuerpo de miqueletes, y en
Agosto de 1870 salió á operaciones contra los carlistas para proseguir peleando
valerosamente durante toda la campaña, hasta la terminación de la guerra en
1876, á la que dió fin con la cruz laureada de San Fernando, alcanzada en la
acción del alto de San Marcial de Irún el 25 de Noviembre de 1874, y con el
grado de comandante obtenido en el encuentro de Choritokieta. En 1887 ascendió
á teniente coronel de infantería por antigüedad, y en Junio de 1888 fué baja
en el cuerpo de miqueletes por haberle conferido el Gobierno el mando del
castillo de San Marcos en Guipúzcoa. En 28 de Mayo de 1902 fué nombrado general
de brigada de la sección de reserva, y murió en San Sebastián el 2 de Diciembre
del mismo año.
Arriola é Isasi ( Antonio). Alférez de mar, que sirvió catorce
años á S. M. en la armada del mar Océano y después en el estado de Milán, habiendo asistido á las guerras de Piamonte.
En 1619, fué propuesto para capitán de mar y guerra en la escuadra que preparaba
Guipúzcoa.
/862/ Bonechea (Domingo). En 1772 era capitán de fragata de la real armada,
cuando en 26 de Septiembre salió á bordo del «Santa María Magdalena» desde el
puerto de Callao, al descubrimiento de la isla nombrada San Jorge, y por los
naturales Otaite. Descubrió y exploró. todo el grupo de las islas del
archipiélago de Tahitiy Tuamotru y dió fondo en Valparaíso el 21 de Febrero de
1773, y, ascendido á capitán de navío, falleció el 26 de Enero de 1775, siendo
enterrado en Otaite.
Bonechea (Juan Bautista). Nació el 8 de Septiembre de 1685 y era
capitán
de navío cuando murió el 17 de Febrero de 1770. Su hijo Francisco nació
el 11 de Marzo de 1717, y murió siendo teniente de fragata en 1763.
Barroeta-Aldamar y Hurtado de Mendoza (Joaquin Francisco Baldomero de). -Nació el 28 de Febrero de 1796. Fué alcalde de su pueblo natal en 1815
y asistió como procurador juntero á las juntas generales de Cestona en 1816,
siendo nombrado individuo de la comisión permanente en Madrid. En 1828 fué
elegido diputado general de la provincia. Más tarde se le confirió el mando de
uno de los ocho batallones de tercios voluntarios de Guipúzcoa, y en 1844 fué
nombrado senador del Reino, y también en 1862. Comisionado en Corte por
Guipúzcoa en 1845, lo fué también durante el mismo año de parte del Gobierno
para la recepción en Irún de los Duques de Nemours y de Aumale, y en 1846 para
la del Duque de Montpensier. Su brillante defensa de los fueros vascongados en
el Senado español en Junio de 1864, le valió una grande y justísima popularidad
en el país, que le nombró por aclamación primer diputado general de Guipúzcoa en
sus juntas generales de Irún. Era padre de provincia en Álava y Vizcaya,
caballero de la orden de Santiago y gran cruz de Isabel la Católica,
gentilhombre de cámara de S. M. y caballero de la Legión de Honor de Francia.
Falleció este inolvidable adalid de la causa vascongada en Madrid á 5 de Octubre
de 1866. Su cadáver fué trasladado á Guetaria y enterrado en el panteón que le
erigió la Provincia en la capilla de Nuestra Señora de la Piedad de su pueblo
natal, situado en la cripta de la parroquia de San Salvador. En el palacio de la
Diputación se conserva un retrato suyo con una placa metálica que dice:
«Excelentísimo Señor Don Francisco Barroeta de Aldamar». Por acuerdo del
ayuntamiento de San Sebastián, de fecha 24 de Agosto de 1887, se dispuso imponer
su nombre á una de las calles de la ciudad.
Echave Asu (Francisco). Arzobispo de Lima, en el Perú. .
Elcano (Juan Sebastián de). Nació el año 1476. Desde muy joven demostró su
afición á las cosas de mar, después de recibir una esmerada educación
de sus padres, salió de Sanlúcar en calidad de oficial el 20 de Septiembre de
1519, formando parte de la expedición de Magallanes. Durante el viaje murió éste
y murieron también otros jefes que le sucedieron en el mando, hasta que recayó
la jefatura en Elcano. Al frente de la fragata «Victoria», prosiguió el ilustre
hijo de Guetaria reconociendo el archipiélago de Filipinas y estableció una
factoría en la isla de Tidor. Continuó navegando hasta que arribó á las islas de
Cabo Verde, sin víveres, y después de ver perecer una buena parte de la
tripulación. Por fin, el 6 Septiembre 1522 regresó á Sanlúcar de Barrameda
después de dar la vuelta al mundo abordo de la nave «Victuria», única que quedó
de las cinco que componían la expedición. El emperador Carlos V, para premiar y
perpetuar esta hllzaña, le dió por armas una esfera con el lema «Primus
circundedisti me». Murió Elcano el 4 de Agosto de 1526, yendo de segundo jefe de
la armada que se encaminaba á las «Molucas». Costeada por la Diputación
provincial de Guipúzcoa, se levantó en Guetaria, el 28 de Mayo de 1861, una
estatua en bronce de Elcano en actitud de señalar con el dedo la inmensidad del
mar. La ejecución de la estatua se debe al artista aragonés Antonio Palao, y los
trabajos de fundición en bronce se hicieron por la casa Ek. et Durand, de París.
El ayuntamiento de San Sebastián acordó imponer su nombre á una de las calles, en
Septiembre de 1866.
Emparan ( Manuel). La escuadra combinada franco-española salió
de Algeciras el 12 de Julio de 1801, y el mismo día salió de Gibraltar el
almirante inglés Saumarez con la suya. De noche atacó ésta, y creyéndose
enemigos se batieron desesperadamente uno contra otro los navíos españoles «Real
Carlos» y «San Hermenegildo», que mandaba Emparan, incendiándose ambos y
pereciendo casi por completo las dos tripulaciones. Así murió este valeroso
capitán, después de mostrar su valor en muchas ocasiones.
Guetaria (Martin). Asistió al Concilio general de Constanza en 1414,
representando al rey Carlos III de Navarra.
Iturzaeta (José Francisco de). Notable calígrafo, que mereció por sus
primeras obras el que fuera colocado en las oficinas del Estado. Al quedar
cesante en 1823, merced á las revueltas políticas de aquellos tiempos, abrió
un establecimiento de instrucción primaria en e] año siguiente, sin dejar por
eso sus labores caligráficas. Sus obras: Arte de escribir la letra bastarda
Española;. Arte compendiado para los niños: Colección de muestras y
otra Gran colección general de todos los caracteres europeos, que se
publicaron entre 1827 y 1833, merecieron, al decir del señor Soraluce, los
mayores encomios de la reina Doña Cristina, de su Gobierno y del público en
/863/ general, hasta el punto de que una R. O. de 1835 dispuso que en todas las
escuelas del Reino se adoptara el Arte caligráfico de lturzaeta. Escribió
luego la Gramatoscomia ó adorno de la letra por principios. En vista de
los grandes méritos de Iturzaeta, el Gobierno, por R. 0. de 26 de Mayo de 1849,
le nombró inspector general de Instrucción primaria, y por otra, el 1º de Enero
de 1850, director de la Escuela Normal, Seminario de maestros del Reino, en
cuyo desempeño murió en Octubre de 1853.
Quijano é lturregui (Trino Maria González de). Nació el 9 de Mayo de
1808, y en 1832 entró en el real cuerpo de guardias, mereciendo pronto el ser
nombrado alférez de caballería. Abandonó la carrera militar y desempeñó el cargo
de intendente de rentas de Navarra durante la guerra civil. En 1843 fué nombrado
gobernador de Canarias, y al subir al poder el partido moderado se le encerró
en el Saladero para deportarle luego á Filipinas. En 1854 se le encargó del
gobierno civil de Alicante, y se produjo como un héroe durante la epidemia
colérica, combatiendo con todo género de medios tan terrible enfermedad, hasta
que sucumbió, víctima de la misma. El pueblo de Alicante, agradecido á sus
afanes, levantole un mausoleo.
Sevilla ( Antonio de). En la batalla de la isla de San Miguel,
este valeroso soldado, con pérdida del brazo derecho, se apoderó del estandarte
mayor de la escuadra enemiga y lo entregó á S. M. en sus reales manos, quien le
hizo merced de doce ducados al mes, durante su vida. En las Juntas de Zarauz de
Noviembre de 1582, el representante de Guetaria pidió que la Provincia se
interesara porque le devolvieran el estandarte ú otra insignia á Antonio de
Sevilla, vecino de Guetaria, para que sirviera de ornato á la villa, juntamente
con la que le dieron á Elcano. La Provincia acordó gestionar en ese sentido.
Urquiola (Antonio). General de la escuadra de Cantabria y
superintendente de los astilleros reales establecidos en Lezo en 1597.
Villafranca (Joaquin de). Auditor general de galeones de España en 1656.
Zarauz (Lope Martinez de). Del Consejo del rey Enrique IV y corregidor
de Castro Urdiales y de Laredo en 1452, 1453 y 1454.
Bibliografía.
Colección de los viages y descubrimientos que hicieron por.
mar los españoles desde fines del sigl" XV..., por Martín Fernández de
Navarrete (imprenta Real y Nacional. Depósito hidrográfico, Madrid, 1225-1837.
2ª edición, 18S8). - Colección de documentos inéditos para la historia de
España, por el mismo Navarrete y otros. 1842. En estas dos obras hay
varios documentos que hacen referencia á J. S. Elcano. -Biografía de Juan
Sebastián del Cano, por Ladislao de Velasco (imprenta de Juan E. Delmas.
Bilbao, 1860). -Historia de Juan Sebastián del Cano, por Eustaquio
Fernández de Navarrete (hijos de Manteli, Vitoria, 1872). -Defensa del
apellido familiar de Juan Sebastián del Cano, por Nicolás Soraluce (imprenta
de Oses, San Sebastián, 1881). - Las Excmas. Juntas y Diputaciones de Guipúzcoa y
Juan Sebastián del Cano, por Nicolás Soraluce (imprenta de
Domingo Sar, Vitoria, 1883). -Gloria y gratitud al inmortal autor del Primus
Me Circundedisti, Juan Sebastián el Cano, por Soraluce (imprenta de Sar, Vitoria, sin fecha).-Antonio Trueba escribió una serie de
artículos en la revista Ilustración española y americana, de Madrid,
defendiendo que el apellido de este insigne guetariano era Elcano y no Cano, y
se sostuvo larga polémica con este motivo entre dicho escritor y Nicolás de
Soraluce.
(299) Aunque Garibay y Gorosabel dicen en 1209, Soraluce, en su Historia
de Guipúzcoa, tomo I, pág. 230, les contradice, asegurando que fué en 1204.
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