Localización: Término
municipal de Hondarribia (Fuenterrabía).
Accesos:
Carretera GI-3440 de Lezo a
Hondarribia por Jaizkibel.
Transporte
público:
Autobuses línea Interbús San Sebastián-Hondarribia
(cada 10 min, deja al pie del Monte Jaizkibel)
Servicios:
Bar Txori (tel. 943640138);
Bar-Restaurante La Cabaña (tel. 943642801); Camping Faro de Higuer (2ª
categoría, 800 plazas, tel. 943641008); Camping Jaizkibel (3ª categoría, 300
plazas, tel. 943641679); Bar Cantina de Guadalupe (tel. 943641211);
Restaurante Guadalupe (tel. 943644681); Merendero Guztiz (tel. 943645557);
Casa de Agroturismo "Artzu" (12 plazas, tel. 943640530); Casa de
Agroturismo "Postigu" (12 plazas, tel. 943643270); Albergue();
Santuario de Guadalupe (misas: domingos).
Elementos
notables:
Fuerte y Santuario de Nuestra Señora
de Guadalupe. Playa del Molino. Posibilidad de largos paseos.
Prohibiciones
específicas: acampada.
Bibliografía:
"Txingudi-Bidasoa: Itinerarios Naturalísticos".- Irún:
Ayuntamiento, 1994.- 15 paseos
Cartografía: hojas 41-3
a escala 1/25000 del Mapa Topográfico Nacional.
El área de Guadalupe está situada en la zona
oriental del Monte Jaizkibel, sobre Hondarribia.
Esta zona toma su nombre del Santuario de Nuestra
Señora de Guadalupe, que fue erigido en el s. XV en honor a la Virgen. Cuenta
la leyenda que dos pastorcillos que merodeaban por los alrededores fueron
sorprendidos por una claridad desacostumbrada en el mismo lugar que ocupa hoy
el Santuario y que, acercándose a ella, descubrieron la imagen de la Virgen
que tenía en su brazo a su hijo reflejando como si fuese el sol. La imagen
que se encontró es policromada y de talla entera, y se cree que perteneció al
mascarón de proa de algún barco.
La ermita fue destruida en 1638 y ha sido varias
veces restaurada. La torre actual data de 1868. El interior de la iglesia
conserva el altar principal de madera de castaño y nogal del s. XVIII, además
de dos altares laterales del s. XX.
La Virgen de Guadalupe ha sido innumerables veces
bajada a Hondarribia desde el s. XVII, debido siempre a diversos motivos relacionados
con peligros que han acechado la ciudad de Fuenterrabía a lo largo de la
historia (cólera, guerra civil...). Desde 1954 la Virgen de Guadalupe es la
patrona de la ciudad de Hondarribia.
En esta misma zona se encuentra el Fuerte de
Guadalupe, que está situado a 210 m sobre el nivel del mar, a escasa
distancia del Santuario. Fue inaugurado en el año 1900. Tenía capacidad
teórica para albergar más de 60 piezas de artillería y una guarnición de 600
hombres (que podría aumentarse hasta 1000). Tiene forma poligonal, rodeada
por foso y camino cubierto, disponiendo en su interior de galerías de
fusilería, emplazamientos al aire libre y en casamatas para artillería,
túneles subterráneos de comunicación interior, etc. Sus fuegos dominaban la
costa francesa, el valle del Bidasoa, el valle de Jaizubía y la Peña de Aia.
El perfecto estado al que nos ha llegado hoy se debe a que ha estado en
servicio hasta la década de 1980. En los fines de semana veraniegos se
realizan visitas guiadas, existiendo en el cuerpo de guardia una serie de
paneles explicativos sobre el fuente y Jaizkibel. No obstante es recomendable circundar el fuerte por
el exterior si la visita interior no es posible.
Esta área posee una gran extensión para las
actividades de ocio y esparcimiento, con unas instalaciones con gran capacidad,
con bancos, mesas, fuente y circuitos gimnásticos, que se desarrollan en una
zona de césped, acompañada de varias especies arbóreas de nueva plantación:
tilos (Tilia platyphyllos), castaños de indias (Aesculus hippocastanum),
acacias (Robinia pseudoacacia), abedules (Betula pendula), fresnos(Fraxinus
excelsior) y haya roja (Fagus purpurea).
A partir de este punto se pueden hacer diversos
recorridos, entre los que destacamos el que nos acerca al hábitat costero. Se
toma el camino asfaltado en la garita del Fuerte, en dirección hacia la
costa, hasta llegar al Caserío de Artzu. Este caserío es una de las casas
solariegas más antiguas de la zona. El escudo de la puerta principal fue
regaglo que el rey de Castilla ofreció a Matxin de Artzu en agradecimiento a
la valentía demostrada. Actualmente es una casa de agroturismo.
Una vez pasado el caserío, y el cuartel de
Portomoko, comienza a bajarse más empinadamente hacia el mar hasta llegar a
una bifurcación: si se toma el camino de la derecha, acabaremos en el Cabo de
Higuer, donde se puede acercar uno a descansar en alguno de sus bares; si se
sigue el camino de la izquierda, se recorrerá un precioso paraje a través de
los acantilados de Jaizkibel durante, a lo largo de unos 8 Km. Siguiendo este
camino se llega a la Playa del Molino una vez tomado el desvío hacia la
derecha.
Esta cala es un lugar muy solicitado por los
excursionistas, tanto por su belleza natural como por la ubicación del
antiguo Molino de Artzu, al pie de la regata de Argibel, a escasos metros de
la Taberna.
Como otros molinos de Jaizkibel, aunque se
encuentra en estado de ruina, posee una inquietante belleza que le viene dada
por su peculiar situación encajonada bajo la roca y que el paso del tiempo ha
acentuado con el crecimiento de gran cantidad de vegetación de tipo
escandente (Tamus communis, Hedera helix), arbórea (Alnus glutinosa, Platanus
hispa y nitrofila, que ha escondido esta construcción entre la exhuberancia
del bosque mixto.
Este bosque mixto se desarrolla en las hondonadas
que corresponden a las regatas, dado que la temperatura resulta más cálida y
más resguardada del frío y de la acción de los vientos del N-NW. El árbol
cuyos restos son más abundantes es el marojo o ametza (Quercus pyrenaica),
que se adapta bien a los suelos de textura arenosa suelta, como los que nos
ocupan, y del que encontraremos numerosos ejemplos, a modo de rebrotes, a lo
largo de todo el recorrido.
Se retoma el camino por detrás de la Taberna, para
adentrarnos directamente en la línea de costa. La vegetación de acantilado
toma especial importancia a través de los varios Km de costa, ya que nos
muestra ejemplares adaptados al ambiente marítimo como la Armeria
euscadiensis. Destacan además en los barrancos, helechos como Vadenboschia
speciosa, Himenophyllum tunbrigense, Stegnogramma pozoi, Trichomanes
radicaus, Thelypteria palustria, etc.
Durante el recorrido pasaremos por los prados de
Arrigori, Kapelu, Marla y el cerro de Txurtxipi, obra del hombre, ya que los
recursos que actualmente se aprovechan en el Monte Jaizkibel son
fundamentalmente primarios, llevados a cabo por una ganadería de tipo
extensivo (ovejas, vacas y caballos), y terciarios, comprendiendo el
aprovechamiento de los recursos hídricos y el servicio que presta como área
de expansión y recreo.
También se cruzan tres regatas, en las que no hay
que olvidar las comunidades de higroturbosas, con una flora muy peculiar,
como el musgo del género Sphagnum, la Spiranthes aestivalis o Rhynchospora fusca,
y que se desarrolla en los bordes de los arroyos donde hay una escasa
pendiente.
Una vez llegado al cerro de
Txurtxipi se toma el camino de pista hacia arriba hasta llegar a la
carretera.
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