/111/
MINAS
Dice más de un escritor antiguo, que por el año 880 antes de Jesucristo,
ardieron con tal ímpetu los montes Pirineos, que el intenso calor producido por
tan formidable incendio, penetró hasta las entrañas de la tierra, y derritiendo
sus mineros, corrieron grandes arroyos de plata finísima; que diferentes
pueblos, y especialmente el fenicio, exportaron más tarde. Por este incendio
los griegos llamaron Pirineos á estos montes, de Pir, fuego
(36).
También nos dicen los escritores de antaño; que en España abundaban tanto
toda clase de metales de valor, que en tiempo de los fenicios y de los
cartagineses y .de los romanos, venían estas naciones á buscar riquezas á España, como más tarde los españoles iban á las
Indias, y llevaban los primeros sus productos al Asia, y los cartagineses á
África y los romanos á diversos puntos de Europa, en tan gran cantidad, que hasta las áncoras de los navíos
las hacían de plata.
Aparte de la exageración que en todo esto puede haber, y le hay seguramente, y aunque nada en concreto se
dice de Guipúzcoa en las citas recogidas, sirven éstas para demostrar que el laboreo de las minas data en Espáña
de tiempos muy remotos, y nos inducen á demostrar que nuestra Provincia no se
eximió de ser explotada por alguna de las naciones citadas, prueba inequívoca de
que también ella encerraba en su seno riquezas que llamaron la atención de
gentes tan lejanas.
El ilustrado ingeniero D. Juan Guillermo Thalacker, que visitó las minas
principales de Guipúzcoa el año 1804, nos dice (37) que en las minas de Ardi-iturri
(Oyarzun) trabajaron los romanos, como lo prueban el sistema de labores que
en ellas se ve y las vasijas y monedas que encontró entre los escombros, y que
las labores realizadas son de tal magnitud, que «600 hombres trabajando
diariamente durante el espacio de 200 años, no hubieran podido hacer todas
esas excavaciones».
/112/ Otro ingeniero de millas, no menos distinguido que el anterior, el
señor
don Francisco de Gascue, después de visitar las minas en cuestión y examinar
el plano que posee la «Real Compañía Asturiana», de los trabajos realizados al
pie del monte Aya para la extracción del plomo argentífero, calcula
(38) que en
el conjunto de trabajos romanos, habrá una longitud de labores auxiliares de 15
á 18 kilómetros en roca viva, y que bien puede afirmarse, sin exageración, que
400 hombres trabajando constantemente, necesitaron los 200 años mencionados.
Sea la primera ó sea ésta la suposición más aproximada á la verdad, no cabe
dudar que los romanos, y acaso también algún otro pueblo antes que éstos,
atraídos por las riquezas mineras que encerraban nuestras montañas; se
detuvieron á explotarlas durante un período de años muy largo, con importantes
núcleos de braceros, muchos de los cuales, sin duda alguna, serían hijos del
país; y no parece aventurado el suponer que, después que los romanos
abandonaron esta tierra, los naturales de la Provincia, habituados ya. á
beneficiar los metales, proseguirían los trabajos en éste y otros cotos mineros de Guipúzcoa.
Aunque supongamos, pues, porque no tenemos pruebas de lo contrario todavía, que
no se trabajara en explotar minas en Guipúzcoa hasta que vinieran los romanos, bien podemos asegurar, que desde la venida de Jesús al
mundo, en cuya época llevaban ya los romanos, muchos años de permanencia en
España, se conocen las explotaciones mineras entre nosotros, aunque es posible
que la extracción del mineral y su aprovechamiento, no haya sido continuo desde aquella
época, sino que haya tenido intermitencias, á causa de las guerras sin fin a que hemos estado sometidos en esta
Provincia fronteriza.
Viniendo á tiempos más cercanos, tenemos noticias de que el año 1515. D. Juan de Otalora tomó posesión de las minas de alcohol (plomo), que por
merced, le concedió la reina Dª Juana en Cerain.
El ilustre viajero Micer Andrés Navajero, á su paso por Cegama y Segura para
la Embajada de Venecia el año 1524, nos dice que en dicha comarca de la parte
alta de Guipúzcoa, se sacaba mucho hierro y zumaque, y que no se extraía por
entonces acero porque se había agotado. Añade que este mineral se sacaba á
cinco leguas de allí.
Es probable que una de las minas que se hallaban en explotación al pasar
por Segura el citado viajero, fuera la del término de Lekamburu en Mutiloa,
puesto que en 1580 se dice que de ella se surtían desde tiempo inmemorial
las ferrerías de Azpeitia, Villafranca, Arería, Segura, Cegama, Idiazábal y
otras de la comarca. En 1595, vemos que se habla de las minas de hierro y acero y otros metales de Mondragón y Segura, á cuya
última villa estaban anexionadas entonces Mutiloa y Cerain.
/113/ Veinticuatro años más tarde, en 1619, encontramos la primera referencia de
las minas de Berastegui, por denuncia que se hizo por un vecino de Tolosa de que
estas eran mostrencas, no siéndolo, y acordó la Provincia defender á la villa
á su voz y costa contra el comisario general de la Santa cruzada, ante quien
se presentó la denuncia.
De 1623 son las primeras noticias que tenemos de las de Irún, y por ellas
sabemos que de las veneras de Malkorra, Arrilucea, Usambelardi, Beteriaran y
Esarreta, se sacaban más de 30.000 quintales de vena ó mineral al año, y que de
las de Cerain y Mutiloa se sacaban muchos más.
Estas citas nos prueban que de muy antiguo vienen explotándose en esta
Provincia los cotos mineros de Oyarzun, Irún, Mutiloa, Cerain, Mondragón y Berastegui, que con algunos más contribuían á abastecer las muchas ferrerías
que había en Guipúzcoa, algunas de las cuales se surtían también de la vena
que por mar se importaba de Somorrostro.
La fama de la riqueza minera de esta Provincia, debió hallarse también muy
extendida desde tiempos muy lejanos, puesto que el último tercio del siglo XVI,
las Juntas de Guipúzcoa en unión de las villas interesadas, tuvieron que
defenderse. contra las mercedes obtenidas de S. M. para la explotación de
nuestras minas, por la tasa de Otalora primero y por el conde de Pondebaux
después, caballero florentino, con quien y con sus herederos, tuvieron que
sostener largo pleito aquellas entidades.
En 1735 comenzó la explotación de las minas de cobre del término de Arritzaga en el monte. Aralar y continuaron los trabajos durante 65 años,
habiendo tomado éstos el incremento que supone el número de 300 hombres que se
ocupaban en ellas y en las dos ferrerías que, por cuenta de la sociedad, se
montaron para batir el cobre en el mismo sitio, con chozas capaces para albergar
tan crecido número de trabajadores y capilla con su sacerdote. Se calcula que
tiene más de 3 kilómetros de longitud la galería que se abrió entonces en el
punto de Arritzaga.
Proseguían todavía los trabajos en las minas de Aralar el año 1787 , cuando
el párroco de Zaldivia, D. José Ignacio de Echave, vió brillar áureas pititas en
las rocas calizas del término de Aitzarte de su jurisdicción, y fiando en la
experiencia de los citados mineros, consiguió que le dejase la sociedad que
explotaba aquellas, una cuadrilla de 16 hombres con su capataz. Dieron comienzo
á los trabajos de busca de tan precioso metal, que tuvieron pronto éxito
satisfactorio, aunque relativo, pues que en dos meses de labores realizadas,
consiguieron recoger piritas de oro de tres onzas y dos ochavas de peso, que
el buen vicario solía mostrar con gran contento á sus relaciones, como
cosecha de casa, advirtiendo por añadidura que su recolección le había costado
40 onzas de oro, ó sea once veces más del valor de lo que había extraído.
No es esta la única mina de oro que se ha explotado en la Provincia, pues no
hace muchos años todavía, en 1877, el conocido industrial de Tolosa /114/ D. Antonio de Elosegui, en unión de dos amigos más, descubrió otra en la
orilla del río Oria, jurisdicción de Anoeta, en la cual se han practicado
trabajos importantes, abriendo una galería de 100 metros debajo del río, á una
profundidad de 30 metros, en los cuales se invirtió un capital de 70,000 pesetas. En vista de la bondad de las muestras recogidas de tan preciado metal, se
han hecho cargo de la mina unos ingenieros de la escuela politécnica de Francia,
que han practicado nuevas labores de investigación por valor de 40.000 francos,
y después de haber hecho reconocer la mina á un ingeniero competentísimo que ha
trabajado muchos años en otras del mismo metal, en Transwaal, tratan de formar
una sociedad poderosa que les ponga en condiciones de poder realizar los
importantes trabajos que proyectan llevará cabo en la orilla del citado río.
La creencia de que en las entrañas de nuestro suelo se escondían grandes riquezas mineras, tomó mucho cuerpo el siglo pasado, y aparte de la sociedad
se se formó el año de 1829 para la explotación de dos minas de plata y otros metales en Oyarzun y de otra en la villa de Irún, compuesta de personas respetables del país y del comercio de Lieja, que abandonaron la empresa
después de gastar más de un millón de reales, llovieron denuncias á granel de particulares que ensayaron su fortuna penetrando en tierra á buscarla, sin
gran provecho generalmente. Así vemos el año 1849, que mientras solo hay 14
minas en explotación, aparecen abandonadas 49, y entre estas las hay de cobre,
galena argentífera, varias de carbón de piedra, de alcohol, 6 sea de plomo, de
barniz, de antimonio, de azogue, etc.
Tan arraigada estaba en las gentes la opinión de que nuestro subsuelo se
hallaba formado de abundantes metales de gran valor, que al dar principio á las
obras del ferrocarril del Norte, era general la creencia de que en los desmontes
y aperturas de túneles, habían de encontrarse grandes depósitos mineros con que
resarcir en mucha parte los gastos que ocasionase la construcción de la vía.
No fué así, porque á pesar del gran número de montañas horadadas de parte á
parte y de otras muchas abiertas en canal, no se encontró ningún foco minero,
como no se ha encontrado tampoco después en los importantes desmontes realizados
para abrir nuevos ferrocarriles y carreteras, y para la explotación de canteras.
Ni el abandono de tanta denuncia anterior, ni el resultado negativo de la
prueba expresada, han sido óbice para que nuestros contemporáneos continúen
alimentando con ilusión sin igual, los ensueños de hacer fortuna, arrancando'
á la tierra metales valiosos que buscan con afán, y á este fin recorren valles y montañas, recogiendo toda clase de piedras que
ofrezcan alguna particularidad á ojos inexpertos en la materia, y suben á los
picos y bajan á
las cavernas y penetran en las galerías abandonadas, creyendo encontrar lo que á
otros menos diligentes ó perspicaces que ellos, les pudo pasar inadvertido.
/115/ Nuestros cazadores de riquezas subterráneas, revuelven la tierra arañándola por todas partes, acuden luego al cielo buscando un Santo protector que
ampare con su nombre las pertenencias demarcadas, y revuelven por fin cielo y
tierra, buscando incautos que apronten capital para dar comienzo á los trabajos
de explotación, que se llevan á cabo al acaso y sin sujeción á ninguna regla.
Viene pronto el abandono de la mina por falta de recursos, si se da crédito á
sus palabras, nunca por falta de mineral, porque á poco que hubieran continuado
los trabajos se hubiera dado con la veta que pasa muy cerca de allí; aparece
de nuevo algún especulador que há hecho exploraciones con todo sigilo, enseña
en secreto y con misterio las muestras adquiridas recientemente, cae en la red
oro que vuelve á denunciar la mina, y prosigue los trabajos anteriores ó comienza
otros nuevos, atacando la peña por el costado contrario, y esto se repite vanas
veces y en muchas partes, haciéndonos exclamar con el insigne fabulista lriarte:
Tantas idas y venidas,
Tantas vueltas y revueltas,
Quiero amigo que me digas
¿Son de alguna utilidad?
El escaso resultado que se ha obtenido con el movimiento minero, verdaderamente
febril, que aquí ha existido, lo prueba bien el hecho de que en la estadística
minera de España, publicada por el Consejo de Minería el año 1907, figuran 669
minas improductivas para 19 productivas, y de éstas, la mayor parte, como se
verá luego, pertenecientes á los cotos mineros, conocidos desde la
antigüedad, y á las cuales hemos hecho referencia antes.
Según nos dice la estadística minera que dejamos citada, se ha iniciado la
paralización en el número de expedientes de registro, y se tiende á renunciar
y abandonar concesiones improductivas, de tal modo, que el año 1906 hubo una
baja de 19 concesiones, en 1907 de 21 y en 1908 de 23.
Veamos ahora con la estadística minera mencionada de 1907, que es la última
publicada por el Consejo de Minería, las minas que se hallaban en productos en
Guipúzcoa, según datos remitidos por el ilustrado ingeniero jefe del Distrito D.
Javier Peña, á cuya bondad debemos estas noticias.
ESPATO FLUOR.
San Maximiliano, número 247, término de lrún. Figura en los
catastros entre las de plomo, pero sólo se vendió como producto de ella el
espato fluor, que se arrancó como producto secundario al verificar las labores
de preparación y reconocimiento del filón de plomo. Trabajaron 18 hombres en el
exterior y 4 en el interior.
MINERAL DE HIERRO.
Los cotos mineros que se han explotado para extraer el mineral de hierro son el de Ardi-iturri, Berastegui, Cerain, Mutiloa é Irún-Lesaca.
Coto de Ardi-iturri. La mayor parte de las minas
que forman el coto pertenecen en propiedad á la «Real Compañía Asturiana», la cual las arrendó
/116/ á los señores Olazabal, Arbildi y Oruezabal, de Irún. Estos
traspasaron el arriendo, reservándose algunos derechos, á la casa de los señores
Chavarri hermanos, de Bilbao, quienes después de seis años de explotación y de
haber construido un ferrocarril minero de 8 kilómetros desde las minas al puerto
de Pasajes, terminando en un magnífico embarcadero, las cedieron á su vez á la
sociedad francesa titulada Compañía de minas de Ardi-iturri.
Cuatro son los filones de carbonato de hierro que se explotan, y son
conocidos con los nombres de San Joaquín, Gaztelu, Cuarenta y Treinta.
Estos criaderos se hallan próximos al levantamiento granítico de la Peña de
Aya.
Coto minero de
Ardi-iturri, al pié del monte Aya.
Se produjeron el año 1907 en este coto, 56.836,42 toneladas de mineral
calcinado, unas 10.000 más que en 1906.
Se ocuparon 375 obreros, de los cuales 260 trabajaron en el interior y 115 en
el exterior .
El año 1908, la producción no pasó de 22.888 toneladas y se ocuparon 294
hombres, 184 en el interior y 64 fuera y 46 hembras en el taller hasta Agosto, y
después 30, 50 y 46 respectivamente. ,
El mineral beneficiable era el carbonato de hierro, que se calcinaba en 8
hornos, construidos al pie de la mina, y se calcinaban en cada uno de 25 á 30
toneladas diarias.
Del pie de los hornos parte un ferrocarril de 0'75m de anchura de vía,
/117/ de 8 kilómetros de recorrido, que conduce los minerales al embarcadero
y depósito de Pasajes, que, como el ferrocarril, son propiedad de la compañía
explotadora.
Estos trabajos no se realizan en la misma mina en que los romanos efectuaron
las enormes labores á que dejamos hecha referencia, sino en su proximidad.
Coto de Berastegui. Dos sistemas de filones se presentan en
este término municipal, unos esencialmente de hierro y otros de pirita de
cobre, blenda y galena.
Esta mina, el año 1907, produjo 8.578 toneladas de carbonato calcinado, ó sea
10.247 menos que el anterior.
Trabajaron 75 obreros, 48 en el interior y 27 en el exterior.
El mineral beneficiable es el carbonato de hierro, que es bastante rico, y
tiene una proporción de manganeso del 5% en crudo y del 7 después de calcinado,
en cuyo estado se vende.
Plano lliclinado y
bocamina, en Berastegui
El mineral arrancado se calcina en tres hornos continuos de cuba, que tienen
8 metros de altura y un diámetro exterior de 3,75 metros.
Por debajo de los hornos pasa el ferrocarril del Leizaran, en cuyos vagones
se cargan directamente los minerales calcinados, que son conducidos á la
estación de Andoain, del ferrocarril del Norte, mediante un recorrido de 17 km.
/118/ Se hicieron también algunos, reconocimientos en las minas
Explotación antigua y Buena estrella, hallando filones de carbonato.
Desde estas labores se han establecido vías para ir á parar á un plano inclinado
que termina en la estación de Muntar, del ferrocarril del Leizaran, en donde se
han montado dos hornos de calcinación.
Coto de Cerain. La explotación del carbonato de hierro, que es el
que se extrae del coto que nos ocupa, se lleva en cantera á cielo abierto,
aunque se han practicado también algunas galerías y pozos de exploración .
Hornos de
calcinación, en Berastegui
Este coto, el año 1907, produjo 38.484 toneladas de mineral calcinado,
próximamente las mismas que el año anterior. El año 1908, se extrajeron 9.850
toneladas, sin que en el 2º semestre se trabajara en ninguna de ellas, á causa
de la crisis porque atravesó el hierro.
Los minerales, una vez calcinados en los dos hornos establecidos al pie de la
mina, pasan á un tranvía aéreo de 2.500 á 3.000 metros de longitud, de propiedad
de la compañía explotadora, el cual los traslada á la vía férrea de la mina de
Mutiloa, que termina en la estación de Ormaiztegui, del ferrocarril del Norte.
Una máquina de vapor horizontal de 8 caballos manuales de fuerza, pone en
movimiento el tranvía aéreo .
Trabajaron en estas minas 173 obreros, 13 en el interior y 160 en el
exterior,
Coto de Mutiloa. En las minas de Mutiloa se explotan casi
exclusivamente unas chirteras ó depósitos de acarreo, de los que se extraen
minerales hematites muy apreciados.
También se explota un pequeño filón de hematites con bastante caliza, por lo
cual se calcina en un horno para su enriquecimiento, en las proximidades de la
estación de Ormaiztegui.
Esta mina produjo 28.253 toneladas de hematites, 1.747 menos que en 1906.
En 1908 se explotaron 11.749 toneladas.
Trabajaron 107 obreros, 49 en el interior y 58 en el exterior .
La sociedad explotadora es propietaria de un ferrocarril que tiene 5
kilómetros de longitud y conduce los minerales á la estación de Ormaiztegui del
ferrocarril del Norte.
Proximidades
de la estación de Ormaiztegui, donde se depositan los productos de las minas de
Mutiloa y Cerain. (Clisé de Julio Altadill).
Coto de Irún. -«Sociedad de Irún-Lesaca». El filón más importante
de los que explota esta sociedad en Guipúzcoa, es el llamado Meazuri,
enclavado en su mayor parte en la concesión minera de San Enrique. El
mineral es el carbonato de hierro con ganga de cuarzo, de calidad superior.
Calcinado dá 58 % de hierro, 4 % de manganeso é indicios de azufre. La .sílice
no pasa del 8 %
Se obtuvo un rendimiento de 40.969,20 toneladas de carbonato calcinado,
3.181,80 menos que en 1906. En 1908, se extrajeron 38.899.
/120/ Trabajaron 145 obreros, 98 en el interior y 47 en el exterior.
Transporte exteriorAl nivel de la galería general nº 0, nace una vía
horizontal de 980 metros de longitud, que cruza la cascada en cornisa y
está tallada en los escarpes graníticos, plegándose en lo posible al terreno y
atravesando por cuatro pequeños túneles los talones de la masa granítica.
Esta vía llega a la cabeza del plano nº 2, que tiene
una longitud de 340 metros y utiliza los mismos vagones, é inmediatamente
después al plano inclinado nº 1 de 480 metros, desde el cual van
aquellos á los hornos de calcinación, sin haber efectuado ningún trasbordo en el
camino.
Planos inclinados de Iru-gurutzeta, en el coto minero de
Irún.
Los hornos son en número de ocho y se hallan
enclavados entre el pie del plano y la vía general que ha de conducir los
minerales á la estación de Mendíl, Junto á Irún, en vagones de seis toneladas.
El recorrido del ferrocarril de los hornos á Irún, es de 6 kilómetros, y la
mitad próximamente se verifica por un ramal que vá desde los hornos al ferrocarril de Endarlaza á Irún, construido en
1884.
Coto de Asteasu. Es propiedad de la «Compañía minera de Álava y Guipúzcoa». Cuenta con un
tranvía aéreo á Zarauz.
LIGNITO.
El lignito se
presenta principalmente en Aizarna (Cestona) y en Hernani, aunque también se
encuentran algunas capas en Urdaneta, Aya y Asteasu, de menos importancia.
/121/ En las inmediaciones de Hernani aparecen varias capas, de las cuales la más
importante es la de la mina Luz, que viene explotándose hace más de 60
años, habiéndose empleado antes sus productos en la fábrica de cemento natural
La Fé, que ya no existe, y estuvo emplazada en el lugar que hoy ocupan
los chalets del barrio de Miraconcha en San Sebastián, y utilizándose
actualmente en la fábrica del mismo producto La Esperanza, sita en Añorga,
á 3 kilómetros .de la anterior, en la carretera de Usurbil.
Entre las diez minas de lignito que había en producción en 1907, en toda la
Provincia, se extrajeron 21.109 toneladas.
El lignito de Guipúzcoa es bastante terroso y encuentra su aplicación en la
calcinación de las calizas hidráulicas.
Trabajaron en estas minas 72 obreros, 61 en el interior y 11 en el exterior.
Varias minas de Aizarna tienen tranvías aéreos que conducen el lignito á la
carretera, desde donde se distribuyen sus productos á las fábricas de cemento
hidráulico.
Peñas de Katabera en Aitz-gorri, donde se hallan
las minas
de calamina de la Real Compañía Asturiana. (CIisé de Fr. Bahr).
PLOMO Y ZINC.
En las calizas cretáceas de la sierra de Aitzgorri, explota la «Real
Compañía Asturiana», ut;l filón de espato calizo con calamina y blenda. El
objeto principal de la explotación es la calamina, aunque siempre se extrae algo
de plomo.
Desde la mina se conducen los minerales crudos por un cable aéreo que salva
un gran barranco, con una longitud de 3.000 metros próximamente. á un punto de
la carretera que de Zumárraga conduce á Oñate, en donde se encuentran los hornos de calcinación. Trabajaron en esta mina 42 obreros,
29 en el interior y 13 en el exterior.
Otro coto que igualmente ha producido algo de plomo y zinc, es el de Ardi-iturri,
que figura también por separado entre las minas de hierro, por ser éste el
principal objeto de su explotación.
En las proximidades del macizo granítico de la Peña de Aya, se agrupan algunos
filones que contienen galena y blenda, Aquí, como. en Berastegui, existen dos
sistemas de filones; como que se trata de la misma formación geológica, que
desde el término de Lesaca pasa por los de Irún, Oyarzun, A:rtikuza, Goizueta,
Berastegui y Leiza, formando una gran zona, en toda la cual se presentan filones
de la misma naturaleza.
En el coto de Ardi-iturri, término de Oyarzun, se extrageron como
productos secundarios 19,30 toneladas de galena Y 485,62 de blenda.
ZINC.
En el término de Régil, aparecen también algunas bolsadas de calamina.
El coto de Régil produjeron 103,50 toneladas de calamina, contra 203,30 que dió en 1906.
Trabajaron 34 obreros, 18 en el interior Y 16 en el exterior .
Las minas metalíferas que se han descrito, son las únicas que estuvieron en explotatión el año 1907.
Los filones de galena, blenda y calamina de Irún, Oyarzun, Amezque,
Mondragón y Motrico, que han sido en otros tiempos objeto de explotación por la «Real Compañía Asturiana»,
estaban sin trabajo en 1907; y otro
tanto ocurría con las minas de hierro oligisto de Asteasu, Alquiza, Villabona y Larraul, donde se presentan minerales relacionados con las ofitas, que
tanto abundan en aquellos contornos. 1
CANTERAS
,Esta provincia, debido á su consti:ución orográfica y geológica, goza del beneficio de tener gran numero de
canteras, que proporcionan excelentes
materiales de fácil y económica explotación: I~a Estadística Minera de España,
á que nos hemos referido al hablar de las minas, se ocupa del asunto objeto de estas líneas, con la competencia que reconocemos en el
Ingeniero Jefe de este distrito, anteriormente citado, aportando copiosas é
interesantes noticias, que vamos á utilizar en gran parte para la confección de
este trabajo.
CALIZAS y ARENISCAS. -A la abundancia de canteras de caliza en el país,
obedece el que sea muy crecido el número de caseríos que tienen .horno propio de
calcinación. Emplean la callos labradores para mejorar las condiciones de
rendimiento de sus terrenos. Aparte de la reacción química á que puede dar
lugar esta agregación de la cal, su acción principal, cae! única, es puramente
mecánica, y tiene por objeto modificar la estructura de las tierras, haciendo de
los suelos duros é impermeables, tierras más sueltas y esponjosas, y da~do, en cambio, á los terrenos flojos y arenosos, la relativa
compacidad que necesitan, aunque este caso se presenta pocas veces en esta
provincia, donde los terrenos son muy arcillosos y se endurecen fácilmente,
formando una corteza que impide el paso del agua.
Todos los montes de la costa, desde Fuenterrabía á Motrico, están formados
por masas de areniscas, en las que hay magníficas canteras, como sucede en los
montes de Jaizkibel, Ulía, Urgull, Igueldo, Orio y Guetaria.
Enormes masas de calizas compactas de color gris azulado, forman montafias
enteras. Las principales calizas macizas son las de los montes San Marcos,
Urkabe, Burunza, Hernio, Aralar, Izarrarbide, Aizgorri, Mendaro, Kurtrichiki, Zaraya y otros. Las areniscas y calizas de que se ha hablado,
proporcionan magníficos sillares de construcción; y los lechos de margas,
materiales muy apropiados para la mampostería ordinaria.
Cantera de Aristueta, en las proximidades del histórico santuario de
Guadalupe, en el monte Jaizkihel.
La nueva población de San Sebastián está construida casi en su totalidad con
estas areniscas, extraídas de las canteras de Ulía é Igueldo, con las que se
fabrican las fachadas, y también con las margas, que sirven para la mampostería
de muros interiores y medianiles.
Si hemos de creer á un escritor contemporáneo (39), no sólo se utilizaba en
la ciudad la piedra de estas montañas, sino que, en el año 1832, llevaron de
/124/ San Sebastián á Puerto Rico, para arreglar las calles 40.000 piedras
labradas de 0,837 metros cuadrados, pagando cuatro pesetas cada una sobre el
muelle de la actual capital de Guipúzcoa, y se exportaba también en gran
cantidad, por mar, piedra para moler cacao y para afilar. .
Hay que anotar también, que toda la inmensa cantidad de piedra de igual
clase, empleada en las murallas de Fuenterrabía, en el castillo, en la parroquia
y en muchos edificios militares que han desaparecido, con más todo el ensanche
de la Marina y la parte vieja de la población, se han levantado con piedra
procedente de las canteras del monte Jaizkibel. Y no solamente se ha limitado su
extracción á cubrir las necesidades locales, sino que de tiempos antiquísimos, se ha conducido piedra de esta montaña para lrún, Oyarzun, Rentería, San
Juan de Luz, Bayona y otras partes, como consta de las
licencias concedidas por esta ciudad, que obran en su archivo.
Las calizas azules compactas más apreciadas las suministran las canteras de
Motrico y Albistur. Estas calizas admiten pulimento como el mármol, y trabajadas
con la bujarda presentan un color blanco azulado, que contrasta con el oscuro
del pulimento, y se prestan á una artística decoración:
Las calizas compactas del monte San Marcos, están teñidas de rojo por el
óxido de hierro y constituyen verdaderos mármoles, muy apreciados por su
aspecto. La sóciedad de mármoles de San Marcos, establecida en Rentería, dice
la Estadistica Minera en 1907, que explotaba una cantera en dicho monte.
Tenía establecido un motor eléctrico de 4 caballos que movía una sierra de
alambre, con la que se arrancaba la piedra sin el empleo de ninguna clase de
explosivos. Una vez preparada la cantera, desbrozándola de la tierra vegetal
que la cubría, se disponía convenientemente la sierra de alambre y se cortaba
el mármol in situ, obteniéndose grandes bloques, que alcanzaban hasta
mil toneladas de peso. Después se subdividían y eran llevados los trozos á la
fábrica de aserrar de Rentería. En ésta había un motor eléctrico de 50
caballos que movía una sierra de alambre, seis sierras de chapa de acero, cuatro
pulidoras y dos aparatos para hacer los cantos. La sierra de alambre servía
para hacer los bloques y los demás aparatos para fabricar las chapas. Estas
chapas, que se empleaban para mesas, chimeneas, paramentos, etc., tenían dos
centímetros de espesor. Se fabricaban 1.200 metros al mes y se exportaban en su
mayoría á Inglaterra y América. Aunque dejó por algún tiempo de funcionar esta
fábrica, de nuevo ha comenzado sus anteriores labores.
En un monte próximo al de San Marcos, llamado Choritokieta, se explota otra
cantera de mármol rojo parecido al anterior. Se arrancan unos 100 metros cúbicos
al año por medio de explosivos. Estos mármoles se llevan á un taller, en donde
existe un motor eléctrico de 25 caballos, y en él trabajan una sierra de
alambre, tres de chapa de acero y dos pulidoras. Se emplea en el cementerio de
San Sebastián, en la construcción de mausoleos.
/125/ También existen en el monte lzarraitz, sobre el pueblo de Azpeitia,
canteras
de mármol veteado, de colores muy vistosos, como el que ha servido para la
iglesia de San Ignacio de Loyola. De éstas se arrancan unas 200 toneladas al
año, que se venden á precios bastante elevados. Las lajas de caliza arcillosa,
se explotan también en varios puntos. y especialmente en lsasondo, donde hay
canteras muy importantes de esta clase de piedra, las cuales han dado lugar al
establecimiento en aquella villa, de importantes industrias, dedicadas á la
preparación de dichas pizarras para diversos usos, tales como el de pizarras
para escuelas, mesas de altar y de billar, panteones, chimenetas, cintería para
huertas, etc.
En el monte Erchina, jurisdicción de Cestona, que se halla enclavado en la zona de las calizas infracretáceas, se sacó en 1785 una pieza de
cristal de roca, blanco y transparente, que tenía 0,837 metros de largo por 0,627 de
ancho y 0,50 de grueso, la cual fué destinada para el Real Gabinete de
Historia Natural de Madrid .
YESO.
Entre todas las canteras de yeso de Cizurquil, Aduna y Asteasu, se
arrancaron en 1907 la cantidad de 1.100 toneladas, que se calcinaron en las
fábricas de la comarca.
OFITAS.
La mayor parte del terreno de Guipúzcoa, está formado por rocas
cretáceas de gran potencia, con numerosos afloramientos de ofitas, que en
algunos puntos adquieren bastante extensión, sobre todo en el manchón de
Placencia, entre Eibar, Azcoitia, Zumarraga y Vergara, que alcanzan 15
kilómetros de largo por un ancho de 5 aproximadamente.
Esta roca hipogénica tiene una aplicación muy interesante, que es la del
empleo en el firme de las carreteras.
MARGAS. CEMENTO HIDRÁULICO NATURAL.
No se tiene noticia de que las canteras
de margas se utilizasen en esta provincia para la fabricación del cemento
natural, hasta el año 1836, en que los soldados de la legión inglesa empezaron á
emplear este producto en las obras ejecutadas para la defensa de la plaza en las
inmediaciones de San Sebastián. Pocos años más tarde, en 1847 , nos dice un
escritor, al ocuparse de las cosas de Guipúzcoa (40), que los montes que hay
entre Zumaya y Deva, «están compuestos en su generalidad de piedra calcárea
heladiza, de primera calidad, para hacer la nueva cal hidráulica que con tanta
aceptación se emplea en las obras de agua, y la que por sus efectos
sorprendentes ha rivalizado y aún sobrepujado á la Puzolana de Italia»,
desprendiéndose de esta cita muy claramente, que si bien este producto era nuevo
todavía en el país, no sólo era conocido, sino que se elaboraba entre nosotros.
Sin embargo, debía producirse por medios rudimentarios aún, puesto que el
mismo autor, al hablar de las industrias en dicho tomo ni en otros posteriores publicados en 1850,
hace mención alguna de /126/ esta fabricación, al ocuparse de aquellos pueblos en que más tarde llegó á
constituir este producto un medio importante de vida. Únicamente al hablar de
Hernani, dice que se beneficia una mina de antracita para la calcinación de la
cal común y la hidráulica.
Cantera de Urbiri, de donde se extrajo la piedra
para el murallón del primer ensanche, realizado en
el año 1897 en Fuenterrabia
De las investigaciones que hemos practicado para averiguar los comienzos de la fabricación de cemento en Guipúzcoa, hemos llegado á inquirir que
los obreros ingleses que trabajaban en la ferrería de lraeta (Cestona), en la
confección de frascos de azogue, que se contrataban con el gobierno, al igual de
lo que sus coterráneos ejecutaron el año 1836 en las inmediaciones de San Sebastián, enseñaron á los naturales de aquella región la manera de utilizar este producto, y, al efecto, antes de 1850 se elaboraba ya en la citada
ferrería la cal hidráulica, aprovechando los pocos
elementos de que se podía disponer en la misma para el establecimiento de esta nueva
industria. Después de los primeros ensayos, se constituyó una sociedad compuesta
de los señores Corta, Linazasoro y Zubimendi, para la explotación de este producto,
bajo la razón social de «D. José Mª Zubimendi y cª». Cerca de las canteras de
lbañarrieta, levantó esta sociedad unos hornos para hacer la calcinación, y
después de practicada esta primera operación, se conducía la cal hidráulica en
carretas á la regata de Lili, donde establecieron la molienda y colocaron un par
de piedras verticales, aprovechando, al efecto, el salto de /127/ agua de una ferrería, y hacían después el tamizado con cedazos, á mano, para
devolver el género á Zumaya para su embarque. La venta se hacía por fanegas, que
era el mismo procedimiento que se empleaba antes con la cal y el yeso.
como sucede siempre en casos análogos, no faltó quien seguía de cerca la
marcha de los experimentos que se iban practicando, y casi en el mismo tiempo en
que se hacían los ensayos, levantaron en Zumaya nueva fábrica en mejores
condiciones que la anterior, D. Eusebio Gurruchaga y el notario Sr. .Urbieta, la
cual todavía subsiste, y es la misma que actualmente se denomina Nuestra
Señora de los Dolores y pertenece á los Ses. Sansinenea e hijos.
Aunque nonos consta, suponemos que en las inmediaciones de San Sebastián, no
faltaría tampoco quien recogiera las enseñanzas de los ingleses, y que después de
la guerra civil se continuaría haciéndose la cal hidráulica, pero debió ser en
la misma forma rudimentaria á que nos hemos referido antes, porque este género
de fabricación no figura en las industrias de aquella época. La primera fábrica
levantada en San Sebastián de que nosotros tenemos conocimiento, es la titulada
La Fe, que se estableció en el año 1859 por os «Sres. Manterola,
Cortazar y cª en el actual barrio de Miraconcha.
Diez años más tarde, figuraban ocho fábricas de cemento hidráulico natural
en Guipúzcoa; una en Iraeta, otra en Zumaya y seis en San Sebastián.
He aquí ahora las que existían en 1907 y el rendimiento que dieron:
|
Toneladas |
Bedua, en Cestona
|
12.500 |
Bidasoa, en Irún
|
1.600 |
Brincola; en
Legazpia
|
1.000 |
Carmen en Arrona (Cestona)
|
15.000 |
Concepción, en Aizarnazábal
|
8.556 |
La Esperanza, en San Sebastián
|
7.302 |
Fagollaga,en Hernani
|
2.500 |
Los Faisanes, en Irún
|
3.000 |
Nuestra Señora de los Dolores, en
Zumaya
|
5.900 |
Santa Cruz, en Zumaya, é lraeta en Cestona
|
14.420 |
Urumea, en
Herhani
|
6.500 |
Total. »
|
78.278 |
A estas fábricas hay que añadir otras tres que no figuran en el precedente cuadro, tomado
de la Estadística Minera, sin duda por hallarse cerradas en el año indicado, y son la de San José, Zumayana y Oiquina,
sitas en jurisdicción de Zumaya, que son las mismas que hoy subsisten.
/128/ Las doce fábricas citadas, en el año de 1906, produjeron 71.940
toneladas y 79.950 en el
de 1908. Se, ocuparon. en ellas durante el año de 1907, 158 obreros y
funcionaron siete maquinas hidráulicas con 349 caballos, siete de vapor con 460
y nueve eléctricas con una capacidad equivalente á 252 caballos de vapor.
CEMENTO PORTLAND ARTIFICIAL
El año 1901, se estableció en el punto " 1
de Añorga-aundi, en San Sebastián, la fábrica La Esperanza, para
la elaboración del cemento Portland. La producción anual alcanza ya la
importante cifra de 40.000 toneladas, y la maquinaria, conforme á los últimos
perfeccionamientos, es movida por motores eléctricos, que suman una potencia
total de 8000 caballos.
Recientemente ha construido la Sociedad un importante salto de agua en
Goizueta (Navarra), derivando las aguas en el mismo nacimiento del río Urumea:
en la central hay 1.000 caballos instalados y emplazamiento para otros 1.000; La
línea de transporte hasta la fábrica tiene 20 kilómetros, y la tensión
adoptada ha sido la de 20.000 voltios. Como instalación de reserva, existe en
la fábrica una máquina de vapor de 300 caballos; además dos locomotoras aseguran
los servicios de cantera y apartadero del ferrocarril, que, con el nombre de
Añorga, posee la Sociedad en la línea de San Sebastián á Bilbao. Las vías
penetran en los departamentos de la fábrica y con los vagones de 10 toneladas,
propiedad de la Sociedad, el cemento cargado en el almacén es transportado
directamente al muelle de San Sebastián y al de Pasajes, de donde se extrae no
sólo á los puertos de España, sino también á muchos de América, principalmente á
Buenos Aires y Río Janeiro, alcanzando ya exportación á estos países la cifra de
5.000 á 6.000 toneladas anuales.
Pasan de 200 los obreros que trabajan en las diferentes, fases de esta
industria, y el barrio constituido por sus familias y las instituciones
sostenidas á su amparo y fomentadas por la Sociedad, han adquirido mucha
importancia. Existe un Economato o Cooperativa de consumo, una Sociedad de
socorros con asistencia médica y cuenta con una capilla capaz para 400
personas, donde los obreros y sus familias pueden cumplir sus deberes religiosos.
Como se vé por las noticias precedentes, la fabricación del cemento
hidráulico natural y artificial en Guipúzcoa, ha llegado á tomar verdadera
importancia, y la tendría mucho mayor si la competencia en los precios no ,
estuviera alambicada hasta un extremo ruinoso. Para evitar los perjuicios que
mutuamente se irrogan con la baratura á que se expende este producto, cada vez más solicitado y
estimado para todo género de obras, han celebrado los fabricantes varias
reuniones en diversas épocas, sin que hayan logrado buscar una fórmula de
inteligencia, como la que prevaleció anteriormente
NOTAS
(36) Los hermanos Siret, en la Revue des questions Scientifiques de Bruselas (1888), insinúan que acaso
la fábula del incendio de los Pirineos, sea una expresión legendaria del
hallazgo de la plata nativa en la superficie del suelo.
(37) Variedades de Ciencias, Literatura y Artes.
(38) Revista internacional de estudios Vascos, tomo II, pág. 465.
(39) Guipuzcoaco Provincia,"en Condaira, por D Juan Ignacio de Iztueta"
(40) Diccionario Geográfico de Madoz, tomo IX.
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