Lurralde :inv. espac. N. 16 (2003) p. 321-340 ISSN 1697-3070

 
 

LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y LA EDUCACION AMBIENTAL :

Recibido: 1993-02-06

María Dolores SAN MILLAN VERGE

Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de EGB

Universidad del País Vasco. San Sebastián

(*) Ponencia presentada en el Curso de Verano de la U.P.V. "Educación Ambiental". 26-30 de Agosto 1991.

La comunicación es vital para el hombre, tanto como ser individual o como sujeto social. El proceso de la comunicación es un intercambio de información, de mensajes, un diálogo del Hombre consigo mismo y con su Mundo. En los primeros asentamientos humanos, aparece la escritura como elemento imprescindible en una estructura urbana que ya no podía ser controlada por mecanismos personales como la palabra, la memoria o las costumbres.

Durante muchos siglos, el devenir de los pueblos, sus costumbres, ritos, conquistas, creación literaria o conocimiento técnico fue recopilado y guardado celosamente en las bibliotecas de los monasterios. Con la invención de la imprenta, la cultura y el saber salen de ellos. Se elabora por primera vez un producto seriado, repetitivo, de largo alcance y efectos espectaculares. En el siglo XVI aparecen las primeras publicaciones mensuales y en el XVII las primeras gacetas semanales, pero la prensa diaria, barata y accesible, no haría su aparición hasta el siglo XIX, alcanzando su máximo apogeo en el primer tercio del siglo XX. La prensa se convierte en el vehículo principal de las opiniones y las noticias, en un medio de comunicación social que permite la transmisión simultánea de idénticos mensajes significativos desde el propio medio a una gran cantidad de personas.

Con el avance de la Tecnología aparecen nuevos medios de comunicación con características propias y muy diferentes a los de la prensa. Primeramente la radio y después la televisión servirán para informar y debatir las principales cuestiones de la sociedad y facilitar la relación en una población megaurbana, tecnócrata, insolidaria e incomunicada, pero incapaz de abandonar todo lo que la ciudad le ofrece, incluido la existencia mecanizada, el olvido de las tradiciones, el estrés, la contaminación y la inseguridad ciudadana.

Gracias a los medios de comunicación nos hemos convertido en ciudadanos del mundo, en individuos planetarios omnipresentes desde nuestro cómodo sillón, solidarios con nuestros vecinos y copartícipes con su destino, aunque sea en un breve período de tiempo. Los "Medios" introducen el Mundo en la conciencia del individuo y ésta en el Mundo y promueven la reflexión de que "todo atañe a todos" por encima de ideologías políticas, nacionales, sociales o religiosas.

Si la Revolución Industrial originó a principios de siglo profundos cambios socioeconómicos y ambientales, la Revolución Tecnológica de nuestro tiempo y sobre todo la Revolución Telemática, mucho más radical que la de Gutenberg, están destinadas a ser las protagonistas de este último decenio de siglo y comienzos del siguiente, y ¡Qué duda cabe! producirán importantes innovaciones en la vida social establecida. El control y acceso a esa información se convierte cada vez más en instrumento de poder político, económico, tecnológico y social.

Desde la Revolución Industrial se transforma la relación original del equilibrio armónico del hombre consigo mismo y con su entorno. La eclosión del nuevo paradigma científico-técnico, incluido en el denominado "sector cuaternario", posibilitó el crecimiento económico, la utilización ilimitada de recursos naturales, la explosión demográfica, la revolución urbana, y nos separó cada vez más de nuestro medio natural acercándonos a las repercusiones negativas que producíamos en la Biosfera. Con nuestra visión antropocéntrica, creímos poder dominar la Naturaleza y olvidamos con facilidad que sólo formamos una parte del engranaje de la compleja máquina que mueve el Planeta Tierra. Crecimiento ilimitado en un Mundo finito, avances tecnológicos y economía en alza frente al deterioro de la calidad de vida, progreso de unos países a costa y en contra del de otros, dilatación progresiva de la brecha Norte-Sur..., perfilan un Nuevo Mundo dominado por la irracional utilización de la Ciencia y la Técnica. La crisis ambiental, no sólo ecológica sino también humana, hay que buscarla en nuestra concepción del mundo y de la vida, así como en la relación estructural y dialéctica entre Hombre-Sociedad-Naturaleza. Nuestro futuro, condicionado por nuestro comportamiento actual, se encuentra a caballo entre la lenta destrucción de la Humanidad, o el resurgir de una nueva Civilización solidaria en el tiempo y en el espacio consigo misma y con el Medio.

La preocupación por el Medio Ambiente aparece con fuerza en la década de los sesenta en grupos sociales que plantean los graves problemas de la degradación ambiental y solicitan urgentes medidas gubernamentales y personales para evitar la crisis. Se percibe ya en esta época la necesidad de un proceso educativo coherente con la protección del medio.

En el programa sobre el Hombre y la Siosfera (Programa MAS), en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (1972), en el Seminario Internacional de Selgrado (1975) y en la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental de Tbilisi (1977) se postulan los Objetivos, Principios y Directrices de la Educación Ambiental para todos los ciudadanos, dentro y fuera del sistema escolar, con el fin de modificar las actitudes y comportamientos de la población hacia el Medio. Se reconoce la responsabilidad de los Medios de Comunicación en esa misión educativa, recomendando fomentar la difusión a través de la prensa, la radio y la televisión de la protección y mejora del Medio Ambiente con el fin de interesar al individuo en un proceso activo para resolver los problemas generados.

En los Programas de Acción Comunitaria sobre Medio Ambiente, subyace la idea de la Educación Ambiental como instrumento adecuado para informar, sensibilizar y formar a la sociedad sobre la situación ambiental de su entorno, las medidas adecuadas para protegerlo y mejorarlo, así como el derecho del ciudadano a un ambiente adecuado y su obligación de mantenerlo.

Estas recomendaciones se han visto reflejadas en los medios de comunicación, donde desde hace ya unos años, los problemas ambientales engrosan las noticias, reportajes o documentales que ofrecen cada día, e informan a una sociedad cada vez más preocupada de la magnitud y efectos planetarios de los mismos. Muchos de ellos han ocupado las portadas de los periódicos o las cabeceras de los informativos de radio y televisión: Escape de gas venenoso en Bhopal, la guerra del Golfo amenaza con destruir la cuna cultural de la humanidad, afectados por el síndrome tóxico piden justicia, mortandad de delfines en el Mediterráneo, Africa el continente del hambre, Chernobyl cinco años después...

Pero la mayoría de las veces, a pesar del esfuerzo informativo, la noticia puede resultar superficial, confusa, anecdótica, parcial, redundante, sensiblera, puntual y hasta engañosa para el destinatario del mensaje. Quizás no sean todo lo objetivas que debieran ser, estén mediatizadas por los servilismos ideológicos o económicos de las empresas mediales o no se adecuen a las necesidades reales del conjunto heterogéneo de los receptores. El proceso informativo-comunicativo no se produce. Fallan algunos de los elementos que lo constituyen: el emisor, el medio, el mensaje o el propio receptor. Tampoco se genera formación.

Tal vez las noticias sean veraces, concisas, comprensibles, e inculquen una idea de acción y el despertar de ciertas actitudes positivas hacia el medio, uno de los objetivos prioritarios de la Educación Ambiental, pero el ciudadano desconoce cómo llevar a cabo esta acción o no está capacitado para seleccionar y valorar correctamente los datos fugaces y simplificados de la información audiovisual o el lenguaje impreso. No se genera educación.

Para que los medios de comunicación sean vehículos adecuados para la Educación Ambiental es necesario que el receptor intervenga en el propio proceso comunicativo, que se convierta en actor y emisor del mensaje recibido. No basta con implantar una serie de programas educativos, ofrecer bellas imágenes o acomodar el lenguaje periodístico a esa población que enciende el televisor como escape a sus problemas cotidianos o busca en la prensa algo más que la noticia efímera captada por las cámaras o por las emisoras de radio. Es necesario una sintonización entre la noticia y el receptor de la misma, así como potenciar la participación ciudadana en los medios y desde los mismos.

La prensa, denominada en algunos círculos "El cuarto poder" por su capacidad de incidir en la opinión pública, es el reflejo de nuestra vida diaria, de las preocupaciones grandes o pequeñas que rodean la existencia humana. Ya menudo, eso es lo que queremos encontrar cuando ojeamos con premura las diferentes páginas hasta hallar el artículo deseado. Por ello es necesario que se abra a la sociedad que la sustenta, que exponga con claridad la problemática ambiental rural y urbana, la conexión entre lo local y lo global, para exigir de los gobernantes una Gestión Ambiental adecuada y transparente, planificada y coordinada, e informe a la población de la urgente necesidad de una participación ciudadana, tanto más difícil de conseguir cuanto más arraigados se encuentran sus hábitos de comportamiento (limpieza del entorno, recogida selectiva de papel, plástico o residuos domésticos, utilización del transporte público, nuevas costumbres alimenticias etc...).

En las dos últimas décadas los españoles hemos ingresado en la tan buscada sociedad de consumo. Nos hemos convertido en "Nuevos ricos". El consumo es ya nuestro estilo de vida, el hilo conductor de nuestro esfuerzo, el fin de nuestro trabajo, y define nuestro estatus social respecto al de nuestros conciudadanos. Las modernas tecnologías audiovisuales e informáticas se han introducido en nuestros hogares, aunque la mayoría de las veces no siempre la adquisición de nuevas técnicas suponga una utilización habitual y adecuada. En la actualidad, una cultura audiovisual más futurista está sustituyendo a la arcaica cultura impresa, está cambiando las costumbres sociales, familiares y personales de antaño. Está cambiando nuestro proceso comunicativo.

Pero somos un pueblo extraño. Las estadísticas aún no se han puesto de acuerdo si en la actualidad somos lectores empedernidos de diarios o nos informamos pasivamente a través de los noticiarios. La lectura del periódico requiere un esfuerzo mental, una actitud crítica. Cada lector escoge el momento más adecuado, selecciona lo que le interesa, se comporta de una forma activa. El número de periódicos publicados y vendidos puede reflejar un desarrollo cultural de la población. El número de televisores refleja una homogeneidad, una vacuidad del mensaje recibido, un deterioro del lenguaje y de la capacidad de expresión. ¿Nos estamos transformando en analfabetos funcionales que olvidamos el leer por no practicarlo? ¿Estamos evolucionando hacia la "Aldea Global" de McLuhan?

Vivimos sumergidos en el inmenso y casi omnipotente universo comunicativo-informativo: El 70% de los hogares de nuestro país poseen televisión y la vemos durante un tercio de nuestro tiempo libre; el 40% de los hogares disponen de video, pero también es cierto que en el 50% de los domicilios hay un periódico diario y que en España se publican 129 cabezas de diarios, 13 de ellos solamente en Madrid. Se habla de la crisis de la prensa diaria debido a la competencia de los medios audiovisuales, al estancamiento de la lectura o a los costes crecientes. Sin embargo también habría que tener en cuenta el posible distanciamiento de la prensa con la realidad ideológica y cultural de la sociedad. No es de extrañar que la prensa se mantenga gracias a la publicidad. En España, los ingresos publicitarios de los periódicos en 1980 fueron de 25.000 millones de pesetas, mientras que en 1989 alcanzaron los 242.000 millones frente a los 69.000 millones en concepto de ventas y suscripciones (Datos tomados del periódico "El Sol" 22 de mayo de 1991 ). No es exagerado considerar a la publicidad como un auténtico poder informativo.

Desde que llegó a España, en octubre de 1956, el milagro de la televisión, exclusivamente estatal en un principio, con tres bloques de transmisión en la actualidad y catorce cadenas televisivas, podemos encontrar todo tipo de ofertas, desde concursos a debates, seriales, programas infantiles, ventas a domicilio o cine en casa, siempre a través del puente galopante del mercado comunicativo de la publicidad, que ve también en la televisión el soporte más atractivo y persuasivo para dirigir y monopolizar la conducta consumista del individuo. "El coche más futurista, el alimento de la juventud, el agua que no pesa, la sensación de vivir, los mejores momentos" etc..., se nos presentan rodeados de un halo misterioso, unos/as modelos que superan al producto y un entorno paradisíaco casi inexistente en la actualidad. La publicidad es el complemento de la economía. Ayuda a vender y nos incita y dirige a comprar y consumir. Creemos en ella y en las "bondades" del producto que nos presenta.

Este medio creativo también se ha vestido con el etiquetado ecológico y promueve la compra de productos que utilizan escasos recursos naturales, o son reciclables, o en su fabricación no producen emisiones contaminantes por el momento: detergentes ecológicos, pilas verdes, pulverizadores sin clorofluorocarbonos, productos agrícolas sin fertilizantes químicos, pinturas sin diluyentes o gasolina sin plomo".

El "Ecomarketing" ha entrado en nuestras vidas en una larga lista competitiva con otros productos, que sin este etiquetado tenderán a desaparecer. El Ambiente tiene un precio muy alto y este coste es el mejor argumento para convencer a las empresas de producir y vender sin deteriorar el entorno ecológico. Esta idea aparece ya perfectamente reflejada en el IV Programa de Acción de la CEE en materia de Medio Ambiente: "La protección del Medio Ambiente es un factor económico en las empresas, puede generar creación de empleo y crecimiento económico. Es de interés tanto para los productores como para los consumidores. Los costes medioambientales deben considerarse como costes de producción y consumo". (Según un informe del Ministerio de Industria y Energía, la industria medioambiental en España ofrece un mercado potencial de 1.2 billones de pesetas hasta 1993). Aunque el mercado ambiental funciona desde hace tiempo en la vertiente de equipos anticontaminación, la mayor novedad estriba en la incorporación de los consumidores. Ahora, "lo verde" vende más y mejor. Se promueve la compra de estos productos ecológicamente más adecuados, el 30% de las amas de casa están dispuestas a pagar un poco más por un producto más ecológico, pero no exento de contaminantes ambientales. Aparece el etiquetado verde y en la actualidad la CEE tiene en estudio una normativa de etiquetado ecológico.

¿Qué mueve al empresario a desarrollar productos cuyos procesos de fabricación son más inócuos para el medio ambiente? ¿Qué mueve a los medios a hacer este tipo de publicidad? .Quizás esté naciendo una nueva conciencia más ambiental, o quizás este cambio sea una visión futurista de negocio inteligente y rentable. Pero para la Biosfera, ¿es éste el negocio más rentable o quizás le produjera mayor beneficio si el hombre abandonara la fabricación de ciertos productos? .

La publicidad medioambiental, ayudada por el impacto visual de la televisión, sería un elemento a tener en cuenta en la Educación Ambiental, siempre que no redujera su acción al campo publicitario-económico. Debe educar al consumidor presentando el producto explicando el apelativo de "verde", las ventajas que tiene para el ambiente frente a otros productos del mismo tipo, pero también las desventajas que posee. Quizás así transmitiría la acción de conservar, de generar menos residuos, de evitar en lo posible la degradación del medio. Sería el momento de reflexionar sobre la necesidad de un consumo más racional, pues ni los productos verdes pueden acabar actualmente con la problemática ambiental, aunque sí frenarla.

La televisión es entretenimiento y también información. En menor medida educación. Atrae al espectador con noticias mundiales o locales, apoyadas con documentos gráficos móviles, difíciles de encontrar en la prensa diaria o escrita. Sin embargo, los mensajes son fugaces y crean en el televidente la necesidad de buscar una información más amplia en otros medios de comunicación. La televisión cae en los mismos errores que la prensa en cuanto a la noticia ambiental se refiere: carácter catastrofista de la noticia sin analizar 108 orígenes y efectos de la misma. En muchos casos sintética y superficial. Sin embargo, al presentar imágenes impactantes sensibilizan momentáneamente al espectador de una forma más directa y profunda.

Los programas divulgativos-educativos no proliferan en la televisión y siempre se hallan relegados a horas de menor audiencia así como supeditados a los ajustes de horarios o de programación. Sin embargo cada vez existe un mayor número de documentales bien elaborados y de manera global, donde se conjugan Tecnología-Medio Natural y Sociedad, y más debates, donde tras analizar la problemática ambiental se perfilan soluciones no sólo a nivel gubernamental sino también con la colaboración y participación ciudadana.

Con la inmensa variedad de cadenas televisivas que poseemos, quizás aumente la oferta al televidente de programas que sirvan para concienciar y formar a la sociedad cono ya lo hicieron en su día "El Hombre y la Tierra, El Arca de Noé, El Planeta Tierra, La Vida a prueba, El Planeta milagroso, Supervivientes, Televisión educativa, Aula 3, Arco Iris, Fundamentos de la Ciencia, Nuestro bello Planeta, Campo y Mar, Cosmos" y otros en los que es difícil separar el efecto concienciador del evasivo, pero que han servido para acercar al Hombre urbano al sistema natural tan desligado hoy de las ciudades, o al sistema social desconocido para él.

La radio comparte con la prensa y la televisión la posibilidad de facilitar la noticia a través de su medio. La comunicación radiofónica es indirecta, unidireccional y pública. Indirecta porque no es cara a cara, aunque puede dar una falsa apariencia de directa al existir una relación estrecha entre el emisor y el oyente. Unidireccional del emisor al destinatario, aunque la radio es el medio donde existe mayor participación del oyente. Pública porque va dirigida a un grupo elevado de personas, aunque cuando capta la atención del oyente éste puede considerarla individual.

Antaño era la fuente de información más importante de la población, aunque en la actualidad ha sufrido en determinadas horas un fuerte retroceso de audiencia frente a la televisión. Para cumplir sus funciones de persuadir, entretener, informar y formar necesita captar la atención del oyente que permanece a la escucha. Por eso, la radio es sobre todo amena, variada, con mensajes cortos y un amplio abanico de programas dirigidos a una población de todo tipo, edad y condición social. Son más de 16 millones de españoles los que escuchan diariamente la radio. Su fácil manejabilidad, bajo coste y ubicuidad caracterizan a este medio de comunicación. La función informativa no es como en la prensa la más significativa, aunque en ocasiones excepcionales puede ser predominante y otorgue a la radio un prestigio indiscutible (servicios informativos del 23 de febrero de 1981, desastre de Chernobyl, guerra del Golfo, golpe de Estado en la URSS...).

En la actualidad la radio se inclina por los "magazines" informativos, es decir, por programas de contenido variado donde no sólo se facilita la noticia, sino que se profundiza y analiza. Ofertas musicales, boletines horarios y retransmisiones deportivas se incluyen con fuerza en la programación. Los programas culturales fuera de este contexto son escasos, aunque hay que reconocer el esfuerzo formativo de la radio hace años, al incluir en su emisión música clásica, teatro de grandes escritores, la radio educativa y el papel que desempeñó con sus programas de desarrollo agrario y enseñanza primaria dirigidos a los grupos de población más necesitados.

La función formativa de la radio actual se refleja no sólo en los contenidos del mensaje, algunas veces escuetos y empobrecidos, sino en la forma de elaborarlo y emitirlo. Se introduce la "Radio-servicio" abierta a la sociedad y con informaciones útiles para el oyente como datos meteorológicos pormenorizados, información bursátil, estado de tráfico en las diferentes vías de acceso a las ciudades, servicios de socorro, índices de contaminación en diferentes zonas urbanas... La Administración aprovecha este servicio para informar a los oyentes de cuestiones ambientales (riesgos de incendios, tormentas de granizo, desbordamientos de ríos) o sociales ("El coche no anda con alcohol. Déjalo").

La Educación Ambiental sin la radio es inconcebible. Es el medio más directo y menos direccional de todos los que existen, por lo que es el que mejor puede comunicar; el de más amplio horario, accesible a prácticamente todos los ciudadanos y con un gran número de cadenas (existen 764 emisoras de radio en España). El primer paso sería diversificar la oferta, profundizar en las informaciones dadas en la "radio-servicio" y tratar aspectos ambientales de la vida local cercana a la sociedad, permitiendo el acceso directo de grupos sociales en el sistema comunicativo tal y como lo están haciendo ya la mayoría de las radios libres. Es necesario también que informe con anterioridad y extensamente del programa a emitir pues esta falta de información parece evidenciar bastante improvisación.

Cuando el concepto de Educación Ambiental aparece y toma fuerza en la década de los setenta, lo hace paralelamente a la Política Medioambiental de la CEE. Y es que los Gobiernos se percatan de que somos subsidiarios de acciones contaminantes anteriores. La contaminación y los efectos de la misma sobre la salud humana y la salud de la naturaleza y no sólo en concepto enfermizo, ha existido siempre pero los considerábamos dos hechos separados. Cuando en 1953 se produce la "enfermedad de Minamata" y se descubre diez años más tarde, que el causante era un derivado orgánico del mercurio vertido al mar por una industria de cloruro de vinilo, comprendemos la magnitud de nuestros actos contra la propia Humanidad y buscamos el difícil camino de la solución sin renunciar al crecimiento y al consumo.

Si en la actualidad oímos hablar de Política medioambiental, deterioro natural y social, extinción de especies animales y vegetales, desertización o protección de la salud pública es debido a las noticias aparecidas en los medios de comunicación. Conocemos desde nuestro cómodo habitáculo hechos impensables, nos trasladamos con las imagenes hasta el centro del problema, viajamos en el espacio en pocos segundos, observamos los efectos devastadores de un incendio etc... y. todo ello gracias a los medios de comunicación que han informado, quizás más con criterio de empresa que con conciencia ecológica. No olvidemos que son empresas informativas fundadas para servir a la sociedad, pero también con objetivo económico. Lo que vende son noticias, tanto más vendibles cuanto más catastrofistas sean o se presenten como tal, cuanto más impacten en la sociedad, y ésta, sitúa la protección del medio ambiente como una de las prioridades básicas de la vida. Por lo tanto, una noticia puntual catastrofista de impacto ambiental venderá más que un impacto continuo.

Por desgracia, la publicación de noticias impactantes por contaminación del aire, agua, suelo o alimentos no son nuevas. Han existido siempre pero se han agravado desde la Industrialización y desde esa época los periódicos las han recogido en sus columnas. Es difícil en algunos casos encontrar relación entre la contaminación y la aparición de la enfermedad. Sólo resulta patente en los casos de contaminación aguda, como la registrada en Londres durante 1873, 1880, 1892 y 1948; en Glasgow en 1907 y 1925; en el valle del Mosa (Bélgica) en 1930; en Manchester en 1931 ; en Oublín en 1941 y en Oonora (Pennsylvania) en 1948. Todos los casos se dieron en zonas muy industrial izadas en días de densas nieblas y alta concentración de humos.

Pero fue el desastre del "Smog" de Londres de 1952 con 4.000 víctimas, lo que hizo que el Gobierno adoptara medidas de control. En el número de artículos relacionados con la contaminación ambiental aparecidos en "The Times" de Londres durante el período comprendido entre 1946 y 1970 se observan tres máximos: el primero coincide con el Smog de Londres de 1952, el segundo con el de 1962 y el tercero con la creciente preocupación de la población por los temas ambientales (Figura 1 ).

Los medios de comunicación tienen un papel social importante mediante la información. A finales del siglo pasado, en 1892, se publicó en Madrid un folleto del periodista onubense o. Juán Cornejo Carvajal donde exponía cómo la prohibición de las "teleras" donde se calcinaban las piritas de cobre de las minas de Riotinto, se había conseguido gracias a las quejas reiteradas del vecindario ya una violenta campaña de prensa.

Fig. 1.Número de artículos sobre contaminación atmosférica en el "Times" de Londres entre 1946y 1970. (De Foster, 1972).

Si hace años nos adentramos tímidamente en los problemas producidos por el hombre en la Naturaleza gracias a los medios de comunicación, treinta años después las noticias no pueden ser presentadas de la misma manera; el mensaje debe evolucionar en la misma medida que la capacidad de los receptores y los propios problemas. No se debería presentar sólo el hecho sino también el proceso de deterioro, origen, consecuencias y posibles soluciones, sin trivial izar los peligros. Los medios de comunicación olvidan demasiado pronto la noticia y ésta carece de continuidad. Da la sensación de que el problema ha sido solucionado cuando aún permanecen sus efectos y no se han corregido las causas que lo provocaron.

Carl Warren sostiene que para que una noticia capte el interés del público es necesario "actualidad, proximidad, notoriedad, curiosidad, conflicto, suspense, emoción y consecuencias". El Medio Ambiente cumple todas estas premisas, puesto que por desgracia siempre es actualidad, está próximo y sin embargo tan lejano, variado en su funcionamiento, difícil en su autorregulación frente a la acción humana, motivo de conflicto político, social y económico, conquistado y utilizado, apasionante cuando se le conoce y generador de respuestas.

Si el Medio Ambiente capta el interés del público podemos pensar que aparecerá asiduamente en los medios de comunicación. En tres importantes publicaciones de los Estados Unidos, "New York Times, Newsweeck y US News and World Report" entre 1960 y 1970, el incremento de información sobre temas medioambientales fue espectacular a partir de 1968. En 1970 los temas de medio ambiente y contaminación ocupaban el tercer lugar, detrás de la violencia en las Universidades y la Guerra del Vietnam. (Figura 2)

Fig. 2.Artículos sobre Medio Ambiente publicados en la prensa de EEUU en la década de los 60: 1.Artículos aparecidos en el "New York Times". 2.Artículos aparecidos en "Newsweek" y "US News & Reporf'. 3."Cartas al director" en el "New York Times".

En el Congreso Internacional de Educación Ambiental de la Universidad Complutense de Madrid (1988), se presentó una comunicación sobre el tratamiento dado a la información ambiental en cuatro periódicos de difusión nacional durante el Año Europeo del Medio Ambiente (1987). El porcentaje medio de aparición entre los diferentes diarios consultados era de 0.19% del total de la información.

El tratamiento informativo de las noticias ambientales no ha cambiado mucho desde entonces.

El jueves, 11 de abril de 1991, el petrolero Haven de bandera chipriota, sufre una explosión en sus tanques y se hunde el domingo frente al puerto de Genova. La noticia salta, impactante, a las primeras páginas de todos los periódicos. Italia aún se encuentra conmovida por la muerte de 139 personas al chocar en Livorno el miércoles 10 de abril, el transbordador Moby Prince con el petrolero Agip Abruzzo, que dañado por el choque, puede descargar en el Mediterráneo las 80.000 toneladas de petróleo de sus tanques.

El petrolero Haven derramó al mar en el primer estallido 30.000 toneladas de crudo, pero aún quedan en sus tanques más de cien mil toneladas que pueden contaminar de forma irreversible un mar cercano a la tragedia ecológica.

 

Fig. 3.Tratamiento informativo del accidente del petrolero "Haven" en la prensa. Datos medios de 16 periódicos españoles y uno francés cuantificados en % de superficie dedicada a la noticia en relación con el total del periódico entre los días 14 y 21 de abril de 1991.

a ya': Noticias relacionadas con el accidente del "Haven".

b y b': Otras noticias relacionadas directamente con el Medio Ambiente.

c y c': Total de noticias (incluyendo las referentes a la catástrofe del "Haven".

 

Con motivo de este desastre ecológico, analizamos la noticia en 17 periódicos : "El País", "Diario 16", "El Mundo", "El Sol", "ABC", "Claro", "Ya", "El Independiente", "La Vanguardia", "Diario Vasco", "El Correo Español", "Deia", "Egin", "Diario de Navarra", "Navarra Hoy", "El Diario Montañés" y "Sud Ouest", durante los días siguientes, diseñando y cumplimentando una encuesta cuantitativa y cualitativa sobre cada ejemplar de periódico publicado (Anexo I).

Los resultados medios obtenidos se reflejan en la Figura 3, donde con respecto a la noticia del accidente (Aa) se aprecia un máximo informativo los días 15 y 16 de abril (el accidente se produjo el día 11) y el día 15 la información sobre el siniestro supera incluso a las restantes noticias sobre Medio Ambiente (Ab). A partir de ese máximo la cobertura informativa va decreciendo hasta desaparecer casi completamente el día 19 (hay un ascenso en los dos días siguientes debido a los suplementos de fin de semana de algunos periódicos).

Con respecto a otras noticias relacionadas con el Medio Ambiente (Ab), se observa un comportamiento en "diente de sierra" motivado por la aparición en ciertos periódicos de suplementos informativos temáticos. Con el fin de amortiguar este efecto, elaboramos la gráfica B donde tomamos los datos medios de dos días consecutivos. Resulta significativa la divergencia de las gráficas a' y b' lo que indica claramente que algunas noticias medioambientales son "sustituidas" por la información generada por el desastre del "Haven". La suma de todas las noticias e informaciones relacionadas con el Medio Ambiente (incluyendo el desastre ecológico) se mantienen en torno a un 2% (con respecto a la superficie total del periódico). Como referencia, en esas mismas fechas y en los periódicos citados el tratamiento informativo de los deportes super9 el 13.1% y la publicidad el 18.2%.

La noticia fue seguida con expectación durante cuatro días mientras existía peligro de derrame total y desplazamiento de la marea negra hacia las costas de Liguria, uno de los rincones privilegiados para el turismo alemán rico. A pesar de que desde el petrolero se elevaba una densa columna de humo que irritaba los ojos y oscurecía el cielo, era paradójicamente una esperanza la combustión del petróleo al reducir el peligro de una extensa marea negra en aguas mediterráneas.

Hasta aquí las noticias en líneas generales. La cantidad del crudo transportado y del derramado no se conocen con exactitud, aunque todos los medios fijan la cantidad total transportada alrededor de las 150.000 toneladas, después de haber desembarcado 80.000 Tm de crudo iraní en la capital genovesa.

Los daños económicos producidos en el momento actual y en un futuro, relacionados con el movimiento de la mancha, se reflejan en todas las noticias. El comandante de la capitanía de Génova tranquiliza: "Lo tenemos todo controlado... Las Islas Baleares no se verán afectadas por el crudo". Se han instalado barreras móviles para evitar la dispersión de la mancha y se intenta trasvasar el petróleo de los tanques a otros barcos cisternas. En algún periódico encontramos que la fauna y flora podría quedar asfixiada si el crudo que se encuentra ardiendo alrededor de la nave comienza a extenderse.

Los titulares "Tragedia ecológica en el Mediterráneo", "Nuevo desastre ecológico", "La peor catástrofe ecológica del Mediterráneo" etc... no responden al desarrollo de la noticia, ya que en ellas no se habla mas que de problemas técnicos, repercusiones económicas y de métodos para limpiar la superficie del mar. El periódico "El Mundo" acompaña la noticia con dibujos y explicaciones claras y didácticas. Las secciones de Opinión, Editorial y Cartas al Director reflejan el elevado número de buques petroleros que navegan por este mar casi cerrado, la necesidad de dotar a cada uno de ellos de doble casco y de proteger al Mediterráneo, que aún sin marea negra, es ya una cloaca urbana e industrial.

La mancha parece acercarse a la Riviera francesa ya las costas españolas. La marina mercante en alerta; la noticia sigue manteniéndose el jueves en los periódicos. Preocupación por la marea negra de 31 Km. de ancho y el cambio brusco de viento, aunque parece que lo primero está controlado y lo segundo no se dará. Seguimos sin leer gran cosa sobre el problema ecológico que se puede producir, excepto una noticia extensa en el "ABC". El suplemento del Planeta Tierra del "Independiente" y los dominicales de "La Vanguardia", "Deia", "El Mundo" y "El País" presentan reportajes extensos y completos sobre la noticia e implicaciones ecológicas del derrame fidedignas y corroboradas por científicos españoles.

La noticia dejó de seria. Desapareció. Sólo quedó de ella tres marineros muertos, tres desaparecidos y treinta heridos, un deseo generalizado de reducir los daños y la esperanza de que los Gobiernos ribereños despierten de su letargo e implanten medidas rápidas y adecuadas para que este mar no se convierta en un charco putrefacto.

Si vamos aprendiendo a golpe de catástrofe ¿cuántas serán necesarias para que terminemos de aprender? ¿cuántas para que los gobiernos aborden con valentía y coherencia la problemática ambiental? .En el discurrir de la Humanidad siempre ha habido un momento de cambio importante. Quizás éste sea el momento de cambio necesario para plantearnos una nueva relación con el Medio. Todos y cada uno de nosotros en la medida de nuestras posibilidades: a nivel de medios de comunicación considerando el Medio Ambiente como noticia relevante y con derecho a ser tratada cotidianamente, informando adecuadamente del proceso así como de los numerosos intereses políticos, económicos, socio-comportamentales o de cualquier otro tipo que interfieran en la rápida solución del problema. Los medios pueden desarrollar en la sociedad una sensibilidad reflexiva y una concienciación ambiental de que muchas de las soluciones medioambientales estriban, no tanto en actuar sobre el medio, sino en cambiar la base irracional de nuestra actividad humana. Seguimos tanteando a la suerte y no nos planteamos aprender para actuar racionalmente. Si la función informativa de los medios de comunicación es importantísima, existe otro nivel de formación de criterios para analizar nuestra situación en el Planeta y nuestra relación con la Biosfera. Hablamos del Sistema Educativo. En el momento actual ha despertado de su largo letargo y ha introducido la Educación Ambiental en los nuevos programas de E.G.B. Pero no como asignatura nueva, sino, siguiendo las orientaciones de Tbilisi, "Como un espíritu de cambio que impregne todos los contenidos del Diseño Curricular Base".

Mas este cambio no tiene que ser privativo de la población estudiantil. Es problema de toda la sociedad. Se ha llegado a verificar que el 70% de los conocimientos de las personas adultas sin formación universitaria proviene de los medios de comunicación, así como el 78% de sus hábitos de comportamiento. Ante esta cultura de masas ofrecida por los medios de comunicación y que convive, nos guste o no, con la cultura tradicional, no podemos darle la espalda, deben ser complementarias sin perder de vista el marco social a quien va dirigida. Los medios pueden y deben formar a estas personas en Educación Ambiental, utilizando un lenguaje asequible que llegue a la población, explicando el proceso del problema, tratando temas cercanos a la sociedad, pasar de lo local a lo global, concienciar en la necesidad de cambio, llevar a la acción mediante casos prácticos etc...

Mientras los Medios de Comunicación no abandonen cierto estilo catastrofista o paternalista, sean objetivos y correctos, informen de lo que saben pero también de lo que desconocen, consulten fuentes variadas y no sólo las oficiales, verifiquen los datos

con ayuda de expertos, reflejen las peticiones de la sociedad y las formas de Gestión del Medio, estén ellos mismos concienciados ante el Medio y las necesidades sociales y no busquen tanto la noticia sino la información continuada, -mientras tanto-, no podrán ser considerados instrumentos adecuados para la Educación Ambiental. ¿Estamos pidiendo demasiado a los profesionales de la información ya los propios medios? .Estamos hablando de Educación Ambiental y el Sistema Educativo es el pionero de este nuevo aprendizaje. Pero si los medios de comunicación han entrado hace ya tiempo en el aula, ¿Puede la formación educativa introducirse en las noticias informativas de forma cotidiana? .Para ambos sistemas es un reto. Si se supera con éxito tendremos que estar capacitados para vivir con la información-formación diaria sobre la magnitud de los problemas producidos, la globalidad de los mismos, la ausencia de voluntad ejecutiva, y no sucumbir ante el miedo que coarta nuestro pensamiento y acción. ¿Seguiremos imbuidos en nuestra idea de sociedad de bienestar y consumo o nos avergonzaremos del Mundo que hemos preparado para las dos terceras partes de esta generación y la de nuestros hijos y nietos? .

Es necesario un cambio a todos los niveles. Gobernantes y políticos, científicos y técnicos. También al nuestro. La Educación Ambiental tiene mucho que hacer. y los Medios de Comunicación también.

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ANEXO I

Modelos de fichas utilizadas en el trabajo sobre el tratamiento informativo de las informaciones referidas a la temática medioambiental. [No incorporado en la versión electrónica].