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IDIAZABAL
La Noble y Leal villa de ldiazábal
está situada á los 1º 28' 45" de longitud oriental y 43° 2' de latitud septentrional, á 214 metros de altura,
confinando al N. con Beasain, al S. con AIsasua, al E. con Ataun y al O. con Segura.
Sé asienta sobre pizarras areniscas y psamitas infracretáceas, y Santa
Bárbara y Achu son los montes principales de la jurisdicción. Un hayedo que
existe en éste, y un robledal que se llama del Jaro viejo, miden una superficie
que tiene 2 kilómetros de ancho por 4 de largo. La llanada sobre la que se halla
la villa es de buen terreno, y cultivarlo es la ocupación única de los habitantes de Idiazábal.
En las montañas halla buen pasto el ganado lanar, y con la leche que de las
ovejas se obtiene se fabrican excelentes quesos, que han hecho popular el nombre
de esta villa.
Pasa por Idiazábal, junto al casco, el río Ursuarán, que después de recibir
las aguas de arroyos sin importancia, desemboca en el Oria en jurisdicción de
Segura.
Tiene 1.424 habitantes en 37 casas de la zona urbana y 178 de la rural.
Atraviesa por la villa la carretera general de lrún á Madrid: medidas en ella las
distancias, Idiazábal se halla á 6 kilómetros de Beasain y 50 de San
Sebastián. La estación más cercana de ferrocarril es la de Beasain, y desde
/965/ ella se hace el servicio. de correspondencia. Cuenta con estación telefónica
en la red provincial.
Cuenta con buena casa concejil, en la que se reúnen los nueve concejales de
la villa, designados entre 336 electores.
Los profesores de dos escuelas completas, una de niños y otra de niñas,
atienden á llenar las exigencias de la instrucción pública.
Pertenece al arciprestazgo de Villafranca, y su parroquia es de la advocación
de San Miguel Arcángel, de categoría de ascenso, con órgano, y servida por un
párroco y tres coadjutores. Es amplia, y en su interior llama la atención el
retablo principal, de estilo churrigueresco y con las efigies de San Pedro, San
Pablo, San Juan Bautista y Santiago; además otros de inferior mérito artístico
en los costados y un hermoso San Miguel en el centro.

Idiazábal. La carretera de Echegarate y la parroquia.
«Su tonafronte presenta en cambio -dice don José Amador de los Ríos- una
bella portada románica digna de mencionarse. Compónese de un arco
ligeramente apuntado, enriquecido por seis volteles, que arrancan de una
graciosa imposta en bisante, ornada de funículos y de falso ajedrezado. Las
jambas, entrepaños y espacios de voltel á voltel, hállanse cuajados de círculos
intersecados, que producen flores cuadrifolias, de lazos y de zigzages, todo de
somera aunque no despreciable talla. Muestra el conjunto de esta construcción
cierto aire de suntuosidad. Es obra, en nuestro sentir, de mediados del siglo XIII y de un arte que á más andar desaparecía». En jurisdicción de Idiazábal hay
cuatro ermitas: Nuestra Señora de Kurutzeta, de la cual la tradición afirma
haber sido primera parroquia, y las de San Ignacio, San Esteban y San Zacarías.
El día de San Ignacio, 31 de Julio, se celebra romería en su ermita, y en el
casco del pueblo el 3 de Febrero, día de San Blas. Por acuerdo de los cabildos
eclesiástico y secular de la villa, adoptado el 4 de Enero de 1770, en atención
á la cortedad del día y á los malos tiempos que generalmente reinan el día de
San Blas, 3 de Febrero, se dispuso trasladar la fiesta aquel año al 8 de Mayo, y
para los sucesivos al día de San Miguel, 29 de Septiembre. Sin embargo, de nuevo
se trasladó al día de San Blas, que /966/ es cuando se celebra con gran concurrencia de gentes de los pueblos del
contorno, que gustan de comer el plato favorito que se condimenta aquel día con
entrañas de oveja, y que recibe el nombre de mondeju.
Hay alumbrado eléctrico público y á domicilio, y un médico.
El municipio
costea la banda de tamborileros, y el danzar al són de sus tocatas y el jugar á
la pelota y á los bolos son las distracciones con que pueden holgarse los
vecinos de ldiazábal.
Seis molinos y seis posadas, y una fábrica de sierra, son el único vestigio
de industria que, aparte de la fabricación de los renombrados quesos, se nota en
esta villa, una de las guipuzcoanas que tiene mayor extensión superficial.
Hay manantiales de buenas aguas potables, y de sulfurosas y ferruginosas que
no se utilizan.
Notas históricas.
La memoria más antigua que se tiene de Idiazábal es la
de la escritura de concordia celebrada con la villa de Segura el mes de Marzo de 1384, agregándose á la
vecindad de ésta, con el objeto de defenderse de los robos, muertes y otros
excesos que cometían en sus incursiones los navarros, desde que Guipúzcoa se
unió á Castilla en 1200. Esta anexión fué confirmada por los reyes de Castilla
Don Juan I, en 1387, y por Don Enrique III, en 1393. Conservó. sin embargo, sus
términos amojonados y su administración económica. Por R. C. de 4 de Febrero de
1615. consiguió la merced de villa de por sí, y se segregó de Segura, mediante
el pago á la real hacienda de 17.698,75 pesetas.
Hasta el año 1561. hubo en este pueblo una tabla ó administración establecida
para la recaudación de los derechos del diezmo viejo, en concepto de puerto seco
para Navarra.
Merece también que consignemos la costumbre que de tiempo inmemorial existe
de que los alcaldes de esta villa pasen con vara alta de justicia por las calles
principales de Segura y Cegama el tercer día de Pascua del Espíritu Santo, en la
procesión que anualmente se hace á la basílica del puerto de San Adrián, que es
jurisdicción común; así como el sacerdote que preside dicha procesión, con cruz
alzada.
Biografía.
Abendaño ( Miguel de). En la vida de algunos claros
varones, etc.. se dice de él que fué varón integérrimo y ejemplar, y que es
autor de varias obras religiosas. Nació en 1617 y murió en 1688.
Azurmendi (Felipe). Nació antes de la mitad del siglo XVIII y llegó á
ser escultor y arquitecto notable, que hizo muchos trabajos. todo del gusto de
Churriguera. Suya es la medalla de San Juan Bautista. el altar de San Miguel y
varias estatuas más que hay en la iglesia de San Juan Bautista, de Alegría de
Oria. Hizo también el retablo de Amasa y el de Nuestra Señora del Rosario. en
Andoain. La sillería del Coro de Azcoitia, el retablo de Cizúrquil, una estatua
de San Antonio Abad para la parroquia de Elgóibar, el retablo de la ermita de
Santa Marina de Legorreta, otro para la basílica de Santo Cristo de Lezo. otro
para Mutiloa, convento de Monjas de Rentería, colaterales de San Pedro y de San
Antonio; de Santa María. de San Sebastián, etc.
Zumalacarregui (Miguel Antonio). Nació el 20 de Febrero de 1773
y siguió la carrera de jurisprudencia. Fué nombrado oidor de la real audiencia
de Asturias y durante la guerra de la Independencia se trasladó á Cádiz. Aquí
recibió el nombramiento de diputado suplente por Guipúzcoa para las cortes
extraordinarias, desempeñando los destinos de secretario y presidente en sus
respectivos turnos. En las ordinarias de 1813 volvió á ejercer las funciones de
secretario. Cuando en el año 1834 se creó la nueva real audiencia de Burgos, fué
nombrado regente de la misma, que lo desempeñó hasta 1836, en que ascendió á
ministro del tribunal supremo. Fué diputado por Guipúzcoa en las cortes de 1836,
senador por Segovia en 1741 y ministro de Gracia y Justicia en 1842. Probo, buen
patricio, amante de su país y magistrado inteligente, dejó de existir en Madrid
en 1º de Mayo de 1846. Era hermano del general carlista don Tomás Zumalacarregui, aunque de diversas opiniones políticas.
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