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ZUMAYA
He aquí otra villa semejante á Fuenterrabía, á Deva, á Zarauz, situada á
orillas del Cantábrico, y que ha hallado en el veraneo razón y posibilidad de
remozarse y mejorar notablemente los servicios, y complementar con obras de
iniciativa humana las bellezas naturales que el mar y las montañas le prestan.
Está la Noble y Leal villa de Zumaya al pie del monte de Santa Clara, junto
á una vega fértil, y en el punto en que el río Urola desemboca en el
Cantábrico, con cuyas aguas azules linda Zumaya por el N. Con Cestona limita al
S., al E. con Guetaria y Zarauz, y con Deva al O. Su posición geográfica es: 1° 27' 26" de longitud oriental y
43° 18' 16"de latitud septentrional.
Como en todos los pueblos de la costa, el terreno es principalmente de margas
cretáceas con areniscas intercaladas. Santa Clara é lndamendi son los montes
principales, y aparte de un encinal, que tiene también poca importancia, no hay
bosques que merezcan ser citados. El terreno cultivable es bueno, sobre todo en
la vega; y produce buenas cosechas de trigo y de maíz. Aunque no faltan
industrias en Zumaya, la agricultura es la labor que más brazos emplea, y los
baserritarras (caseros) mostraron bien á las claras el resultado de sus
esfuerzos en los concursos de .agricultura y ganadería que, juntamente con las
Fiestas Euskaras, se celebraron el año 1900. 157 expositores se presentaron al
concurso y obtuvieron premios por valor de 5.475 pesetas.
Como hemos dicho, el Urola desemboca por Zumaya en el mar. Sus dos afluentes
principales, Munio-soro y Meaga, desaguan por la orilla derecha el primero, y el
segundo por la izquierda. .
Tiene la villa 2.668 habitantes, 170 casas en el recinto urbano y 100 fuera
de él, algunas distribuidas aisladamente por las montañas, y otras formando el
barrio de Artadi, en la orilla derecha del Urola, ó el de Oiquina, pequeño
núcleo industrial en que se elaboran los renombrados cementos de Zumaya.
Pasa por Zumaya la carretera provincial que une á los pueblos de la costa.
La villa está entre Guetaria y Deva, á 16 kilómetros de ésta y á 6 de aquélla.
De Azpeitia: está á 16 kilómetros, unida á aquella villa por la carretera
/891/ del río Urola, y de San Sebastián á 36. De esta carretera del río Urola
parte un ramal (el mismo que por el lado opuesto conduce á Deva), el cual,
atravesando el valle de Oiquina, se une en Muniosoro con el que procede de
Zarauz, y, unido con él, pasa por Aizarnazábal, y se confunde otra vez con la
carretera del río Urola en lraeta, para seguir á Cestona, Azpeitia, Azcoitia y
Zumárraga, como se ha dicho al hablar de Zarauz. Zumaya tiene estación en el
ferrocarril de la Costa, y de ella se sirve para recoger y enviar la correspondencia. Varios coches hacen servicio regular á la estación y á los pueblos
próximos. Tiene telégrafo y teléfono provincial.
La casa consistorial es buena, y tiene bien ordenado su archivo; 533 electores y diez concejales.
La enseñanza primaria está á cargo de los profesores de dos escuelas
completas y una incompleta. Hay un colegio particular para señoritas, regido por las Carmelitas de la Caridad, en el que se educan numerosas alumnas
guipuzcoanas.
Zumaya, La población.
Pertenece al arciprestazgo de Azpeitia. La iglesia matriz es de la advocación de San Pedro, antes de Santa María, de categoría de entrada, con órgano,
y servida por un párroco y dos coadjutores. Es de estilo gótico; el retablo
mayor tiene tres cuerpos: dórico, jónico y ático, y en él hay excelentes
bajo-relieves, trabajados por Juan de Anchieta después de mediar el siglo XVI.
Es muy notable en este templo la tabla votiva pintada en 1475, que representa el
combate librado cerca del estrecho de Gibraltar entre la escuadra lusitana y
la española, mandada por el capitán Juan Martínez de Mendaro, tabla que
adquirió mucha importancia desde que don Aureliano Fernández Guerra interpretó
su inscripción. El año 1890 terminaron importantes obras de restauración
artística que se llevaron á cabo en esta parroquia bajo la dirección del arquitecto don Luís Aladrén, y se aprovechó aquella ocasión
para dotar de nuevo órgano al templo. Además de esta parroquia hay otra, en el
barrio de Artadi, de la advocación de San Miguel, rural de primera /892/ y servida por un sacerdote, y una tercera en Oiquina, dedicada á San Bartolomé, de categoría de entrada, sin órgano y
servida por un párroco.
Hay en Zumaya dos ermitas: la de San Telmo y la de la Natividad de Nuestra
Señora de Arridokieta, más generalmente llamada Andre-María, que probablemente fué
la primitiva parroquia de la villa. Hay noticias de que San Francisco de Borja
visitó el hospital que había en este santuario el año 1551 ó 1552, cuando el
Santo Duque llevó en su compañía al licenciado Hernani, vicario de Zumaya. En
esta ermita se canta Salve el día 7 de Septiembre y se dice misa el 8; el 29 de
Junio, día de San Pedro, son las fiestas patronales de la población, y en los
días de San Bartolomé y San Miguel son las de Oiquina y Artadi.
No hay ningún instituto religioso de varones; de mujeres, tres: Carmelitas
descalzas, que se dedican á la vida contemplativa; Siervas de María, á la
asistencia de enfermos, y Carmelitas de la Caridad, que se dedican á la enseñanza. El convento de Carmelitas descalzas fué fundado en 1609 por Francisca
de Labayen, y de esta fundación y de la manera cómo se hizo hay un libro muy
curioso impreso en Pamplona elaño 1614. El convento de las Carmelitas de la
Caridad, que se dedican á la enseñanza, fué fundado por Francisca de Echezarreta, y
se estableció en la casa solariega que fué de Martín Díaz de
Oiquina.
La vigilancia se halla encomendada á dos alguaciles y tres serenos; no hay
guardia civil; pero carabineros y miqueletes, sí.
El alumbrado público es eléctrico; las aguas, servidas, como la luz, á
domicilio, son muy buenas, y hay red de alcantarillado.
Tiene la villa médico y farmacia, un asilo de beneficencia de fundación
particular, á cuyos gastos atiende el municipio y que está servido por
cinco monjas, y un hospital para enfermos contagiosos, á cuyos gastos también
atiende la villa.
Zumaya no carece de elementos de esparcimiento. Durante el verano, la hermosa
playa de Izurun, unida á la villa con hermosa carretera, y en todo e} año, los
paseos á los preciosos alrededores, los conciertos que la banda de música y la
de tamborileros dan en la preciosa Alameda, el magnífico juego de pelota, las
veladas y fiestas que organizan los diversos centros políticos y de recreo,
distraen agradablemente á zumayarras y forasteros.
La agricultura ocupa muchos brazos en Zumaya, y este ramo es de la mayor
importancia en la villa desde que se sanearon los juncales de junto al Urola,
convirtiéndolos en hermosísimos terrenos labrantíos, á fines del siglo XVIII y
principios del XIX; bastante gente se dedica también á la pesca y á las tareas
que de ella se derivan. Las fábricas de cemento natural y las canteras
próximas en que se extrae la primera materia, ocupan buen número de brazos, y el
movimiento del puerto, en el que entran 600 buques anuales próximamente para
exportar 80.000 toneladas de cemento en tiempos normales. es digno de ser tenido en
cuenta al hablar de la forma en que los habitantes
de Zumaya distribuyen su actividad (304). Los varios talleres mecánicos, la
fábrica de tejidos de yute; la de muebles, los astilleros y otras de menos importancia, ocupan buen número de
brazos, debiendo sumarse á este tráfico, el que
producen las ocupaciones inherentes á la industria del veraneo.
El aspecto general de Zumaya es pintoresco; tiene el carácter de pueblo
pesquero en algunas calles estrechas y pendientes, y no faltan otras más anchas
y llanas en las que lucen sus fachadas severas más de una casa señorial (Olazabal,
Ubillos, Uriarte, Sasiola, Arriola, Torre de arriba, Torre de abajo, etc.) y en
las colinas vecinas y terrenos ganados al mar, álzanse preciosas casas de
campo, entre las cuales no queremos dejar de citar la hermosísima, de carácter
vasco, recientemente construida por el genial pintor guipuzcoano Ignacio de
Zuloaga, que de su morada ha hecho un museo.
Notas históricas.
La fundación de esta villa se debe al rey Don Alonso XI, quien, por privilegio despachado en Valladolid el 4 de Julio de 1347,
concede á los hijosdalgo y labradores de Seaz, "que estaban derramados por
montes y por yermos y recibían muchos males y daños de algunos homes", la
merced de hacer y poblar una villa en que morasen, en el lugar que llamaban
Zumaya, y que esta villa la cercasen de muros y torres y se denominase
Villagrana de Zumaya. Les otorgó el fuero de San Sebastián y la facultad de
poner alcalde y demás cargo-habientes con jurisdicción civil y criminal en
primera instancia. Este privilegio fué confirmado después por varios monarcas de
Castilla. Las tierras de Seaz, Aizarnazábal y Oiquina, que en virtud del citado
privilegio formaban parte de la villa de Zumaya, trataron, hacia el año 1450, de
separarse de su jurisdicción, y por escritura otorgada sigilosamente se unieron
á Cestona, pero á causa de reclamaciones que interpuso Zumaya, de nuevo
quedaron anexionadas á ésta en virtud de real carta ejecutoria despachada en Tordesillas á 9 de Noviembre de 486. En épocas posteriores han sostenido también
diferentes litigios la villa y tierras anexionadas; y como resultado de estas
diferencias, Aizarnazábal, que ya en 1821 y 1842 quiso segregarse de Zumaya,
quedó de hecho separada al establecerse la ley municipal de 1845.
No cabe duda de que antes que Alfonso XI diera su privilegio, el término en
que se fundó la villa se hallaba habitado por un vecindario que contaba ya con
su iglesia de Santa María. Así se desprende de la donación que el rey Don
Sancho IV hizo de la citada iglesia al convento de Roncesvalles en Burgos á 1º
de Marzo de 1292. A consecuencia de dicha donación, el convento citado se
constituyó en plena propiedad y posesión de la iglesia, y como no podían servir
ésta por si mismos á causa de la distancia, tuvieron que establecer clérigos,
á los cuales dejaron el disfrute de tres cuartas partes de los diezmos
y oblaciones de esta parroquia por el cuidado y cargo de la administración de
sacramentos, reservándose la otra cuarta parte en reconocimiento de su
propiedad. Esto ocasionó con el tiempo varias diferencias entre las partes
interesadas, las cuales fueron dirimidas por escritura de transacción otorgada
el 11 de Enero de 1641, mediante la cual entregó la villa la cantidad de 900
ducados de plata doble al prior y canónigos de Roncesvalles, para que los
impusieran á censo y obtuvieran una renta equivalente á la anterior; y así
terminaron los derechos de Roncesvalles en la iglesia de Santa María, puesta
más tarde bajo la advocación de San Pedro.
El escudo de armas consiste en las llaves de San Pedro con su tiara, en la
parte superior, y un navío de alto bordo en la inferior.
Biografía.
Arriola (Juan Ochoa de). Almirante de la armada de San
Miguel contra Felipe Stroci, y cabo de cuatro navíos,
Arriola (Manuel de) Veedor del ejército de Aragón.
Arteaga (Juan López de). Capitán de mar y guerra y cabo de una armada de las Islas
Filipinas en 1603 y 1604.
Arteaga (Martín Ruiz de). Gobernador dé Veraguas (siglo XVII).
Azpiazu (Juan). Secretario de S, M.
/894/ Echave (Baltasar ). Este ilustre hijo de Oiquina se hallaba de
magistrado de la Audiencia de México en 1606, y publicó un año después su libro
Discursos de la antigüedad de la lengua Cántabra Bascongada, que tuvo
mucha aceptación y ha llegado á ser muy raro. En 1874 se hizo en Madrid una
reproducción foto-tipográfica en número de cien ejemplares, costeada por el
inteligente bibliófilo vizcaíno don Francisco de Zabalburu. Fué también
pintor, y de él decía el licenciado Arias de Villalobos en unas décimas
laudatorias: "Él es pintor y es autor, y tan bien escribe y pinta que honra el
pincel y la tinta y en ambos tiene primor". Hay quien dice que fué discípulo de
su misma esposa la famosa "Zumaya", pintora insigne, entre cuyas obras
descuella: el San Sebastián que existe en el altar del Perdón de la catedral
de México. En la Escuela Nacional de Bellas Artes, de México, se conservan
muchos cuadros de Echave, muy estimados.
Gamboa, Zarauz y Bouquer (Francisco). De la orden de Calatrava, de los
Consejos de S. M. y conservador general de su real patrimonio en Sicilia.
Señor de la casa de Arriarán, por su matrimonio con Maria de Arriarán y
Lazarraga.
Goiburu y Aranaa ( lñigo ). Gobernador de Veraguas (fines del
siglo XVII). Sucediole en el cargo su sobrino Martin Ruiz de Arteaga.
Gurruchaga (Eusebio). Fué diputado foral en más de una ocasión. Por su
actividad y capacidad sostuvo en muchos años á gran altura el prestigio de la
industria de nuestra provincia. Fue alcalde de Zumaya en varias ocasiones, y á
su mucho valer y á sus buenas relaciones se deben varias de las importantes
mejoras con que cuenta su bonita villa nativa. Entre otras, podríamos citar la
traída de aguas y la aprobación de las obras del puerto, que con tanto
entusiasmo se celebraron en el vecindario en 1887. Quiso también implantar
criaderos de ostras en varios puntos de su pueblo, los cuales le costaron
muchos sacrificios pecuniarios y muchos disgustos por la oposición que le
hicieron sus paisanos, sin que el resultado compensara sus esfuerzos. Su gestión
en la administración de Zumaya, á raíz de la última guerra civil, cuando el
patrimonio municipal quedó exhausto y agotado, es digna de alabanzas. Murió el
28 de Junio de 1902.
lceta (Fernando). Por los muchos servicios que prestó asistiendo con su
nave á los Reyes de Castilla, le concedió Don Juan II el cargo de preboste de
la villa á perpetuidad. Disputada la merced por la villa, sometieron la cuestión
á un arbitraje, y los árbitros resolvieron en 1481 que renunciase Iceta á los
derechos de prebostazgo, y que la villa, á su vez, le confiriese el cargo por
cinco años, quedando en libertad la corporación de nombrar un sujeto idóneo el
sexto año, transcurrido el cual había de ser nombrado de nuevo Iceta para otros
cinco años, y así sucesivamente durante su vida, terminando con ella todos sus
derechos. Su hijo Lope Fernández de Iceta y el hijo de éste, Pero
Fernández, sirvieron así bien á los Reyes Católicos con sus naves propias.
Olazabal (Juan de). -Secretario del rey Felipe IV, á quien sirvió más de
cincuenta años, y contador general del Consejo Supremo de la Inquisición,
bienhechor de su pueblo nativo, en cuyo favor logró la transacción pactada en
1641 con la colegiata de Roncesvalles. Construyó en Zumaya la casa palacio que
hoy posee la familia de Uriarte, y fundó en 1652 una escuela de primeras
letras, dotándola con la renta anual de 56.100 maravedises. En
agradecimiento se puso á la calle que. habitó el nombre de Calle del Secretario.
Sasiola (José Ibáñez de). Embajador de. España en Inglaterra y Portugal,
condecorado, según Gorosabel, con la orden de la Jarretière, aunque lo probable
es que se hallara en el mismo caso que Domenjon González de Andía, natural de
Tolosa.
Ubillos (Jerónimo de).Tesorero de S. M. en el Perú.
Uriarte. De muy antiguo data en Zumaya este apellido, hace muchos siglos querido y
respetado por sus paisanos, á causa de la honorabilidad de los que lo han venido
poseyendo. Emparentado de muy atrás con familias muy conocidas en el país por su
noble prosapia, como son las de Marzana, Bedua, Cardon, Arizpe de
Mondragón, Iceta y Olazabal, á la cual pertenecía el1 secretario que fué de
Don Felipe IV, Juan de Olazabal, en cuyo palacio habitan los Uriarte, han
tomado siempre éstos parte. muy importante. en los asuntos de. la villa y de la
provincia. Podemos citar como descendientes de esta casa á Antonio de
Uriarte, que asistió en 1615 al paso de Behobia á la entrega de las Reinas
de España y de Francia. Su hijo Antonio, capitán de navío, que. en 1649
fué á Veracruz, al mando de la nave de su propiedad "Nuestra Señora de la
Concepción", de 300 toneladas, una de las de la flota de. Nueva España de
cargo del general don Juan Pujadas y Gamboa; José Antonio,
fué alcalde de Zumaya en 1749, y de Cestona en 1768; diputado
general de la costa en 1755, 1761 y 1766.
Juan Ignacio, alcalde de Cestona en 1781 y diputado general en
1779 y 1787. Manuel María, hermano del anterior, alcalde. de. Cestona
en 1783 y diputado general en 1787. Lino, alcalde. de. Zumaya en 1829,
de Tolosa en 1835, Procurador juntero en las Juntas de EIgoibar y capitán de
la guardia nacional de Tolosa en 1836. Carlos, que nació en 1819,
adquirió el titulo de arquitecto en 1846, fué nombrado director de.
caminos de la /895/ Provincia en 1849 y catedrático de matemáticas del Instituto de Vergara en
1850. En 1871 se le elevó al cargo de director del Instituto provincial,
y en este puesto murió, en San Sebastián, el 14 de Febrero de 1897. Durante los
cuarenta y siete años en que desempeñó la cátedra, con asiduidad y sin
interrupción, acudieron á escuchar las doctas explicaciones del señor Uriarte
varias generaciones de escolares, que siempre le guardaron especial veneración y
se complacieron en proclamarse discípulos suyos. Entre ellos tiene á gala el
contarse el que estas líneas dedica á su popular y querido maestro. Sobrino suyo
fué Juan Bautista, que por su carrera de abogado, por su ilustración, por
su posición social, por su amor á la región y por su hombría de bien. era una
esperanza para su país; lástima grande fué que la falta de salud le impidiese
ocuparse con más asiduidad de la cosa pública. Ejerció el cargo de teniente
alcalde en 1881 y 1882, y el de alcalde en 1883 y 1884, y en ese tiempo realizó
importantes mejoras en la villa y dejó gratos recuerdos que aún perduran entre
sus paisanos.
Zubia (José María). Era Un modesto patrón de lancha con residencia en
San Sebastián, diestro en el manejo de la embarcación. Su vida fué una serie de
actos de abnegación y de valor, nacida para el sacrificio. Dispuesto siempre á
favorecer á sus semejantes, con riesgo de su vida, hízose á la mar en compañía
de nueve tripulantes el 13 de Julio de 1861, y salvó con gran riesgo á tres
náufragos que eran juguete de las olas. E 19 de Enero de 1866 salió de nuevo con
su lancha á arrebatar á la muerte nuevas víctimas, pero una ola volcó su lancha
y pereció á la vista de millares de espectadores que presenciaban su arrojo. En
el puerto de San Sebastián se levanta un modesto monumento erigido á la memoria
de Mari, que es como le llamaban todos, y cerca del muelle de Zumaya hay también
un busto de este audaz marino.
Bibliografía.
Libro en que se hace relación de la fundación de el convento
de Car1nelitas Descalzas de San Joseph, que en la villa de Zumaya hizo la Madre
Francisca de Jesús, en sus casas, con licencia que dió el Señor don Antonio
Venegas de Figueroa, Obispo de Pamplona, en 19 de Octubre de I609; y después al
Consejo Real el de 1613; y para gloria de Dios, y de su Santísima Madre, y
Señora Nuestra, efectuó el Señor don Fray Prudencio de Sandoval, Obispo de
Pamplona, á 12 de Diciembre de 1617. Sin año ni lugar de impresión, pero
al parecer se imprimió en Pamplona después de 1660. - Zumaya-ko erri eta bere
seme gogoangarrien kondaira, por Ignacio Belaustegui, trabajo premiado en
las Fiestas Euskaras de Zumaya el año 1900..
NOTAS
(304) En la página 266 y siguientes ya hablamos de este puerto.
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