RED HIDROGRAFICA DEL PAIS VASCO
PATXI TAMÉS URDIAIN
INTRODUCCIÓN
La red hidrográfica del País Vasco está formada por dos
tipos de cuencas.
Por una parte están los ríos que vierten sus aguas al mar
Cantábrico y forman
parte de la cuenca Cantábrica o cuenca Norte, constituida
por los ríos que
surcan las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya y, por otra
parte, tenemos la
Cuenca del Ebro, formada por los ríos alaveses que son
afluentes del río Ebro. Por fin, el río Ebro, en sí, constituye un río
limítrofe entre el País Vasco y Castilla y Rioja.
Desde un punto de vista planificación hidráulica se podría
dividir a
nuestras aguas en 4 grupos, así tendríamos:
1.º) Aguas que
nacen y discurren
por Euskadi y van a desembocar al mar Cantábrico. Estas
aguas forman los
ríos Vizcaínos y Guipuzcoanos.
2.º) Aguas que nacen en Euskadi y pasan por
otros entes, que son los ríos Alaveses y una porción
pequeña de los ríos de la
parte Occidental Vizcaína.
3.º) Aguas que nacen en otros
entes y pasan por Euskadi, que están formadas por las aguas limítrofes de
Navarra y Guipúzcoa
y van a verter al Cantábrico, las aguas del Condado de
Treviño y una muy
pequeña parte de las aguas del N. de Castilla, y
4.º)
Aguas que nacen en otros
entes y bordean Euskadi formadas por los afluentes de la
Margen derecha del
río Ebro y por las aguas del río Bidasoa.
En un primer vistazo a un mapa de las cuencas
hidrográficas se puede
apreciar la diferencia existente entre las características
de las Cuencas
Cantábrica y las características de las cuencas que
vierten al río Ebro. Así se
puede apreciar que las cuencas del Ebro son en general más
grandes que las
cuencas Cantábricas. Otra diferencia destacable se
encuentra en relación a los
caudales, siendo como era de esperar mucho menores por km.2 de cuenca los
caudales de los ríos Alaveses, así si comparamos los
caudales medios anuales
del río Oria y del río Zadorra por ejemplo, vemos que
mientras el río Zadorra
tiene un caudal de 20,25 m./seg.
en su desembocadura, el río Oria con una
cuenca mucho menor en superficie tiene un caudal de 25,88
m./seg.
en Orio,
esto es debido como veremos más adelante a la influencia
de las precipitaciones
en la escorrentía, ya que al ser las precipitaciones mucho
menores en el
Sur de Euskadi provocan que el agua que corre
superficialmente por km.2 de
una cuenca sea mucho menor siendo de alrededor de
251./seg./km.2
en las
cuencas Cantábricas y de unos 151./seg./km.2
en las cuencas que vierten
al
Ebro. Esta característica sin embargo no se mantiene en
las épocas de estiaje,
ya que otra gran diferencia existente entre ambos tipos de
ríos, es su
comportamiento, siendo los ríos Cantábricos mucho más
torrenciales que los
ríos Alaveses, esto unido al aprovechamiento límite que se
hace de los ríos
Vizcaínos y Guipuzcoanos donde la más pequeña regata está
normalmente
captada bien para las Industrias o bien para
abastecimientos de nuestros
pueblos provoca que en las épocas de estiaje los ríos
Cantábricos vayan secos
o casi secos, con el consiguiente desequilibrio ecológico
que esto provoca,
además estando enormemente agravado este desequilibrio
ecológico por la
gran cantidad de vertidos contaminantes que anualmente
reciben nuestros ríos
sin que apenas exista agua en los cauces para la dilución
de los contaminantes
que permita al río llevar un agua de calidad mínimamente
aceptable, siendo
esto por desgracia quizás la característica más
sobresaliente de nuestros ríos,
la altísima contaminación que padecen, aunque es de
señalar que en los
últimos años han experimentado una mejoría.
INFLUENCIA DE LA GEOLOGÍA
EN LA RED HIDROGRÁFICA
La geología ha tenido una fuerte influencia en la configuración
hidrográfica.
Por un lado tenemos las estribaciones de los macizos
Calizos Vizcaínos y
Guipuzcoanos que dan paso a los terrenos fundamentalmente
Terciarios de la
depresión del Ebro en su parte Alavesa, en estas zonas la
litología predominante
es terrígena, habiéndose desarrollado tanto por la
litología como por la
tectónica una topografía mucho más suave que en la parte
Vizcaína y
Guipuzcoana, las cuencas tienen un desarrollo mayor y unas
pendientes más
suaves.
En las provincias Cantábricas, los materiales aflorantes
están constituidos
por una pequeña zona de materiales paleozoicos que forman
el macizo de
cinco villas de litología detrítica fina en su mayor parte
y en los que se ha
desarrollado una pizarrosidad debido a un metamorfismo
regional muy suave,
además aflora el Granito posthercínico de Peñas de Aya,
pero debido a la
poca extensión de estos afloramientos la influencia en la
red hidrográfica de
Euskadi ha sido muy escasa. El resto está formado por
materiales Mesozoicos
y Terciarios con litología bien detrítica o bien caliza
con desarrollo de karst,
estos materiales han sufrido la orogenia Alpina que los ha
plegado y
fracturado, los pliegues tienen una dirección NNW-SSE y
las fracturas
predominantes tienen una dirección igual que los pliegues,
existiendo unas
fracturas de menor envergadura de dirección NNE-SSW.
Estas estructuras han condicionado la red hidrográfica de
distinta forma. Así en Vizcaya el Anticlinal de Bilbao tiene el núcleo más
erosionable con lo
que se ha formado una depresión dando lugar a la ría
Bilbaína donde
desemboca sus tres ríos más importantes como son el Cadagua, el Nervión y
el Ibaizabal, el resto de la red hidrográfica está formada
por pequeños ríos que
van subperpendiculares al mar, excepción hecha del Butrón
que sigue la
dirección NNW-SSE del sinclinorio de Vizcaya.
En Guipúzcoa el anticlinal de Bilbao se complica dando
lugar al
Pliegue-Falla de Aitzgorri y a la escama tectónica de
Aralar, en ambos casos
se dan unos afloramientos calizos que dan los relieves más
altos de nuestra
provincia y de estos puntos parten los tres ríos más
importantes como son el
Deba, el Urola y el Oria.
El Deba nace de las regatas colectoras de escorrentía
superficial e
hipodérmica casi en el límite de la provincia y toma
personalidad a partir de
Salinas de Léniz, recibiendo aguas del río Oñate y
Aránzazu que es uno de los
pocos con trayectoria subterránea en Guipúzcoa. La
trayectoria del río es
subperpendicular a la costa cortando el sinclinorio de
Vizcaya y el anticlinorio
de Tolosa-monte Arno para al final describir una serie de
meandros y
desembocar en el mar Cantábrico.
Por último cabe citar respecto a la cuenca del Deba el
levantamiento
general de la costa Cantábrica que ha provocado un nuevo
nivel de base en el
río. Este se ha ido encajonando en su antiguo cauce por
medio de una erosión
ascendente que con el tiempo llegará a cabecera.
El río Urola tiene la particularidad que en su zona alta
apenas alcanza los
4 km. de anchura y dista en un punto apenas 600 m. de la
divisoria
hidrográfica con el Oria, existiendo la posibilidad de que
sea captado bien por
erosión regresiva o por desbordamiento por el río Oria ya
que se encuentra su
cauce a mayor altura que los afluentes del Deba y Oria. En
la parte baja
también describe meandros probablemente preformados cuando
el nivel de
base quedaba más alto que el actual.
El río Oria que recibe sus aguas de la Sierra de Aralar y
la de Aitzgorri
tiene un perfil bastante próximo al equilibrio, es un río
con un valle muy
ancho habiéndose producido una gran erosión y un kilómetro
antes de Usurbil
describe una curva de 90º hacia la izquierda para
desembocar describiendo
meandros en Orio.
Los otros dos ríos de la provincia, el Urumea y Oyarzun,
crecen en los
relieves paleozoicos y tienen escasas cuencas ya que la
costa se acerca mucho
a la divisoria entre las cuencas del Norte y la del Ebro.
ESTUDIOS GEOMORFOMETRICOS
Estudios morfométricos:
Hasta hace relativamente poco tiempo los estudios de geomorfología solían
ser cualitativos, sin embargo últimamente se ha visto la ventaja de
realizar estudios cuantitativos sobre las características morfológicas de
las
cuencas, ya que así se evitan las descripciones siempre
subjetivas y se
introducen parámetros matemáticos que se pueden tratar con
ordenador,
pudiéndose de esta forma analizar el medio Físico mediante
términos
matemáticos. Desde hace unos tres años el departamentos de
Geomorfología
de la Facultad de Ciencias de Bilbao ha empezado a
estudiar nuestras cuencas
por estos métodos en Vizcaya, habiendo sido estudiadas dos
cuencas de
Guipúzcoa. Aunque estos estudios están en su inicio voy a
describir alguno de
los métodos utilizados y de los resultados obtenidos de
una forma breve.
Unos de los primeros parámetros que se pueden obtener en
una cuenca
son aquellos que nos hablan sobre la forma de la cuenca.
En estos parámetros
como el Coeficiente de Compacidad de Gravelius o el
alargamiento medio de
Caquot se relaciona el perímetro o bien el recorrido del
cauce más largo de la
cuenca con la superficie de ésta, en todas las cuencas
estudiadas hasta ahora
en Euskadi se ha obtenido que nuestras cuencas son
bastante alargadas.
Otro tipo de parámetros a obtener se refieren al relieve.
El más simple de
todos hace referencia a amplitud de relieve, es decir, a
la diferencia entre las
costas máximas y mínimas. Esta amplitud en los ríos
Vizcaínos y Guipuzcoanos
es muy fuerte para las superficies de las cuencas, ya que
en muchas
ocasiones superan los mil metros. En Alava la diferencia
es menor.
Pero son más interesantes los parámetros que relacionan
las áreas y las
alturas. Para esto es preciso confeccionar el mapa
hipsométrico, es decir, las
cuencas con sus curvas de nivel. Con este mapa se puede
estudiar las
Distribuciones Hipsométricas, es decir, el % de superficie
que hay en un
intervalo de altura determinada, así en Vizcaya y
Guipúzcoa se obtiene que
las alturas más frecuentes de una cuenca se dan entre los
200-400 m. con un
35% más o menos del valor total de la cuenca. En Alava la
altura más
frecuente es mayor. Con los valores de alturas y
superficie se puede dibujar la
curva Hipsométrica porcentual y la Integral hipsométrica.
Por medio de la
primera podremos detectar influencias de pendientes por la
litología, etc. Por
medio de la segunda y tercera podremos saber el grado de
disección del
paisaje, es decir, un volumen de roca aproximado ha sido
erosionado por los
cauces en una cuenca. Así en el Deba da un valor del 65,5%
que
correspondería a 455,3 km.3
de roca erosionada. En
otras cuencas se han
obtenido valores semejantes. Por fin, por medio de la
relación entre alturas y
superficies se puede obtener el rectángulo equivalente y
los índices de
pendiente. El rectángulo equivalente fue introducido por
Roche (1963) y compara las características morfológicas de la cuenca con
la circulación superficial, suponiendo que la circulación en una cuenca a
igualdad de otros factores sería equiparable a la que circulase por un
rectángulo con la misma superficie de la cuenca. De esta forma la cuenca
que convertida en un rectángulo, siendo las curvas de nivel paralelas al
lado menor del rectángulo, en unos de estos lados estaría la salida de la
cuenca. Los índices de pendiente que se pueden obtener son múltiples,
siendo muchos de ellos no muy representativos, ya que las variaciones de
pendiente en una cuenca pueden ser muy grandes. Quizás uno de los más
representativo es el propuesto por Sthraler (1958) que calcula la pendiente entre dos
intervalos de altura. Por
ejemplo entre 900-1000 m. calculando la anchura media
entre dos curvas de
nivel y dividiéndolo por la media aritmética de la
longitud de las dos curvas
de nivel, los valores obtenidos hasta ahora en las cuencas
de Vizcaya y
Guipúzcoa son de algo más de 20º en las partes altas para
alcanzar unos
valores medios de unos 15º y los más bajos entre los 0-100
m. de menos de
10º
Análisis Cuantitativo de la Red de Drenaje:
Otros trabajos morfométricos que se están realizando en
estos momentos
hacen referencia al estudio de la red de drenaje de una
cuenca. Este tipo de
trabajos además del valor puramente geomorfológico tienen
la ventaja de que
por medio de ellos se puede intentar correlacionar
parámetros morfométricos
con el funcionamiento hidrológico de una cuenca y con
características
litológicas e hidrológicas. Esto en regiones como la
nuestra donde los datos
hidrogeológicos son muy escasos permitiría hacer
estimaciones de ciertos
datos que de otra forma serían imposibles.
Para la correcta aplicación de este análisis los datos
deben ser obtenidos
con una técnica prefijada, de forma que los resultados
puedan ser comparados
con los de otros sectores.
Para realizar estos estudios primero habrá que hacer la
red de drenaje de la
cuenca, es decir, situar todos los cauces de la cuenca en
el plano; después
habrá que jerarquizarla de modo que a cada cauce se le
asigne un número
según su importancia relativa en la red. Existen varios
métodos de jerarquización.
Hasta ahora en cuencas del País Vasco se han venido
utilizando los
métodos de Horton y de Schumm-Sthraler. Al aplicar estos
métodos se tienen
jerarquizados los cauces y también se pueden jerarquizar
las distintas
subcuencas. Con este tipo de jerarquizaciones salen en
cuencas del País
Vasco normalmente 6 órdenes de cauces, en algún caso 7.
A partir de la jerarquización propuesta por Horton y por
Schumm-Strhaler se pueden estudiar las siguientes relaciones:
a) La distribución del número de cauces de sucesivos órdenes existentes
en la cuenca.
b) La variación de la longitud media de dichos cauces.
c) La variación del área media de las cuencas de drenaje
correspondientes.
Por medio de estos estudios se ha podido ver que el número de cauces de
cada orden en nuestras cuencas forma una progresión geométrica que en las
cuencas hasta ahora estudiadas en el País Vasco tiene una razón algo
superior a 3,5 e inferior a 4,5. La longitud total de los cauces de cada
orden también forma progresión geométrica con razones que suele ser de
algo más de 2. La superficie total de las cuencas de un determinado orden
forman progresión
geométrica cuya razón está comprendida entre tres y cuatro
para nuestras
cuencas; y por fin, que existe una relación entre la
longitud media de lo
cauces y el área media de las subcuencas, siendo la:
Sn
= a Ln b (1)
donde a y b son parámetros. Esta relación hace referencia
a la comparación
establecida entre las leyes biológicas que expresan la
relación existente entre
la velocidad de crecimiento de los órganos y la de todo el
individuo, pues la
relación (1) hace referencia a que cualquier parámetro medible de un sistema
fluvial, se incrementa progresivamente, de modo que en los
órdenes
sucesivos indican una progresión en el tiempo.
Los parámetros obtenidos hasta ahora en cuencas del País
Vasco, nos dan
índices de una torrencialidad moderadamente alta y de
sistemas con un
desarrollo bastante elevado, es decir, las cuencas están
en un estado de
madurez.
Por fin otros parámetros que se han obtenido hacen
referencia a la
densidad de drenaje, es decir, la relación existente entre
la longitud total de
los cauces y la superficie de la cuenca, su valor está
controlado por
características litológicas, de vegetación y climáticas
existentes en la cuenca.
En la cuenca del río Deba el valor es de 3,15, es decir,
por cada km.2
de
cuenca existen 3,15 km. de cauces. Este valor es típico de
regiones con
textura grosera, y la influencia de las calizas que son
muy abundantes es muy
clara. En otras cuencas los valores son bastantes
similares, así en el Urola es
de 2,57, en el de Arratia de 3,8 y en el Nervión de 2,5
km./km.2.
También se
ha obtenido de diferentes cuencas la constante de
mantenimiento de canal,
que puede interpretarse como el área necesaria para que
haya una longitud de
cauce habiéndose obtenido valores de 0,3 que nos hablan
también de sistemas
maduros.
Ya sólo falta comentar una última representación de un río
que es su perfil
longitudinal, que es simplemente representar las
longitudes de un río con sus
alturas dándonos una idea del equilibrio existente entre
erosión y sedimentación
en el río, así como de la influencia de la litología en la
forma del río.
CALIDAD QUIMICA DEL AGUA
Ya en 1954 Pierre Lamare, en la Guía Turística del País
Vasco Español y
Francés, decía lo siguiente: «Actualmente ríos como el
Oria y su afluente el
Leizarán, como el Urola y el Bidasoa están de tal modo captados que en
verano no se ve de ellos sino un hilillo sucio y nauseabundo que serpentea
en lo que antaño fue su colérico lecho». Esta situación se ha ido
agravando si cabe aún más hasta hace unos años en que debido a la
situación tan angustiosa se ha empezado a intentar solucionar este
problema, cuyo origen hay que buscarlo en dos’ razones: Por una parte la
enorme cantidad de desechos y vertidos que soportan sin ningún control nuestros ríos y
por otra parte la falta
total de agua en época de estiaje de nuestros ríos debido
a su régimen
torrencial que provoca que tengan un estiaje muy fuerte y
a la gran cantidad
de captaciones existentes, tanto para abastecimiento
industrial como para
abastecimiento urbano, que quita la poca agua que
llevarían los ríos
dejándoles casi secos. Para resolver este problema se
puede decir que hay tres
tipos de actuaciones: 1.º) Un control sobre los vertidos a
nuestros ríos. 2.º)
Instalación de plantas depuradoras que mejoren la calidad
del agua. 3.º)
Aporte de agua al río en épocas de estiaje, proveniente de
presas de
regulación y de aguas subterráneas en el caso que se
encuentren caudales
suficientes.
La clasificación de la calidad del agua se hace teniendo
en cuenta una
serie de parámetros químicos, según que agua lleve una
cantidad de una
determinada sustancia mayor que la que marque la clase,
ese agua no
pertenecerá a esa clase, sino a la siguiente, si el valor
de una determinada
sustancia es muy alto, entonces el agua es de la última
clase que corresponde
a un agua sin ninguna utilidad. Los parámetros estudiados
suelen ser Ph,
Oxígeno disuleto, D.B.O., D.Q.O., Sólidos en suspensión,
Amonio, Fenoles,
Cianuros, Cromo, Cadmio, Cobre, Cinc, Hierro, Plomo
Mercurio,
Fosfatos, Detergentes, etc. Con estos parámetros unidos a
los índices
bióticos, es decir, el estudio biológico de los ríos,
sabremos la situación
global del río.
Pues bien, en Guipúzcoa tenemos el estado siguiente:
El río Deba se encuentra prácticamente sin vida desde
Oñate y Mondragón
hasta Elgóibar, punto en el cual experimenta una ligera
mejoría hasta la
desembocadura.
El río Urola en Legazpia empieza a estar contaminado, al
llegar a
Zumárraga está ya prácticamente muerto hasta Azpeitia
donde al recibir un
caudal importante del Ibai-Eder y Régil mejora y tiene una
calidad media
hasta la desembocadura.
El río Oria en Segura empieza a estar contaminado para
estar prácticamente
muerto hasta Usúrbil. Los afluentes en cabecera tienen
buena calidad
pero al ir acercándose a la corriente principal van
perdiendo su calidad.
El río Urumea tiene buena calidad hasta Hernani, donde se
vuelve ya un
río muy contaminado.
El río Oyarzun mantiene una calidad biológica
relativamente buena hasta
Oyarzun donde la pierde.
El río Bidasoa es quizás el menos contaminado de los que
pasan por
Guipúzcoa.
Este estado es en condiciones normales, pero además existe
el problema
de que de vez en cuando hay empresas que realizan vertidos
tóxicos
totalmente incontrolados que vuelven a matar el río, y
éste tarda mucho
tiempo en recuperar la calidad que tenía con anterioridad,
o bien se producen
accidentes de carretera que producen contaminación.
El estado de los ríos Vizcaínos es muy semejante al de los
Guipuzcoanos,
quizás con una calidad mejor en las partes altas debido a
que la industria está
más localizada en la ría del Nervión que la industria
guipuzcoana.
Los ríos Alaveses van perdiendo calidad según se van
acercando al río
Ebro en la parte de la Rioja Alavesa. Las aguas de la
parte norte tienen una
calidad muy aceptable, y el resto se mantiene dentro de
los límites de buena
calidad.
AFOROS, CAUDALES Y ESCORRENTIA SUPERFICIAL
En el cuadro se puede ver los caudales medios de los ríos
de Euskadi. Es
de señalar que estos caudales aunque no son exactos sí que
se les puede
considerar como de aproximados y nos dan una idea general
de los recursos
de agua. Lo primero que resalta al mirar este cuadro es la
diferencia existente
entre la escorrentía en la parte Norte que es más o menos
de unos 30
1./seg./Km.2
y la escorrentía de la
cuenca del Ebro que es de unos 20
1./seg./km.2.
Esto es debido a que la escorrentía que es el agua que discurre
por la superficie de la tierra, es igual a las
Precipitaciones menos la
infiltración y menos la evapotranspiración de las plantas
y del terreno. Al
tener la parte Alavesa unas precipitaciones menores que la
Guipuzcoana y
Vizcaína la escorrentía será menor en condiciones
normales. Ahora bien, si
medimos la escorrentía en una zona muy permeable, como es
natural gran
parte del agua se infiltrará y obtendremos una escorrentía
pequeña, por lo que
hay variaciones en la escorrentía en las distintas cuencas
según sea la
pliviometría y la litología. Otro hecho señalable en la
escorrentía es su valor
muy elevado para el río Urumea debido sin lugar a dudas al
aumento de las
precipitaciones que se da en esta cuenca, ya que en la
zona del Añarbe
sobrepasan los 2.000 mm. en muchos años.
El mejor método para conocer los caudales de los ríos es
por medio de las
estaciones de Aforo. Una estación de aforos consta
esencialmente del
vertedero o zona encauzada con resalte, aunque esto no es
fundamental, de la
escala para ver la altura del agua y del limnígrafo o
aparato que nos marca la
variación de la altura del agua con el tiempo. Además
habrá que calcular la
tabla de gastos, es decir, la función que nos relacione la
altura de la lámina de
agua con el caudal. Esta tabla o curva se detiene por
medio de aforos directos,
realizados con un molinete que nos da la velocidad del
agua. Sabiendo la
superficie de la sección y multiplicándola por la
velocidad podremos obtener
el caudal por segundo en un tramo de un río. Una vez
calculado el caudal por
segundo en distintas épocas, a cada altura obtenida en el
limnígrafo le
corresponderá un caudal único, por lo que en todo momento
sabremos el
caudal de ese río.
La comisaría de aguas tiene instaladas en Euskadi trece
estaciones de
aforos en los ríos, aunque hay algunas que su
funcionamiento no es bueno.
Estas estaciones son,
- en Alava: 1 en el Ebro, 1 en el
Bayas, 3 en el Zadorra;
- en Vizcaya: 1 en el Nervión, 1 en el Ibaizabal, 1 en el
Artibay;
- en Guipúzcoa: una en cada río importante.
Actualmente la Diputación de Vizcaya tiene en marcha un
proyecto
llevado acabo por El Grupo de Hidrogeología de la Facultad
de Ciencias de
Lejona, en el que se han instalado 40 limnígrafos y en
poco tiempo se podrán
tener datos sobre el caudal de la mayoría de los ríos de
aquella provincia.
En Guipúzcoa la Diputación Foral tiene proyectado un plan
de aforos, con
lo que se podrá saber los recursos exactos de nuestra
provincia. Además, en
dichas estaciones se prevén análisis químicos de forma
periódica, habiéndose
previsto tres tipos de estaciones según la importancia de
los parámetros a
analizar.
Para acabar voy a referirme brevemente a la problemática
de las
inundaciones, que por desgracia, están tan de actualidad.
Las referencias de
inundaciones, tanto en Vizcaya como en Guipúzcoa, son muy
antiguas. Así
en Guipúzcoa se tiene cuenta de unas inundaciones en el
siglo XVI en la
cuenca del Deba y Urola; en la ría del Nervión se han
encontrado una marca
en una casa que data de una inundación de 1858. Las
últimas inundaciones
fueron el 12 de Junio de 1975 y el 13 de Junio de 1977
aunque no fueron de
proporciones muy grandes. Por fin, todos conocemos las del
26 de Agosto de
este año.
Una inundación se produce cuando el río necesita evacuar
un volumen
mayor de agua que la capacidad máxima de evacuación. Este
caudal mayor,
que uno dado, se suele dar en un período de tiempo
determinado calculado
según métodos estadísticos, así el Nervión se piensa que
puede evacuar 750
m./seg.
Pues bien, cada 11 años hay una vez que el Nervión requiere evacuar
600 m./seg.
; cada 20 años requiere evacuar una vez 1.000 m./seg.
y cada
100 años se produce una avenida de 1.400 m./seg.
Está claro que en los dos
últimos casos se producirá inundación.
Práctica
1.º Cálculo del caudal aproximado de un río.
a) Método del Barril: Este método rudimentario permite calcular el caudal
en regatas de pequeño volumen de agua (hasta 20 1./seg.) Para ello se
precisa los siguientes útiles:
— Un bidón o similar de capacidad conocida.
— Un cronómetro.
— Un plástico.
— Una pala o azada.
Para realizar el aforo es preciso encauzar la regata con el plástico,
preferentemente en una zona con desnivel, de forma que se introduzca todo
o casi todo el agua dentro del barril, midiendo el tiempo de llenado con
el cronómetro, se repite la operación dos o tres veces y se calcula el
caudal, por medio de:
Q =(V barril) / T llenado
b) Método del Flotador: Es también un método sencillo que permite
calcular el caudal con un error no muy grande. Se requiere para
realizarlo un cronómetro y un flotador visible.
Se elegirá un tramo del río recto, donde haya pocas
turbulencias e irregularidades. Una vez
medida la distancia donde se va a medir la velocidad, se
echa el flotador al agua y se mide el
tiempo que tarda en recorrer la distancia elegida,
repitiéndose la operación en tres secciones del
río, por lo menos. En el tramo central se calcula la
sección del río, midiendo la profundidad en
varios puntos y la distancia a los márgenes.
Con estas medidas podremos calcular el caudal del río, teniendo en cuenta
que:
0,8 x V medida = V real
y el caudal Q vendrá dado por la fórmula:

donde:
Vi= velocidad.
hi= altura del agua.
li= distancia entre hi y hi- 1.
µ = coeficiente:
1/2 para márgenes con poca pendiente.
1/3 para márgenes con fuerte pendiente.
Ejemplo: Se ha calculado la velocidad entre puntos de un río:
V21= 0,15 m/seg.
V2= 0,20 m./seg.
V3= 0,18 m./seg.
Siendo la sección de la figura, obtener el caudal Q.

2.º Perfil longitudinal de un río.
Se toma la cota del nacimiento del río en abscisas y la
distancia en ordenadas. Sobre las
abscisas ponemos las alturas de las distintas de nivel,
medimos la distancia desde el nacimiento
del río hasta el punto de corte con las curvas de nivel.
Las distancias obtenidas se sitúan sobre
las ordenadas. Una vez situadas estas distancias, se lleva
a la altura que le corresponde según la
curva de nivel considerada en abscisa. Finalmente. unimos
todos los puntos obtenidos por
medio de un trazo continuo (conviene utilizar papel
milimetrado para realizar. el perfil)
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